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domingo, 28 de febrero de 2021

Perseveró y alcanzó la gloria.

San Proterio de Constantinopla, obispo y mártir. 28 de febrero. 

Era Proterio era de los presbíteros más ortodoxos en Alejandría en tiempos del patriarca Dióscoro. Cuando este se apegó a la herejía eutiquiana, creyendo que su fiel Proterio le seguiría en su error, le nombró arcipreste. Pero a medida que las enseñanzas heréticas de Dióscoro se hicieron más evidentes, Proterio se enfrentó a él con todas sus fuerzas. Por ello, en 452 el Concilio de Calcedonia le ordenó obispo nombrándole patriarca de Constantinopla. 

Esto provocó un cisma en la Iglesia de Alejandría, los católicos reconocieron a Proterio, y los mientras que los eutiquianos sostenían al hereje Dióscoro. Los jefes de los eutiquianos eran los presbíteros Timoteo Ailuro y Mongo, quienes habían sido excomulgados por herejía. En 457 ambos promovieron un tumulto en la ciudad y Timoteo Ailuro se hizo consagrar obispo por dos obispos eutiquianos, deponiendo a Dióscoro y entronizándose a si mismo como Patriarca de Constantinopla. Además, dirigió a los amotinados a la iglesia de San Quirino, en cuyo baptisterio se había refugiado Proterio, y allí le apuñalaron, arrastrándole por las calles para luego trocearle vivo y quemar su cuerpo. 


Fuente:
https://orthochristian.com


A 28 de febrero además se recuerda a:

Santos Román y
Lupicinio, abades
.
Beata Vilana de Botti,
viuda y dominica
.
Santos Mártires de la
Caridad de Alejandría
.












sábado, 27 de febrero de 2021

"permanecieron firmes como benditas columnas del Señor"

Santos Julián, Cronión y Besas, mártires. 27 de febrero.

El testimonio de su martirio, escueto, pero elocuente, lo hallamos en la conocida carta del obispo San Dionisio de Alejandría (17 de noviembre) sobre los mártires de Alejandria, en la cual también se nos habla de Santa Apolonia (9 de febrero). Dice Dionisio, luego de lamentar la apostasía de algunos cristianos: 

"Pero otros permanecieron firmes como benditas columnas del Señor, confirmadas por el mismo Señor. Y recibiendo de Él la fuerza adecuada a su medida de fe, resultaron ser admirables testigos de su reino. El primero de ellos era Julián, un hombre afligido por la gota, que no podía andar ni estar de pie, y que, junto con otros dos que lo llevaban, fue procesado. De éstos, uno negó inmediatamente su fe, pero el otro, llamado Cronión, conocido como Euno, y el anciano Julián mismo, después de haber confesado al Señor, fueron llevados en camellos por toda la ciudad, que es muy grande, como sabéis, y fueron azotados, y finalmente consumidos en un inmenso fuego, en medio de una multitud de espectadores. Pero un soldado, llamado Besas, que estaba cerca, oponiéndose a la insolencia de la multitud mientras estos mártires estaban en camino a la ejecución, fue atacado por ellos con gritos fuertes, y este valiente soldado de Dios, después de haber sobresalido en el gran conflicto de la piedad, fue decapitado." 

Las reliquias de estos santos se veneran en Autun, Francia. 


A 27 de febrero además se recuerda a:

San Baldomero,
archidiácono
.
San Gelasio, mártir.
Santa Honorina,
virgen y mártir
.








jueves, 4 de febrero de 2021

"ahora comenzamos a ser discípulos de Jesucristo..."

Santos Fileas y Filoromo de Alejandría, mártires. 4 de febrero y 26 de noviembre.

En el siglo XVII, el célebre escritor y hagiógrafo, Fr. Thierry Ruinart, OSB. rescató del olvido viejas Actas de Mártires, conocidos o no, a las que el llamó "sinceras", y con ese título las publicó: "Sinceras Actas de los Mártires". Aunque él las da por reales, hay que matizar este "sincera", pues aunque algunas son actas tardías, elaboradas y poco fiables, son "sinceramente" los documentos originales o copias de estos, que cimentaron las leyendas, devoción y culto a muchos mártires. La edición española de 1776 lo confiesa en el prefacio del primer tomo: "De estas Actas nos ha quedado un gran número, que aunque no tengan toda la pureza e integridad de las primeras [originales] y aunque visiblemente se observen muchas faltas (...) no nos parece que se deben enteramente desechar. En el mismo orden es necesario colocar las Actas que, aunque verdaderas en su origen, las han corrompido manos ignorantes o temerarias, añadiendo falsos milagros o diálogos entre los jueces y los mártires. Con las luces de la crítica se separa lo verdadero de lo falso".

