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sábado, 24 de enero de 2015

Santa Eusebia-Hospedes de Milasa

Santa Eusebia (Hospedes) o Xenia de Milasa, abadesa. 23 ó 24 de enero.

A esta santa los griegos la conocen como Xenia, mientras que a Occidente el nombre quedó como Eusebia, y es este el nombre que usaremos. 

Nació Eusebia en Roma, de familia notable y cristiana, pues su padre, Eusebio, era senador romano. Fue una niña notable en la piedad y la belleza física. Cuando llegó a la juventud, queriendo sus padres casarla, como había prometido virginidad a Cristo, decidió huir de casa en busca de la soledad, la contemplación y la penitencia. Una noche, junto a dos doncellas que también querían ser esposas de Cristo se cortaron los cabellos, se vistieron de hombres, y huyeron a Alejandría, en Egipto, donde proliferaban los eremitas y cenobitas.

Llegadas al desierto hallaron un viejo eremita del orden "eliano", que había sido abad del monasterio de San Andrés de Milasa, y sin descubrir su verdadero sexo, Eusebia le dijo se llamaba Hospedes y le pidieron les instruyera en la vida monástica. El anciano, creyendo eran tres chicos, les pidió le acompañasen a Milasa, su ciudad natal, en la región de Caria (en la actual Turquía), donde al llegar Eusebia se reveló al ermitaño como mujer, diciéndole su verdadero nombre. Juntos fundaron el monasterio "San Esteban" para Eusebia y sus compañeras, a las que pronto se unieron otras, quedando Eusebia como abadesa. 

Vivió muchos años dando ejemplo de penitencia y caridad. Solo se alimentaba de pan y agua, llegando muchas veces a estar una semana entera sin probar nada, absorta en la oración. Exhortaba a las religiosas a vivir en unión, caridad y paciencia unas con otras. Además de la contemplación, dedicó grandes esfuerzos a la caridad, a la conversión de los pecadores y la predicación a los paganos. Fue ordenada de diaconisa por el obispo. En 331, llegado el momento de la muerte, expiró dulcemente, y los monjes del vecino monasterio "carmelita" vieron en el cielo una cruz rodeada de estrellas brillantísimas. 

Pongo su reseña aquí por hallarse mencionada ocasionalmente entre tantas otras santas "carmelitas", pero la Orden nunca ha celebrado su memoria, ni se le ve representada en apoteósis o sinaxys de santos carmelitas.


Fuentes:
-"Bibliotheca Hagiografica Graeca". SOCH. BOLLANDIANI. Bruselas, 1909.
-"Jardim Carmelitano". FR. ESTEBAN DE SAN ÁNGELO O.Carm. Lisboa, 1741. 



Otras  mujeres que vistieron de hombre son:
Santa Eugenia-Eugenio. 25 de diciembre.
Santa Eufrosina-Esmaragdo. 2 y 10 de enero, 11 de febrero.
Santa Ángela-Ángelo. 6 de julio. 
Santa Hildegundis-José. 20 de marzo.

Santa Teodora-Teodoro. 11 de septiembre. 


A 23 de enero además se celebra a  
Santa Mariana de Molokai, virgen.

sábado, 17 de enero de 2015

De Santos Reyes (III): San Teodosio I, el Grande

San Teodosio.
Fresco holandés. Siglo XVI
Pregunta: Saludos, le agradezco por su atención de antemano. Tenía esta duda Teodosio I el grande y Carlomagno, son santos?, o beatos?, tengo entendido que Carlomagno tiene reconocido un culto local, mientras que me sorprendió ver a Teodosio I como santo en el tema de los estilitas en este mismo blog. Me despido con la esperanza de recibir respuesta. Dios le bendiga.

Respuesta: Hola. Pues sí, es como dices, Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias) y Teodosio son considerados santos. Carlomagno por la Iglesia romana y Teodosio por la Iglesia Oriental. Sobre la santidad y la oportuna consideración como santos de estos personajes tengo mi opinión, pero por esta vez, me las salto. También te indico a ti y a los lectores que forma parte de una serie de santos reyes y reinas que pienso hacer.

