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sábado, 15 de mayo de 2021

"Dios me ayudará en cualquier tortura"

San Pedro de Lampsaco y compañeros mártires. 15 de mayo. 

El testimonio de estos mártires es muy antiguo y fiable. Padecieron bajo Decio, entre 249 y 251. Cuando este desató su persecusión, el procónsul Óptimo apresó a varios cristianos, entre ellos a Pedro, quien se había destacado en la ciudad de Lampsaco por su denuncia pública del culto impúdico a la diosa Venus. Fue arrestado y conminado a sacrificar a los dioses, mas no accedió y fue martirizado en la rueda. Finalmente alcanzó la victoria mediante la decapitación. 

Otros prisioneros fueron Andrés, Pablo y Nicómaco, quienes fueron torturados. El último de los tres flaqueó y sacrificó a los dioses con tal de salvar su vida y ser liberado. Mas apenas le dejaron libre, se retorció agudamente, cayó al suelo y murió con una mueca atroz.  

Entre los asistentes estaba Dionisia, una piadosa cristiana quien al ver lo ocurrido exclamó: "¿Estás feliz ahora? Por vivir libre esos pocos momentos, ahora vives en eterna tortura”. Y, claro, fue arrestada por ello. Al ser llevada ante el procónsul, se le encaró diciéndole: "Dios es más grande que tú. Y si no tengo miedo de sus amenazas, es porque Dios me ayudará en cualquier tortura que pueda soportar”. Entonces Óptimo la entregó para que fuera violada, pero nadie pudo tocarla. Entretanto Pablo y Andrés fueron azotados y lapidados por la turba.  

Al oír el rugido de la multitud enardecida de odio, Dionisia se soltó de sus cuerdas y se lanzó sobre los cuerpos de los santos mártires mientras clamaba: "Prefiero sufrir este sufrimiento aquí abajo con vosotros para reinar con vosotros en el cielo”, mientras recibía pedradas. Entonces Óptimo mandó la decapitaran, dando para ello su propia espada. 

Algunos menologios añaden a los mártires dichos, estos otros:  Cristina (niña de dieciséis años), Heraclio, Paulino y Benedicto. 


A 15 de mayo además se celebra a 

Santa Dympna,
virgen y mártir
.
S. Juana de Lestonnac,
viuda fundadora
.
San Primaël, ermitaño.
Santa Sofía de Roma
e hijas mártires.

domingo, 7 de marzo de 2021

Por devoción a los mártires, al martirio.

Santos Eubulo y Adriano de Cesarea, mártires. 7 de marzo. 

Su martirio lo recoge Eusebio en su “Historia Eclesiástica” al relatar la persecución en Palestina llevada a cabo por Diocleciano y Maximiano entre los años 303 y 310. En esta persecución padecieron numerosos mártires, uno más esforzado que el otro. Eusebio detalla bastante la persecución y da algunos nombres y como padecieron, y con el relato de nuestros dos mártires, los únicos cuyo culto trascendió, cierra su narración. 

No sabemos de donde eran Eubulo y Adriano, naturales de Mangana, aparecieron en Cesarea de Palestina luego de unos días intensos para los cristianos, pues doce de ellos habían sido martirizados. Al llegar a la ciudad hallaron que los santos cuerpos de los mártires yacían a las afueras de la ciudad, a las expensas de las fieras. Allí debían permanecer hasta cuatro días, luego se permitía fueran enterrados. Si algún cristiano lo hacía antes (como solía ocurrir por la devoción que hacia los mártires se tenía) era inmediatamente arrestado. 

Eubulo y Adriano no se detuvieron ante aquel sacrilegio y, tomando las preciosas reliquias de los santos mártires, las enterraron piadosamente y al ser inquiridos por ello, confesaron que habían ido a la ciudad precisamente para ello, para socorrer a los cristianos. Fueron aprehendidos y llevados ante el gobernador Firmiliano. Este, hecho ya a los interrogatorios y los tormentos les hizo padecer el castigo de los garfios de hierro, que les desgarraron las pieles a nuestros santos. Así, hechos un guiñapo, arrojó a un león a Adriano en el marco de unas fiestas que se celebraban. El león no tocó al santo, que terminó siendo degollado. 

