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domingo, 26 de noviembre de 2017

De un Taumaturgo especializado en niños.

San Stelian de Adrianópolis, ermitaño. 26 de noviembre.

Nació en una familia con numerosas propiedades, que heredó al morir sus padres. Stelian, que era un joven puro y muy devoto, optó por la radicalidad evangélica y se desprendió de sus posesiones en favor de los pobres, diciéndose: "He desechado una pesada ancla que me mantenía atado a los deseos de esta carne mortal. He desechado la corrupción y la perdición. Ahora veo más claramente el camino hacia la vida real". Luego se retiró a una laura monástica, en la cual comenzó una ardua lucha por alcanzar la santidad, venciendo al demonio en múltiples ocasiones, siempre con la ayuda de Cristo, el cual en una ocasión se le reveló y le dijo: "Sé santo porque yo soy Santo".

Allí vivió un tiempo hasta que decidió vivir como eremita en un desierto, meditando y orando constantemente, siendo la naturaleza una fuente constante de alabanza al Creador. Leyó las Escrituras, llegando a saberlas casi de memoria. Ayunaba constantemente, y vivía sin preocuparse del alimento, llegando a peligrar su vida, pero Dios, providente, le socorrió enviándole alimento del cielo por manos de un ángel, como había hecho a Nuestro Padre San Elías (20 de julio, 12 de enero, Iglesias Orientales, la ascensión al Paraíso; y 20 de junio, traslación de reliquias a la iglesia de los Santos Apóstoles en Constantinopla).

Stelian estaba tan lleno del Espíritu Santo que una luz se desprendía de él constantemente, y era tal fulgurante que por las noches iluminaba todo a su alrededor. Realizó muchos milagros, especialmente en favor de los niños, devolviéndoles la vista, dándoles el habla o haciéndoles caminar. También fue maestro de muchos niños, a los que instruía en las letras y la piedad.

Murió en 390, rodeado del cariño de algunos discípulos y personas agradecidas a sus milagros, ejemplos y sabias palabras. Su devoción entre los griegos está muy extendida, y le invocan especialmente las mujeres infértiles, las embarazadas y las madres de bebés enfermos. Por ello en sus iconos casi siempre puede leerse la cartela "protege a nuestros hijos, que se te han dado", y suele representársele sosteniendo un bebé, que nunca hay que confundir con el Niño Jesús.


Fuente:
http://pemptousia.com


A 26 de noviembre además se celebra a
San Conrado de Constanza, obispo.
San Pedro I de Alejandría, obispo y mártir.

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