lunes, 30 de abril de 2018

Pidió un milagro, lo obtuvo, y entregó su vida por ello.

San Quirino de Neuss, tribuno mártir. 30 de abril.

El culto de este santo se desarrolla en Alemania, tanto que ha perdido su coletilla "de Roma", para ser "de Neuss". El martirologio lo recoge a 30 de marzo, pero su más conocida memoria es a 30 de abril se recuerda su traslación, vestigio de su potente culto en Alemania, quedando relegada la memoria del 30 de marzo.

Su leyenda, del siglo V, se incluye en la leyenda del culto a las Cadenas del apóstol San Pedro, recordada en la memoria de San Pedro Ad Víncula (1 de agosto). A partir de la "Leyenda Áurea" del Beato La Vorágine (13 de agosto) ganaría popularidad este santo. Se nos cuenta que, imperando Adriano, fue encarcelado el papa San Alejandro I (3 de mayo) y con él San Hermes (28 de agosto), prefecto de Roma, quien había sido convertido por Alejandro. Quirino, que era tribuno, habló a Hermes diciéndole: "Es curioso que un hombre sensato renuncie a todos los beneficios del cargo de prefecto para soñar con una vida tan diferente". Hermes le respondió: "Yo también creí un tiempo en todo terminaba con nuestra vida terrenal". Quirino le replicó: "¡Si me demuestras que hay otra vida, puedes hacerme tu discípulo!". Hermes le señaló al obispo Alejandro y le dijo: "Es mejor que preguntes a tu otro prisionero, porque él puede hacer eso mejor que yo". Pero Quirino le dijo amargamente: "te pido pruebas, ¿y me envías a Alejandro, que está preso como tú? Esto haré, les separaré en celdas distantes y les pondré doble guardia. Si vuelven a juntarse de algún modo, entonces estoy dispuesto a creer en lo que dices".

Y así lo hizo Quirino, llevando a Alejandro a un extremo de la prisión. Estando el santo papa en oración, un ángel se le apareció y abriendo la puerta de la celda, lo llevó a la celda de Hermes, pasando entre la guardia. Ante este milagro Quirino aceptó la fe cristiana. Hermes le contó a Quirino como Alejandro había resucitado a su hijo, y Quirino quiso que Alejandro sanara a su hija Santa Balbina (31 de marzo), enferma de mal de garganta. Alejandro consintió, regresando a su celda de modo milagroso otra vez. Cuando Balbina estuvo frente a él se arrodilló para besar sus pies, pero Alejandro le dijo: "No beses mis cadenas, sino las de Pedro. Búscalas, venéralas y recuperarás tu salud". Y así pasó, Quirino halló las cadenas que había llevado el mismo San Pedro y cuando Balbina las besó quedó sana. Otra versión dice Alejandro tocó las cadenas al cuello de la joven. En fin, que sana Balbina, Quirino devolvió la libertad a Alejandro, quien le bautizó a él y a su familia.


Traslación a Neuss.
Iglesia de Malberg, Alemania.
Quirino moriría mártir en, entre los años 105 y 130, aunque primero le cortaron la lengua, las manos y los pies y luego sería decapitado. Balbina, Alejandro y Hermes también serían mártires. El cuerpo de San Quirino fue arrojado a los perros, pero estos lo respetaron, siendo sepultado luego en las catacumbas de Pretextato. El papa San León IX (19 de abril) entregó las reliquias de San Qurino a su hermana Geppa, abadesa en Neuss, y desde allí se extendió su devoción. Es abogado de los militares, del ganado, contra las epidemias de peste y viruela, contra las fracturas, el reuma, la cojera, la parálisis, dolor de garganta y oídos.

Aunque todos estos personajes sean mencionados en este relato legendario, ciertamente consta su martirio y sepultura en las catacumbas romanas, la cercanía de sus sepulcros forjaría la leyenda. Es abogado contra la gota, las piedras en los riñones y los dolores de las piernas. No hay que confundirle con San Quirino de Siscia (4 de junio).