Por su parte, a Eubulo le intentó salvar el portaestandartes del gobernador. Tal vez le conocía, quien sabe. Intentó convencer a Eubulo para que sacrificara a los dioses y así salvara su vida. Eubulo, claro está, lo rechazó, y por ello, el 7 de marzo de 308 fue arrojado a las fieras en el anfiteatro, las cuales lo despedazaron y devoraron. 

Fuente:
-"Las Verdaderas actas de los Martires". Tomo III. Teodorico Ruinart. OSB. Madrid, 1776. 


A 7 de marzo además se celebra a:








viernes, 22 de noviembre de 2019

Santos Filemón y Appia.

Santos Filemón y Appia, esposos mártires. 22 de noviembre, 4 de enero (Sinaxis de los Discípulos, Iglesias orientales), y 19 de febrero.

Filemón recibe a Onésimo.
Fue Filemón un ciudadano rico habitante de Colosas, en Frisia, en la actual Tuquía. Sí que sería discípulo de San Pablo, quien estando preso, sobre el año 50, le escribiría una carta personal, aunque, como toda correspondencia del apóstol, con enseñanza sobre nuestra fe. La situación fue la siguiente: Tenía Filemón un esclavo llamado Onésimo, el cual le robó cierta cantidad y huyó de la casa. Arrepentido de su mal, Onésimo pidió ayuda a San Pablo, a quien le conocería de su amistad con su amo.

Onésimo, también cristiano y bautizado por Pablo, quien dice haberlo “concebido en Cristo”, fue protegido por el santo apóstol y enviado de vuelta a su amo con la mencionada carta. Pablo querría conservarle a su lado como ayudante en la evangelización, pero por respeto a su amigo, y a la ley que obligaba a devolver a un esclavo huido, lo envía a Filemón con la esperanza que ya no le trate como esclavo, sino “como un hermano amado. Porque eso es lo que él es para mí ahora, ¿cuánto más lo será para ti?”. Pide a Filemón que le perdone su falta y le acoja como al mismo Pablo. Y Filemón así lo hizo, y más aún, le dio la libertad a Onésimo y le trató en adelante como a un hermano. El martrologo pone a San Onésimo a 16 de febrero.

La tradición quiere a Filemón como uno de los 70 discípulos del Señor, enviados por este para anunciar el Reino, según Lucas 10, 1, aunque ahí no se le mencione. Ni a él ni a nombre alguno. El Doroteo le hace obispo de Gaza y aunque San Hipólito (22 de agosto) lo confirma, es bastante improbable. El menologio basiliano le pone padeciendo el martirio en Éfeso, en el templo de Artemisa. Las “Constituciones Clementinas” le señalan como obispo de Colosas. El martirologio romano, a su vez, sitúa su martirio, junto a su esposa Appia y San Arequipo (30 de marzo) en Colosas, durante el festival de Artemisa. Los paganos los capturaron por orden del gobernador Artocle y les enterraron hasta la cintura para apedrearles después. Filemón y Appia murieron de este tormento, pero Arequipo moriría luego, desangrado por heridas de puñal.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XIV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 22 de noviembre además se celebra a
Beato Salvador Lilli, franciscano, y compañeros mártires.

Santa Cecilia, virgen y mártir.

martes, 14 de agosto de 2018

De un misionero pescador y maldiciente.

San Loevan de Bretaña, monje. 14 de agosto, 14 de octubre y 12 de noviembre.

Fue discípulo de San Pablo Aureliano (12 de marzo) y de San Tugdual de Bretaña (30 de noviembre), a quien acompañó en su misión evangelizadora a Bretaña junto a San Ruellin (28 de febrero), San Kirecg (17 de febrero), San Goneri (18 de julio), San Brioc (17 de diciembre), San Meryn (4 de abril), Santa Libouban (25 de mayo), madre de Goneri, y Santa Meheleu (9 de octubre), una viuda que les atendía. Al llegar a la costa vieron un barco que les esperaba, subieron y aunque no había tripulación comenzaron a navegar hasta llegar a Ker-Morvan, región de Léon. Desembarcaron y el navío despareció. El señor local de Léon, Iona I (primo lejano de Tugdual), les dio unas tierras y Tugdual construyó un pequeño monasterio, donde hoy se encuentra la iglesia de Tre-Pabu.