En el caso de hoy, sobre estos santos hay que decir que tenemos noticias diversas. Las Iglesias Orientales le recogen a 26 de noviembre, dentro de un extenso grupo de mártires egipcios, pero probablemente sea otro santo obispo del mismo nombre. De hecho las Actas no dicen que Fileas fuera obispo, pero todos los martirologios lo recogen siendo obispo de Thmuis, capital de Nomos. Incluso el Martirologio Romano también le llama obispo, y pone a ambos santos a 3 de febrero. Ruinart, incomprensiblemente, los pone a 24 de febrero, tal vez por error. 

Estas Actas son consideradas genuinas por la mayoría de historiadores, su copia más antigua está datada en el siglo IV. Aún así, admiten que el final, desde la intervención de Filoromo, podría ser un añadido tardío. El lenguaje elaborado del discurso y la oración final parecen corroborarlo. Y ya os dejo con las Actas:

En 306, imperando Galerio y Maximino muchos cristianos fueron llamados a declarar ante Culciano, Gobernador de Alejandría a causa de su fe. Entre esos muchos estuvo Fileas, quien fue interrogado:

Culciano: - ¿Te parece que estarás ya en tus cabales?
Fileas: - Yo creo que siempre lo he sido.
C: - Pues sacrifica a los dioses.
F: - No lo haré.
C: - ¿Por qué razón?
F: - Porque la Santa Escritura me lo prohíbe. Cualquiera, dice esta, que sacrifica a otros dioses y no al único, y verdadero, será exterminado.
C: - Pues bien, sacrifica a ese único y verdadero Dios. 
F: - Tampoco le sacrificaré, porque también está escrito: ¿Qué necesidad tengo yo de todos vuestros sacrificios? como el mismo Señor dice: 'Esa multitud de víctimas no me puede agradar: ya estoy harto: yo no quiero ni vuestros holocaustos, ni la grosura de vuestros corderos, ni la sangre de vuestros cabritos, ni tampoco la flor de la harina'. 
C: - ¿Pues qué sacrificios son agradables a tu Dios?
F: - Aquellos en que se le ofrece un corazón puro, un amor sincero y palabras de verdad.
C: - Sacrifica, te digo.
F: - No sacrificaré.
C: - ¿No sacrificó acaso Pablo?
F: - No, por cierto.
C: - ¿Y Moisés?
F: - Eso era permitido a los judíos, pero solamente en Jerusalén y así, cuando ofrecen ahora sacrificios en otros lugares, pecan gravemente, no lo dudes.
C: - Todos esos discursos no valen nada: vamos a los hechos: es necesario sacrificar.
F: - Yo no pretendo manchar mi alma, ni la quiero perder.
C: - Pues ¿qué, nosotros queremos perder la nuestra?
F: - Sí, la perdéis, y perdéis también vuestro cuerpo.
C: - ¿ Cómo, "este cuerpo"? 
F: - Ese mismo cuerpo. 
C: - ¿Con que de veras crees tú que esta carne ha de resucitar algún día? 
F: - No hay duda. 
C: - Hablemos de otras cosas. ¿No renunció Pablo al que tú llamas Cristo? 
F: - No, por cierto. 
C: - ¿Te atreverías a jurarlo? 
F: - A nosotros nos está prohibido el jurar: solamente se nos permite el decir sí o no.
C: - ¿Pues Pablo no fue toda su vida un perseguidor? 
F: - No. 
C: - ¿Y no era un gran idiota, no era Sirio, y hablaba mal la lengua siriaca? 
F: - Te engañas, pues era hebreo y ordinariamente hablaba el griego, y además de eso era muy sabio. 
C: - ¿Lo era más que Platón? 
F: - No solamente más que Platón, sino más que todos los filósofos del mundo; y esto es tanta verdad, como que convirtió a un gran número de ellos .¿Quieres que te diga alguna de sus máximas?
C: - Ya basta, sacrifica.
F: - Ya dije que no sacrificaré.
C: - ¿Temes tú los remordimientos de tu conciencia? 
F: - Sí, por cierto. 
C: - ¿Y no temes que te reprenda la dureza que muestras por tus hijos y por tu mujer? 
F: - Es que el interés de Dios se ha de preferir a todo; porque dice la Escritura: ‘Amarás al Señor tu Dios, que te ha hecho’. 
C: - ¿Qué Dios es ese? 

Y Fileas, levantando los ojos al cielo, dijo: - "El Dios que hizo el cielo, la tierra, el mar, y todo cuanto estos contienen: el criador de las cosas visibles e invisibles, que es incomprensible, que no se puede ni definir, ni representar, que es el solo, que subsiste y permanece por todos los siglos. Amén". 