San Teodosio el Grande, emperador. 17 de enero.
Era español, y nació en el año 347. Hijo de un general del emperador Valentiniano I, junto a su padre participó en varias campañas militares y batallas. Fue gobernador de Moesia, donde derrotó a los sármatas. También reorganizó el ejército y liberó Los Balcanes de algunas tribus bárbaras. Con los godos, a los que no pudo derrotar, llegó a un acuerdo, dándoles autonomía a cambio de alianza militar.


El 16 de enero de 379 fue coronado emperador de Constantinopla (de Oriente en general) y lo fue hasta el 395. Contuvo a los barbaros que amenazaban el imperio El cristianismo ya era libre desde San Constantino (21 de mayo), y Teodosio, conocedor de la importancia de la fe para un reino estable, adoptó el cristianismo como religión oficial del imperio 1. Así pues, proclamó el Credo de Nicea como Credo oficial del imperio y reunió el Concilio de Constantinopla en el 381, que ratificó los decretos del Concilio de Nicea (325), condenó de nuevo a los arrianos y recompuso el Credo, dejándolo como el rezado hasta hoy en cada misa.  En el 392 publicó un edicto que prohibía los sacrificios sangrientos y la adoración de dioses paganos. Con esto, la obra de paz para la Iglesia, iniciada por Galerio e impulsada por Constantino, fue completada por Teodosio. Esta defensa de la fe cristiana es lo que ha llevado a su canonización, por parte de las iglesias ortodoxas, no así la romana. Estas iglesias han hecho un personaje hagiográfico, con milagros incluidos. Uno de ellos cuenta que, yendo a Jerusalén vestido de plebeyo, se acercó a la Basílica de la Anástasis, cuando las puertas de esta se abrieron solas y las lámparas se encendieron todas, como en los días de fiesta, pues el Señor le recibía con honores imperiales.


Sello de plata con la imagen
de Teodosio. Siglo IV.
Pero en realidad Teodosio era de carácter violento y autoritario, y lo demostró en 390 en Tesalónica, siendo obispo San Anisio (30 de diciembre). Hubo un levantamiento y mandó masacrar a muchas personas en el circo de esta ciudad. Como contrapunto le surgió la figura de San Ambrosio (4 y 5 de abril, muerte y entierro; 7 de diciembre, consagración episcopal), que no le permitió participar en la liturgia hasta haber pedido perdón y hecho penitencia por su crimen. Así fue, Teodosio vistió como un penitente y pidió perdón públicamente, hasta ser reconciliado. Todos pecamos, pero todos somos perdonados si mostramos arrepentimiento, y un emperador no es un caso aparte. 

Y más aún, luego de esto, promulgó una ley que mandaba que ningún condenado a muerte fuese ajusticiado antes de los treinta días de la condena. El motivo era evitar las muertes "en caliente", sin juicios, ni posibilidad de enmienda y perdón. Anteriormente, en 387, en el levantamiento de Antioquía, había declarado la muerte contra los que habían derribado una estatua suya y de su mujer, Elia Fracilla. pero aquí no llegó la sangre al río, pues gracias a la intercesión de la propia emperatriz y del patriarca de antioquía, perdonó a los revoltosos. Se dice llevaba una copia de los Evangelios en el pecho, y todos los días leía un pasaje. Junto a Valentiniano edificó la basílica de San Pablo en la vía Ostiense, "San Pablo extramuros".

Teodosio fue derrotado en el 394 por los partidarios del sucesor de Valentiniano II. Dividió el imperio en dos, dando Occidente a su hijo Honorio y Oriente a su hijo Arcadio. Murió en Milán, el 17 de enero de 395 y su cuerpo fue trasladado a Constantinopla, donde fue sepultado con gran duelo.

Y en este artículo: San Carlomagno. 


Fuente:
-"Santoral Ortodoxo Español". GEORGIOS EM. PIPERAKIS.


A 17 de enero además se celebra a
Beato Teresio Olivelli, laico mártir.
Santa Yolaine de Pleine-Selve, mártir.
San Antonio Abad.




