Pregunta: Me dirijo a usted porque soy aficionado como creyente a la hagiografía. El 3 de julio festividad de Santo Tomás apóstol felicité a un amigo que se llama Tomás por ser su onomástica según la información que un servidor tenía. Este amigo en cuestión me escribió diciendo que él cree que santo Tomás apóstol es el 21 de diciembre y si bien es cierto que numerosas fuentes que he consultado dan como festividad del santo que nos ocupa el 3 de julio, ahora albergo cierta confusión. España.
Respuesta: Usted mismo se da la respuesta en su consulta, y enseguida le explico, aunque primero estaría bien dar una reseña del santo:
Santo Tomás, Apóstol. 3 de julio (traslación de las reliquias a Edesa), 21 de mayo (Iglesia copta), 20 de junio (traslación a Constantinopla), 6 de octubre (Iglesia Griega) y 21 de diciembre.
Fue Tomás judío, y en los Evangelios se le llama "el mellizo", aunque no conocemos a su hermano. Su llamada al apostolado no aparece en la Sagrada Escritura, que sin embargo nos narra tres momentos en los que Santo Tomás es participante activo: Primero, cuando le pregunta a Cristo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" y Jesús le responde: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí". Segundo, cuando respondió a favor de Jesús, dispuesto a ir a Jerusalén a pesar de saber que los fariseos planeaban su muerte. Santo Tomás dijo: "Vamos también nosotros para morir con él". Tercero, y la más conocida intervención, su incredulidad en la Resurrección que se desvaneció en presencia de Cristo resucitado; cuando proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas palabras: "¡Señor mío y Dios mío!"
Hasta aquí lo cierto, lo que sigue pertenece a una leyenda del siglo IV sobre la vida, pasión y muerte de Tomás: Después de la venida del Espíritu Santo, Santo Tomás comisionó a San Judas (28 de octubre) para que bautizara e instruyese a Abgar, rey de Edesa, al que Cristo había prometido que, después de su resurrección, le enviaría uno de sus discípulos. Esta promesa de Nuestro Señor fue cumplida por Santo Tomás, quien envió a Tadeo, no solamente a sanar a este rey sino también para plantar la semilla de la fe en esta nación. Este error entre los dos personajes Judas y Tadeo lo he explicado en este artículo. También se nos narra en el "Transitus Mariae", libro del siglo II sobre la muerte y la Asunción de la Madre de Dios, que ante la Asunción de María a los cielos, Tomás no estaba presente en el momento, por ello dudó que hubiera ocurrido, y entonces Nuestra Señora desde el cielo le lanzó su cinturón.
En su labor apostólica, Santo Tomás, habría predicado en Persia y sus alrededores, y también en Etiopía e India, adonde fue a construir un palacio y a predicar el Evangelio. Allí, en los desposorios de San Dionisio y Santa Pelagia (2 de noviembre), sucedió que como Tomás no probaba nada y mantenía los ojos en el cielo, pensó que despreciaba a los anfitriones, y para congraciarse, le abofeteó. Entonces Tomás dijo: "Justo sería que ahora recibáis un castigo temporal, para que vuestra acción sea perdonada antes de que entréis en el más allá". Y como nadie reprendía al mayordomo por su fea acción, Tomás sentenció: "Antes de que me levante de esta mesa, la mano que me ha golpeado será arrastrada por los perros". Y así ocurrió, cuando el mayordomo salió un momento a beber agua, fue asaltado por un león que le devoró. Y luego, los perros royeron sus huesos, y uno de ellos apareció en el salón de fiestas con la mano derecha del mayordomo en la boca.
Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en Occidente. La iglesia católica siro-malabar se considera a sí misma descendiente del apostolado del santo, y lo mismo otros cristianos de diferente rito. Pero además, curiosamente, Suramérica y México también reclaman para sí la presencia evangelizadora de Santo Tomás. En Paraguay y Brasil hay sitios donde se señala la "huella de Santo Tomás" en piedras. Y en el caso de México es una leyenda mucho mejor contada, que podéis leer ampliamente en esta entrada: Santo Tomás en México. Como la leyenda dice que fue albañil (habría construido un palacio al rey Gundafar), es considerado patrono de albañiles y arquitectos, y su atributo característico es una escuadra. Su cuerpo fue trasladado a Edesa, donde fue enterrado, aunque luego fue llevado a Constantinopla, y de ahí se pierde el rastro, entre tantas reliquias dispersas por el mundo.
Ahora, yendo a su pregunta: Santo Tomás tenía antiguamente dos fiestas en nuestra Iglesia romana: el martirio, a 21 de diciembre, y la traslación de sus reliquias a Edesa por la emperatriz Santa Helena (13 y 18 de agosto), a 3 de julio. Hay otra traslación a 20 de junio, celebrada sólo por la Iglesia de Constantinopla. En la revisión del calendario litúrgico en 1969 se quedó solamente la del 3 de julio, como fiesta de Santo Tomás, sin hacer mención a dicha traslación. Lo mismo pasó con Santo Tomás de Aquino, cuya memoria hoy a 28 de enero es la antigua memoria de La Traslación de Santo Tomás. Sobre la reforma del Calendario, sus aciertos y desaciertos recomiendo este artículo: Santos que van y vienen.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 3 de julio además se celebra a
San Agapio de Córdoba, obispo.
