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sábado, 7 de julio de 2018

Del estoicismo a la santidad.

San Panteno de Alejandría, confesor. 7 de julio.


San Panteno predica en la India.
Catedral de Cornwall.
En este santo antiguo tenemos un clarísimo ejemplo de como la filosofía griega, o parte de ella, fue asumida por la incipiente fe cristiana, iluminándose ambas.

Panteno nació en Sicilia, a mediados del siglo II y practicaba la filosofía del estoicismo. Los estoicos creían en la rectitud moral ante todo, buscaban liberarse de toda pasión baja, veían a todos los hombres como iguales en dignidad, más allá de clases sociales o riquezas. En definitiva, creían que vivir rectamente era un arte.

Al conocer Panteno el cristianismo, su alto concepto de la ética se vio iluminado por la Revelación. Ya no solo bastaba con ser bueno sino que, además, había un Dios encarnado que exigía esta rectitud moral y que se había hecho uno con los hombres. Panteno se formó en la Escuela catequética de Alejandría, un centro de estudios bíblicos y patrísticos excepcional que ya tenía la Iglesia en aquellos primeros tiempos. En ella se formarían también el gran Orígenes, San Alejandro de Jerusalén (18 de marzo) y San Clemente de Alejandría (4 de diciembre), quien además la dirigiría antes de Orígenes.

Según Eusebio en su "Historia Eclesiástica", Panteno misionó en La India, donde tenía relaciones comerciales. Allí supo de la existencia de cristianos que se decían evangelizados unos 100 años antes por San Bartolomé (24 de agosto), y de hecho tenían una versión hebrea del Evangelio de San Mateo. Por su parte San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dice que escribió comentarios a la Biblia, aunque no se conservan.

Panteno falleció entre 190 y 216, en un lugar desconocido, pues unos le ponen misionando y otros de vuelta en Alejandría.

Fuente:
http://heiligen-3s.nl

A 7 de julio además se celebra a:
Beato Ralph Milner,
laico mártir.
San Enoch de Amatin,
carmelita.
San Fermín,
obispo y mártir.







jueves, 5 de julio de 2018

Amado por un antipapa y un papa.

Beato Pedro de Luxemburgo, cardenal. 5 de julio.

Nació el 20 de julio de 1369, en la noble familia de Guido, conde de Ligny y Matilde de Chantillon. Su madre murió cuando Pedro, que era el quinto hijo, tenía 3 años de edad. Pedro fue criado y educado por su tía, la condesa de Urgieres, una mujer cultísima y muy piadosa que le buscó los mejores preceptores del momentos. A los 6 años Pedro leía, escribía, contaba muy bien, sabía dos idiomas, música, modales. Pero sobre todo, era piadoso y caritativo. A esta misma edad hizo voto de perpetua castidad por el Reino de Dios y convenció a su hermana de 12 años hacer lo mismo.

Cuando Pedro cumplió los 12 años fue enviado a París para perfeccionar sus estudios. Se graduó de Filosofía y ambos Derechos. A punto de terminar los estudios murió su padre y muy poco después su hermano mayor, Conde de San Paulo fue hecho prisionero por los ingleses. Pedro fue intercambiado por su familia, quedando de rehén en Calais mientras su hermano era liberado y gestionaba la elevada suma de dinero que los ingleses pedían por él. Los ingleses se prendaron de sus virtudes en breve y he aquí que, confiando en su palabra, le dejaron en libertad. Incluso dice la leyenda que el rey inglés Ricardo II pretendió que el santo joven pasara a Inglaterra para servirle de secretario.

Volvió Pedro a París a continuar los estudios, pensando ya en serio consagrar su vida a Dios. Conoció personalmente a Felipe de Maisieres, antiguo canciller de los reinos de Jerusalén y de Chipre, quien había abandonado el mundo y tomado el hábito de los monjes celestinos, fundados por San Pedro Celestino (19 de mayo), viviendo en adelante en oración y penitencia. El ejemplo de este santo varón le determinó más aún. Cuando terminó la Universidad Pedro recibió una canonjía en la catedral de París, un regalo de su familia. Un puesto comprado, vamos. Siendo seglar Pedro cumplía más con la Regla que los canónigos presbíteros, siendo en breve querido por todos.