Su leyenda cuenta que, cuando era ermitaño, un día atrapó dos peces grandes con un solo anzuelo. Le dio pena de los animales, pues era él solo para comer y llevarse los dos peces sería matar uno en vano, por lo cual los devolvió al agua. Pero he aquí que una vez más los dos peces quedaron enganchados en el anzuelo. De nuevo al agua. Y una tercera vez, así que el santo creyó que aquello sería signo de algo. Tomó los peces y se fue a su ermita, y al llegar vio que su hermana Breage estaba de visita con sus dos hijos. Como eran pobres y pocas veces comían bien, de los dos peces no quedaron ni las espinas.

Otra leyenda popular cuenta que un día en que el santo estaba pescando (se le daría bien), una mujer llamada Juana le recriminó lo hiciera siendo domingo. Entonces el santo se vengó jurando que todas las niñas llamadas Juana que fueran bautizadas en su iglesia, ya pública, morirían. Hasta hoy las niñas para las cuales elijan este nombre, son bautizadas en la parroquia vecina, Sennes.

Y una tercera leyenda cuenta que Loevan falleció a causa de que una piedra de granito le cayó en la cabeza mientras construía una portada nueva en su ermita. Dicha piedra aún se señala y la tradición dice que el día que un caballo pase sobre ella con sus alforjas, será signo del fin del mundo.


Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Vidas de los Santos". Tomo IX. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 14 de agosto además se celebra a:


Santa Atanasia de
Aegina, abadesa
.
San Eusebio de Roma,
presbítero mártir
.
San Marcelo de Apamea,
obispo y mártir
.





sábado, 4 de agosto de 2018

Compañero del Evangelio y las penas.

San Aristarco de Tesalónica, obispo. 4 de agosto, 15 de abril y 27 de septiembre.

Según los Hechos de los Apóstoles (19, 29), Aristarco fue compañero de San Pablo (29 de junio, martirio; 30 de junio, conmemoración; 25 de enero, conversión; 18 de noviembre, dedicación de la basílica), en la predicación del Apóstol de los Gentiles en Éfeso. Y según Hch. 20, 4, permaneció con San Pablo algún tiempo. También aparece mencionado en la carta que Pablo escribe a Filemón (1, 24). Y sabemos que también padeció persecución en Roma, pues Pablo le menciona en su carta a los Colosenses (4, 10).

Fuera de eso, tenemos diversas tradiciones orientales que nos dicen que era oriundo de Tesalónica, que formó parte de los 70 discípulos (Lucas 10, 1). Igualmente, alguna tradición se le hace el primer obispo de la ciudad siria de Apamea.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.

A 4 de agosto además se celebra a:

San Eleuterio, mártir.
Santa Eudoxia
de Heliópolis, mártir.
San Molua
de Conflert, abad.






lunes, 2 de julio de 2018

No abandonaron el camino tomado.

Santos Proceso y Martiniano de Roma, mártires. 2 de julio, 11 de abril (Iglesias Orientales), y 31 de mayo.


Bautismo de los santos.
Según su leyenda, cuando los apóstoles San Pedro y San Pablo fueron encerrados en la cárcel Mamertina, entre los soldados encargados de custodiarles estaban Proceso y Martiniano. Ambos fueron testigos de los innumerables milagros y curaciones que los apóstoles realizaban allí en la prisión, por lo cual se convirtieron a la fe cristiana. Le dijeron a Pedro y Pablo: "Lleváis nueve meses en prisión por orden del emperador, así que seguramente les habrán olvidado. Por lo que a nosotros respecta, podéis iros, pero antes de que os vayáis, queremos pediros que nos bauticéis, porque queremos pertenecer a Aquel en cuyo Nombre hacéis milagros".

Entonces San Pedro (29 de junio, martirio; 18 de enero, Cátedra de Roma; 22 de febrero, cátedra de Antioquía; 1 de agosto, "Ad Víncula", 16 de enero, "ad Víncula" en la Iglesia oriental; 18 de noviembre, dedicación de la Basílica) les dijo: "Si aceptáis la fe verdadera, podréis hacer los mismos milagros que nosotros". Entonces, ambos proclamaron su fe, y San Pedro hizo brotar un manantial, con cuya agua bautizó a los santos soldados y a otros 57 catecúmenos, hombres y mujeres. Dicha fuente puede visitarse en la cárcel Mamertina.

