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viernes, 30 de noviembre de 2012

San Andrés Apóstol, fundador de Alba de Tormes


Sí, como leéis, si el palomarcico teresiano de Alba de Tormes fue organizado por la Santa Madre, su fundador y bienhechor fue el mismo San Andrés (30 de noviembre; y 20 de junio, traslación de las reliquias), santo al que dicho Carmelo guarda especial devoción. Fundóse este monasterio que se llamó Nuestra Señora de la Anunciación, a 25 de enero de 1571, apenas fundado el de Salamanca, y no las tenía mucho consigo Santa Teresa, porque Alba era una villa pequeña y las monjas necesiarían renta de algún notable para mantenerse; idea que no gustaba a nuestra Madre. La promotora fue Teresa Layz, cuya historia cuenta la Santa Madre en su libro “Fundaciones” Historia que es de leerse, pues parece una pequeña novela de aventuras. Y es que los comienzos de la descalcez carmelita no fueron aburridos, no. Esta Teresa, que habló a los tres días de nacida, se había casado con Francisco Velásquez, más por obedecer, que por amarle. Pero mal no vivía no, salvo que tenían el dolor de no tener hijos, cosa que deseaba muchísimo, y no cejaba de pedírselo a Dios constantemente. Estando en Salamanca, sucedió que… pero mejor que lo cuente la santa Madre Teresa:
Pues andando muchos años con este deseo, y encomendándolo a San Andrés, que le dijeron era abogado para esto, después de otras muchas devociones que había hecho, dijéronle una noche, estando acostada: «No quieras tener hijos, que te condenarás». Ella quedó muy espantada y temerosa, mas no por eso se le quitó el deseo, pareciéndole que pues su fin era tan bueno, que por qué se había de condenar. Y así, iba adelante con pedirlo a nuestro Señor, en especial hacía particular oración a San Andrés. Una vez, estando con este mismo deseo, ni sabe si despierta o dormida (de cualquier manera que sea, se ve fue visión buena por lo que sucedió), parecióle que se hallaba en una casa, adonde en el patio, debajo del corredor, estaba un pozo; y vio en aquel lugar un prado y verdura, con unas flores blancas por él de tanta hermosura que no sabe ella encarecer de la manera que lo vio. Cerca del pozo se le apareció San Andrés de forma de una persona muy venerable y hermosa, que le dio gran recreación mirarle, y díjole: «otros hijos son éstos que los que tú quieres». Ella no quisiera que se acabara el consuelo grande que tenía en aquel lugar; mas no duró más. Y ella entendió claro que era aquel santo San Andrés, sin decírselo nadie; y también que era la voluntad de nuestro Señor que hiciese monasterio”. (Fundaciones 20, 7).


Aparición de San Andrés a Teresa Laiz
Pues quedó Teresa Layz muy confundida con aquello, lo dijo a su marido, como Dios y San Andrés les cambiaban los hijos naturales, por hijas encerradas en un monasterio hecho por ellos. Consintió su marido que “como es tan bueno y la quería tanto, holgó de ello”. Ocurrió que llamó la Duquesa de Alba a Francisco Velásquez para ocupar un cargo en dicha villa. Allá se fueron, sin olvidar Teresa su encomienda. Llegó Teresa Layz a Alba, con disgusto, a la casa que su marido había comprado, se instaló de noche y…
[al] otro día en la mañana, como entró en el patio, vio al mismo lado el pozo, adonde había visto a San Andrés, y todo, ni más ni menos que lo había visto, se le representó; digo el lugar, que no el Santo, ni prado, ni flores, aunque ella lo tenía y tiene bien en la imaginación. Ella, como vio aquello, quedó turbada y determinada a hacer allí el monasterio y con gran consuelo y sosiego ya para no querer ir a otra parte. Y comenzaron a comprar más casas juntas, hasta que tuvieron sitio muy bastante”. (Fundaciones 20, 10.11).