Los jueces llamaron aparte a Fileas, viendo que era hombre íntegro y sabio, y le pedían que no resistiera más al Gobernador, que ya mostraba suma paciencia con él, pero Fileas respondió que él solo respondía lo que le preguntaban acorde a su conciencia. El interrogatorio continuó.

C: - Déjate de todos esos vanos discursos y sacrifica. 
F:- No sacrificaré tal, ni haré semejante desatino. Pero sobre solo todo, ¿crees que solo los cristianos son los que cuidan de esto? ¿Vuestros paganos no han temido a lo menos el hacerla desgraciada? Mira a Sócrates cuando le llevan a la muerte: ¿acaso la vista de su mujer y de sus hijos le hace mudar de sentir? ¿Le hace pedir perdón? Nada menos que eso. Traga alegremente el veneno. 
C: - Confiesa la verdad, ¿estás firmemente persuadido que Cristo era Dios? 
F: - Muy convencido. 
C: - ¿Y qué pruebas tan convincentes tienes? 
F: - ¿Qué pruebas? Tengo mil. La vista restituida a los ciegos, y el oído a los sordos, los leprosos curados y los muertos resucitados. Los mudos que hablan y una infinidad de enfermos que recobran la salud. Y no solo esto, sino que una mujer sanó con solo tocar la fimbria o extremidad de su túnica. ¿Quién podría decir el número de milagros que hizo? 
C: - ¿Y con todo eso, a pesar de ser Dios, fue crucificado? 
F: - Sí que lo fue; por nuestra salvación. Pero sabía muy bien que lo había de ser, y fue voluntariamente, y estuvo a su arbitrio el que sufriese por nosotros. Fuera de que los libros santos habían predicho todo esto. Los judíos creen entenderlas, pero lo cierto es que no es así. No obstante de que no hay cosa más clara y si alguno lo duda, que abra el libro, y lea. 
C: - ¿No ves tú que te se ha tenido algún respeto? Yo bien podía deshonrarte en tu propia ciudad, a la vista de tus parientes. 
F: - Yo te animo a ello cuanto puedes desear, pero añade a este un nuevo favor. 
C: - ¿Cuál es? 
F: Que uses de tu poder. Haz, pues, lo que se te ha mandado. 
C: - ¿Luego, tú quieres morir, y sin tener ningún motivo para ello? 
F: Sí, quiero morir por mi Dios, y por la verdad. 
C: - Dime una cosa, ¿Pablo era también Dios? 
F: - No, jamás lo fue. 
C: ¿Pues, qué era? 
F: Un hombre como nosotros. Pero el espíritu de Dios estaba en él, y obraba por él todos los milagros que se le atribuyen. 
C: - Pues mira, te perdonaré la vida en consideración a tu hermano. 
F: - Si es que me atrevo a pedirte alguna cosa por mi parte, es el que te sirvas contra mí del poder que se os ha dado. 
C: Aun si te vieses reducido a la última miseria y para sacarte de ella me pidieses la muerte, no tendría dificultad alguna en concedértela. Pero ahora está en tu mano el vivir, porque eres rico. ¡Qué digo yo!, con solas tus rentas podrías mantener a casi toda una provincia, ¿y quieres dejar la vida? Yo no me podré resolver a quitártela, así que vive, pero para sacrificar a los dioses. 
F: - Yo no sacrifico a nadie, y en eso miro a mi interés y me hago gracia a mí mismo. 

En este momento, los jueces dijeron al Gobernador que Fileas ya había sacrificado una vez. Lo hicieron con el ánimo de salvarle la vida, pero el santo no consintió que se manchase su honor o se dudase de su fe y replicó:

F: - No hay nada de eso. 
C: - Vas a hacer infeliz a una mujer. 
F: Jesucristo mi Señor es el Salvador de todas las almas: él me llama a la herencia de su Reino, y a su gloria, y puede también, si quiere, llamar a ella a mi mujer. 

Entonces los jueces pidieron al Gobernador que le diese tiempo para pensarlo bien, y Culciano lo concedió. Apenas el santo quedó libre, sus parientes, amigos, y hasta algunos de los jueces, le suplicaban a sus pies que se compadeciese de su familia, de sus hijos y su mujer, que viera que ellos le necesitaban. Pero él no permanecía sino firme en su fe, y declarando que solo a los mártires reconocía como su verdadera familia. 

Había allí un tribuno del ejército llamado Filoromo, que era cristiano en secreto. Admirando la firmeza del santo Fileas, clamó a los que le tentaban: -"¿Por qué os cansáis de ese modo en querer vencer la generosa resistencia de ese esforzado hombre? ¿De qué os servirá hacerle infiel a su Dios? ¿Por qué habéis de querer que renuncie por una pura complacencia? ¿No veis que sus ojos están cerrados a vuestras lágrimas, y que sus oídos están sordos a vuestras palabras? Creedme, nada mueven los lloros, cuando se considera la gloria del cielo". Esta intervención desató la furia de los jueces contrarios a Fileas, quienes clamaron por la rápida condena a muerte de Fileas y, además, de Filoromo. 