Las influencias familiares, forma amable del nepotismo, y el aprecio que le tenía el arzobispo de París hizo que el antipapa Clemente VII, que residía en Avignon a causa del Cisma de Occidente, le nombrara Arcediano de Dreux y obispo de Metz, teniendo Pedro 15 años de edad. No es cosa de extrañar, cuando el mismo Clemente había sido consagrado arzobispo a los 26 años. Así, a esa tierna edad, Pedro fue ordenado presbítero y consagrado obispo. Inauguró su mandato entrando en la ciudad montado en un burro, como Cristo había entrado en Jerusalén. Pronto visitó toda la sede, y ayudado por sus consejeros, puso orden en lo que era necesario. Su sede era muy rica, pero el joven obispo vivía con toda humildad y sencillez, dejando muchas de sus rentas personales para los pobres y necesitados. Y otra parte la empleó en resarcir el daño causado a los campesinos por los saqueos de su hermano, el Conde de San Paulo.

Reliquias del Beato.
Avignon.
Su actividad pastoral hizo que en 1386 el mismo Clemente VII le creara cardenal, mandando viviera junto a sí en la corte pontificia. En aquella corte, poco ejemplar, el joven Pedro brilló por su santidad enseguida. No era amigo de las adulaciones, las intrigas, ni descuidaba sus deberes religiosos en aras de diplomacias o reuniones. Sus penitencias se hicieron conocidas, escandalizando a algunos prelados más dados al mundo que a la observancia religiosa. El papa pidió al santo rebajara sus austeridades, pero este le respondió: "yo siempre seré un siervo inútil; pero al menos sabré obedecer", moderando desde entonces sus deseos de penitencia, en aras de la obediencia, más sublime virtud.

Su oración era muy subida, teniendo frecuentes éxtasis, un par de ellos en plena calle o en las iglesias de la ciudad. En una ocasión se le apareció el Señor en el camino y Pedro se postró inmediatamente en el suelo, sin mirar antes que estaba en medio de un lodazal, comprobándose al levantarse que, por milagro, sus ropas estaban limpísimas.

Tenía por delante Pedro una vida prometedora en el estado eclesiástico, quien sabe si hasta papa habría llegado a ser, pero Dios tenía otros planes. En 1387 el joven cardenal cayó preso de unas intensas fiebres que le fueron consumiendo poco a poco. Se trasladó a Villenueve, donde los aires eran más sanos, y allí recibió algunas visitas, entre ellas la de su hermano mayor, obispo nada ejemplar de Cambrai. Pedro le exhortó tan vivamente a mudar de vida y a ser ejemplo para sus fieles, que desde ese día su hermano fue otro. Luego se despidió de sus criados y amigos, y poniéndose a bien con Dios, entregó su alma a Dios, el 2 de julio de 1387, a los 18 años de edad.

Clemente VII celebró sus funerales y lloró por tan gran perdida, diciendo: "esta santa alma aplacará la cólera del cielo y nos alcanzará la paz a la Iglesia". El santo cuerpo, que despedía un aroma dulcísimo, fue trasladado a Avignon y sepultado en el cementerio de la iglesia de San Miguel, donde luego los monjes celestinos fundarían un monasterio y darían culto al santo joven. Hasta 1400 milagros se tienen anotados que ocurrieron al venerar sus santas reliquias o implorar su protección.

Tumba del Beato.
El caso más famoso ocurrió el 5 de julio de 1432, cuando un niño se desplomó de una torre y quedó despedazado. Su padre tomó los miembros y la cabeza rota, los metió en una bolsa e imploró la intercesión de nuestro Pedro, poniendo la bolsa sobre su sepultura. Y he aquí que, milagrosamente, el niño se movió dentro de la bolsa, apareciendo revivido. El caso fue documentado con testigos presenciales, y remitido al papa y a las más famosas universidades, que lo dieron por milagro. El portento aumentó tanto la devoción al joven angelical, que el 5 de julio quedó marcado como el de su memoria litúrgica. Actualmente sus reliquias se veneran en la iglesia de San Didier de Avignon.

Curiosamente, si un antipapa llamado Clemente VII le enterró, sería el verdadero papa Clemente VII quien le beatificaría el 4 de abril de 1527. Probablemente su cercanía al antipapa haya demorado su beatificación y truncado para siempre su canonización.


Fuentes:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Julio. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1865.
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.