San Jacinto de Cesarea, mártir.
Y además,
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol.
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo.
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de San Mateo Evangelista.
La Traslación de Santa Isabel de Hungría.
La Traslación de Santo Domingo de Guzmán.
La Traslación de San Juan de la Cruz.
Respuesta: Usted mismo se da la respuesta en su consulta, y enseguida le explico, aunque primero estaría bien dar una reseña del santo:
Santo Tomás, Apóstol. 3 de julio (traslación de las reliquias a Edesa), 21 de mayo (Iglesia copta), 20 de junio (traslación a Constantinopla), 6 de octubre (Iglesia Griega) y 21 de diciembre.
Fue Tomás judío, y en los Evangelios se le llama "el mellizo", aunque no conocemos a su hermano. Su llamada al apostolado no aparece en la Sagrada Escritura, que sin embargo nos narra tres momentos en los que Santo Tomás es participante activo: Primero, cuando le pregunta a Cristo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" y Jesús le responde: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí". Segundo, cuando respondió a favor de Jesús, dispuesto a ir a Jerusalén a pesar de saber que los fariseos planeaban su muerte. Santo Tomás dijo: "Vamos también nosotros para morir con él". Tercero, y la más conocida intervención, su incredulidad en la Resurrección que se desvaneció en presencia de Cristo resucitado; cuando proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas palabras: "¡Señor mío y Dios mío!"
Hasta aquí lo cierto, lo que sigue pertenece a una leyenda del siglo IV sobre la vida, pasión y muerte de Tomás: Después de la venida del Espíritu Santo, Santo Tomás comisionó a San Judas (28 de octubre) para que bautizara e instruyese a Abgar, rey de Edesa, al que Cristo había prometido que, después de su resurrección, le enviaría uno de sus discípulos. Esta promesa de Nuestro Señor fue cumplida por Santo Tomás, quien envió a Tadeo, no solamente a sanar a este rey sino también para plantar la semilla de la fe en esta nación. Este error entre los dos personajes Judas y Tadeo lo he explicado en este artículo. También se nos narra en el "Transitus Mariae", libro del siglo II sobre la muerte y la Asunción de la Madre de Dios, que ante la Asunción de María a los cielos, Tomás no estaba presente en el momento, por ello dudó que hubiera ocurrido, y entonces Nuestra Señora desde el cielo le lanzó su cinturón.
En su labor apostólica, Santo Tomás, habría predicado en Persia y sus alrededores, y también en Etiopía e India, adonde fue a construir un palacio y a predicar el Evangelio. Allí, en los desposorios de San Dionisio y Santa Pelagia (2 de noviembre), sucedió que como Tomás no probaba nada y mantenía los ojos en el cielo, pensó que despreciaba a los anfitriones, y para congraciarse, le abofeteó. Entonces Tomás dijo: "Justo sería que ahora recibáis un castigo temporal, para que vuestra acción sea perdonada antes de que entréis en el más allá". Y como nadie reprendía al mayordomo por su fea acción, Tomás sentenció: "Antes de que me levante de esta mesa, la mano que me ha golpeado será arrastrada por los perros". Y así ocurrió, cuando el mayordomo salió un momento a beber agua, fue asaltado por un león que le devoró. Y luego, los perros royeron sus huesos, y uno de ellos apareció en el salón de fiestas con la mano derecha del mayordomo en la boca.
Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en Occidente. La iglesia católica siro-malabar se considera a sí misma descendiente del apostolado del santo, y lo mismo otros cristianos de diferente rito. Pero además, curiosamente, Suramérica y México también reclaman para sí la presencia evangelizadora de Santo Tomás. En Paraguay y Brasil hay sitios donde se señala la "huella de Santo Tomás" en piedras. Y en el caso de México es una leyenda mucho mejor contada, que podéis leer ampliamente en esta entrada: Santo Tomás en México. Como la leyenda dice que fue albañil (habría construido un palacio al rey Gundafar), es considerado patrono de albañiles y arquitectos, y su atributo característico es una escuadra. Su cuerpo fue trasladado a Edesa, donde fue enterrado, aunque luego fue llevado a Constantinopla, y de ahí se pierde el rastro, entre tantas reliquias dispersas por el mundo.
Predicación de Santo Tomás ante el rey Abgar. |
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 3 de julio además se celebra a
San Agapio de Córdoba, obispo.
San Jacinto de Cesarea, mártir.
Y además,
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol.
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo.
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de San Mateo Evangelista.
La Traslación de Santa Isabel de Hungría.
La Traslación de Santo Domingo de Guzmán.
La Traslación de San Juan de la Cruz.
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