San Bruno I de Colonia, obispo. 11 de octubre.
Bruno nació sobre 925, y fue el hijo menor del rey Enrique I y su esposa Santa Matilde (14 de marzo), y desde su nacimiento fue destinado al estaco clerical. En 929 comenzó a formarse para ello en la escuela catedralicia de Utrecht, uno de los más prestigiosos recintos educativos del Imperio. Enrique I falleció en 936, cuando proyectaba con Matilde una visita a Roma. A su muerte, su hijo Otón fue elegido emperador por los electores, y Matilde hubo de purgar el haberse convertido en emperatriz a costa de la suerte de otra mujer (Enrique había abandonado a su primera mujer para casarse con ella). Otón, convencido de que su madre gastaba mucho dinero en obras de caridad, la apartó del trono y la envió a Ravensberg. Sin embargo, en menos de un año el príncipe Enrique enfermó gravemente y todos pensando era un castigo del cielo por desterrar a su madre, la hicieron volver a la corte imperial. Ella solo los abrazó, como una madre, sin decir palabra. Nuestro Bruno era aún pequeño, pero igualmente no estuvo cercano a su madre.
Cuando Bruno tenía 14 años, su hermano Otón, le llevó consigo a la corte y con solo 15 años lo convirtió en canciller del Imperio. En 950 fue ordenado sacerdote y desde 951 hasta su muerte fue el capellán de la corte. Ese mismo año viajó con Otón a Italia donde este hizo la paz en los Estados Pontificios. También le fue consejero y estratega en la lucha contra el hijo y yerno del emperador, que se rebelaron contra él. Bruno apoyó la reforma del clero y la formación estricta de los futuros presbíteros. En 953 su hermano le nombró Duque de Lorena, para mantener el dominio del ducado dentro del clan familia. Además, poco después le preconizó como arzobispo de Colonia, obteniendo la confirmación del papa Agapito II, agradecido por la acción imperial en favor de la paz.
Bruno fue el artífice de la fusión Iglesia-Imperio que se gestó en el Sínodo de Aquisgrán de 953, saliendo de él como el primer arzobispo con poder espiritual y temporal, con el derecho de regencia en caso de ausencia del emperador. También en 953 realizó la traslación del báculo de San Pedro, con el que se había resucitado, según la leyenda, a San Materno (14 de septiembre; 22 de octubre, traslación de las reliquias; y tercer sábado de Pascua, en Schelestadt). El 21 de junio de 960 trasladó solemnemente las reliquias de San Elophe de Toul (16 de octubre), y el 3 de julio del mismo año trasladó algunas reliquias de San Patroclo de Troyes (21 de enero; 3 de julio, traslación de las reliquias a Colonia; 24 de junio, otra traslación; y 17 de agosto, Iglesias Ortodoxas). En 961 Bruno ungió rey a su sobrino Otón II en la catedral de Aquisgrán. Ese mismo año fundó la abadía benedictina de San Pantaleón, y otros dos monasterios, pilares de la reforma eclesiástica y centros de profunda espiritualidad y conocimientos. También amplió la catedral de Colonia.
Bruno murió el 11 de octubre de 965, cuando volvía desde Compiègne, adonde había ido a hacer la paz entre los príncipes. Fue enterrado en el monasterio de San Pantaleón de Colonia. Su "vita" fue escrita por Ruotger, benedictino de San Pantaleón, en 989.
Bruno nació sobre 925, y fue el hijo menor del rey Enrique I y su esposa Santa Matilde (14 de marzo), y desde su nacimiento fue destinado al estaco clerical. En 929 comenzó a formarse para ello en la escuela catedralicia de Utrecht, uno de los más prestigiosos recintos educativos del Imperio. Enrique I falleció en 936, cuando proyectaba con Matilde una visita a Roma. A su muerte, su hijo Otón fue elegido emperador por los electores, y Matilde hubo de purgar el haberse convertido en emperatriz a costa de la suerte de otra mujer (Enrique había abandonado a su primera mujer para casarse con ella). Otón, convencido de que su madre gastaba mucho dinero en obras de caridad, la apartó del trono y la envió a Ravensberg. Sin embargo, en menos de un año el príncipe Enrique enfermó gravemente y todos pensando era un castigo del cielo por desterrar a su madre, la hicieron volver a la corte imperial. Ella solo los abrazó, como una madre, sin decir palabra. Nuestro Bruno era aún pequeño, pero igualmente no estuvo cercano a su madre.
Cuando Bruno tenía 14 años, su hermano Otón, le llevó consigo a la corte y con solo 15 años lo convirtió en canciller del Imperio. En 950 fue ordenado sacerdote y desde 951 hasta su muerte fue el capellán de la corte. Ese mismo año viajó con Otón a Italia donde este hizo la paz en los Estados Pontificios. También le fue consejero y estratega en la lucha contra el hijo y yerno del emperador, que se rebelaron contra él. Bruno apoyó la reforma del clero y la formación estricta de los futuros presbíteros. En 953 su hermano le nombró Duque de Lorena, para mantener el dominio del ducado dentro del clan familia. Además, poco después le preconizó como arzobispo de Colonia, obteniendo la confirmación del papa Agapito II, agradecido por la acción imperial en favor de la paz.
Bruno fue el artífice de la fusión Iglesia-Imperio que se gestó en el Sínodo de Aquisgrán de 953, saliendo de él como el primer arzobispo con poder espiritual y temporal, con el derecho de regencia en caso de ausencia del emperador. También en 953 realizó la traslación del báculo de San Pedro, con el que se había resucitado, según la leyenda, a San Materno (14 de septiembre; 22 de octubre, traslación de las reliquias; y tercer sábado de Pascua, en Schelestadt). El 21 de junio de 960 trasladó solemnemente las reliquias de San Elophe de Toul (16 de octubre), y el 3 de julio del mismo año trasladó algunas reliquias de San Patroclo de Troyes (21 de enero; 3 de julio, traslación de las reliquias a Colonia; 24 de junio, otra traslación; y 17 de agosto, Iglesias Ortodoxas). En 961 Bruno ungió rey a su sobrino Otón II en la catedral de Aquisgrán. Ese mismo año fundó la abadía benedictina de San Pantaleón, y otros dos monasterios, pilares de la reforma eclesiástica y centros de profunda espiritualidad y conocimientos. También amplió la catedral de Colonia.
Bruno murió el 11 de octubre de 965, cuando volvía desde Compiègne, adonde había ido a hacer la paz entre los príncipes. Fue enterrado en el monasterio de San Pantaleón de Colonia. Su "vita" fue escrita por Ruotger, benedictino de San Pantaleón, en 989.
Fuente:
https://www.heiligenlexikon.de
A 11 de octubre además se celebra a
Santos Taraco, Probo y Andrónico, mártires.
San Kenneth de Kilkenny, eremita y abad.
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