Así que ya tenían el lugar, el mismo que el santo apóstol le había indicado en sueños, entonces vino el problema “¿a que orden religiosa donamos la fundación?”, se preguntaron los esposos. Y viendo el panorama del momento en las órdenes femeninas, y oyendo a varias personas, decidieron dejarlo, y entendiendo que esos «otros hijos son éstos que los que tú quieres» que San Andrés le había dicho, podrían ser parientes con alguna necesidad, decidieron juntar a sus sobrinos y darles aquella casa., pero entonces…



 “Mas como nuestro Señor tenía ordenada otra cosa, aprovechó poco su concierto, que antes de quince días le dio un mal tan recio [el sobrino mencionado] que en muy pocos días le llevó consigo nuestro Señor. A ella se le asentó en tanto extremo que había sido la causa de su muerte la determinación que tenían de dejar lo que Dios quería que hiciese por dárselo a él, que hubo gran temor. (…)Desde este día se determinó de no dejar por ninguna cosa de hacer el monasterio, y su marido lo mismo, aunque no sabían cómo ponerlo por obra. Porque a ella parece la ponía Dios en el corazón lo que ahora está hecho, y a los que ella lo decía y les figuraba cómo quería el monasterio, reíanse de ello, pareciéndoles no hallaría las cosas que ella pedía, en especial un confesor que tenía, fraile de San Francisco, hombre de letras y calidad. Ella se desconsolaba mucho”. (Fundaciones 20, 12).

Convento de Alba de Tormes.
Allí descansa el cuerpo de la Santa Madre
Pero como Dios manda, y da los medios para cumplir lo mandado, resulta que este mismo confesor que se oponía a dicha fundación fue el vínculo para que Teresa Layz conociera la reforma del Carmen y a la Santa Madre. Pero no se dejó llevar la santa por el impulso ni por visiones de santo (por más San Andrés y más apóstol que fuese), sino que negoció muy bien las condiciones de la renta, pues tenía la experiencia de Pastrana. Así que, ya que daban renta, exigió de todas las maneras, que ya que daban renta, la diesen bien, que tuvieran fondos necesarios, pues no quería ver a sus monjas abandonadas o enfermas, sin nada que comer. Que no necesitaran mendigar a sus parientes, ni les faltara de lo necesario. Finalmente aceptaron las condiciones de la santa y, como ella misma dice:


En fin, vinieron a ponerse en razón y dar bastante renta para el número; y lo que les tuve en mucho, que dejaron su propia casa para darnos y se fueron a otra harto ruin. Púsose el Santísimo Sacramento e hízose la fundación día de la Conversión de San Pablo, año de 1571, para gloria y honra de Dios, adonde, a mi parecer, es Su Majestad muy servido. Plega a El lo lleve siempre adelante”. (Fundaciones 20, 14).


Así que, bendito sea Dios, y bendito sea San Andrés.


A 30 de noviembre además se celebra a 
San Tugdual de Bretaña, abad.
San José Marchand, presbítero y mártir.  
San Wachtang I de Georgia, rey.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Beatos Dionisio y Redento, carmelitas y mártires


Pregunta: Hola. ¿Me podrías dar información sobre Dionisio y Redento, los beatos carmelitas? España.

Respuesta: Claro que sí, hombre. Aunque primero me gustaría introducir sus vidas con un texto inspirador de N. P. San Juan de la Cruz, iluminado con el testimonio de estos mártires:
"... el verdadero espíritu antes busca lo desabrido en Dios que lo sabroso, y más se inclina al padecer que al consuelo, y más a carecer de todo bien por Dios que a poseerle, y a las sequedades y aflicciones que a las dulces comunicaciones, sabiendo que esto es seguir a Cristo y negarse a sí mismo, y esotro, por ventura, buscarse a sí mismo en Dios, lo cual es harto contrario al amor. si el hombre se determina a sujetarse a llevar esta cruz, que es un determinarse de veras a querer hallar y llevar trabajo en todas las cosas por Dios, en todas ellas hallará grande alivio y suavidad Porque el aprovechar no se halla sino imitando a Cristo, que es el camino y la verdad y la vida, y ninguno viene al Padre sino por el este camino es morir a nuestra naturaleza".
 (Subida al Monte Carmelo. Lib 2 Cap 7, 9)