A 5 de julio además se celebra a:

Ss Zoé y Nicostrato,
mártires.
Santa Trófima,
virgen y mártir.
San Guillermo
de Hirsau, abad.






sábado, 27 de enero de 2018

Del Evangelio a la Galia.

San Julián de Le Mans, obispo. 27 de enero.

San Julián ordenado por San Clemente.
Probablemente vivió sobre el siglo V, pero… la leyenda le hizo retroceder unos cuantos siglos, nada menos que hasta los tiempos evangélicos. Sí, habría sido nuestro santo nada menos que Simón el Fariseo, aquel que habría invitado a Cristo a su mesa y en cuya casa habría ocurrido el bello pasaje de la pecadora convertida (Lc 7, 36-50). Una vez convertido y bautizado, formó parte de los 70 discípulos mencionados en Lc 10. Luego de la Ascensión del Señor habría sido enviado por a la Galia por el apóstol San Pedro (29 de junio, martirio; 18 de enero, Cátedra de Roma; 22 de febrero, cátedra de Antioquía; 1 de agosto, "ad Víncula", 16 de enero, "ad Víncula" en la Iglesia oriental; 18 de noviembre, Dedicación de la Basílica).

Otra versión, igualmente legendaria, nos dice que era un romano de ascendencia noble y que fue el papa San Clemente (23 de noviembre) quien le encargó la predicación del Evangelio en la Galia. Allá se fue Julián acompañado del presbítero San Thuribe (16 de abril) y el diácono Pavatio. Julián habría sido el primer obispo de la actual Le Mans, ciudad que en aquella época se llamaba "Suindinum", donde predicó con cierta facilidad dado que cuando llegó a la ciudad, esta estaba cercada por enemigos y no permitían la entrada a nadie. Julián tuvo paciencia y cuando algunos principales salieron en busca de agua, les predicó a Cristo y plantó su báculo en la tierra y al punto brotó agua. Este milagro le abrió las puertas de la ciudad y el santo convirtió a muchos a Cristo. Por cierto, esta fuente aún se conserva y junto a ella hay una capilla que recuerda el milagro. Devolvió Julián la vista a un ciego que resultó ser un noble, quien le donó al santo tierras para edificar una iglesia.

Julián predicó a Cristo muchos años, hasta que falleció, sucediéndole Thuribe en el episcopado. En 837, San AIderic (7 de enero), trasladó las reliquias de ambos santos al altar de San Julián de la Catedral, junto con las de todos los santos obispos de Le Mans. En la Revolución Francesa la cartedral fue asaltada y las reliquias profanadas y luego recogidas y depositadas con otras en una capilla lateral, sin que conste cuales son cuales. En 1243, parte de sus reliquias habían sido trasladadas a Paderborn. Su cabeza se veneraba aparte y aún se venera en la abadía de St. -Julien-du-Pré.

Es abogado de malabaristas, de los funambulistas y los viticultores. Es uno de los tantos "Santos en la Máquina del Tiempo".


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 27 de enero además se celebra a
Santa Cándida de Banyoles, eremita.
San Emer, abad y eremita.

martes, 26 de abril de 2016

De uno que fue dos, para volver a ser uno.

Pregunta: San Cleto papa y San Anacleto papa son el mismo santo? México.

Respuesta: Antes de responderte, vamos a la hagiografía:

San Cleto, papa y mártir. 26 de abril.


Cleto fue natural de Roma, y fue convertido a la fe por el apóstol San Pedro (29 de junio, martirio; 18 de enero, Cátedra de Roma; 22 de febrero, cátedra de Antioquía; 1 de agosto, "ad Víncula", 16 de enero, "ad Víncula" en la Iglesia oriental; 18 de noviembre, dedicación de su la basílica), se hizo discípulo suyo, y pronto destacó como presbítero ejemplar y celoso misionero. Su carácter, siempre según leyendas posteriores, era tan afable que: "conquistaba los corazones de todos hasta de los mismos paganos y el grande amor que profesaba a Jesucristo, daba a entender que había heredado de su maestro aquella singular ternura, con que este había mirado siempre al Salvador".