Fuentes:
https://www.heiligenlexikon.de/
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 30 de abril además se celebra a:


San Eutropio de Saintes,
obispo y mártir.
Santa María de la Encarnación,
viuda y ursulina.
San José B. Cottolengo,
presbítero fundador.



domingo, 29 de abril de 2018

El Grande, más grande aún que su gran abadía.

San Hugo de Cluny, "el Grande", abad. 29 de abril; 11 de mayo, Todos los Santos Abades de Cluny, y 13 de mayo, traslación de las reliquias.


Nació en 1024, y fue hijo del Conde de Semur-en-Brionnais. Con 15 años entró como monje a la abadía de Cluny, cuando era su abad San Odilón (1 de enero y 11 de mayo, Todos los Santos Abades de Cluny). A los 20 años fue ordenado presbítero. Desde sus inicios como monje Hugo destacó como fiel seguidor de las reformas cluniacenses y fue fiel colaborador de Odilón, era quien mejor conocía al mismo, tenía excelentes relaciones en el mundo y era inteligente, piadoso y emprendedor. Por ello, en 1048, a la muerte de Odilón, Hugo fue elegido abad, aunque tenía solamente 25 años.

Si bien la Reforma de Cluny llevaba años consolidándose, desde tiempos de San Odón (18 de noviembre y 11 de mayo, Todos los Santos Abades de Cluny), sería con Hugo con quien esta reforma se extendería por todo el Occidente cristiano, tanto que más que una reforma monástica hay que hablar de una reforma de ser y entender la Iglesia. Hasta la llegada de los jesuitas, con su gran labor contrarreformista, no se vería algo así en la iglesia. El culto divino, la relación de la Iglesia con el poder civil, la disciplina eclesiástica, dogmas de fe, devociones, la cultura, las ciencias… todo se verá afectado por Cluny y su influencia.

Cluny se convirtió bajo los 60 años de mandato de Hugo en una segunda Roma. Mil monasterios y 10000 monjes en toda Europa dependían del influjo de Cluny, siendo un magnífico ejército de la reforma. Nueve papas, incluidos los grandes San León IX (19 de abril) y San Gregorio VII (25 de mayo), se aconsejaron de Hugo para su obrar en la Cátedra de San Pedro. El emperador, reyes y príncipes cristianos igualmente se hicieron valer del consejo de nuestro santo, y más de una vez. Fue legado papal para lograr la paz entre monarcas, y entre la Iglesia y el Imperio.


Hugo es elegido abad.
En los años de mandato de Hugo se construyó la magnífica iglesia de Cluny, espejo de la reforma eclesiástica: luminosa, amplia, acogedora. Hasta las ruinas que quedan hoy en día, ya reconstruidas, impresionan por lo que debió ser tal templo, que fue consagrado por el papa Beato Urbano II (29 de julio), que había sido monje en Cluny. Hugo amplió el monasterio, obtuvo numerosas tierras y granjas, donde los campesinos no eran explotados y obtenían mayores ganancias que de si hubieran sido siervos de otros señores. En Marcigny Hugo fundó un hospital para leprosos donde él mismo les atendió, cuidándoles y mimándoles más de una vez.

Hugo murió a la edad de 85 años, en 1109. Fue canonizado por Calixto II, quien le llamó "El Grande", en 1121. En 1574 los herejes hugonotes saquearon la abadía de Cluny y profanaron las reliquias del santo, salvándose solo algunos fragmentos.


Fuentes:
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Nuevo Año Cristiano". Tomo 4. Editorial Edibesa, 2001.
-http://www.monasteriosantacruz.com


A 29 de abril además se celebra a:


Ss Jasón, Sosípater
y comp. mártires.
Santa Endelienta,
eremita y mártir.
San Gombert
duque y mártir.
San Pollio
y comp mártires.



sábado, 28 de abril de 2018

De travestismo, entereza cristiana y martirios.

Santos Teodora y Dídimo de Alejandría, mártires. 28 de abril, 5 de abril y 27 de mayo (Iglesias Orientales).