Beatos Dionisio de la Natividad, presbítero; y Redento de la Cruz, religioso; protomártires carmelitas descalzos. 29 de noviembre:
 

P. Dionisio
P. Dionisio:
Era francés, se llamaba Pedro Berthelot, y nació 12 de diciembre de 1600 en Honfleur, Normandía, hijo de un marino y médico. A los 19 años, luego de 7 de viajes, se embarcó al Extremo oriente, pero el barco fue capturado por un buque holandés, y capturado. Tras un tiempo de prisión y contacto con diversos pueblos, se interesa por la religión, hasta que escapa y se refugia en Malaca, de dominio portugués. Allí continúa su carrera naval, en flotas francesas y portuguesas, viajando por España, Inglaterra y las Américas. No fue un simple marinero, sino que estudió cartografía, geometría y otras disciplinas, siendo nombrado caballero, cosmógrafo Real de Portugal y almirante de Francia, después de destacar en una batalla naval. En el Museo Británico de Londres se conservan las “Tabulae maritimae”, documentos marítimos suyos.

Después de un viaje a Goa, a los 35 años, empezó a dirigirse con el P. Felipe de la Santísima Trinidad, carmelita descalzo (1), en cuya orden profesó el 25 de diciembre  de 1636, con el nombre de Dionisio de la Natividad; luego de rechazar la invitación de los jesuitas a entrar en su orden. Fue ordenado sacerdote 24 de agosto de 1638. Ese mismo año fue de misionero a Sumatra, colonia portuguesa, con un grupo de religiosos, entre los que estaba el Hermano Redento. En parte fue seleccionado por sus conocimientos marineros y de varias lenguas.


H. Redento:
Hno. Redento
Se llamaba Tomás Rodríguez da Cunha. Nació el 15 de marzo de 1598 en Paredes, Potugal. No se sabe mucho de su vida. Muy joven se hizo marino y llegó a las Indias Orientales. En Tatta conoció a los misioneros carmelitas y en 1615 tomó el hábito como Hermano, con el nombre de Redento de la Cruz. Fue sacristán en Goa, donde conoció al P. Dionisio. Fue enviado por los superiores a la misión de Sumatra, pedida por el embajador de Portugal.

Ambos llegaron salieron de Goa 25 de septiembre de 1638, y llegaron a Achen, Sumatra, el 25 de octubre. y fueron recibidos con generosidad y alegría, pero duró poco. Muy pronto fueron atacados por piratas musulmanes, que los apresaron con la intención de que renegaran de la fe y se convirtieran al Islam. Los cautivos no religiosos fueron asesinados en el acto, pero se ensañaron especialmente con los frailes, precisamente por su condición de tales. Redento fue asaeteado, pero murió a golpe de una cimitarra, que le atravesó el cráneo. Según fueron muriendo los otros, Dionisio les alentó a padecer por Cristo, siendo él el último en padecer, como lo pidió, atravesado con una espada y luego golpeado en la cabeza, el 29 de noviembre. 

Son los protomártires de la orden carmelita descalza. Aunque el protomártir del Carmelo es San Ángelo (5 de mayo). Fueron venerados por la orden carmelita descalza desde ese mismo momento, aunque no fue hasta el 10 de junio de 1900 cuando fueron beatificados oficialmente, con una confirmación de culto.


A 29 de noviembre además se celebra a 
San Saturnino de Roma y compañeros mártires.
San Saturnino de Tolosa, obispo y mártir




(1) El P. Felipe declarará que cuando le conoció, y también luego de religioso, ya era avanzado en la oración y la virtud. Dijo que tenía grandes consuelos en la oración, y que había llegado a la contemplación y los éxtasis.