Por ello San Pedro le eligió junto con San Lino (23 de septiembre), no solo para trabajar con él en Roma, como a los demás presbíteros que le acompañaban, sino principalmente para que en su ausencia ambos gobernasen la iglesia romana. Ciertamente, San Ireneo (28 de junio), dice "Pedro y Pablo cuando fundaron la iglesia [de Roma], pusieron al frente de su episcopado a Lino", sin mencionar para nada a Cleto. Rufino sí que dice que junto a Lino gobernó la Iglesia nuestro Cleto, y según el mismo Rufino esta doble designación podría deberse a que Lino fue nombrado por San Pablo (29 y 30 de junio, 25 de enero, 18 de noviembre), para evangelizar a los cristianos de origen gentil, mientras que San Anacleto fue nombrado por San Pedro para evangelizar a los cristianos judíos. Pero son solo suposiciones posteriores.

Así que habiendo sido martirizado San Pedro entre los años 65 y 67, según la tradición, le sucedió inmediatamente Lino, y a este sucedió Cleto. De cuando subió al trono pontificio (para usar lenguaje de leyendas) no hay certezas. Eusebio pone el papado de Lino entre los años 68 y 80, cuando lo más probable es que fuera mucho más corto, entre el 67 y el 70, porque, Ireneo nombra como obispo de Roma en el año 76 a Cleto. 

La leyenda nos dice que se desvivió por predicar el Evangelio y que ordenó 25 presbíteros para conseguir el aumento y la propagación de la Iglesia de Cristo. Calabria le quiere predicando allí, enviado por San Pedro, y convirtiendo a muchos a la fe cristiana, por lo que le considera su primer obispo. Socorrió a los cristianos perseguidos por romanos y judíos en todo el Imperio, especialmente durante la persecución de Domiciano. Este emperador, sabiendo de la importancia de Cleto en la Iglesia mandó arrestarle y cargarle de cadenas. El santo papa sobrellevó con alegría aquel castigo y aún en la cárcel predicaba a Cristo, por el que quería dar la vida. Y lo logró el 26 de abril de 96. Sus reliquias se dice se veneran en la basílica de San Pedro del Vaticano, y algunas otras en la iglesia de san Pablo de Plaza Colona. Es patrono de Calabria.

A 26 de abril además se celebra a

San Trudpert, peregrino mártir.


Ahora sobre el otro santo: 

San Anacleto, papa y mártir. 13 de julio.

Fue este oriundo de Grecia, hijo de un noble llamado Antíoco que le educó en los saberes de la antigüedad. Estando predicando San Pedro en Atenas, le conoció, le convirtió a la fe y viendo sus prendas, le ordenó de diácono. Acompañó al apóstol en todas sus correrías evangelizadoras y cuando este le vio dispuesto, le instruyó y le ordenó de sacerdote. En breve fue Anacleto uno de los más fieles colaboradores de San Pedro en el ministerio apostólico. Luego del martirio de su maestro, Anacleto colaboró igualmente con Lino, Cleto y San Clemente (23 de noviembre). Gobernaba la iglesia Clemente cuando el emperador Trajano ensañó su persecución contra los cristianos (si bien no hubo edicto específico sí hubo persecusiones) y en 103, habiendo sido martirizado Clemente, el clero y cristianos romanos eligieron a Anacleto por pastor del rebaño de Cristo. Anacleto reunió a los cristianos dispersos por el miedo a la persecusión, animó, consoló y continuó convirtiendo a muchos paganos a la fe cristiana.

En el orden pastoral, se nos dice que decretó que comulgasen todos los que asistiesen al santo sacrificio, recordando que ese Pan era el Sustento de fuertes y débiles. Mandó que no se consagrase un obispo sin que asistiesen otros tres. Prohibió a todos los ordenados que llevasen el cabello largo, como signo de poco aprecio a las vanidades del mundo (en realidad la tonsura corresponde a San Aniceto). Edificó el primer templo sobre la tumba de San Pedro y dedicado a su memoria. En su pontificado ordenó tres diáconos, cinco presbíteros, y seis obispos, y habiendo gobernado la Iglesia 9 años, fue martirizado a 13 de julio, a principios del siglo II.

¿Dos o uno?

Una vez vistas ambas hagiografías, donde se entremezclan historia con leyenda, vamos a la historia. Y hay que decir que ciertamente hubo un solo pontífice llamado Cleto, cuyo nombre se creyó era una contracción de Anacleto (Anencletus). Únicamente la necesidad de fundirlos en un solo personaje fue la causa de este error, pues el origen de ambos nombres es muy diferente: "Kleitos" en griego significa "ilustre", y "Anenkletos" significa "elegido", igualmente en griego.