1. Esto dio origen a una unidad político-religioso no exenta de tensiones, polémicas y consecuencias de diversa índole a lo largo de la historia y hasta hoy día. Para el poder político supuso la estabilidad y apoyo de la religión, que lo consagraba como elegido por Dios para gobernar, casi incuestionablemente; pero significó también que la Iglesia, con una simple excomunión, podía levantar al pueblo contra él. Para la Iglesia supuso libertad y garantías en la propagación de su mensaje, pero también encontronazos con ese mismo por mantener esas garantías fuera del marco político y querido por el gobernante; vamos, que se puso una mordaza para poder predicar.

miércoles, 14 de enero de 2015

Como se elige un Santo Patrón


Pregunta: Hola. Veo que hay muchos santos patronos para muchas cosas y mi interrogante es: ¿Quien los elige? ¿Como un santo llega a ser patrón de algo o alguien? Argentina.

Respuesta: La pregunta se las trae... Vamos ver que sacamos en conclusión. Mira, el oficio de "patronos" de los santos se funda en que son hermanos "mayores" en la fe, que ya gozan de la presencia Divina, por tanto, conocen nuestras necesidades, enfermedades, problemas y afanes y por ello nos ayudan, porque saben que es lo mejor para nosotros. Unas pautas iniciales:


1. Los patronatos generalmente están asociados a alguna necesidad o situación difícil. Nadie busca patronos en una fiesta o en una graduación universitaria; o sea que "nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena".
2. Algunos patronatos son tan sacados "por los pelos" que es difícil hallar el por qué.
3. También es muy frecuente que algún patronato sea sólo en un sitio, o una diócesis.
4. Otros han sido simplemente porque había que escoger uno y se puso el del nombre de quien pagase el altar o el templo.
5. Los hay que han sido elegidos por sorteo, con papeletas con varios nombres escritos.
6. Para una necesidad puede haber muchísimos santos o, por el contrario, que el mismo santo sea patrono de varias personas, oficios, o males. 


¿PERO QUE ES UN SANTO PATRÓN?
Pues básicamente, un patrón es aquello que sirve de modelo a alguien, como, por ejemplo, los patrones de costura, que sirven para cortar piezas de tela idénticas al original. En el caso de los santos, además de servir de modelos de imitación de Cristo (que es lo más importante), el santo adquiere una capacidad protectora sobre los que le invocan. Como enseña la Iglesia:

"Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad (…) no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra. Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad". (Lumen Gentium 49).

Es decir, la intercesión de los santos no es algo ajeno a la vida cristiana, nacido del miedo o la incapacidad de solución de problemas, sino que es una consecuencia de la redención alcanzada por Cristo, que no se limita a esta vida terrena. El vínculo de la caridad entre los hermanos de fe, trasciende esta vida y se perfecciona en la vida celestial, donde aquellos que han alcanzado la gloria, los santos, oran y alcanzan de Dios gracias para los que vivimos en aún en este mundo. Lamentablemente, este renacer de la devoción y el patronazgo de los santos no está exento de errores o supersticiones, estos sí motivados por el miedo o la desesperanza: Santos castigadores, o que necesitan tal o cual ofrenda, o que son celosos si se invoca a otros santos. Siglos de relación entre los de la tierra y los del cielo no han depurado esta misma relación, que, siendo sinceros, nunca ha sido purificada totalmente, sino que, al contrario, parece cada vez más enriquecida (o enrarecida en ocasiones) con elementos procedentes de otros cultos.

Si bien la intercesión de los santos es universal, de todos los tiempos y sin restricciones, los que peregrinamos en este mundo hemos tenido la necesidad, casi desde siempre, de clasificar los santos en “especialidades”, y esto, más que responder a una realidad espiritual, responde a nuestra mentalidad catalogadora, organizadora. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que los patronatos de los santos ni son estrictos, ni exclusivos ni excluyentes, ni inmutables. Un santo puede ser patrono de varias enfermedades u oficios, a la par que una enfermedad u oficio puede tener varios santos patronos, según las épocas, los lugares y las necesidades puntuales de los fieles. No se pelean los santos por proteger una jurisdicción, ni por ser invocados en situaciones diferentes a las asignadas en los patronatos. Es mucho más simple: El patronato es una relación de confianza entre el devoto y el santo en cuestión, siempre basado en el poder de intercesión, que brota de Cristo, Único y Verdadero Mediador.