San Juan de la Cruz, fraile entero

La santa Madre visita Duruelo
El 28 de noviembre de 1568, I Domingo de Adviento, inicia Teresa la aventura de tener frailes "descalzos" para sus monjas y para la iglesia. La idea era vieja en su mente, y sólo le bastó tener dos religiosos para comenzarla. Al Padre Antonio Heredia, ya lo conocía, pues la había ayudado (aunque desastrosamente) a fundar el monasterio de las monjas de Medina del Campo. Luego conocería a Nuestro Padre San Juan de la Cruz, llamado entonces Fray Juan de Santo Matía. La entrevista fue en el mismo Medina del Campo, entre agosto y septiembre de 1567: "Cuando yo vi ya que tenía dos frailes para comenzar, parecióme estaba hecho el negocio, aunque todavía no estaba tan satisfecha del prior, y así aguardaba algún tiempo y también por tener adonde comenzar". (Fundaciones 3, 17).

El P. Gracián declarará que la santa dijo "ya tengo para la fundación fraile y medio", por ser Fray Juan pequeño de estatura. Podría ser, pero si la santa lo dijo, no falta quien vea más allá, y la santa haya intuido que el fraile entero era el santo padre. Leamos que dicen sus escritos sobre cada fraile, al presentarle su idea:

Del Padre Antonio Heredia: (...) se alegró mucho cuando lo supo y me prometió que sería el primero. Yo lo tuve por cosa de burla, y así se lo dije; porque, aunque siempre fue buen fraile y recogido y muy estudioso y amigo de su celda, que era letrado, para principio semejante no me pareció sería, ni tendría espíritu ni llevaría adelante el rigor que era menester, por ser delicado y no mostrado a ello. El me aseguraba mucho, y certificó que había muchos días que el Señor le llamaba para vida más estrecha; y así tenía ya determinado de irse a los cartujos y le tenían ya dicho le recibirían. Con todo esto, no estaba muy satisfecha, aunque me alegraba de oírle, y roguéle que nos detuviésemos algún tiempo y él se ejercitase en las cosas que había de prometer. Y así se hizo, que se pasó un año, y en éste le sucedieron tantos trabajos y persecuciones de muchos testimonios, que parece el Señor le quería probar; y él lo llevaba todo tan bien y se iba aprovechando tanto, que yo alababa a nuestro Señor, y me parecía le iba Su Majestad disponiendo para esto. (Fundaciones 3, 16)

Del P. Fray Juan de Santo Matía: (...) Poco después acertó a venir allí un padre de poca edad, que estaba estudiando en Salamanca, y él fue con otro por compañero, el cual me dijo grandes cosas de la vida que este padre hacía. Llámase fray Juan de la Cruz. Yo alabé a nuestro Señor, y hablándole, contentóme mucho, y supe de él cómo se quería también ir a los cartujos. Yo le dije lo que pretendía y le rogué mucho esperase hasta que el Señor nos diese monasterio, y el gran bien que sería, si había de mejorarse, ser en su misma Orden, y cuánto más serviría al Señor. El me dio la palabra de hacerlo, con que no se tardase mucho. (Fundaciones 3, 17)

Lo primero que salta a la vista es que la santa expresa verazmente sus dudas sobre el P. Heredia, a pesar de sus virtudes. Estas virtudes se irían acrecentando, en los trabajos que pasó el buen padre, y la Santa va quedando conforme. Sin embargo, de fray Juan, le basa hablar con él, para contentarse y, lo más destacable, no le da tiempo a que se prepare, sino que le ruega aguarde él por ella. Pero hay más:

"...como yo no tuviese remedio para tener casa [para fundar a los frailes], no hacía sino encomendarlo a nuestro Señor; porque -como he dicho-ya estaba satisfecha de estos padres. Porque al padre fray Antonio de Jesús había el Señor bien ejercitado un año que había que yo lo había tratado con él, en trabajos y llevádolo con mucha perfección. Del padre fray Juan de la Cruz ninguna prueba había menester, porque aunque estaba entre los del paño, calzados, siempre había hecho vida de mucha perfección y religión". (Fundaciones 13, 1)