Toda la historia de los papas anteriores al siglo III es bastante confusa. Los nombres, fechas, vidas y milagros se entremezclan, se solapan o se ficcionan. El célebre Claude Fleury dirá: "Es cierto que estos [Lino, Cleto, Clemente] fueron los tres primeros obispos de Roma; pero ni su fin, ni el tiempo de su pontificado, es cierto". El "Calendario Liberiano" y el "Liber Pontificalis" manifiestan que Cleto y Anacleto fueron diferentes personas, siendo Cleto romano y griego Anacleto. Esta línea la siguieron numerosos hagiógrafos como San Adon (16 de diciembre) o Usuardo durante siglos, inscribiendo a ambos en diferentes días en el martirologio romano. Adon lo pondrá a 12 de julio, Notker a 13 del mismo mes y el Beato Hrabano Mauro (4 de febrero), a 29 de abril. 

Medallones de la Basílica de San Pedro. 

Cabalgando entre Lino y Clemente es donde tenemos que hallar a Anacleto-Cleto. No hay que pensar en un papado tan cual lo conocemos hoy en día, donde un papa muere y se elige otro. Los primeros tiempos de la Iglesia eran diferentes, y el concepto del obispo está más unido al concepto de apóstol que al que gobierna un territorio eclesiástico, siendo imposible haya dos al mismo nivel de gobierno. Lino, Cleto y Clemente bien pudieron (permítaseme) "co-pontificar" con San Pedro y luego de este. Los tres comparten el mismo tiempo: entre los años 67 y 103, reinando Vespasiano y el hijo de este, Tito. De hecho, los testimonios hablan más de una unión directa entre San Pedro y San Pablo con San Clemente, que con los otros: Tertuliano escribirá que Clemente fue ordenado obispo por San Pedro, Ireneo dirá que Clemente conoció personalmente a los dos apóstoles y fue testigo de su predicación. Y más allá, Filipenses 4, 3 dice: "Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con CLEMENTE también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida", y la tradición unánime de la Iglesia identifica a este Clemente de las Escrituras con el nuestro.

Este solapamiento entre los tres es lo que llevó a muchos a concluir que hubo un Cleto antes de Clemente y un Anacleto posterior a este. Difícilmente puede entenderse la elección de Pedro a Clemente en el sentido de que aquel sobreviviera a Lino y Anacleto y hubiera una sucesión directa entre ambos (Pedro y Clemente). San Epifanio de Salamis (12 de mayo), en el siglo IV dirá, parece que para explicar el asunto, que Clemente, elegido por San Pedro, habría renunciado al papado, y lo habría retomado luego de la muerte de Analeto. Rizará el rizo el historiador Lazzesi, apuntando esta rocambolesca historia: Cleto renunció al papado cuando le apresaron y le enviaron al destierro. Habiéndole sucedido Clemente, este habría renunciado cuando Cleto regresó, tomó las riendas de la Iglesia, llamándose desde entonces Anacleto, haciendo un juego de palabras con el "a-na", "levantar" griego, y el "kletos", "elegido" que vimos antes, para simbolizar su regreso al pontificado. Absurdo.

Sin pretender ser tajantes, la mayoría de historiadores como Fleury ya lo apuntaba en el siglo XVIII, concluyen que cuando fueron martirizados los dos apóstoles, Anacleto estaba a la cabeza de la Iglesia junto a Clemente, que fue martirizado en 102 ó 103, siendo sucedido por San Evaristo (26 de octubre). Por ello el martirio de Anacleto, entrado el siglo II no tiene consistencia, y a lo sumo podría ponerse su muerte en la década del 90. Y aunque las tradiciones nos digan que Anacleto-Cleto murió mártir, la verdad es que no nos consta, y nuestro actual martirologio romano, que ya los asume como un solo personaje, no lo pone como mártir. Su sepultura se desconoce y aunque sus reliquias se custodian en San Pedro, presumiblemente son falsas o, a lo sumo, de otro mártir romano. omo detalle final, decir que no hubo otro papa llamado Anacleto hasta Anacleto II, que para más inri, fue antipapa.


Fuentes:
-“Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año. Abril. P. Jean CROISSET . S.J. Barcelona, 1853.
-“Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año. Julio. P. Jean CROISSET . S.J. Barcelona, 1854.
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.
-“Tú eres Pedro: el papado en la historia”. MARIO MADRID-MALO G. Bogotá, 2005.
-“Santidad en el Pontificado”. JUAN DEL CARMELO. España, 2009.