Las Actas del interrogatorio y martirio de Teodora son de esas pocas "Actas de los Mártires" que podemos considerar genuinas. Aunque no se sabe quién fue el copista (tal vez el mismo notario que siempre estaba presente en un proceso formal), están tomadas del Registro Público y trasmitidas a la Iglesia, que las ha conservado desde el siglo IV. La última parte, referida a Dídimo no forma parte del escrito público, sino que se aclara que fue añadido basado en los testimonios de testigos oculares. Todos los martirologios mencionan a Teodora y Dídimo, si bien su memoria litúrgica varía según las diferentes iglesias. Algunas siguen el martirologio pseudo-jeronimiano, que los pone a 5 de abril, llamando "presbítero" a Dídimo. Los Bollandistas recogen diversas laudas de los martirologios y reproducen las Actas, las cuales dan por buenas:

En 303, imperando Diocleciano y Maximiano, y siendo juez Maximiano Herculio en Alejandría de Egipto fue arrestada nuestra Teodora, por haberse negado a adorar a los ídolos. Sobre los orígenes de la santa nada sabemos, pero por su nombre podemos deducir que sus padres, de algún linaje, ya eran cristianos cuando ella nació.

Herculio: "¿De qué estatus social provienes?"
Teodora: "Soy cristiana".
H: "Pero, ¿eres libre o esclava?
T: "He sido redimida por Jesucristo. Pero según tus criterios, mis padres eran ciudadanos libres".
H: "¿Por qué no estás casada?"
T: "Porque prefiero atarme a Cristo".
H: "Te insto a que te sacrifiques, porque si no lo haces nos veremos obligados a ponerte en un burdel.
T:" Si resuelvo mantener mi alma limpia, no seré culpable de la violencia a la que pueda estar expuesta
H: Tu nacimiento y tu belleza me inspiran compasión. Sacrifica, o te convertirás en escándalo para tu familia y para toda la gente decente".
T: "Confío en mi Dios. Él me protegerá. Jesucristo arrebatará su paloma de las garras del halcón".
H: Te daré tres días para pensarlo y luego te escucharé".

Pero al cabo de esos tres días, al comparecer Teodora ante el juez, ella se mostró igual de firma en su fe. Por eso la llevaron a rastras a un lugar de prostitución. Al entrar, Teodora oró: "Dios, Padre todopoderoso de nuestro Señor Jesucristo, ven en ayuda de tu hija y libérame esta espantosa cautividad, así como tú liberaste al Apóstol Pedro de su cautiverio. Guarda mi pureza para que todo el mundo pueda ver que te pertenezco". 

Teodora y Dídimo cambian de ropas.
Había un joven llamado Dídimo quien estado presente en los interrogatorios, del que las Actas no dicen si ya era cristiano o se había convertido por el talante de Teodora. Como fuese, Dídimo tomó un uniforme de soldado y pagó una fuerte suma para ser el primero en yacer con Teodora. Una vez solos, Dídimo le dijo: "No temas, hermana mía, yo soy tu hermano en Jesucristo. He venido a salvarte. Cámbiate de ropa conmigo". Así, gracias a esa estratagema, Teodora pudo huir vestida de soldado. Al ser sorprendido, Dídimo fue decapitado y su cuerpo quemado. Algunas fuentes posteriores añaden como compañeros mártires de Dídimo a los santos Quinto, Pancrato y Suceso. Ciertamente podrían haber padecido el mismo día, aunque no hayan tenido relación.

Sobre el final de Teodora, nos dicen las Actas que, habiendo padecido mucho en los interrogatorios y la prisión de tres días, al poco de escapar exhaló el espíritu. Una historia parecida a la anterior podemos leer en la passio de Santos Alejandro y Antonina de Cardaune (3 de mayo)

En el siglo XVII Robert Boyle escribió una novela inspirada en la historia de Teodora y Dídimo, y en el siglo XVIII Handel compuso la música para una ópera basada en esta historia, escrita por Thomas Morrell. Podéis disfrutar la obra musical en este link:





Fuente:

-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 28 de abril además se celebra a:


San Patricio obispo,
y compañeros mártires.
Santos Vital, Valeria,
Gervasio y Protasio.
Santas Proba y Grimonia,
vírgenes y mártires.





viernes, 27 de abril de 2018

"Que el ángel del Señor te guíe".

