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jueves, 5 de julio de 2018

Amado por un antipapa y un papa.

Beato Pedro de Luxemburgo, cardenal. 5 de julio.

Nació el 20 de julio de 1369, en la noble familia de Guido, conde de Ligny y Matilde de Chantillon. Su madre murió cuando Pedro, que era el quinto hijo, tenía 3 años de edad. Pedro fue criado y educado por su tía, la condesa de Urgieres, una mujer cultísima y muy piadosa que le buscó los mejores preceptores del momentos. A los 6 años Pedro leía, escribía, contaba muy bien, sabía dos idiomas, música, modales. Pero sobre todo, era piadoso y caritativo. A esta misma edad hizo voto de perpetua castidad por el Reino de Dios y convenció a su hermana de 12 años hacer lo mismo.

Cuando Pedro cumplió los 12 años fue enviado a París para perfeccionar sus estudios. Se graduó de Filosofía y ambos Derechos. A punto de terminar los estudios murió su padre y muy poco después su hermano mayor, Conde de San Paulo fue hecho prisionero por los ingleses. Pedro fue intercambiado por su familia, quedando de rehén en Calais mientras su hermano era liberado y gestionaba la elevada suma de dinero que los ingleses pedían por él. Los ingleses se prendaron de sus virtudes en breve y he aquí que, confiando en su palabra, le dejaron en libertad. Incluso dice la leyenda que el rey inglés Ricardo II pretendió que el santo joven pasara a Inglaterra para servirle de secretario.

Volvió Pedro a París a continuar los estudios, pensando ya en serio consagrar su vida a Dios. Conoció personalmente a Felipe de Maisieres, antiguo canciller de los reinos de Jerusalén y de Chipre, quien había abandonado el mundo y tomado el hábito de los monjes celestinos, fundados por San Pedro Celestino (19 de mayo), viviendo en adelante en oración y penitencia. El ejemplo de este santo varón le determinó más aún. Cuando terminó la Universidad Pedro recibió una canonjía en la catedral de París, un regalo de su familia. Un puesto comprado, vamos. Siendo seglar Pedro cumplía más con la Regla que los canónigos presbíteros, siendo en breve querido por todos.

Las influencias familiares, forma amable del nepotismo, y el aprecio que le tenía el arzobispo de París hizo que el antipapa Clemente VII, que residía en Avignon a causa del Cisma de Occidente, le nombrara Arcediano de Dreux y obispo de Metz, teniendo Pedro 15 años de edad. No es cosa de extrañar, cuando el mismo Clemente había sido consagrado arzobispo a los 26 años. Así, a esa tierna edad, Pedro fue ordenado presbítero y consagrado obispo. Inauguró su mandato entrando en la ciudad montado en un burro, como Cristo había entrado en Jerusalén. Pronto visitó toda la sede, y ayudado por sus consejeros, puso orden en lo que era necesario. Su sede era muy rica, pero el joven obispo vivía con toda humildad y sencillez, dejando muchas de sus rentas personales para los pobres y necesitados. Y otra parte la empleó en resarcir el daño causado a los campesinos por los saqueos de su hermano, el Conde de San Paulo.

Reliquias del Beato.
Avignon.
Su actividad pastoral hizo que en 1386 el mismo Clemente VII le creara cardenal, mandando viviera junto a sí en la corte pontificia. En aquella corte, poco ejemplar, el joven Pedro brilló por su santidad enseguida. No era amigo de las adulaciones, las intrigas, ni descuidaba sus deberes religiosos en aras de diplomacias o reuniones. Sus penitencias se hicieron conocidas, escandalizando a algunos prelados más dados al mundo que a la observancia religiosa. El papa pidió al santo rebajara sus austeridades, pero este le respondió: "yo siempre seré un siervo inútil; pero al menos sabré obedecer", moderando desde entonces sus deseos de penitencia, en aras de la obediencia, más sublime virtud.