Pero Si aún fuera poco, lo que deja claro el valor del santo fray Juan, y el papel que la santa le daría en la descalcez, se deja claro en estas frases:

Santa Teresa instruyendo
a San Juan de la Cruz
.
"Ahora nos quedaba alcanzar la voluntad de los dos padres que tengo dichos, porque con esa condición había dado la licencia nuestro padre General. Yo esperaba en nuestro Señor de alcanzarla, y así dejé al padre fray Antonio que tuviese cuidado de hacer todo lo que pudiese en allegar algo para la casa. Yo me fui con fray Juan de la Cruz a la fundación que queda escrita de Valladolid. Y como estuvimos algunos días con oficiales para recoger la casa, sin clausura, había lugar para informar al padre fray Juan de la Cruz de toda nuestra manera de proceder, para que llevase bien entendidas todas las cosas, así de mortificación como del estilo de hermandad y recreación que tenemos juntas (...). El era tan bueno, que al menos yo podía mucho más deprender de él que él de mí; mas esto no era lo que yo hacía, sino el estilo del proceder las hermanas". (Fundaciones 13, 1)

Es decir que, visto el sitio de la fundación (un pajar en el que hacía falta un gran corazón para vivir), la Madre nombra al P. Heredia prior y le deja acondicione la casa, pero se reserva a fray Juan para que aprenda el como ser descalzo. Es él el único que aprenderá de la santa directamente, lo que era la reforma. No solo era un regreso a la antigua Regla, sino que era una forma nueva de ser religioso: era la impronta de la Humanidad de Cristo, en la humanidad de las monjas y religiosos. No por gusto menciona la santa específicamente la "hermandad y recreación" en la que se forma el santo. Será la suavidad y humanidad, en medio de la austeridad, que caracterizará a San Juan de la Cruz y las comunidades o religiosos que estén bajo su mando. Frailes observantes de la Regla, pobres y penitentes, pero frailes que ríen, que pasean por el campo, que cantan por Navidad.

Como observábamos hace unos días, sobre el P. Heredia, este era necesario para la santa. Era inteligente, tenía contactos, era hombre de negocios con el mundo. Él, Gracián, Ambrosio Mariano, Doria, serían los frailes "de avanzada" los negociadores, los de los cargos y tejemanejes con nuncios, papas y reyes. El santito fray Juan, que no daba para ello, sería el formador, los ojos y el corazón de la Santa en los conventos. Él formaría la cantera, mientras otros trabajaban en el exterior. Fue organizador del noviciado de Pastrana ante las atrocidades y burradas que se cometían para humillar a los novicios. Será Rector del colegio de Alcalá de Henares, primero de la Reforma; prior de Granada, La Peñuela, el Calvario, confesor de la Encarnación de Ávila, nombrado directamente por la Santa Madre.

Juan de la Cruz aprendió de una mujer a ser descalzo, algo impensable para sus compañeros de la reforma, y algo que incluso algunos intentan obviar al llamarle "fundador" de los frailes, algo que el santo jamás habría permitido. Para el Santo Padre fue esta una experiencia configuradora, sin duda alguna. Sus deseos por la austeridad cartujana, se convirtieron en deseos de vida fraterna, contemplativa viendo a Dios en los hermanos; y esto se lo hemos de agradecer a la Santa Madre.

Y que digan lo que quieran, a ver quien era fraile entero, y quien medio fraile.

lunes, 26 de noviembre de 2012

San Conrado de Constanza y otros más


Pregunta: Buenos días. ¿Qué me puedes decir de un santo llamado San Conrado, o si hay más santos con el mismo nombre?. No sé.