¿CÓMO SE ELIGE UN SANTO PATRÓN?
Esta, junto a la anterior pregunta, es una de las que más se repiten en mi blog, y es elemental para entender sin rigorismos, ni escrúpulos, ni supersticiones, el tema de los patronatos. Los dividiré en dos grupos para explicarme mejor: patronos personales, y patronos colectivos:



I. SANTOS PATRONOS PERSONALES:

Pues son aquellos que nosotros elegimos por devoción particular. Hay que insistir (los lectores del blog saben cuánto lo hago) en el hecho de que en esto no hay un determinismo celestial, sino que depende de la voluntad humana elegir este u otro patrón. A lo sumo, podemos pedir a Dios nos inspire a elegir un patrón que realmente nos sirva como modelo y protector. O sea, que por llamarnos Atilano (p.ej.) no ha de ser San Atilano obligatoriamente nuestro patrón, como si fuera algo impuesto ante lo cual no se puede optar a otra cosa. Igualmente, si nacimos el 4 de febrero, no nos ha “tocadoSan Teófilo el Penitente, como si de una lotería patronal se tratara. No es una losa sobre la cabeza este asunto de los patronatos.


Mucho menos hay que creer, ni por asomo, que elegir un santo patrón pondrá celoso y provocará castigos por parte del santo que “nos ha tocado”, sobre todo porque, insisto, no nos ha tocado ninguno. ¿Qué en un pasado, el día de nacimiento, nombre que nos ponían y santo patrón iban inexorablemente unidos? Pues sí, pero esto es solo una costumbre y no una realidad espiritual, ni una enseñanza oficial de la Iglesia. Aunque en el bautismo se impusiera un nombre cristiano para que dicho santo sirviera de patrón, no fue, ni era algo que obligara. Así que, con toda libertad se puede elegir un santo patrón. Uno o varios. Imitarles, amarles y tenerles presentes. Repito, con toda libertad. Lo perfecto sería conocer cada día más de los santos, imitar sus ejemplos, y podemos estar seguros que el Espíritu Santo nos inspirará que santo, o santos, podemos elegir.



II. SANTOS PATRONOS COLECTIVOS:
Pues estos serían aquellos que sí que “nos han tocado”, por nuestra situación personal; por ejemplo: pobreza, dolencia o enfermedad, estado de vida, situación laboral o profesional, etc. Y en esta elección, me detendré un poco, exponiendo tres ejemplos: Santos patronos populares; santos elegidos de forma oficial y que la Iglesia sanciona; y santos que la misma autoridad de la Iglesia propone como patronos a los fieles, sin que medie una petición específica ni un clamor popular.

1. SANTOS POPULARES:

Estos serían los santos que la devoción local determinó, y determina, que serían patronos por algún motivo: iconográfico, martirial, que hayan vivido en la zona, etc. Ejemplos claros son, entre otros, Santa Lucía, patrona de la vista, o San Eloy, de los joyeros. ¿Cuándo, dónde y cómo se originaron estos patronatos? No sabemos. Lo más que podemos determinar son los por qué. Y para eso está hecho mi libro, para enumerar patronatos y su causa.

2. SANTOS PATRONOS ELEGIDOS OFICIALMENTE:

Estos serían santos venerados en algún sitio y que los fieles desean celebrar de modo especial, con todas las normas litúrgicas de la Iglesia, haciéndolo oficial. Lo normal es que ya tengan esa veneración popular previa que los considere especiales patronos y se desee ratificarlo. Un ejemplo, serían los patronos y copatronos de los pueblos, de los que se suele pedir a la autoridad eclesiástica local o universal de la Iglesia que ratifique dicho patronato. Por ejemplo, la Virgen de la Caridad fue proclamada oficialmente como Patrona de Cuba por Benedicto XV, a petición de los Veteranos de la Guerra de Cuba. 


3. SANTOS PATRONOS PROPUESTOS POR LA IGLESIA:
Estos últimos, que son lo menos, por la libertad en elegir que antes se apuntaba, son aquellos que la Iglesia, proveyendo a los fieles, propone sean tenidos en cuenta de modo oficial como patronos ante males, de obras o lugares. Un ejemplo sería la proclamación de Santo Tomás Moro como patrono de gobernantes y políticos, el 31 de octubre de 2000. O el último caso que hemos visto, que ha sido la proclamación de tres santas mujeres como patronas de Europa: Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Santa Catalina de Siena y Santa Brígida de Suecia por medio de la Carta Apostólica “Spes aedificandi” de San Juan Pablo II, del 1 de octubre de 1999.