Culciano les condenó a la pena de la decapitación, la cual fue prontamente puesta en marcha. Cuando les llevaban al lugar del suplicio, un hermano de Fileas, juez, le animó a que pidiera el perdón, que se lo concederían. Fileas respondió: -"No lo permita Dios. No oirás semejante desgracia. Lejos de desear que se revoque la sentencia que me condena a muerte, al contrario, doy humildes gracias a los emperadores, y al Gobernador, de que el día de hoy entro en posesión del reino que Jesucristo quiere compartir conmigo". 

Cuando llegaron al lugar en que debían ser ajusticiados, Fileas extendió las manos hacia el Oriente, y levantando la voz, dijo: -"Queridos hijos míos , vosotros los que buscáis a Dios sinceramente, oídme. Velad sobre vuestro corazón, porque el enemigo ronda sin cesar alrededor de vosotros, buscando su presa, y algún corazón que devorar. Por lo que a nosotros toca, todavía no hemos sufrido nada, pero ahora comenzamos a padecer: ahora comenzamos a ser discípulos de Jesucristo. Amados hermanos míos, observad exactamente sus santos mandamientos. Juntaos a nosotros hermanos carísimos: oremos juntos a este Ser incomprensible, a este Ser puro, sin mancha ni mezcla alguna, y sin ninguna imperfección que está sentado sobre los querubines, que ha hecho todas las cosas; que es el principio y el fin de todas ellas, y al cual pertenece la gloria en todos los siglos. Amen". 

Y al punto, le derribaron los verdugos y les cortaron las cabezas a ambos. 

Fuentes:
-"Las verdaderas actas de los mártires". TEODORICO RUINART. Tomo III. Madrid 1776. 

A 4 de febrero además se recuerda a:

San Teófilo, penitente.
San Isidoro de Pelusio,
carmelita
.
San Modan, abad

domingo, 31 de enero de 2021

Del médico taumaturgo

San Ciro de Alejandría, médico, y compañeros mártires. 31 de enero y 28 de junio (traslación de las reliquias).

Fue Ciro un médico cristiano de Alejandría, quien atendía a los pobres sin cobrarles por sus servicios, y a quienes, sobre todo, evangelizaba con su palabra y ejemplo, convirtiendo a muchos a Cristo. Cuando estalló la persecución a los cristianos imperando Diocleciano, Ciro hubo de huir a Arabia, donde vivió como eremita, aunque sin abandonar su profesión de médico.

Allí se le unió Juan, un soldado de Edesa que estaba destinado en Jerusalén. En la Ciudad Santa supo del eremita egipcio que tantos portentos hacía y allí se fue a ser su discípulo en la oración y la penitencia. Al cabo de un tempo ambos conocieron como padecían los cristianos encarcelados en la ciudad de Canoppe. Especialmente les conmovió la historia que supieron de una mujer llamada Atanasia, quien padecía con sus hijas Teodota, Teoctista y Eudoxia, quienes estaban enfermas en la cárcel. Sin pensarlo allá se fueron a socorrerlas y con ellas a los demás.

Ambos fueron apresados y metidos con los demás en la cárcel, donde Ciro les alentó a perseverar en la fe de Cristo y como pudo les iba cuidando sus heridas. Fueron sometidos a varios tormentos y finalmente los seis invictos confesores fueron decapitados. Apenas la persecución terminó, las reliquias de los mártires, que habían sido cuidadosamente guardadas, fueron depositadas en el altar de la basílica de San Marcos en Alejandría. De allí San Cirilo de Alejandría (27 de enero) las trasladó a Menuthis en el siglo V, y las puso en un templo de Isis convertido en basílica, que tomó el nombre de Abukir, o sea, "Padre Ciro”.

Probablemente habría pasado desapercibido en Occidente de no ser por la traslación (o expoliación) que los cruzados hicieron de sus reliquias, llevándolas a Nápoles, desde donde su culto se extendió como santo médico taumaturgo. La iglesia de los jesuitas "Gesu Nuovo" obtuvo custodiar las reliquias, y desde allí muchos misioneros italianos llevaron partículas de sus reliquias a las misiones y de algún modo exportaron su devoción. Gran devoto suyo fue el misionero jesuita San Francisco de Gerónimo (11 de mayo), quien tenía consigo una reliquia del brazo del santo que le acompañaba siempre y por medio de la cual obró grandes milagros. 

A 31 de enero además se recuerda a:

Santa Ulpia, virgen.
Santa Marcela, viuda.

sábado, 7 de julio de 2018

Del estoicismo a la santidad.