Otros santos papas son:

San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Calixto I. 14 de octubre. 
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Agatón. 10 de enero. 
San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Aniceto. 17 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.
San Celestino I. 6 de abril.
Beato Benedicto XII. 25 de abril.

domingo, 23 de septiembre de 2012

San Lino, papa

Pregunta: Tres preguntas, de tres personas diferentes en un artículo:
1. ¡¡¡felicidades por este espacio!!! y de antemano muchas gracias... mi inquietud es conseguir, toda la información posible de SAN LINO. Imágenes, oraciones, donde se venera, lo que sea. ya que me ayudo en un problema y le estoy muy agradecido.
2. me pude dar informacion sobre san Lino papa.
3. me gustaria q me puedan facilitar la oracion de san lino que me la dio mi bisabuela y se me perdio y tengo mucho tiempo buscandola y no la puedo hallar.

Respuesta: A los tres, sí que puedo, claro . Y aquí va:

San Lino, papa y mártir. 23 de septiembre.
Hay que decir que de Lino poco se sabe y mucho se ha dicho. Pero de hecho lo más antiguo y certero es una mención por parte de San Ireneo (28 de junio), que dice: “Pedro y Pablo cuando fundaron la iglesia [de Roma], pusieron al frente de su episcopado a Lino”. Eusebio y Teodoreto confirman esto, pero señalando que solo ejerció como obispo al ser martirizados Pedro y Pablo. 


La cita de San Ireneo deja claro que en vida de San Pedro (29 de junio, 1 de agosto, 18 de enero, 22 de febrero y 18 de noviembre), ya Lino estaba al frente de la comunidad romana. Pero, para rizar más el rizo, al mismo tiempo, y eso se sabe, fueron obispos de Roma: nuestro San Lino y San Cleto (26 de abril). Según Rufino esta doble designación y en vida de San Pedro, podría deberse a que Lino fue nombrado por San Pablo (29 y 30 de junio, 25 de enero, 18 de noviembre), para evangelizar a los cristianos de origen gentil, mientras que San Anacleto fue nombrado por San Pedro para evangelizar a los cristianos judíos. Eusebio pone el “papado” de Lino entre los años 68 y 80, cuando lo más probable es que fuera mucho más corto, entre el 67 y el 70, porque, puesto que Ireneo nombra a su sucesor, Anacleto, en el año 76.

Mucho se ha discutido sobre su figura, obra y años exactos de pontificado, pero nada puede resolverse definitivamente. Mucho menos puede considerarse una lista de "sumos pontífices" unos sucesores de otros, a tan temprana edad de la Iglesia. Es comprensible tanta confusión sobre estos primeros siglos, por dos causas; la primera es que casi nada se ponía por escrito, y segundo, que se ha intentado rellenar las lagunas con datos ficticios y suposiciones. Es lógico tanta diferencia en fechas, nombres y personas. El mismo Anacleto, es llamado Cleto muchas veces, y se consideraban dos distintos, con memoria litúrgica doble, hasta hace poco. La figura del obispo de Roma, si bien importante, en estos primeros no gozaba de la preeminencia que se le quiere dar a toda costa, creando la personalidad del papa, Sumo Pontífice, Vicario de Cristo, esos títulos y sentido vendrán más tarde, aunque se apoyen, eso sí, en el evidente primado de San Pedro sobre los apóstoles y en la Iglesia naciente.


Imagen relicario de Volterra
Pero quien fue este Lino, ¿de donde salió? A esto responde la leyenda, que dice que es el mismo Lino mencionado por San Pablo en su segunda carta a Timoteo (2 Tim. 4, 21), junto a otros cristianos, como Claudia y Pudente (que también tienen sus propias leyendas, incluso una hace a Santa Claudia madre de Lino). El "Liber Pontificalis" (que tiene que ser leido con ojo muy crítico), Baronio, Usuardo, el Flos Santorum y otros recogen hechos legendarios sobre Lino que podríamos resumir así:

Lino era originario de Volterra, de donde es patrón, en la Toscana, y su padre se llamaba Herculano, "hombre noble y principal". Habiéndose trasladado a Roma, allí conoció Lino a San Pedro, se hizo su discípulo y este, al constatar las grandes cualidades y virtudes que le adornaban, le ordenó presbítero y le hizo su coadjutor (!), ayudándole en la administración de los sacramentos, la caridad y la predicación. Martirizado San Pedro, entre el 65 y 67, Lino fue elegido obispo de Roma.


