Cerámica popular de San Antonio Abad con el libro "incendiado". |
Respuesta: No es un libro que se quema, es una representación dell llamado "fuego de San Antón", enfermedad clasificada hoy como ergotismo. Su causa eran unos hongos que contaminaban el centeno y al fabricar pan con este cereal y ser consumido, provocaba alucinaciones, convulsiones, contracción de las arterias y abortos en las mujeres. El síntoma característico era la gangrena de las extremidades, cuyo tejido se tornaba seco y negro y caían sin pérdida de sangre, por lo cual se creía que estaban consumidas por el fuego sagrado y se ennegrecían como el carbón. Curiosamente se manifestaba comenzando con un frío intenso para terminar en un “fuego” interior agudísimo. No era mortal, pero sí devastadora física y psicológicamente (amputaciones, estados alterados), aunque también se podía morir por ella, generalmente, por una parálisis respiratoria. Los más afectados eran los pobres (como siempre) pues los ricos normalmente comían el pan de harina. En 1951 se conoció la última epidemia.
Relación con San Antonio Abad:
Aunque la relación con San Antonio Abad (17 de enero) se dice provenir de una aparición ligada a la fundación de los monjes antonianos, como siempre, la cosa es más “terrenal”, y luego espiritualizada. Todos los enfermos de este mal presentaban fiebres altísimas (fuego), que eran causantes de visiones extrañas y alucinaciones, convulsiones… dando a entender, en una mentalidad primitiva y preñada de lo religioso, que era una enfermedad diabólica. Eso y que normalmente aparecía a inicios de año, coincidiendo con la festividad de San Antonio, santo tentadísimo por el diablo, lo convirtió en el patrono de este mal. Es muy probable que la costumbre de repartir panes, pasteles, coquetas, rollos, etc., el 17 de enero venga de ahí, de la necesidad de “sanar o proteger” a las personas con un pan elaborado de otra manera y bendecido previamente. La costumbre de hacer hogueras está relacionada, por un lado el hecho de calentarse en invierno, quemar los utensilios y ropas de los enfermos (en algunos sitios en las hogueras aún hoy en día se ponen trastos viejos de las casas), y por otro lado, lo espiritual, del fuego purificador.
San Antonio Abad, patrono de Benicassim. España |
El noble Gastón de Valloire tenía a su hijo Girondo enfermo del mal y se encomendó a San Antón, prometiendo ofrecerle todos sus bienes a cambio de la salud de su hijo (ay, que son los bienes junto a un hijo!!!). Esa misma noche, San Antonio se apareció a Gastón y le restituyó la salud al chico. El santo le dijo que no quería bienes, sino que los empleara en el socorro de los otros enfermos y, dándole su báculo terminado en la letra «tau» y le mandó que lo clavara en la tierra. El báculo se convirtió en un gran árbol que daba flores y frutos en gran abundancia que consolaban a pobres, mendigos y enfermos. San Antonio le explicó: “Plantarás un árbol de piedad y caridad, que extenderá sus ramas largamente y de sus frutos se sustentarán los pobres”. A ver a su hijo sano, Gastón se desprendió de todos los bienes, cosió la «tau» en sus vestiduras, fundando la Orden de los Caballeros de San Antonio, o "antonianos", aprobada por Urbano II en 1095.
Los primeros antonianos vestían hábito negro y letra tau azul en el pecho y eran laicos hasta que en el 1218, hicieron los votos monásticos. En 1297, tomaron la regla de San Agustín y elaboraron sus propias constituciones. Era una orden caballeresca, dedicada al cuidado de los pobres y enfermos. Se dice que los primeros caballeros partieron a Bizancio para traer a Europa el cuerpo de San Antonio Abad que se veneraba allí desde que fuera descubierto en el desierto. Dichas reliquias fueron instaladas en la ciudad de Viennois, que se convirtió en el centro de la propagación de la asistencia al “mal de San Antón”. La orden se extendió por Francia, España e Italia, y finalmente desaparecieron asumidos por los Canónigos Regulares de San Agustín.
Con el tiempo surgió la leyenda de una orden monástico-guerrera, fundada en el 370 por Juan, Rey de Etiopía, para luchar contra los arrianos. San Basilio Magno (2 y 30 de enero, y 14 de junio) le habría dado las constituciones y ya desde los inicios llevaban la tau azul rodeada de un hilo de oro. Esta leyenda será posteriormente incorporada a la historia de la Orden Antoniana, como signo de su antigüedad y su unión con el mismo San Antonio (no hay que alarmarse, los carmelitas llevaron su origen más lejos, hasta el profeta San Elías). Hasta el siglo XVII esto se tuvo por veraz e indiscutible (aquí también los carmelitas lo llevaron más lejos, hasta el siglo XX), pero es sólo un relato fantástico.
Como final, añadir que, desde estas épocas se comienza a vestir las imágenes de San Abad con la tau y el escapulario azul; es una manera de vincular al Santo con ellos (como suele suceder: no ellos al Santo, sino al revés). Luego el hábito pasaría a ser blanco y la capa marrón, pero progresivamente.
PD: Al final no he respondido la pregunta… el fuego a veces está en las imágenes o estampas del santo, indicando su protección sobre este mal. ¿Sobre el libro? Simplemente porque no habría otro sitio donde ponerlo.
A 17 de enero además se celebra a
San Teodosio I, emperador.
Santa Yolaine de Pleine-Selve, mártir.
Beato Teresio Olivelli, laico mártir.
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