San Antonio de Lucca, presbítero. 27 de abril.

Según la leyenda de San Torpes (17 de mayo), Antonio era discípulo del apóstol San Pablo (29 de junio, martirio; 30 de junio, conmemoración; 25 de enero, conversión; 18 de noviembre, Dedicación de la Basílica) y vivía retirado en un monte como eremita para escapar a la persecución neroniana.

Cuando el mencionado Torpes se convirtió a la fe, se dirigió al monte donde vivía escondido Antonio por recomendación de Pablo, y llamó al anciano: "Santo padre, Antonio, ¿dónde estás? Respóndeme". Cuando el presbítero salió de su cueva, Torpes le dijo: "Por favor, padre, escúchame y no temas. He conocido a Cristo y quiero ser bautizado". Antonio le respondió: "¿Cómo sé si tus motivos son sinceros?", pero el joven le replicó: "Si miento, que no sea digno de recibir el bautismo". Y Antonio le bautizó con agua de un arroyo. Luego le dijo: "Ahora vete de aquí, hijo mío, y que Dios aumente tu fuerza de testificar la fe y luchar por ella ante los enemigos". Le besó y le bendijo diciéndole "Que el ángel del Señor te guíe, hijo mío".

Sabemos que Torpes fue martirizado, pero de Antonio no sabemos más, salvo de su culto. En 1201 ocurrió la invención de sus reliquias, que fueron trasladadas a la catedral de Lucca, donde se veneran.


Fuente:
https://www.heiligenlexikon.de


A 27 de abril además se celebra a:


San Pedro Armengol.
N. S. de Montserrat.
San Assico, obispo.





jueves, 26 de abril de 2018

Taumaturgo y enemigo de la vagancia.

San Trudpert, peregrino mártir. 26 de abril.

Trudpert fue hijo de una familia noble de Irlanda, y nació en el siglo VI. Peregrinó, según la leyenda, a Roma, donde el papa San Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de septiembre, elección papal) le envió a Alemania a evangelizar, siendo seglar. Le acompañaron su hermano Ruperto y su hija Erentrudis, equívocamente identificados con San Ruperto de Salzburg (27 de marzo y 24 de septiembre, traslación de las reliquias) y Santa Erentrudis (30 de junio), verdadera sobrina del obispo Ruperto.

Pues eso, que vuelto a Alemania, Trudpert se dedicó a la construcción de un monasterio en unas tierras que le fueron ofrecidas por el conde Othbert. La edificación del monasterio estuvo salpicada de los típicos prodigios de las leyendas germánicas: animales que ayudan, árboles que se cortan solos, fuentes que manan milagrosamente para calmar la sed, etc. En 607 Trudpert fue asesinado por dos criados del conde Othbert, quienes le asesinaron con un hacha para no tener que trabajar más en las obras.

En el sitio de su martirio brotó una fuente y se construyó una capilla en la que se obraban numerosos milagros. En 643 se abrió la primitiva tumba y se le encontró incorrupto, con lo cual se pusieron las reliquias al culto público. Allí se fundaría un monasterio benedictino que honraría la memoria del santo y donde se escribiría su leyenda. Luego de numerosas visisitudes, el culto continúa y el monasterio pertenece unas religiosas de vida activa.


Fuente:
-https://www.heiligenlexikon.de


A 26 de abril además se celebra a:


San Paschasius, abad.
San Cleto, papa.
San Riquier, abad.






miércoles, 25 de abril de 2018

San Adolio, carmelita.

San Adolio, abad carmelita. 25 de abril.

Según crónicas carmelitanas fue Adolio nacido en Tarso a finales del siglo III. Era virtuoso y dado a la mortificación de los sentidos. Ayunaba constantemente y toda su vida se abstuvo de comer carne alguna. Tomó el hábito eliano en el monasterio de Monte de los Olivos, edificado en el sitio de la Ascensión del Señor.

Según la leyenda de Santa Pelagia-Pelagio (8 de octubre), fue el abad que dio el hábito a la santa cuando ella se presentó vestida de hombre en el monasterio. Hay que decir que la leyenda de Pelagia no menciona el nombre de tal abad. Adolio entró al cielo en 326.