Aquí narra Baronio un hecho que también recogen otros, que supongo sea una tradición local. San Lino, enviado por San Pedro, visitó Besançon, donde convirtió al tribuno Onosio, que se bautizó y convirtió su casa en templo cristiano. Lo más probable es que esto solo sea una leyenda tardía para afirmar la antigüedad de la iglesia francesa (gustan mucho de ello por allí, sino, leer aquí: Santos en la máquina del tiempo). Sea como sea, Besançon guarda la memoria y algunas reliquias de San Lino.

Se dice que ordenó 15 obispos y 18 presbíteros, y mandó que las mujeres no entrasen descubiertas a las iglesias, cosa rara esta, cuando ni iglesias se tenía en esa época; en todo caso, sería una costumbre importada del mundo judío. Se le atribuyen varios escritos, totalmente apócrifos y muy posteriores a su época [1]. Un texto es la pelea de San Pedro y Simón Mago (ampliada y llena de discursos y milagros), y un relato de los martirios de San Pedro y San Pablo. De Lino se dice, como no, que tenía don de milagros, como resucitar muertos, sanar enfermos, sacar demonios de los poseídos. Incluso liberó del demonio a una hija del cónsul Saturnino y este, en lugar de agradecerle, fue quien le mandó apresar y matar por Cristo, el 23 de septiembre del año 80 (?), reinando Vespasiano, según Baronio y reinando Tito, según Eusebio [2]. Su cuerpo fue enterrado en las catacumbas de la colina vaticana, junto a San Pedro y su supuesta lápida permanece expuesta, pero no hay certezas de que sea verdadera.


En cuanto a su memoria litúrgica, tampoco hay unidad. El primero que lo recoge en un martirologio es San Beda el Venerable (25 de mayo), que lo pone a 7 de octubre (sin llamarlo mártir), cosa que confirma el Misal Toledano de 1499 [3]. San Adón la puso a 21 de noviembre, y Floro, anterior a Adón, la pone a 23 de septiembre, día que ha quedado en el martirologio romano y se tomó como fecha de su “dies natalis”. Se venera el 23 de septiembre en el martirologio y misal romano, aunque Usuardo y Wandelbert señalan también el 26 de noviembre como fecha de celebración de su memoria. Los griegos lo celebran el 5 de noviembre junto a los santos Hermes, Cayo, Filólogo y Pátrobas.

Y la oración, que ponía el misal romano en su festividad (y que estoy seguro no es la de la bisabuela): Oh Dios, que nos alegras con la anual fiesta de tu Martir y Pontífice San Lino; concédenos benignamente que pues celebramos su glorioso tránsito, nos gocemos tambien con los frutos de su patrocinio. Por nuestro Señor Jesucristo, Amén.

Y os dejo con un link a los Gozos de San Lino, de la página Biblio Goigs, que recomiendo visitéis, pues tiene gozos de muchísimos santos, que sirven para las festividades y novenarios.



Otros santos papas son:

San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Calixto I. 14 de octubre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.

San Agatón. 10 de enero. 
San Celestino I. 6 de abril
San Gregorio VII. 25 de mayo.
Beato Benedicto XII. 25 de abril.



A 23 de septiembre además se celebra a  
Santas Polixena y Xantipa.

Santos Pacencio y Albina, mártires
 




[1] Ya Baronio los miraba con sospecha, aunque no dudó de su autenticidad. Solo le parecían "aumentados". Pero lo cierto es que están plagados de errores, incluso coqueteos con el arrianismo.
[2] No hay acuerdo en cuantos años fue "papa" San Lino. El Pontifical de Boucher dice que gobernó la Iglesia 12 años, cuatro meses y diez días. Adón quita un mes y el martirologio de San Germán, añade otro. La Crónica de San Próspero le da doce o trece años. Floro nueve, Baronio once años y poco más de dos meses. Y más de uno, no le da un año más de pontificado, pero esto es por “cuadrar” las fechas, para que haya sucesión y no conjunción entre Lino, Anacleto y Clemente.

[3] No será hasta después del siglo IX en que le sea dado el título de mártir. Hasta entonces se tenía por cierto que había sido San Clemente el primer papa mártir.

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