Visto esto, veamos porque se han elegido algunos patronos, cosa esta que casi siempre es tradicional y popular, pues muchísimos ni son confirmados oficialmente por la Iglesia, aunque los reconozca y promueva. En otros casos, sí hay una confirmación oficial e incluso la misma Iglesia es quien los propone. Vamos a ello con unos pocos ejemplos, que hay que tomarse escépticos, pero también con una sonrisa:


I. Por un pasaje de su vida:

Tormentas: Santa Bárbara (un rayo mató a su padre); San Ursmars de Lobben (envió una tormenta sobre Lobben cuando los magiares pretendían saquearla); San Urbano I (detuvo una que amenazaba Roma).
Dolor de oídos y sordera: San Mériadec de Vannes (sanó a una sorda, poniendole unacampana sobre la cabeza. Si se le ocurrió golpearla, ya sería milagro no dejarla más sorda). 7 de junio.
Males de garganta: Santa Lucía (murió degollada); Santa Godeleva de Gistel (por ser estrangulada con una tela); San Blas (salvó a un niño con una espina atravesada)
Paragueros: San Medardo de Noyon (permaneció bajo la lluvia sin mojarse porque un águila lo protegía, incluso antiguamente los paragueros llamaban a su primer hijo así, para augurarse buen negocio)
Patinadores: Santa Lidwina (patinando en el hielo sufrió una grave caída que le dejó por siempre enferma)
Sirvientas: Santa Zita (lo fue)
Perfumistas: Santa María Magdalena (por la unción a Cristo)
Lactantes: San Guenalio (hizo que del pecho de su madre surgiera un tercer seno para poder mamar también él, porque era trillizo. Esto es lo más del santoral, lo juro)
Insomnio: San Desiderio, o Didier, de Autun (sus sermones eran soporíferos)
Heladas: Santa Humildad de Faenza (derritió la nieve donde un niño había sido sepultado y lo resucitó)
Funerarios: San José de Arimatea (preparó el entierro del Señor).
Traductores y estudiantes de Idiomas: Santa Lutgarda de Tongeren (se comunicaba en francés sin jamás haberlo estudiado ni oído) y San Jerónimo (acometió la gran empresa de traducir la Biblia de sus lenguas naturales al latín). 

Retraso mental: San Menou de Quimper (protegió a un retrasado del que todos se burlaban. Aún en su tumba se mete la cabeza de los niños recién nacidos para protegerles).



II. Por alegorías 

Viticultores: San Vito (porque se les pareció el nombre)
Contra los volcanes: San Jenaro (porque en Nápoles se le venera así, frente al peligro del Vesubio se ha ido extendiendo este patronato a otros sitios)
Turistas: San Francisco Javier (por sus largos viajes, y no de turismo, por cierto)
Migraña: Santa Emicrania (lo mismo, el nombre les sonó a migraña. Por cierto, esta también va contra los forúnculos, pero que me maten si sé por qué)
Madres que lactan: San Mamerto de Vienne (sí, eso mismo, por su nombre parecido a "mama")
Asuntos financieros: Santa Corona (por su nombre "moneda")
Marineros: San Erasmo (sus imágenes llevan las tripas enrolladas en un palo, lo que confundió a muchos, pensando era una jarcia de barco)
Mecanógrafas: Santa Tecla (por lo mismo, el nombrecito)
Partos: Santa Margarita de Antioquía (en sus imágenes sale de un dragón que se la tragó!, y nació la comparación con los partos)
Buena cosecha: Santa Petronila (simplemente por ser su día el 31 de mayo, fin oficial de muchas cosechas)
Fabricantes de pañuelos: Santa Etheldreda de Ely (el día de su fiesta era de mercado y se vendían pañuelos tocados a su cuerpo).