Esta conversión no pasó desapercibida y ambos soldados fueron llevados ante el prefecto Paulino, quien les conminó: "¿Qué estoy escuchando? ¿Habéis abandonado la buena y antigua religión de nuestros antepasados romanos a cambio de esa fe sin sentido que se esparce hoy aquí? ¿Dónde está vuestra lealtad al emperador? Pensad en vuestras distinciones militares y no las pongáis en riesgo". "Ahora vemos" – fue la respuesta – "cuánto hemos caminado en la oscuridad en el pasado y no pensamos dejar el camino que hemos tomado".

Entonces Paulino mandó romperles los dientes con piedras para castigarles. Este tormento solo alentó a los santos a permanecer firmes en la fe. Luego los llevaron ante la estatua de Júpiter para obligarles a sacrificar, pero nada logró Paulino. Los tormentos continuaron y Proceso y Martiniano cada vez aparecían más animosos. Entre los que les veían padecer estaba Santa Lucina (30 de junio), una matrona cristiana que los alentó a perseverar, pues el sufrimiento del mundo duraba solo un instante, mientras que la gloria del cielo sería eterna. Paulino mandó a los soldados para que gritaran más que Lucina.

Visto que no podían doblegar a los santos, estos fueron enviados a prisión. Durante los interrogatorios y los tormentos Paulino había perdido un ojo y muerto de la infección poco después. Todos los paganos pensaron que los santos habían ejercido artes oscuras contra el Prefecto, por lo cual, tan pronto se nombró un sucesor a Paulino, ambos santos fueron decapitados junto a la muralla de Roma. Sus santos cuerpos fueron dejados en el campo abierto para que las fieras los comieran, sin embargo, Lucina los recogió y los enterró piadosamente en una sepultura en el segundo miliario de la Via Aurelia.


Santa Lucina entierra a los santos.
Aunque lo anterior se basa en Actas tardías, del siglo VI, y es legendario, la existencia de estos santos está plenamente demostrada por la antigüedad de su culto. Su sepulcro, en el sitio dicho, fue venerado desde los inicios del cristianismo romano. Consta que en el siglo IV hubo una basílica edificada sobre su tumba. En el siglo IX el papa San Pascual I (14 de mayo) trasladó sus reliquias a la antigua Basílica de San Pedro, y hoy reposan en la actual basílica. Su memoria entró pronto en el Martirologio Romano y en el misal estuvieron hasta la reforma litúrgica de 1969.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 2 de julio además se celebra a:


San Swithun de
Winchester, obispo.
San Juan F. Regis,
presbítero jesuita.
Santa Monegundis
reclusa y abadesa.





viernes, 29 de junio de 2018

Santa Cocca

Santa Cocca de Ros-Bennchuir, abadesa. 29 de junio.

Los datos sobre esta santa son tomados casi todos de la "vita" de San Kieran de Saighir (5 de marzo). También se le conoce como Coca, Cocchea o Cota.

Vivió en el siglo V y al parecer era oriunda de la isla de Cape Clear, en el actual Cork. Probablemente haya sido pagana de joven y convertida por Kieran. Luego de eso, le habría ayudado en la propagación del Evangelio. En Ros-Bennchuir fundaron un establecimiento monástico para vírgenes nobles, a las que nuestra sana dirigiría y educaría con esmero. La "vita" del santo dice que cada año este enviaba dos bueyes solos desde Saigir hasta Ros-Bennchuir, y aunque era una larga distancia, los animales jamás perdían el camino ni se detenían. Llegaban a Ros-Bennchuir para la época de la siembra, araban las tierras del monasterio de Santa Cocca y terminado su trabajo, ellos solos volvían a Saigir. Visitaba el santo cada año a las religiosas por Navidad luego de celebrar la misa en Saigir. Les celebraba la misa y les daba la comunión, y milagrosamente estaba en Saigir de nuevo para las primeras oraciones del día luego de la misa, cuando era un viaje de semanas.

Cerca de donde estuvo el monasterio de Ros-Bennchuir hay una gran piedra a la orilla del mar, llamada "piedra de Santa Cocca", porque a ella se subía la santa para hacer oración. Dícese que en una ocasión en que Kieran debía cruzar el mar, subió a la roca y esta le trasladó sobre las aguas a su destino. Pero sabiendo el santo que Cocca le gustaba orar allí, envió la roca de vuelta a su sitio.

No hay que confundir a esta santa con Santa Cocca de Kilcock (6 de junio).

Fuente:
-"Vidas de los santos irlandeses". O'Hanlon. C O’HANLON. C.

