Sucedió a San Eleuterio (24 de mayo) en el año 189. La primera referencia que tenemos del papado de Víctor es la excomunión que lanzó en 196 sobre Teodoto. Este era un peletero de Bizancio, cristiano prominente, tal vez lector. Había sido acusado de ser cristiano durante la persecusión de Severo, y llevado ante las autoridades, y por miedo al tormento renegó de Cristo. Habiendo tomado la ciudad Quinto Cecilio, que dejaba en paz a los cristianos, la Iglesia de Bizancio recriminó a Teodoto su apostasía. Teodoto se fue escondido a Roma, mas allí fue reconocido y su apostasía fue puesta en conocimiento de toda la Iglesia. Teodoto se excusó diciendo que no había negado a Cristo como Dios, sino como hombre. Ahora, además de apostasía, incurría en herejía. El papa, como dijimos, le excomulgó públicamente.
En tiempos del papa Víctor se retomó el asunto de la diferencia en las fechas de la celebración de la Pascua entre Oriente y Occidente. En 158 el papa San Aniceto (17 de abril) y San Policarpo (23 de febrero) habían disertado sobre el problema: las iglesias de Oriente celebraban la Pascua el día 14 de Nisán (o sea, 14 días después de la luna nueva del equinoccio de primavera, fuera el día que fuera de la semana), mas la Iglesia romana siempre la celebraba el domingo de Plenilunio posterior a tal equinoccio. Para estas fechas las Iglesias de Jerusalén y Cesarea se habían unido a la Iglesia de Roma, distanciándose de las iglesias de Asia, principalmente para diferenciarse de los judíos. San Narciso (29 de octubre) y San Teófilo (5 de marzo), obispos de estas sedes pasaron de abogar que cada Iglesia local siguiera su propia tradición a defender la unidad en la celebración de tan magno acontecimiento, escogiendo el domingo.
Se celebraron varios sínodos y las iglesias de Palestina optaron por la celebración dominical. San Ireneo (28 de junio) convenció a todas las iglesias locales de la Galia a optar por lo mismo, según la Iglesia de Roma. Sin embargo, en Asia, las iglesias locales defendieron su costumbre. Polícrates de Éfeso, un obispo eminentísimo escribió al papa Víctor una carta explicando la poderosa razón de la elección del 14 de Nisán, la sucesión apostólica:
“Nosotros, pues, celebramos intacto este día, sin añadir ni quitar nada. Porque también en Asia reposan grandes luminarias, que resucitarán el día de la venida del Señor, cuando venga de los cielos con gloria y en busca de todos los santos: Felipe, uno de los doce apóstoles [aquí yerra, pues se trata de San Felipe el diácono], que reposa en Hierápolis con dos hijas suyas, que llegaron vírgenes a la vejez, y otra hija que, después de vivir en el Espíritu Santo, descansa en Éfeso. Y además está Juan, el que se recostó sobre el pecho del Señor y que fue sacerdote portador del pétalon, mártir y maestro; éste reposa en Éfeso. Y en Esmirna, Policarpo, obispo y mártir. Y Traseas, obispo asimismo y mártir, que procede de Eumenia y reposa en Esmirna”. (…) Todos estos celebraron como día de Pascua el de la luna decimocuarta, conforme al Evangelio, y no transgredían, sino que seguían la regla de la fe. Y yo mismo, Polícrates, el menor de todos vosotros, actúo conforme a la tradición de mis parientes, a algunos de los cuales he seguido de cerca. Siete parientes míos fueron obispos, y yo soy el octavo, y siempre mis parientes celebraron el día cuando el pueblo desterraba el fermento”. Por lo tanto, hermanos, yo, con mis sesenta y cinco años en el Señor, que he conversado con hermanos procedentes de todo el mundo y que he recorrido toda la Sagrada Escritura, no me asusto de los que tratan de presionarme, pues los que son mayores que yo han dicho: 'Hay que obedecer a Dios más que a los hombres'”.
Lamentablemente, la respuesta del papa Víctor fue la de la excomunión, considerando que era un asunto de fe. Sin razón, pues ambas iglesias decían bien cuando afirmaban seguir la enseñanza de los apóstoles en cuanto a la celebración pascual. Sencillamente, entre los mismos apóstoles divergieron en este punto al estar separados en la distancia. San Ireneo, que era, como ya dije, partidario del domingo (cosa curiosa siendo discípulo de Policarpo) intentó poner paz entre las dos facciones. Ireneo recuerda al papa San Víctor que el tema no toca ningún punto de la fe, sino de costumbres, y que no había herejía alguna en tener otra tradición tan venerable como la romana. Igualmente, la excomunión no surtió efecto, o Víctor la levantó poco después, pues no hubo cisma entre las iglesias locales por este tema. Tendría que llegar el concilio de Nicea en 325 para que todas las iglesias locales aceptaran el uso romano en aras de la unidad de la Única Iglesia Católica.
Víctor reinó en el trono de San Pedro alrededor de 10 años, tiempo durante el cual combatió varias herejías. No se sabe a ciencia cierta por qué durante siglos fue tenido como mártir, pues no hay constancia de ello. Fue sucedido por San Ceferino (26 de agosto), quien era un fiel presbítero suyo.
-"Vidas de los Santos". Volumen VIII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
San Calixto I. 14 de octubre.
San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Agatón. 10 enero.
San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Agatón. 10 enero.
San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.
San Celestino I. 6 de abril.
Beato Benedicto VIII. 9 de abril.
Beato Benedicto XII. 25 de abril.
A 28 de julio además se celebra a:
San Inocencio I, papa. |
San Botvid, mártir. |
Ss. Nazario y Celso, mártires. |
Beato Juan Soreth, General Carmelita. |
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