Respuesta: Buen día. Pues primero quiero decirte que hay más de un santo que tiene ese nombre. Te detallo el más conocido y luego los demás:

San Conrado de Constanza, obispo. 26 de Noviembre.
La primera referencia a su vida la tenemos por Oudalschalk, el abad de la abadía de Santos Ulric y Afra de Augsburg, hecha para su canonización, que efectuó Calixto II en 1123. En el siglo XII se escribió otra biografía, que añade nuevos datos, y algunos sucesos milagrosos. Ambos son relatos tardíos y contienen ciertos hechos dudosos, junto a datos históricos confiables.


Conrado, que nació en el 900 y sería hijo del conde Enrique de Altdorf, descendiente de los famosos Güelfo, fue educado desde niño para el servicio a la Iglesia y, siendo adulto y ordenado sacerdote, obtuvo un beneficio en la Catedral de Constanza (un beneficio es una capellanía o intenciones de misas por las que ganaba dinero). En el año 934 fue elegido por sus virtudes y la influencia familiar para obispo, puesto que la sede estaba vacante. Dotó a la catedral con tierras propias, que cambió con su hermano, dándole este las cercanas a la catedral, por lo que quedó sin bienes personales ninguno. Construyó y reparó iglesias, escuelas, monasterios y hospitales. Fue amigo de San Ulric de Augsburg (4 de julio) y del emperador Otón I, en un momento complicado, por la constante intromisión del poder terrenal en las cosas de la Iglesia.

San Conrado.
Talla alemana. Siglo XVIII.

Dice la leyenda piadosa que hizo tres peregrinaciones a Jerusalén. Y cuenta esta misma leyenda un suceso maravilloso: Estando en el monasterio de Santa María de Einsiedeln, para dedicar la iglesia, la noche anterior fue al templo a hacer oración. De pronto se vio rodeado de la corte celestial, y vio a Cristo vestido de pontifical, presidiendo la dedicación. Los cuatro Evangelistas le servían de acólitos, mientras San Pedro Apóstol (29 de junio, 8 de noviembre, Dedicación de la Basílica; 18 de enero y 22 de febrero, Cátedras; 1 de agosto, Ad Víncula; 16 de enero, Ad Víncula en la Iglesia Oriental) y San Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de septiembre) entregaban al Señor la mitra, el báculo y el acetre con agua bendita. Todos los santos cantaban y los ángeles agitaban incensarios y velas, mientras la Madre de Dios tomaba asiento en la cima del altar, como patrona de la Iglesia. Al terminar la celebración de dedicación, Conrado volvió en sí: era de día, los preparativos estaban listos y la iglesia llena, pero él se sintió confuso, pues ¿cómo repetir al día siguiente lo que el mismo Cristo había hecho? Los monjes lo esperaban ansiosos, con todo el ceremonial y las vestiduras listas. Le dieron la mitra, el báculo y el acetre y entonces… una voz se oyó del cielo: "No os preocupéis, hermanos, la capilla ha sido consagrada por Dios mismo" y todos quedaron en silencio. Conrado contó lo que había visto esa noche y en acción de gracias, se colocó una bella imagen negra de María, Nuestra Señora de Einsiedeln, en el coronamiento del altar, como Conrado había visto. Esta fiesta de la Dedicación se celebra en el monasterio el 14 de abril.

Pero su milagro más conocido y que le acompaña en su iconografía, cuenta que un día de Pascua de Resurrección, una gran araña cayó en el cáliz, ya teniendo el vino consagrado. Como en aquellos tiempos se suponía que todas las arañas eran venenosas, Conrado consideró más reverente tragar la araña que despreciar la Sangre de Cristo. Después de esto se quedó esperando la agonía final… que no llegó. Una hora más tarde se levantó y la araña salió de su boca. Es por esto por lo que se le representa con un cáliz y una araña. Semejante hecho se cuenta de San Norberto (6 de junio; 7 de mayo, traslación de las reliquias y 11 de julio, triunfo sobre Tanchelmus) con la variante de que este santo estornudó y el animal fue expulsado. Algo parecido de narra del Beato Francisco de Fabriano (22 de abril), el cual habiendo ya consagrado, le cayó un escorpión en el cáliz y no atreviéndose a arrojar la Sangre del Señor, la bebió con normalidad y continuó celebrando la Eucaristía, encomendándose a Dios. Al terminar la misa, el escorpión salió tranquilamente de la boca.