A 29 de junio además se celebra a:


Santa Emma de Gurk,
viuda fundadora.
B. Salomé y Judith,
reclusas.
San Gero de Colonia,
obispo.





jueves, 28 de junio de 2018

Vivir por Cristo y morir por el calor.

San Pablo I, papa. 28 de junio.

Los principales datos de su vida los da Anastasio, el Bibliotecario, quien parece los recoge de alguna fuente contemporánea al mismo santo.

Nació en Roma, a inicios del siglo VIII en una familia noble. Muy joven fue ordenado diácono por el papa San Zacarías (3, 15 y 22 de marzo). En 752 su hermano Esteban subió al solio pontificio con el nombre de Esteban III. Esteban gobernó la iglesia romana durante cinco años, durante los cuales Pablo fue su fiel colaborador, por lo cual fue designado por los partisanos como sucesor aún en vida de Esteban. Sin embargo, otra facción, apoyada por el clero, no veía con buenos ojos esta sucesión como si de un título familiar se tratara. A la muerte de Esteban en 757 intentaron entronizar a Teofilacto, archidiácono de la Iglesia de Roma, pero finalmente los partisanos se impusieron y proclamaron papa a Pablo el 29 de mayo del mismo año.

Pablo era un hombre de carácter manso, amante de paz y muy humilde. Visitaba las iglesias, a los pobres, socorría por si mismo a los enfermos y los peregrinos. Mandó excavar en las catacumbas de Domitila y trasladó las reliquias de Santa Petronila (31 de mayo) a la primitiva basílica de San Pedro.


Su obra siempre estuvo encaminada a que la Iglesia fuera independiente y mantuviera la paz con los reyes del mundo, pero no siempre pudo. Tuvo que sufrir a Desiderio, rey de los lombardos, quien pretendía recuperar el dominio sobre Rávena, territorio que Pipino, rey de los francos, había entregado a la Sede de San Pedro, en tiempos del papa Zacarías. La cosa no llegó a más pues, apenas Desidero amenazó gravemente al papa con invadir Rávena y la misma Roma, los francos amenazaron a su vez con ir contra él.

Pablo murió luego de 10 años de pontificado, el 28 de junio de 767, al parecer a causa del calor de aquel verano.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.

Otros santos papas son:

San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Calixto I. 14 de octubre.
San Marcos. 7 de octubre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Agatón. 10 de enero.
San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Aniceto. 17 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.

San Zacarías 15 de marzo.
San Celestino I. 6 de abril.

viernes, 27 de abril de 2018

"Que el ángel del Señor te guíe".

San Antonio de Lucca, presbítero. 27 de abril.

Según la leyenda de San Torpes (17 de mayo), Antonio era discípulo del apóstol San Pablo (29 de junio, martirio; 30 de junio, conmemoración; 25 de enero, conversión; 18 de noviembre, Dedicación de la Basílica) y vivía retirado en un monte como eremita para escapar a la persecución neroniana.

Cuando el mencionado Torpes se convirtió a la fe, se dirigió al monte donde vivía escondido Antonio por recomendación de Pablo, y llamó al anciano: "Santo padre, Antonio, ¿dónde estás? Respóndeme". Cuando el presbítero salió de su cueva, Torpes le dijo: "Por favor, padre, escúchame y no temas. He conocido a Cristo y quiero ser bautizado". Antonio le respondió: "¿Cómo sé si tus motivos son sinceros?", pero el joven le replicó: "Si miento, que no sea digno de recibir el bautismo". Y Antonio le bautizó con agua de un arroyo. Luego le dijo: "Ahora vete de aquí, hijo mío, y que Dios aumente tu fuerza de testificar la fe y luchar por ella ante los enemigos". Le besó y le bendijo diciéndole "Que el ángel del Señor te guíe, hijo mío".

Sabemos que Torpes fue martirizado, pero de Antonio no sabemos más, salvo de su culto. En 1201 ocurrió la invención de sus reliquias, que fueron trasladadas a la catedral de Lucca, donde se veneran.


Fuente:
https://www.heiligenlexikon.de


A 27 de abril además se celebra a:


San Pedro Armengol.
N. S. de Montserrat.
San Assico, obispo.





miércoles, 7 de marzo de 2018

Simple ante los hombres y grande ante Dios.

San Pablo "el Simple", monje. 7 de marzo, 4 de octubre, 18 de diciembre y 11 de enero.