III. Por milagros realizado después de su muerte.

Sordera: San Gangulfo de Varennes (después de su martirio, su esposa, que era sorda, todos los viernes oía su voz cantando. Debería ser patrón también de los locos, por si acaso, digo yo)
Vista: Santa Maxellendis (sanó, luego de arrepentirse al que la había asesinado, que antes había quedado ciego)
Perjurio: San Maximino de Trier (uno que acusó falsamente a un sacerdote delante de la tumba del santo, cayó muerto)
Dolor de muelas: San Medardo de Noyon (por los milagrosos palillos de dientes que se hicieron con madera de su antigua capilla. Hay gente para todo, mira que convertir una iglesia en mondadientes!)
Dolor de cabeza: San Vougay de Bretaña (sanaban los que ponian la cabeza en la roca que el santo usaba de almohada)
Reuma: San Erkenbod de Sithiu (las madres pasan por su tumba los zapatos de los niños antes de estrenarlos)
Ahogamientos: San Mauricio de Carnoët (seis años después de su muerte salvó cinco niños de ahogarse).


IV. Por el martirio que padecieron:

Calvicie: Santa Fausta (le raparon la cabeza para decapitarla)
Carretoneros: Santa Catalina de Alejandría (pasó por el tormento de la rueda)
Viñateros: San Baraquiso (lo prensaron en una prensa de uva)
Picaduras de bichos: San Marcos de Arethusa (fue colgado en un canasto, embadurnado de miel, para que las avispas y tábanos lo picaran)
Poceros: San Vital de Rávena (porque le enterraron vivo. Vaya yuyu que da tener un patrón así)
Dentistas: Santa Apolonia (le arrancaron los dientes con un pedrusco)
Infecciones mamarias: Santa Águeda (le arrancaron un pecho con una tenaza)
Canteros: San Esteban (ya sabemos, lo mataron a pedradas)
Travestis: Santos Sergio y Baco (los martirizaron vestidos de mujer como escarnio. Sí también tienen patronos los travestis...)


V. Proclamados oficialmente por la Iglesia (universal o local)

Poetas españoles: San Juan de la Cruz (excelente poeta)
Internet: San Isidoro de Sevilla (por su obra compendiadora del saber de su época)
Abogados y políticos: Santo Tomás Moro (fue ambas cosas)
Cosmonautas: San José de Cupertino (tenía el don de la levitación. Esto iría también el el apartado de "por alegorías")
Alpinistas: San Bernardo de Menthon (en plenos Alpes fundó su monasterio, donde nacieron los perros "San Bernardo" para ayuda de los montañeros)
Educadores: San Juan Bosco, San Juan Bautista de la Salle y San José de Calasanz (lo fueron)
Párrocos: San Juan María Vianney (lo fue, y de los mejores)
Espeleólogos españoles: Nuestra Señora de la Cueva Santa (es evidente el por qué)

Me acuerdo que en la Habana, San Simón Apóstol es patrono contra las hormigas, por una plaga de estos bichos que hubo en el siglo XVII. Si no ha sido revocado, aún lo es.

Y bueno... esto sería una entrada interminable y no se trata de eso... Es solo un ejemplo

domingo, 11 de enero de 2015

Santa Fara o Burgundófora

Santa Fara que se venera en Polistena, Italia
Pregunta: Hola. Me gusta tu blog, siempre me ha gustado. Has regresado en excelente forma y es una buena noticia, el otro blog está bien, pero no hay calor humano, no sé si me entiendes. En fin, que quería saber sobre Santa Fara, todo, su vida, sus milagros, para que se invoca, como ves, ya no digo “para que sirve” eso lo aprendi contigo. porque en ninguna página encuentro datos fiables, hasta me aparecen varios días de fiesta. Espero tu ayuda. Gracias.

Respuesta: hola N… Me alegro te siga gustando la página, y bueno, cada persona tiene sus formas de comunicar y expresarse, lo que importa es que "se sirva" para algo, que el contenido sea bueno y que los lectores estén contentos. Te hablo un poco de Santa Fara:

Santa Fara o Burgundófara de Faremoutiers, abadesa benedictina. 3 de abril y 7 de diciembre.
Fara vivió entre los siglos VI y VII, es probable que haya nacido en el 595. Descendía de nobles borgoñones y fancos, y eran dueños del castillo y tierras de Champigny, sitio donde se había oído hablar poco de Cristo. Sus hermanos fueron San Faro de Meaux (28 de octubre) y San Cagnoald de Laon (6 de septiembre). Es curioso, porque su nombre, Fara o Bara, significa “baronesa”, y Burgundófora es “baronesa de Borgoña”. A saber si es sólo un título y tendría otro nombre.