Conrado murió en el 976, después de cuarenta años de obispo y fue enterrado en la iglesia de San Mauricio de Constanza, fundada por él y posteriormente fue enterrado a la catedral. Fue sucedido por su sobrino San Gebhard (27 de agosto y 26 de noviembre), gracias a la influencia de San Guillermo de Hirsau (5 de julio). Sus reliquias fueron muy veneradas hasta la Reforma, cuando sus restos fueron arrojados al lago Constanza y sólo se salvó la cabeza, custodiada en el tesoro de la catedral. Es patrono de Friburgo y de Constanza.



Fuentes:
-“Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año”. Noviembre. R.P JEAN CROISSET. S.I. Barcelona, 1863.
-“La leyenda de oro para cada día del año: vidas de todos los santos”. Volumen 3. P. PEDRO DE RIVADANEIRA. Barcelona, 1866.
-“Simbología iconográfica de los santos”. TEODORO ÚZQUIZA RUIZ. 2012.

A 26 de noviembre además se celebra a  
San Pedro I de Alejandría, obispo mártir.
San Stelian de Adrianópolis, eremita.



Y también están estos santos y beatos de nombre Conrado:


San Conrado I de Salzburg
San Conrado de Herlesheim, cisterciense. 1 de junio y 3 de agosto. 
San Conrado de Parzham, capuchino. 21 de abril.
San Conrado de Piacenza, terciario franciscano. 19 de febrero.
San Conrado de Querfurt, obispo y mártir. 3 y 6 de diciembre.
San Conrado de
Parzham, premonstratense. 26 de noviembre.
San Conrado de Toul, obispo, franciscano. 2 de mayo y 2 de agosto.
San Conrado de Trier, obispo y mártir. 1 de junio.
San Conrado de Utrecht, obispo y mártir. 14 y 27 de abril.
San Conrado de Wolfratshausen, peregrino y mártir. 7 de agosto.
San Conrado I de Salzburg, arzobispo. 9 de abril y 3 de agosto.
San Conrado II de Salzburg, obispo. 28 de septiembre.
San Conrado Scheuber, ermitaño. 5 de marzo.
San Conrado de Ottobeuren, abad benedictino. 27 de julio.


B. Conrado de Mondsee
abad y mártir.
Beato Conrado de Aalen, franciscano mártir. 8 de mayo.
Beato Conrado de Baviera, cisterciense y peregrino. 17 de marzo y 10 de julio.
Beato Conrado de Friesach, dominico. 24 de noviembre.
Beato Conrado de Heister, cisterciense. 25 de noviembre.
Beato Conrado de Hildesheim, franciscano. 6 de octubre y 20 de diciembre.
Beato Conrado de Liechtenau, premonstratense. 19 de diciembre.

Beato Conrado de Mondsee, abad y mártir. 16 de enero y 22 de marzo. 
Beato Conrado de Offida, franciscano. 12 de diciembre.
Beato Conrado de Prusia, dominico. 10 de marzo.
Beato Conrado de Seldenbüren, abad benedictino y mártir. 2 de mayo.
Beato Conrado de Springirsbach, agustino. 2 de julio. (patrono de los niños que padecen gripes o tuberculosis).
Beato Conrado de Tennebach, Guardián franciscano. 20 de diciembre.
Beato Conrado de Weissenau, premonstratense. 4 de abril.
Beato Conrado Müller, franciscano mártir. 14 de marzo.
Beato Conrado de Ascoli, franciscano. 19 de abril.
Beato Conrado Rapp, misionero mártir de Japón. 5 de junio.
Beato Conrado de Ratisbona, abad benedictino y obispo. 19 de mayo.
Beato Conrado Speiser, premonstratense. 10 de febrero.
Beato Conrado Treger, agustino. 13 de enero.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Santas Flora y María

"Ve aquí a quien buscas; cristiana soy, amo la cruz y á los que siguen la religión católica. Mira si puedes vencer esta confesión; cuantos tormentos puedas imaginar, no harán más que acrisolar mi constancia”.  