Hay varias fuentes sobre este santo, pues tanto Paladio, como Rufino y Sozomeno hacen referencia a él. Fue Pablo un hortelano rudo, quien un día halló a su mujer con otro hombre. Entonces, decepcionado de todo, dejó el mundo y se fue al Desierto. En la Tebaida halló a San Antonio Abad (17 de enero), pidiéndole ser su discípulo. Sin embargo, el santo no quiso aceptarlo, porque Pablo tenía más de 60 años y a esa edad hacerse a la vida monástica es muy difícil.

La respuesta de Pablo "el Simple", fue simple: quedarse fuera de la ermita de Antonio hasta que este le admitiera. No decía una palabra, ni insistía, ni miraba al santo patriarca. Esa humildad venció a Antonio, quien temiendo que el viejo Pablo se le muriera a la intemperie, le dejó entrar a su ermita. Para probarle, cuenta Paladio, Antonio encargó a Pablo que tejiera una cuerda con hojas de palma, la cual le ordenaba deshacer al ponerse el sol, y así, día tras día, sin que Pablo protestara por la inutilidad de aquella tarea. Otras veces ponía un trozo de pan delante de él, y luego de orar largo rato, le decía "Hemos mirado el pan, eso bastará de cena; ahora descansemos". Nunca protestó por aquello "el simple" Pablo.

Cuando Antonio creyó que ya Pablo estaba listo para la vida eremítica, sabía orar los salmos de memoria y estaba templado en el ayuno y la penitencia, le dejó tener su ermita relativamente cerca de la suya. Realmente Antonio admiró cuan pronto se adentró Pablo por los caminos del Señor, pues en breve este tenía una oración altísima, recibiendo grandes dones de Dios, entre ellos el de exorcizar a los demonios. Incluso en ocasiones, según Sozomeno, Antonio le enviaba endemoniados que el mismo no podía liberar, quedando libres las personas

En una ocasión, estando Antonio discutiendo sobre asuntos espirituales con algunos prelados que le visitaban, Pablo, que era analfabeto de todo, preguntó "¿Vivieron los profetas antes de Jesucristo, o Jesucristo antes de los profetas?". Antonio, molesto con aquella tontería, le mandó callar y apartarse, lo cual hizo Pablo enseguida, yéndose a sus labores. Como los prelados asomaron alguna sonrisa a costa del "tonto", Antonio les replicó: "¡Oh, hermanos míos! aprended de este hombre como debe ser nuestra obediencia a Dios. Si yo digo algo, él lo hace instantánea y alegremente. Y nosotros, ¿nos comportamos así con nuestro Dios?".

Pablo murió sobre 339.


Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Volumen III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 7 de marzo además se celebra a





lunes, 1 de enero de 2018

El Taumaturgo de Condat.

San Oyend de Condat, abad. 1 de enero.

Su "vita" fue escrita por un monje de Condat en el siglo VI, y aunque el autor casi fue contemporáneo del santo, tiene más de leyenda que de historia. Gran parte de esta "vita" pretende explicar los ritos del "Óleo de San Oyend", un aceite bendecido que el monasterio ofertó durante siglos a los devotos del santo. Igualmente explica la presencia de algunas reliquias en el monasterio, para darles autenticidad.

Según este escrito, Oyend (Eugend, Agend, Yan, Eugendo) nació en Franconia, a finales del siglo V y fue hijo de un presbítero. Siendo aún un niño pequeño tuvo una visión en la cual veía a dos religiosos que le tomaban y le llevaban consigo a una alta montaña, desde la cual oyó una voz, como el Patriarca Abraham, que le decía "Tu descendencia será tanta como estas estrellas". Y aparecían cientos, miles de monjes que confirmaban aquellas palabras. Además, se vio el niño Oyend en el cielo, donde los ángeles entonaban salmos y cánticos ante el trono del Altísimo. Cuando terminó la visión, la refirió a su padre, el cual lo confió a los Santos abades Román y Lupicinio (28 y 29 de febrero), que recién habían fundado un monasterio en Condat.

Así, a los siete años entró al monasterio. Pronto aprendió a leer, escribir y cantar. Apenas tuvo la edad requerida, tomó el hábito monástico allí mismo. Fue penitente y orante como pocos, y se dice siempre llevó una áspera camisa de pelo bajo el hábito y unos zapatos de madera, toscos y sin refinar por dentro. Dormía sobre un saco de paja, sumamente incómodo. Su oración era prolongada, y salía de ella transfigurado, con una luz sobrenatural emanando de su rostro. No comía sino una sola vez al día, a la hora de Sexta, y solo comía otra vez si la obediencia se lo imponía.