Fuente:
-"Jardim Carmelitano". Primera Parte. FR. EGIDIO LEONINDELICATO. O.Carm. Lisboa, 1761.


A 25 de abril además se celebra a


Santa Franca, abadesa.
San Ermin, obispo.
La Aparición de San Miguel.



martes, 24 de abril de 2018

"podrás herir mi cuerpo, pero mi alma será salvada"

San Alejandro de Lyon, mártir. 24 de abril.

Santos Ireneo, Epipodio y Alejandro.
Este santo está relacionado con San Epipodio de Lyon (22 de abril) por su culto, y las leyendas les quiere siendo amigos.

En 177 estalló una severa persecución en Lyon, en la cual padecieron Santa Blandina y numerosos mártires (2 de junio). Ambos amigos hallaron refugio en casa de una prominente viuda lionesa, la cual les tuvo escondidos durante un tiempo, pero finalmente fueron descubiertos, retenidos durante tres días y llevados a juicio. El proceso fue público y tenemos unas Actas, aunque tardías, son confiables en el fondo. A ambos se les interrogó, hasta el momento en que, viendo el juez que uno a otro se animaban, les mandó separar. Una vez martirizado Epipodio el 22 de abril, dos días más tarde le llegó el turno a Alejandro.

Como a su compañero, el juez intentó ganárselo con promesas, diciéndole: "Todavía tienes tu propio destino en tus manos. Has tenido tiempo para pensar ver las consecuencias de la obstinación de tu amigo, que le ha costado la cabeza. Gracias a nuestros dioses, podemos decir que prácticamente hemos exterminado a todos los partidarios de tu fe sectaria; tú eres es uno de los últimos en sobrevivir. Así que sé sabio y sensato".

Alejandro le respondió: "Lo único que puedo hacer es dar gracias a mi Dios, ¡alabado sea su nombre! Cuanto más intentas asustarme, más quiero seguir el ejemplo de mis predecesores. Porque piensas que esa gente está perdida, pero en realidad ahora están en el cielo. No, los verdaderos perdedores son tú y tus torturadores. Mi amigo ya ha recibido su recompensa y estoy impaciente por seguirlo. He sido cristiano toda mi vida y continuaré siéndolo. Entonces, ¿a qué esperas? Porque a lo sumo podrás herir mi cuerpo, pero mi alma será salvada por mi Señor".

Entonces el juez ordenó que le estiraran en el potro. Pero antes se cansaron de estirar los verdugos, que Alejandro de alabar a Cristo. Un segundo y un tercer turno de verdugos le hicieron padecer, pero el santo permaneció fiel a Cristo. Cuando el juez le preguntó si seguía en su obstinación y si quería sacrificar a los dioses, el joven le replicó: "Tus dioses son en realidad sólo demonios, pero el Dios que yo adoro ha hecho cielo y tierra: él me dará fuerza hasta mi último suspiro, de eso estoy seguro". 

El juez entonces rugió: "¡Esta gente cristiana piensa que soportar tales dolores contribuye a su glorificación! No hay nada que hacer con ellos, tenemos que deshacernos de ellos". Y luego dijo al público: "Porque este hombre aquí presente, llamado Alejandro, está lejos de dar un buen ejemplo, y porque no rinde tributo a nuestros dioses; por la dignidad de nuestro cargo, que no permite que este ciudadano infiel sufra más de lo necesario; de lo contrario, seguiríamos siendo cómplices de la perseverancia de su fe a través de su sufrimiento: juzgamos que sea colgado en una cruz para pagar por su crimen con la muerte".


Interrogatorio de Alejandro.
Y Alejandro fue crucificado, expirando pronto y con el Nombre de Jesús en los labios, el 24 de abril de 177.

El cuerpo del santo, y el de Epipodio, fue sepultado en una cueva, que luego sería sitio de peregrinación. Ciertamente el culto a ambos es antiquísimo en la iglesia lionesa, que venera sus reliquias aún. Una leyenda medieval habla de la reliquia de la sandalia de San Epipodio, pero es tardía, pues San Gregorio Turolense (17 de noviembre) en el siglo VI menciona el fuerte culto a estos santos, detalla sus sepulcros junto al de San Ireneo (28 de junio) y habla de lo portentoso de sus reliquias, no menciona para nada tal sandalia.


