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domingo, 13 de agosto de 2017

No temáis a reyes, sino al Rey de reyes.

Santa Radegundis de Poitiers, reina y abadesa. 13 de agosto y 28 de febrero (el milagro del grano).

Radegundis reniega de todo lujo.
Fue hija del rey Berthar de Turingia y nació alrededor de 518. Cuando Radegundis tenía 18 años su padre su asesinado por su hermano Hemfred, al servicio de los francos. Ella y su hermano pequeño fueron llevados a Francia, y Radegundis quedó bajo la protección de Ingunda, mujer de Clotario. Cuando Radegundis tenía 24 años, Ingundis murió y el rey Clotario I la obligó a casarse con él, bajo pretexto de la paz, pero en realidad lo que resultó fue un constante peligro para su vida y la de su hermano. Intentó escapar, pero fue atrapada y finalmente los casó San Medardo (8 de mayo) en Soissons. Radegundis se consolaba en la oración y la caridad. Su marido le reprochaba constantemente su austeridad y su escaso cuidado en el vestido y arreglos, pero ella prefería vivir pobremente, sin halajas ni vestidos costosos.

Y un buen día se fue a Saix, donde se estableció junto a la iglesia, dedicándose a orar, atender enfermos y a trabajar para ganar su sustento. No hay que extrañar que Radegundis dejase a Clotario, que fue capaz de quemar vivos a sus hijos y nietos. Clotario la reclamaba una y otra vez junto a sí. En una ocasión, fue a tomarla por si mismo, y Radegundis al saberlo, huyó a Poitiers. La leyenda cuenta que al pasar por un campo vio a un agricultor trabajando y le dijo "Si alguien te pregunta si has visto pasar a la reina, le dirás que no has visto a nadie desde sembraste el campo", y se metió en el campo. Inmediatamente el avena comenzó a crecer y de tal modo que la cubrió completamente. Al poco tiempo llegó Clotario y preguntó al campesino si había visto pasar a Radegundis, y este respondió lo acordado. Entonces Clotario, viendo la plantación crecida, pensó que por lo menos no había pasado por allí sino hacía tres o cuatro meses, y se dio la vuelta, resignado. En este campo se construyó una iglesia y monasterio que celebran este milagro a 28 de febrero.

Radegundis se estableció en Poitiers, viviendo una vida recogida. En 555 cuando Clotario asesinó a su hermano, ella se fue a Noyon donde pidió el velo y la consagración como diaconisa a San Medardo. Este no quiso hacerlo, pues él mismo la había casado con el terrible rey Clotario. Y por otro lado, esta consagración ya solo había quedado para las mujeres de los presbíteros cuando estos eran nombrados obispos. Pero la reina espetó "temes más a un rey, que al Rey de reyes", amenazándole con que tendría que dar cuentas a Dios por ello. Eso y la influencia de San Germán de París (28 de mayo) hicieron que Medardo se decidiera a consagrarla diaconisa. Radegundis entonces entró en la comunidad monástica de Santa Cesárea (11 y 12 de enero), un monasterio muy avanzado para su tiempo: La Regla establecía que las religiosas debían trabajar en costura o lavado, o en la transcripción de libros, y con ello mantenerse. Debían estudiar al menos dos horas al día. La carne y otros alimentos caros estaban terminantemente prohibidos, salvo para las enfermas. El baño diario era obligatorio. Las vestiduras de la iglesia debían ser sin bordados ni trabajo fino alguno, así como los hábitos. No estaban sujetas a superior ni obispo alguno, salvo a la abadesa.

Venerado sepulcro de la santa.
Poitiers.
Allí vivió unos años más hasta que pudo fundar, ayudada por el obispo San Pient de Poitiers (13 de marzo), su propio monasterio en el que se viviría la misma Regla de Santa Cesárea, luego que el rey Justino II le regalara una reliquia de la Vera Cruz. Fue amiga y dirigida de San Venancio Fortunato (14 de diciembre) y de San Gregorio de Tours (17 de noviembre). Fue la abadesa durante años, hasta que renunció en manos de su amiga e hija espiritual la Beata Inés (13 de mayo). Al parecer coincidió en el tiempo en el monasterio con Santa Disciola (13 de mayo), sobrina de San Salvio de Albi (10 de septiembre).

Radegundis falleció el 13 de agosto de 587. La leyenda dice que había pactado con San Junien (13 de agosto), que cada uno enviaría al otro un mensajero cuando muriera. Ambos fallecieron el mismo día, y los mensajeros se encontraron en Troussais, a mitad del camino. En el sitio se levantó una pequeña capilla que recuerda el hecho.

De su monasterio solo quedan hoy bellas ruinas. Es patrona de Poitiers y de Cambridge. Es abogada de los presos, los tejedores y alfareros, y los mudos. Se le invoca contra las erupciones de la piel, las úlceras y eczemas y la sarna.


Fuentes:

-"Historia general de la Iglesia. Tomo II". ANTOINE-HENRI BERAULT-BERCASTEL. Madrid, 1852.
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Vidas de los Santos". Tomo IX. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 13 de agosto además se celebra a:
Beata Gertrudis de Altemberg, abadesa premonstratense.
Santas Centola y Elena de Burgos, mártires.

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