Estudió las Escrituras y los Padres de la Iglesia, destacando por su recta comprensión de la doctrina católica. Su obispo quiso ordenarle presbítero para que pudiera predicar el Evangelio, pero Oyend nunca quiso, sino que prefería ser un simple monje sin honores. Fue un gran auxilio para su abad, el cual descargaba con confianza numerosos encargos y acciones de gobierno, teniéndole por vicario fiel. Destacó sobre todo como director de la escuela del monasterio, en la que él mismo se había formado. Poco tiempo después tuvo una visión en la cual los santos fundadores Román y Lupicinio le cedían su cayado y su cíngulo, en signo de que le elegían para que fuera abad del monasterio cuando los monjes lo decidieran.

Y efectivamente, al poco tiempo, en 490, murió su abad y Oyend fue elegido por unanimidad como abad de Condat. Fue prelado piadoso, noble y recto al mismo tiempo. Aun así, a veces recibía críticas de sus monjes, a las cuales respondía con humildad y redoblando sus penitencias para ser mejor. Tuvo el don de milagros, y los dones de conciencias y de sanación. Incluso por medio de sus cartas hacía milagros, lo cual fue aprovechado, según la leyenda, por varios prelados y presbíteros, para escribirle y obtener respuesta suya, y así, por medio de estas cartas "milagrosas", aliviar las penas de los enfermos. Otro sacramental muy usado por el santo fue el aceite bendito, que sus visitantes se llevaban del monasterio para ungir a enfermos, obrándose portentos.

También eran efectivas su acción y oración contra el demonio. Cuéntase que una joven de Secundiac cayó bajo el dominio de un demonio, que llegó a enloquecerla hasta el punto de tener que ser atada con cadenas. Conjurado el demonio a que dejara a la muchacha en paz, el diablo dijo que sólo podría contra él sino el Oyend, el abad de Condat. Fueron a rogarle al santo que viajara a exorcizar a la joven, mas Oyend se negó a salir del monasterio, aunque firmó una nota en la cual ordenaba al diablo, en el Nombre de Cristo, a salir de la joven. Todavía no habían llegado a la mitad del camino cuando el diablo, sintiendo cerca la presencia del santo abad, salió del cuerpo de la poseída.

Nuestro santo tuvo, por iluminación divina, el conocimiento previo de las cosas, como la pronta muerte de algunos de sus monjes, a los cuales avisaba para que se prepararan para el encuentro definitivo con Cristo. También predecía la llegada de los prelados o personajes ilustres, esmerándose en que todo estuviera listo. También tuvo el especial don de conocer las virtudes o vicios de los que rodeaban sintiendo un agradable perfume o espantoso hedor, según el caso. Algo que también leemos de Santa Cristina la Admirable (24 de julio).

Uno de los "hechos" más conocidos y representados en la iconografía de San Oyend es una visión que tuvo: Se le aparecieron los apóstoles San Pedro, San Pablo y San Andrés un día que descansaba bajo un árbol. Luego de saludarles y preguntarles de donde venían, los tres santos le revelaron quienes eran. Oyend, luego de besar sus pies inquirió que hacían los santos por aquellos parajes, siendo que sus cuerpos se veneraban en Roma y de Patras. Entonces San Pedro le contestó: – "Eso es verdad, nosotros estamos donde tú aseguras, mas hemos venido aquí, que es donde debemos habitar ahora". Y desaparecieron. En ese momento vio el santo abad se acercaban dos monjes que años atrás habían salido en peregrinación, quienes traían un arca con reliquias los santos Pedro, Pablo y Andrés. Las reliquias fueron llevadas al monasterio solemnemente y veneradas durante siglos en el altar.