Cuando Fara era aún una niña Sus padres eran frecuentemente visitados por San Columbano (23 de noviembre) fundador del monasterio de Luxeuil; el santo quería mucho a la niña y reconoció en ella grandes virtudes. Le enseñó a amar a Cristo, a orar y a hacer caridad a los pobres, y Fara le tomó mucho afecto, sobre todo después de un milagro del santo: Columbano hizo madurar las espigas de los sembrados sin ser fecha de recolección.

Fara decidió ser religiosa y para ello habría contado con la ayuda de San Columbano si la reina Brunilda de Borgoña no lo hubiera desterrado; pero el sucesor, San Eustacio (29 de marzo), le sirvió también como confesor y director espiritual a la santa niña. Su padre tenía otros planes: un matrimonio con un noble de la corte del rey Teodeberto II, pero Fara enfermó y su padre desistió cuando San Eustacio le convenció de la vocación de su hija. Además, vio que Fara tenía verdadera vocación, pues huyó de casa y se refugió en el templo de San Pedro de la ciudad. El obispo Gondoald de Meaux le impuso el velo en el año 614 y en el 620, Fara fundó su propio monasterio, dedicado a Santa María, San Pedro y San Pablo, y bajo la regla de San Columbano. Famoso es todavía por su queso "Brie" (que a mi no me gusta nada, por cierto). En el siglo VIII, ya venerada Fara como santa, tomó el nombre de Faremoutiers, o sea “monasterio de Fara”.


Jonathan de Faremoutiers cuenta algunos sucesos que, si son reales, hablan bastante de Fara: unas monjas, hastiadas de la vida religiosa intentaron escapar de noche, cuando en ello estaban un globo de fuego descendió del cielo e incendió el monasterio. Sorprendidas las fugitivas, Fara las castigó en la cárcel monástica. En otra ocasión dos monjas jóvenes se negaban a hacer confesión de faltas tres veces al día, como mandaba la regla y se escaparon. Fueron perseguidas, devueltas al monasterio y encerradas, situación en la que murieron. Entonces Fara ordenó arrojar sus cuerpos fuera de los muros sagrados del monasterio. Y un último suceso, que me encanta, por incluir un animal: Un día vio un gran cerdo sentado junto a una monja en el refectorio y le fue revelado que esta pecaba de gula, llegando a robar alimentos de la despensa y que así de enorme como el cerdo era el espíritu de la codicia que había dominado.

Fue abadesa del monasterio durante unos 40 años, y murió entre los años 655 y 657, tampoco hay constancia del día exacto, unos ponen que fue el 3 de abril (según una adición apócrifa a la vida de San Columbano) y otros que fue el 7 de diciembre. La fama de milagrosa de Fara no se hizo esperar y los peregrinos llenaron el monasterio con sus visitas y donativos. Al morir la sucedió como abadesa Santa Ethelburgis (7 de julio) y a esta Santa Saethryth (10 de enero), medio hermanas las dos. Este detalle es importante para conocer la importancia del monasterio, como para que dos princesas británicas profesaran en él, cruzando el mar. Cuando Jonathan de Faremoutiers escribe “La Deposición de la Vida de Santa Burgundofara”, el monasterio ya es masculino.

En 1617 ocurrió un milagro plenamente documentado con testigos y datos médicos: una monja, hija del Tesorero de Finanzas de París, perdió la vista, la visitaron importantes médicos, pero nada pudieron hacer, salvo matarle los nervios de los ojos para evitarle los dolores. El 7 de diciembre de 1622, fiesta de la Santa, la monja pasó tres veces sobre sus ojos la reliquia de Santa Fara, expuesta a los fieles e inmediatamente comenzó a ver.

Fara es la patrona de las ciudades de Aveluy, Cinisi y Providenzza. Se le representa como abadesa, con báculo y tres espigas en las manos, en referencia a la leyenda de la visita de San Columbano. En Brie una bonita imagen tiene un queso a los pies. Es patrona de la vista, contra los incendios y la muerte súbita (supongo que por lo de las monjas), y claro, de los queseros. Sus reliquias están, principalmente en Faremoutiers y en Champeaux.


A 3 de abril además se celebra a 
San Ricardo de Chichester, obispo.
Beata Alejandrina de Foligno, clarisa.  
San Pancracio de Taormina, obispo y mártir.