Fuente:
-"Acta Sanctorum". Tomo XV. Bélgica, 1648.
-"Historia Eclesiástica. Libro V, I". EUSEBIO. Traducción de George Grayling. Barcelona 2008.
-"Los mártires o el triunfo de la religión cristiana". François-René Chateaubriand. Madrid, 1856.


A 24 de abril además se celebra a:

lunes, 23 de abril de 2018

Del obispo bueno para los fieles malos.

San Adalberto de Praga, obispo y mártir. 23 de abril y 2 de agosto, traslación de las reliquias.

Nació en Bohemia alrededor de 956, en la ilustre familia Stamnitz. Fue bautizado como Wojtisch, pero tomó el nombre de Adalberto al ser confirmado, por amor a su preceptor y obispo, San Adalberto de Magdeburg (20 de junio), a quien sus padres le confiaron la educación del niño. Luego de terminar su educación, Adalberto siguió al servicio del obispo como ayudante, hasta 981, cuando el anciano murió. Entonces el santo regresó a su Bohemia, donde pensaba dedicarse a las armas, sin preocuparse mucho de su vida espiritual.

Pero he aquí que murió el obispo de Praga, San Teodomar (2 de enero), y el emperador Otón II eligió a Adalberto, que ni siquiera era presbítero, para sucederle. La causa de la elección no está nada clara, pero tampoco es de extrañarse, siendo los tiempos que eran. La familia de Adalberto era lo suficientemente influyente como para conseguirle ese puesto codiciado. Como fuese, Adalberto se vio de pronto conminado a ser obispo, y el 28 de junio de 982 fue ordenado por San Willig de Maguncia (23 de febrero), quien también ordenaría a San Bernward de Hildesheim (5 de mayo), y al Beato Meinwerk de Paderborn (5 de junio y 7 de agosto, traslación de las reliquias).

A pesar de su complacencia con el emperador, quien le nombró su consejero, no le fue fácil el episcopado a Adalberto, quien se tomó muy en serio su labor pastoral. Comenzó una labor reformadora importante, promoviendo la cultura, las artes y las buenas costumbres. Luchó severamente contra el amancebamiento de los presbíteros, imponiendo la disciplina celibataria romana, condenó la simonía, e intentó reformar los monasterios. Su postura ante la imposición imperial del papa Gregorio V, un joven de 24 años, hijo de Otón de Carintia, e impuesto en la silla pontificia para someter a los italianos al poder imperial, no aparece muy definida en la historia. Adalberto estuvo en la entronización en Roma y sintiéndose fracasado en su labor, renunció a su sede y en 989 se retiró junto a su hermanastro el Beato Gaudencio (12 de octubre) a la Abadía de San Alejo en Roma, tomando el hábito benedictino.

En 992 fundó el monasterio BÍevnov, Praga, pensando trasladarse allí, pero su política reformadora seguía sin gustar y tuvo que volver a Roma. Sin embargo, el mencionado Gregorio V no se lo permitió y le ordenó que volviera a la evangelización de los bárbaros, nombrándole además Legado suyo. Adalberto comenzaba a preparar su viaje cuando los bohemios le enviaron un "mensaje" para disuadirle de volver: incendiaron su palacio episcopal y asesinaron a algunos miembros de su familia, confiscándole además propiedades a los demás. Y luego le enviaron una carta en la cual le decían irónicamente que "somos demasiado malos para tener un obispo tan bueno".

Al ver Adalberto que no podía volver a su sede ni quedarse en Roma se fue al norte de Europa para predicar a los paganos de Prusia. Allí encontró el premio a todos sus desvelos: el martirio. Estando predicando en Danzic, un grupo de paganos lo alanceó repetidas veces luego de aturdirle con un remo, el 23 de abril de 997, Viernes Santo.