San Panteno de Alejandría, confesor. 7 de julio.


San Panteno predica en la India.
Catedral de Cornwall.
En este santo antiguo tenemos un clarísimo ejemplo de como la filosofía griega, o parte de ella, fue asumida por la incipiente fe cristiana, iluminándose ambas.

Panteno nació en Sicilia, a mediados del siglo II y practicaba la filosofía del estoicismo. Los estoicos creían en la rectitud moral ante todo, buscaban liberarse de toda pasión baja, veían a todos los hombres como iguales en dignidad, más allá de clases sociales o riquezas. En definitiva, creían que vivir rectamente era un arte.

Al conocer Panteno el cristianismo, su alto concepto de la ética se vio iluminado por la Revelación. Ya no solo bastaba con ser bueno sino que, además, había un Dios encarnado que exigía esta rectitud moral y que se había hecho uno con los hombres. Panteno se formó en la Escuela catequética de Alejandría, un centro de estudios bíblicos y patrísticos excepcional que ya tenía la Iglesia en aquellos primeros tiempos. En ella se formarían también el gran Orígenes, San Alejandro de Jerusalén (18 de marzo) y San Clemente de Alejandría (4 de diciembre), quien además la dirigiría antes de Orígenes.

Según Eusebio en su "Historia Eclesiástica", Panteno misionó en La India, donde tenía relaciones comerciales. Allí supo de la existencia de cristianos que se decían evangelizados unos 100 años antes por San Bartolomé (24 de agosto), y de hecho tenían una versión hebrea del Evangelio de San Mateo. Por su parte San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dice que escribió comentarios a la Biblia, aunque no se conservan.

Panteno falleció entre 190 y 216, en un lugar desconocido, pues unos le ponen misionando y otros de vuelta en Alejandría.

Fuente:
http://heiligen-3s.nl

A 7 de julio además se celebra a:
Beato Ralph Milner,
laico mártir.
San Enoch de Amatin,
carmelita.
San Fermín,
obispo y mártir.







sábado, 28 de abril de 2018

De travestismo, entereza cristiana y martirios.

Santos Teodora y Dídimo de Alejandría, mártires. 28 de abril, 5 de abril y 27 de mayo (Iglesias Orientales).

Las Actas del interrogatorio y martirio de Teodora son de esas pocas "Actas de los Mártires" que podemos considerar genuinas. Aunque no se sabe quién fue el copista (tal vez el mismo notario que siempre estaba presente en un proceso formal), están tomadas del Registro Público y trasmitidas a la Iglesia, que las ha conservado desde el siglo IV. La última parte, referida a Dídimo no forma parte del escrito público, sino que se aclara que fue añadido basado en los testimonios de testigos oculares. Todos los martirologios mencionan a Teodora y Dídimo, si bien su memoria litúrgica varía según las diferentes iglesias. Algunas siguen el martirologio pseudo-jeronimiano, que los pone a 5 de abril, llamando "presbítero" a Dídimo. Los Bollandistas recogen diversas laudas de los martirologios y reproducen las Actas, las cuales dan por buenas:

En 303, imperando Diocleciano y Maximiano, y siendo juez Maximiano Herculio en Alejandría de Egipto fue arrestada nuestra Teodora, por haberse negado a adorar a los ídolos. Sobre los orígenes de la santa nada sabemos, pero por su nombre podemos deducir que sus padres, de algún linaje, ya eran cristianos cuando ella nació.

Herculio: "¿De qué estatus social provienes?"
Teodora: "Soy cristiana".
H: "Pero, ¿eres libre o esclava?
T: "He sido redimida por Jesucristo. Pero según tus criterios, mis padres eran ciudadanos libres".
H: "¿Por qué no estás casada?"
T: "Porque prefiero atarme a Cristo".
H: "Te insto a que te sacrifiques, porque si no lo haces nos veremos obligados a ponerte en un burdel.
T:" Si resuelvo mantener mi alma limpia, no seré culpable de la violencia a la que pueda estar expuesta
H: Tu nacimiento y tu belleza me inspiran compasión. Sacrifica, o te convertirás en escándalo para tu familia y para toda la gente decente".
T: "Confío en mi Dios. Él me protegerá. Jesucristo arrebatará su paloma de las garras del halcón".
H: Te daré tres días para pensarlo y luego te escucharé".

Pero al cabo de esos tres días, al comparecer Teodora ante el juez, ella se mostró igual de firma en su fe. Por eso la llevaron a rastras a un lugar de prostitución. Al entrar, Teodora oró: "Dios, Padre todopoderoso de nuestro Señor Jesucristo, ven en ayuda de tu hija y libérame esta espantosa cautividad, así como tú liberaste al Apóstol Pedro de su cautiverio. Guarda mi pureza para que todo el mundo pueda ver que te pertenezco". 