Santa Flora.
Gracias a P. Angel Estecha
Las palabras anteriores resuenan en la Córdoba del siglo IX hasta hoy. Son las que la joven Flora dice a su hermano musulmán.

Educada en la fe del Islam pero convertida a la fe de Cristo, Flora había huido de su casa junto a su hermana Baldegoto, para vivir con cristianos y poder recibir los Sacramentos y la Palabra del Señor, ejercer la oración y la caridad libremente. No dejó pasar esta afrenta el hermano y en venganza, hizo encarcelar sacerdotes, asolar monasterios, con lo que Flora, dolida, y por proteger a sus hermanos de fe, volvió junto a su hermano de sangre, al que dijo la frase con que abrimos el artículo.

El hermano, celoso de la fe y enloquecido, la llevó ante el juez, acusándola de renegada. Ante este, Flora manifestó que a Jesucristo solo conocía, al que había dado su corazón como a Esposo. Fue golpeda en la cabeza con tal fuerza, que le rompieron la piel y el cráneo quedó al descubierto. Devuelta a su hermano, este la volvió a instruir en la fe del Corán. Pero no quedó Flora escarmentada, y su corazón ardía de amor a Jesús, así que una noche volvió a escapar de su casa, hasta llegar a Jaén, cerca de Martos, donde vivió varios años como una cristiana más, sin dar a conocer su verdadera identidad. Arreciada la persecución, fue llevada ante el juez en Córdoba, ciudad donde la providencia la unió a María.

Santa María.
Imagen que se venera en Niebla
Esta era hermana de San Walabonso (7 de junio), diácono y mártir; y era religiosa del monasterio de Santa María de Cuteclara. Recibió un aviso desde cielo de parte de su hermano, sobre que no le llorase más, puesto que pronto ella le acompañaría en el cielo. Y sin tardar, salió del monasterio, rumbo a Córdoba. Se encontraron ambas jóvenes en la iglesia de San Acisclo, preguntándose una a otra a que habían ido a aquel lugar, y habiendo descubierto mutuamente la vocación al martirio; se encaminaron juntas adonde el juez. Ambas dijeron quienes eran. Una, la castigada años ha; la otra, la hermana de uno de los santos mártires. El juez las mandó a la cárcel, amenazándolas con la muerte y la profanación de su castidad. Allí en la cárcel estaba San Eulogio (9 de enero), quien las instruyó y animó en su decisión de ser mártires de Cristo. Y lo hizo de palabra y por excrito, con un pequeño tratado escrito en la misma prisión, llamado “Aviso de los mártires”.

Firmes permanecieron las vírgenes cuando se pronunció la sentencia de muerte, y firmes continuaron al sitio donde habían de ser degolladas. Flora fue la primera. Era el 21 de noviembre de 851, aunque su memoria litúrgica es a día de hoy, 24 de noviembre. Los cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir, aunque fueron  rescatadas las cabezas, y depositadas en la iglesia de San Acisclo, donde también estarían las reliquias de otros mártires, cuya invención se realizó el 26 de noviembre de 1575, y su identificación, gracias a las apariciones de San Rafael Arcángel. Un supuesto cuerpo de María se veneró en Santa María de Cuteclara mientras el monasterio existió, yun supuesto cuerpo de Flora se venera en la iglesia de la Merced de la Habana, Cuba. San Eulogio libre de la cárcel junto a otros cristianos, envió a Baldegoto el cíngulo que traía puesto Flora en la cárcel. En la vida de Santa Sabigoto (27 de julio), se lee como se le aparecieron las santas Flora y María, asegurándole que también sería mártir como ellas. 



A 24 de noviembre además se celebra a
San Francisco Gil de Federich, dominico mártir.
San Romano de Garona, presbítero.