Relicario de San Adalberto.
La leyenda dice que un águila custodió sus reliquias para que no fueran profanadas. Como suele suceder, los santos molestan cuando están vivos, pero agradan cuando están muertos, los bohemios le aclamaron como su santo patrón enseguida, siendo canonizado dos años más tarde, en 999. El 2 de agosto de 1039 sus reliquias fueron trasladadas a la catedral de Praga, en medio de fastuosas celebraciones y fueron depositadas en una bella arca relicario. En 1831 se erigió una cruz llamada "de San Adalberto" en el lugar de su martirio, que fue destruida en 1945 y erigida de nuevo en el milenario de su muerte en 1997.

Es llamado el "Apóstol de los Prusianos", y es patrón de Hungría, Polonia y de la arquidiócesis de Praga. Su martirio sería inspiración para muchos apóstoles, especialmente San Bruno de Querfurt (9 de marzo), también martirizado por los paganos.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-https://www.heiligenlexikon.de


A 23 de abril además se celebra a:

domingo, 22 de abril de 2018

"si muero por tus torturas alcanzaré una vida eterna"

San Epipodio de Lyon, mártir. 22 de abril.

Este santo está relacionado con San Alejandro de Lyon (24 de abril) pues su "passio" les quiere siendo amigos.

En 177 estalló una severa persecución en Lyon, en la cual padecieron Santa Blandina y numerosos mártires (2 de junio). Ambos amigos hallaron refugio en casa de una prominente viuda lionesa, la cual les tuvo escondidos durante un tiempo, pero finalmente fueron descubiertos, retenidos durante tres días y llevados a juicio. El proceso fue público y tenemos unas Actas, aunque tardías, son confiables en el fondo. A ambos se les interrogó, hasta el momento en que, viendo el juez que uno a otro se animaban, les mandó separar.

A Epidopio le dijo el juez: "Sería una vergüenza para un joven tan bello como tú se perdiera por un ideal tan inútil. Mira a tu alrededor; ¡cuántas generaciones el mundo entero no ha venerado a los mismos dioses, desde las almas más simples hasta los emperadores hasta ahora! Además, a nuestros dioses les encanta la alegría: prefieren ser adorados desde una mesa bien dispuesta, en medio de juegos, bailes, música, bebidas y juegos públicos. Compara eso con tu aburrida y sombría religión, en la que adoran a un hombre que ha sido muerto en la cruz, cuyo mayor placer parece ser el sufrimiento, y que prefiere ser honrado por personas que han estado demacradas por el ayuno. Sin mencionar esta penosa e infértil virginidad. Pero sobre todo: ¡piensa cuánto apoyo puedes esperar de un dios que ni siquiera ha logrado evitar un simple ataque a su propia vida! Te digo todo esto para que abras tus ojos a las verdaderas bendiciones de la vida".

Epipodio le respondió: "Tus amables palabras no son más que mortal veneno. Tu compasión es una verdadera crueldad. Para mí, la vida que me ofreces equivale a la muerte eterna. Y la muerte que me amenaza es la transición a la vida real. Y el Jesús que, según tú, sólo murió en la cruz: ¿sabes también que resucitó de entre los muertos y que ascendió al cielo, y se puso en camino al gozo inmortal para que todos le siguieran? Por eso intentaré bajar a tu nivel y hablar tu idioma. Porque las tinieblas en las que vives no serán tan densas y podrás ver que cada ser humano está formado por un alma y un cuerpo. Nosotros creemos que el alma impone su voluntad al cuerpo. Los dioses de los que hablas no son más que lo que llevas en tu vientre, ahí es donde tienes lo mejor que les sacrificas. Yo, si embargo, si muero por tus torturas, dejaré una vida de dolor para alcanzar una vida eterna donde ningún dolor o muerte pueda volver".

Entonces el juez, aun admirando la valentía de Epipodio, mandó le rompieran la boca por blasfemar contra los dioses. Pero aún con la boca ensangrentada y llena de dolor, el santo mártir confesaba al Padre, el Hijo y al Espíritu Santo. Luego fue condenado a que le desgarraran los costados con garfios de hierro, mas Epipodio no cejaba. Entonces la multitud comenzó a pedir su final, pues nada parecía hacerle apostatar. Temeroso de un motín, el juez mandó fuera decapitado en el acto. Fue el 22 de abril del año 177.