Teodora y Dídimo cambian de ropas.
Había un joven llamado Dídimo quien estado presente en los interrogatorios, del que las Actas no dicen si ya era cristiano o se había convertido por el talante de Teodora. Como fuese, Dídimo tomó un uniforme de soldado y pagó una fuerte suma para ser el primero en yacer con Teodora. Una vez solos, Dídimo le dijo: "No temas, hermana mía, yo soy tu hermano en Jesucristo. He venido a salvarte. Cámbiate de ropa conmigo". Así, gracias a esa estratagema, Teodora pudo huir vestida de soldado. Al ser sorprendido, Dídimo fue decapitado y su cuerpo quemado. Algunas fuentes posteriores añaden como compañeros mártires de Dídimo a los santos Quinto, Pancrato y Suceso. Ciertamente podrían haber padecido el mismo día, aunque no hayan tenido relación.

Sobre el final de Teodora, nos dicen las Actas que, habiendo padecido mucho en los interrogatorios y la prisión de tres días, al poco de escapar exhaló el espíritu. Una historia parecida a la anterior podemos leer en la passio de Santos Alejandro y Antonina de Cardaune (3 de mayo)

En el siglo XVII Robert Boyle escribió una novela inspirada en la historia de Teodora y Dídimo, y en el siglo XVIII Handel compuso la música para una ópera basada en esta historia, escrita por Thomas Morrell. Podéis disfrutar la obra musical en este link:





Fuente:

-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 28 de abril además se celebra a:


San Patricio obispo,
y compañeros mártires.
Santos Vital, Valeria,
Gervasio y Protasio.
Santas Proba y Grimonia,
vírgenes y mártires.





sábado, 3 de marzo de 2018

De la primera reclusa conocida.

Santa Alejandra de Alejandría, virgen eremita. 3 de marzo y 2 de octubre.

Fue una joven de Alejandría de Egipto, en el siglo IV. Era muy piadosa y entregada a los pobres. Como la pretendía un joven, cuando quedó huérfana dio todos sus bienes a los pobres y se encerró en una sepultura, con solo una ventanita por la que recibía alimento y se comunicaba con los que le pedían alguna oración o consejo. Sepultada en vida, oraba constantemente, leía las Escrituras, los Padres del Desierto y las Actas de los Mártires. Comía solo una vez al día, y siempre frugalmente. Allí vivió doce años hasta entrar al empíreo.








A 3 de marzo además se celebra a





martes, 6 de febrero de 2018

Privaciones, penitencias y glorioso martirio.

Santa Dorotea de Alejandría, mártir. 6 de febrero.

Su "vita" fue escrita bastante cercana a su tiempo por Rufino, el célebre escritor cristiano. Según él Dorotea, una joven de Alejandría, habría vivido en tiempos de persecución, durante los cuales huyó a la soledad, donde ejercitó su alma en las privaciones y penitencias.

Supo Maximino (algunas versiones añaden "el emperador", pero debió ser otro) acerca de Dorotea y mandó apresarla, luego de confiscarle sus bienes. Cuando la joven fue presentada en Alejandría, se le conminó a apostatar de Cristo, pero ella se negó. Las amenazas de tortura tampoco le hicieron mella, así que fue llevada a un templo de Venus, para que fuera prostituida en nombre de la diosa, pero ocurrió lo contrario: Dorotea convirtió a algunas de las jóvenes, que aceptaron a Cristo. Finalmente, Dorotea fue martirizada en 308.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 6 de febrero además se celebra a









MI LIBRO ELECTRÓNICO

(SANTOS PATRONOS DE LAS ENFERMEDADES)

YA ESTÁ DISPONIBLE.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Invicto defensor de la ortodoxia.

San Eulogio de Alejandría, obispo. 13 de septiembre y 13 de febrero (Iglesia Griega).


Eulogio vivió entre los siglos VI y VII, y fue monje en Antioquía, donde llegó a ser prior de un monasterio dedicado a la Santísima Virgen. Se supone en algún momento se trasladó a Alejandría, pues en 579, tras la muerte de San Juan IV (3 de septiembre), nuestro Eulogio fue proclamado obispo. En 581 viajó a Constantinopla, donde conoció a San Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de septiembre, elección papal), cuando este era diácono del papa Pelagio II y se hallaba en Constantinopla en una legacía papal. Ambos, Gregorio y Eulogio fueron grandes amigos. Eulogio fue un prelado combativo con la herejía, escribió contra los novacianos y los eutiquianos, defendiendo la fe católica y siendo aplaudido y admirado por los demás obispos católicos.