Su oración era muy subida, teniendo frecuentes éxtasis, un par de ellos en plena calle o en las iglesias de la ciudad. En una ocasión se le apareció el Señor en el camino y Pedro se postró inmediatamente en el suelo, sin mirar antes que estaba en medio de un lodazal, comprobándose al levantarse que, por milagro, sus ropas estaban limpísimas.

Tenía por delante Pedro una vida prometedora en el estado eclesiástico, quien sabe si hasta papa habría llegado a ser, pero Dios tenía otros planes. En 1387 el joven cardenal cayó preso de unas intensas fiebres que le fueron consumiendo poco a poco. Se trasladó a Villenueve, donde los aires eran más sanos, y allí recibió algunas visitas, entre ellas la de su hermano mayor, obispo nada ejemplar de Cambrai. Pedro le exhortó tan vivamente a mudar de vida y a ser ejemplo para sus fieles, que desde ese día su hermano fue otro. Luego se despidió de sus criados y amigos, y poniéndose a bien con Dios, entregó su alma a Dios, el 2 de julio de 1387, a los 18 años de edad.

Clemente VII celebró sus funerales y lloró por tan gran perdida, diciendo: "esta santa alma aplacará la cólera del cielo y nos alcanzará la paz a la Iglesia". El santo cuerpo, que despedía un aroma dulcísimo, fue trasladado a Avignon y sepultado en el cementerio de la iglesia de San Miguel, donde luego los monjes celestinos fundarían un monasterio y darían culto al santo joven. Hasta 1400 milagros se tienen anotados que ocurrieron al venerar sus santas reliquias o implorar su protección.

Tumba del Beato.
El caso más famoso ocurrió el 5 de julio de 1432, cuando un niño se desplomó de una torre y quedó despedazado. Su padre tomó los miembros y la cabeza rota, los metió en una bolsa e imploró la intercesión de nuestro Pedro, poniendo la bolsa sobre su sepultura. Y he aquí que, milagrosamente, el niño se movió dentro de la bolsa, apareciendo revivido. El caso fue documentado con testigos presenciales, y remitido al papa y a las más famosas universidades, que lo dieron por milagro. El portento aumentó tanto la devoción al joven angelical, que el 5 de julio quedó marcado como el de su memoria litúrgica. Actualmente sus reliquias se veneran en la iglesia de San Didier de Avignon.

Curiosamente, si un antipapa llamado Clemente VII le enterró, sería el verdadero papa Clemente VII quien le beatificaría el 4 de abril de 1527. Probablemente su cercanía al antipapa haya demorado su beatificación y truncado para siempre su canonización.


Fuentes:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Julio. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1865.
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.


A 5 de julio además se celebra a:

Ss Zoé y Nicostrato,
mártires.
Santa Trófima,
virgen y mártir.
San Guillermo
de Hirsau, abad.






viernes, 18 de julio de 2014

Beato Roberto de Salentino

Pregunta: Hola, por favor necesito me provean de informacion de Beato Roberto da Salle, mi abuela me regalo un cuadro de el que tiene mas de 150 años, pero no encuentro nada de este santo. Agradezco informacion que me puedan suministrar. Argentina.

Respuesta: Aquí te doy todo lo que del Beato Roberto tengo:

Beato Roberto da Salle (o de Salento). 18 de julio y 19 de mayo (en Morrone).
Nació en 1273 y era originario de la aldea de Salento o La Salle, sus padres se llamaban Tomás y Bienvenida. Al bautizarlo, como si de una premonición se tratara, le llamaron “Santuccio”, digamos “santito”. Desde muy niño demostró el santo que llevaba dentro, era piadoso, caritativo, amable. A los 7 años un vecino de su hermana la ofendió y, ante la petición de venganza de esta, el domingo siguiente, en la misa, Santuccio recibió (de manera extraordinaria) la paz de manos del sacerdote, gesto que tomó como un signo de Dios y corrió a ofrecésela al ofensor, que pidió perdón, solucionando el problema en paz.