El cuerpo del santo, y el de Alejandro, fue sepultado en una cueva, que luego sería sitio de peregrinación. Ciertamente el culto a ambos es antiquísimo en la iglesia lionesa, que venera sus reliquias aún. Entre ellas, venera una sandalia que habría sido de nuestro Epipodio, y que habría perdido en casa de la viuda al ser arrestado. Una leyenda muy posterior al martirio del santo dice que, estando un joven lionés muy enfermo, se le apareció San Epipodio indicándole que debía contactar a dicha viuda y tocar su sandalia, por medio de la cual se sanaría. El joven buscó a la mujer, que quedó sorprendida, pues aunque ella misma había aplicado el zapato del santo a algunos enfermos, siempre lo había tenido en secreto. El joven tocó el objeto y al punto quedó sano. Pero es una leyenda medieval, pues San Gregorio Turolense (17 de noviembre) en el siglo VI menciona el fuerte culto a estos santos, detalla sus sepulcros junto al de San Ireneo (28 de junio) y habla de lo portentoso de sus reliquias, mas no menciona para nada tal sandalia.



Fuente:
-"Acta Sanctorum". Tomo XV. Bélgica, 1648.
-"Historia Eclesiástica. Libro V, I". EUSEBIO. Traducción de George Grayling. Barcelona 2008.
-"Los mártires o el triunfo de la religión cristiana". François-René Chateaubriand. Madrid, 1856.


A 22 de abril además se celebra a:

sábado, 21 de abril de 2018

"La Cruz es mi libro".

San Conrado de Parzham, religioso capuchino. 21 de abril.

Nació el 22 de diciembre de 1818 en Venushof, en una familia medianamente acomodada. A los 16 años quedó huérfano y tuvo que asumir labores del campo.

Durante su juventud acrecentó sus virtudes, siendo un chico piadoso, humilde y caritativo. Tuvo que aplazar su vocación a la vida religiosa a causa de la obligación para con sus hermanos. Cuando tenía 31 años y luego de un proceso no fácil, le admitieron en los Capuchinos, como Hermano lego. Profesó el 4 de octubre de 1852. Su primer, y último, destino fue la portería del bello santuario de Santa María de Altötting (15 de agosto). Allí, en aquella portería el Hermano Conrado se santificó y ayudó a la santificación de miles de personas. Consejos, oraciones, ánimos, exhortaciones, caridad. Vivía del todo para todos. Siempre con el crucifijo en el corazón y en los labios, decía: "La Cruz es mi libro. Una mirada a ella me enseña cómo debo actuar en cada circunstancia".

Fue también devotísimo de la Madre de Dios, con quien sostenía encendidas conversaciones, y a quien encomendaba a todos los que le pedían oraciones. A ella les enviaba siempre a pedir gracias y a ella les enviaba a dar gracias cuando se obtenían milagros. Tuvo Conrado los dones de profecía y conciencias. Fue propagado y colaborador de la obra "Liebesswerk", para el socorro de los niños abandonados.

43 años estuvo el Hermano Conrado en su portería, como un ángel para los peregrinos, hasta el 18 de abril de 1894, cuando se sintió enfermo y pidió ser relevado en la portería hasta recobrar fuerzas. Pero esa misma tarde ya supo que no volvería allí. Dijo al superior después de Vísperas: "Padre, ya no puedo más". En la enfermería pasó sus últimos días, agotado, pero sin dejar de sostener y besar su crucifijo y su rosario. El 21 de abril recibió el Viático, y aún en agonía, intentó ir a la portería cuando oyó sonar la campanilla varias veces: no podía pensar que no hubiera nadie para atender a los fieles.

Ese mismo día entró al cielo, apaciblemente, a los 76 años de edad. Sus funerales fueron muy concurridos, lo mismo que su sepultura, alcanzándose numerosos milagros por su intercesión. Fue beatificado el 15 de junio de 1930 y canonizado el 20 de mayo de 1934. 


Fuente:
-www.franciscanos.net


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