Juan Mocio cuenta que en una noche, cuando Eulogio entró a su oratorio privado a hacer sus oraciones nocturnas, vio a su archidiácono, llamado Julián, detrás de él. Eulogio se sorprendió, pues nadie entraba a la capilla del Patriarca sin su consentimiento, pero le dejó estar. Cuando Eulogio terminó de orar postrado, Julián permaneció en el suelo, y cuando Eulogio le mandó se levantara, Julián le respondió "No puedo sin tu ayuda". Entonces Eulogio le tomó de una mano y le puso en pie, y entonces Julián desapareció ante sus ojos. Entonces Eulogio entendió que en realidad quien se le había aparecido era el gran mártir San Julián (7 de enero), sugiriéndole elevar sus reliquias y consagrarle una iglesia.
Existe una curiosa carta de Eulogio a San Gregorio, que ya era papa, en la cual le llama "Papa universal", cosa llamativa, pues este era un título que usaban los patriarcas de Oriente, entre iguales, sin que hubiera uno sobre otro. De hecho la respuesta de Gregorio así lo deja claro: 
"...deseo aumentar en virtud y no en palabras. Ser honrado en aquello que deshonra a mis hermanos, es el honor de la Iglesia universal la que me honra, es la fuerza de mis hermanos la que me honra, y me siento honrado sólo cuando veo que ningún hombre rechaza a otro el honor debido. El santo Concilio de Calcedonia y otros Padres han ofrecido este título a mis predecesores, pero ninguno de ellos lo ha usado jamás, para que guardaran su propio honor en la visión de Dios, buscando aquí abajo el honor de todo el sacerdocio".

San Eulogio murió en 605.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo X. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 13 de septiembre además se celebra a
San Maurilio de Angers, obispo.
San Amando de Sitten, obispo.

miércoles, 28 de junio de 2017

Sereno y sus compañeros, serenamente al cielo.

San Sereno de Alejandría y compañeros mártires. 28 de junio. 

Santas Marcela, Potamiena
y los demás mártires.
Este grupo de mártires padeció entre 202 y 211, imperando Severo. Sus nombres son Sereno, Teodoro, Pastafo, Tytiro, Dionisia, Pársimo, Fésico, Dista, Ambenio, Ariuso, Dióscoro, Orión, Turbano, Capitolino, Orión (otro), Simero, Plutarco, Ireneo, Heráclides, Heron, Potamino, Marcelo, Fabián, Félix, Arion, Capitolino (otro), Nisias, Elafas, Basílides, Leónides, Panoso, Pece, Sidisto, Pambono, Orioso, Panubero, Tilino, Nonica, Sinido, Memio, Julio, Leónides (otro), Plutarco (otro), Sereno (otro), Potamiena, Marcela y Raisa.

Eran ciudadanos de Alejandría, cuyo gobernador era fiel cumplidor, y algo más, de los edictos imperiales contra los cristianos. Algunos de estos mártires eran discípulos de la escuela de Orígenes, el cual les alentó a permanecer fieles a Cristo. La selección fue arbitraria, pues otros cristianos se salvaron, como el hermano de Plutarco, que llegaría a ser el siguiente obispo de Alejandría, San Heraclio (14 de julio). De nuestros mártires se ha reseñado como murieron algunos: Sereno, el que encabeza la lista, fue quemado vivo, Heráclides, que era catecúmeno, y Heron, que era neófito, fueron decapitados. El otro Sereno fue sometido al potro y luego decapitado.

Raisa era también alumna de Orígenes, quien le había encargado la catequización de las mujeres, aunque ella misma no era aún bautizada; su martirio le sirvió de bautismo muriendo quemada viva. Otra de las jóvenes martirizadas fue Potamiena, una esclava, martirizada en brea candente, y su memoria, junto a su madre, Marcela, se celebra a 7 de junio, separadas del grupo.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 28 de junio además se celebra a
San Woazeg de Granard, obispo.
Santa Theodechilde de Sens, reina.

martes, 7 de marzo de 2017

La flauta acallada por la predicación.

Santos Apolonio, diácono, Filemón, músico, y compañeros mártires. 7 y 8 de marzo.

San Apolonio.
Iglesia del Salvador, Estambul.
Imperando Galerio, vivía en los desiertos de Egipto un anciano monje y diácono llamado Apolonio, que en lo más cruel de la persecución de dicho emperador, iba visitando los monasterios, alentando a los monjes y a los eremitas a permanecer fieles a Cristo. Fue apresado por esta actividad, y a la cárcel acudían los paganos a insultarle, blasfemar contra la religión cristiana y desesperarle.