Adolescente aún, a los 16 años, tuvo clara su vocación religiosa al eremitismo y la soledad. Por ello pidió permiso a sus padres y se fue con el monje Pedro Angeleri de Isernia, que había fundado un eremitorio en Morrone, siguiendo la regla de San Benito. A la regla le añadió Pedro, algunas prácticas penitenciales propias, como las 100 postraciones de día y 100 de noche, las 3 cuaresmas (la ordinaria, la de Adviento y por la Asunción), confesión pública de los pecados, vestir el cilicio constantemente, y otras más. Pero Roberto no temió estas normas y en 1294 era el discípulo predilecto de Pedro, por su amor al silencio, la penitencia y la oración. Ese mismo año Pedro fue llamado nada menos que al solio pontificio. Fue elegido Papa en un momento muy duro para la Iglesia, hacía dos años no había papa y las familias Orsini y Colonna dominaban a los cardenales, al Vaticano. Eligieron un papa anciano (tenía 84 años) y santo, humilde y ajeno a las intrigas, los placeres y protocolos, que no hiciera nada, pero que diera tiempo a preparar su sucesión.

Roberto, que era ya su nombre de religioso aunque Pedro seguía llamándole "Santuccio" de cariño, se negó rotundamente a seguirle cuando Pedro quiso llevarle consigo, nombrándolo cardenal (su iconografía le pone con un capelo cardenalicio a los pies), y se trasladó a Roccamorice, donde continuó sus prácticas de penitencia y oración. La verdad es que la "operación papa" salió regular, porque si en verdad calmó la situación, Pedro no hizo mucho como papa, solo eso, ser una transición. Tomó el nombre de Celestino V, se retiró Nápoles y se hizo una cabaña en el palacio adjudicado, donde siguió viviendo como un eremita más. Así 5 meses, hasta abdicar (caso único hasta Benedicto XVI) del papado.

Imagen que se venera en Salentino.
Al quedar libre del papado regresó a la montaña, y Roberto fue junto a él. Pero la alegría les duró poco. Bonifacio VIII, su sucesor, temiendo un cisma lo apresó y lo mantuvo encerrado hasta morir en 1296 (Clemente V lo canonizó en 1313 y su memoria es el 19 de mayo.). Ese mismo día se le apareció a Roberto, por lo que el santo supo la noticia de su muerte días antes que se lo comunicaran. Roberto volvió a San Jorge de Roccamorice, donde recibió el sacerdocio a los 25 años (aunque la regla lo prohibía antes de los 31). Durante doce años vivió totalmente como eremita, sin salir de su celda para nada hasta ser nombrado procurador del monasterio del Espíritu Santo de Roccamontepiano. Luego fundó el de Santa Cruz, otro más en Gessopalena y en 1321 regresó a Roccamontepiano hasta 1327, que fue nombrado General de la Congregación Celestina (ya se le llamaban así). Fundó más monasterios y algún hospital para peregrinos.

Ya en vida era tenido por santo por su caridad y humildad. Muchos se hicieron monjes atraídos por su santidad. En el orden místico tuvo signos de Dios, consuelos en su oración. Algunos éxtasis y visiones fueron presenciados por monjes. Sanó a una niña lisiada mientras celebraba la misa para ella, resucitó a un monje que había muerto en pecado mortal, este se confesó y entró al cielo. En una ocasión sanó a uno de los hermanos de la lepra con solo besar y hacer la señal de la cruz a las heridas. Pero padeció lo suyo, pues fue acusado por el obispo de Chieti de abusar de las donaciones que le hacían y de aprovecharse de la fe de las gentes para enriquecerse. 

Roberto murió en 1341, el 18 de julio, luego de 52 años de vida religiosa. Luego de su muerte, su tumba fue meta de peregrinaciones debido a los muchos milagros que allí ocurrieron. En 1342 las reliquias se trasladaron a Sulmona. Otras reliquias se trasladaron a su parroquia natal de La Salle, donde se bendice a los fieles con su brazo el día de su festividad. Se le invoca contra las llagas, las úlceras de la piel y la parálisis.


A 18 de julio además se celebra a  
Santa Sinforosa y sus siete hijos mártires.
Santa Odilia de Britania, virgen y mártir

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...