Entre esta turba había un flautista llamado Filemón, que era conocido por su ingenio para componer canciones burlescas. Este Filemón se burlaba e injuriaba a Apolonio más que nadie, y lograba el aplauso de los demás paganos. Apolonio, entretanto, le predicaba sobre Cristo, y finalmente le dijo: "Pido a Dios, hijo mío, que te perdone todos tus excesos, y que no te impute como pecado las palabras injuriosas que me dices". Filemón, que había venido oyéndolo, cambió totalmente su actitud con estas últimas palabras de Apolonio, y reconociendo a Cristo como Dios y Salvador, lo confesó en voz alta ante todos los que antes le coreaban. Fue llevado ante el magistrado, al que dijo: "Obras como mal ministro, cuando castigas a unos inocentes, a unos hombres amados de Dios, y a unos santos religiosos: los cristianos son irreprensibles, así en su doctrina, como en sus costumbres". El magistrado en principio pensó que era otra burla de Filemón, y que pronto haría alguna broma al respecto, pero cuando vio que iba en serio, le dijo: "Tú has perdido el juicio, y ya careces de aquel buen gusto que tenías". "No soy yo" – replicó Filemón – "el que ha perdido el juicio, sino tú. Sí, tú, a quien le domina la ira y hace derramar la sangre de una infinidad de gente. Pues ante ti declaro que soy cristiano, consciente que no hay hombre sobre la tierra, que se les pueda comparar en bondad".

Sabiendo el magistrado que el cambio de Filemón se debía a que Apolonio le había predicado, mando poner a este en potro de tormento para castigarle. Luego mandó que junto a Filemón fuera quemado vivo. Entraron la hoguera encendida con sonrisas en el rostro, y aún desde el fuego se oyó que Apolonio oraba: "¡Señor, no abandones al furor de las bestias feroces las almas de los que creen en ti, sino haz ver que eres el Salvador!" Y de pronto, una nube apareció sobre los mártires, descargando agua y apagando el fuego. Ante este portento muchos se convirtieron y confesaron a Cristo. Al enterarse el prefecto de Alejandría, mandó llevasen cargados de cadenas a Alejandría a todos los que se habían convertido al cristianismo.

San Filemón.
Iglesia del Salvador, Estambul.
Pero los que les llevaban, igualmente quedaron impresionados con las palabras de Apolonio, por lo cual, al llegar ante el Prefecto, ellos mismos se entregaron también, reconociéndose cristianos. Irritado el gobernador por las conversiones y su firmeza, mandó les arrojaran a todos al mar, dándoles el bautismo de sangre, pues el de agua aún no lo recibían. Según Rufino, los cuerpos fueron devueltos a la orilla y sepultados en una misma fosa por los cristianos, que levantaron allí un monumento, encomendándose siempre a sus oraciones.

La narración de su martirio, recogida por Ruinart, es la que aparece en la "Vida de los Padres del Desierto", y su martirio aparece datado a 7 marzo e imperando Diocleciano, aunque los martirologios mayormente los recogen a 8 del mismo mes. Asimismo, otras narraciones añaden detalles, como una lluvia que Filemón toma como signo de su bautismo, o que les cortan los talones y los arrastran por las calles.



Fuente:
-"Las verdaderas actas de los mártires". TEODORICO RUINART. Tomo III. Madrid 1776.


A 7 de marzo además se celebra a 





martes, 28 de febrero de 2017

De los primeros mártires no mártires.

Santos mártires de la caridad de Alejandría. 28 de febrero.

Entre los años 261 y 263 se desató una plaga de peste en Alejandría, durante la cual muchos cristianos se volcaron con los habitantes de la ciudad, para socorrerles, fueran cristianos o paganos. Incluso a costa de su libertad y vida, pues podrían ser denunciados. 

Es San Dionisio (17 de noviembre), obispo de Alejandría, el mismo que relataría el martirio de Santa Apolonia (9 de febrero), quien en una carta a los obispos de Oriente habla del testimonio cristiano de los alejandrinos. Cuando la peste comenzó, la ciudad cambió de la fiesta al luto. Dionisio resalta que si bien para los paganos la peste es una calamidad y un mal augurio, para los cristianos está siendo una "escuela para probarnos". Y es que en la adversidad se prueba la fe. Los cristianos comenzaron una ingente obra de caridad para con los enfermos, los muertos, las viudas y los huérfanos. Por el contrario, los paganos huían, abandonando a sus familiares enfermos, que eran atendidos por los católicos. Todos colaboraron, sacerdotes, diáconos y seglares. Y muchos de los cristianos perdieron, o mejor dicho, ganaron la vida. Dionisio narra que los cristianos sobrevivientes tomaron los cuerpos de los mártires de la caridad y les lavaban, cerraban sus heridas y los enterraban entre cánticos. 

Es posiblemente este el primer testimonio de culto a santos no mártires que conocemos. No mártires estrictamente de sangre, como se suele entender el martirio, porque mártires de la caridad fueron.


Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 28 de febrero además se celebra a la 





Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...