También gozó nuestro santo de la protección del gran San Martín de Tours (11 de noviembre, sepultura; 4 de julio, ordenación episcopal; 5 de octubre, Iglesia Oriental; 12 de octubre, Iglesia bizantina; 12 de mayo, invención de las reliquias; 1 y 13 de diciembre, traslaciones), el cual socorrió a varios de sus monjes en una ocasión en que Oyend les había enviado a comerciar con sal. Sucedió que a los dos meses aún no habían regresado los monjes y Oyend entristeció sobremanera, pensando no les habría enviado a la muerte. Entonces, estando en oración en su lecho, se le apareció San Martín, quien le aseguró que estaba a salvo por su protección, aunciándole el día y hora en que llegarían al monasterio. Oyend lo comunicó a sus monjes al día siguiente, y así mismo ocurrió, pues el día y hora anunciados aparecieron los monjes. Además experimentó la protección de San Martín cuando el monasterio de Condat sufrió un incendio y milagrosamente se salvaron numerosos bienes, pudiendo reconstruirse el monasterio en poco tiempo. Además, el aceite bendito, siendo lo más inflamable, quedó intacto en medio de las cenizas el recinto.

Luego de la Navidad de 509, Oyend se sintió desfallecer y pidió le fuera impartido el sacramento de la Extremaunción, pues sabía no le quedaban sino pocos días de vida. Consoló a sus monjes, que estaban tristes por perderle, y les animó a elegir un abad mejor que él mismo. Tuvo una visión en la cual los santos Román y Lupicinio entraban con un ataúd y alegres le mostraban el cielo. Pidió a sus monjes no retrasaran su muerte con oraciones, sino que pidieran mejor para que alcanzara pronto el cielo. Y así, el primer día de año de 510, teniendo 60 años, el santo abad entró a la gloria eterna. 

Fuentes: 
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Les vies de tous les Saints de France". Tomo V. M. CH. BARTHELEMY. Versalles 1864.

A 1 de enero además se celebra a
San Demet de Plozevet, eremita.
San Concordio, presbítero y mártir.

viernes, 29 de diciembre de 2017

De Asia a Mileto, ¡y a Arlés!

San Trófimo, obispo. 29 de diciembre, 14 y 15 de abril, Iglesias Griegas, 29 de junio, 31 de julio y 29 de octubre.

Sobre Trófimo, oriundo de Asia Menor y convertido en los inicios de nuestra fe cristiana, tenemos el testimonio bíblico de Hch. 20, 4, donde se le menciona como uno de los compañeros de San Pablo: "Y le acompañaron hasta Asia, Sosípater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo". Sobre San Sosípater y San Jasón (29 de abril) ya he escrito antes. Tenemos además otro texto, la segunda Carta a Timoteo (4, 19) donde dice el San Pablo: "a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto". Trófimo, siguiendo los pasos de Pablo, le acompañó en su tercera viaje apostólico. No hay duda en que fue uno de los pilares de algunas iglesias locales, evangelizador y organizador de las mismas. 

El "Pseudohipólito" dice que Trófimo se unió a San Pablo en Roma y que con este sufrió el martirio. Pero no podemos fiarnos mucho, porque también le pone siendo parte de los setenta discípulos, cosa imposible pues no había no judíos entre estos discípulos de Cristo.

La leyenda, que nunca falta, enreda un poco el asunto: Le hace nada menos que uno de los enviados a la Galia por el Príncipe de los Apóstoles en misión evangelizadora, convirtiéndose en uno de los "Santos en la Máquina del Tiempo" que ya hemos mencionado. El origen de esta leyenda está en San Gregorio de Tours (17 de noviembre) que menciona a los obispos enviados desde Roma a la Galia por el papa San Fabián (20 de enero) en el siglo III: San Gaciano de Tours (18 de diciembre), San Pablo de Narbona (22 de marzo), San Marcial de Limoges (30 de junio), San Dionisio de París (9 de octubre), San Saturnino de Tolosa (29 de noviembre) y Trófimo, enviado a Arlés como obispo. También se añaden los presbíteros Santos Nectario y Auditor (9 de diciembre). Pero esta comitiva data de mediados del siglo III, y no del I, como pretende la leyenda. Le habría sucedido en la sede de Arlés, San Rieul (30 de marzo).

Ciertamente, además del testimonio del Turolense, consta un obispo llamado Trófimo en la sede de Arlés, enviado especialmente para combatir a Marciano, obispo de la misma sede, que había promovido la herejía novaciana. Y esto fue en el siglo III. Y por si fuera poco, una carta del papa San Zósimo (26 de diciembre) menciona a Trófimo como columna de la iglesia en Arlés, sin señalar para nada su supuesto envío por parte del apóstol San Pedro en el siglo I. Las Iglesias Orientales han mantenido la tradición de su martirio en Roma con San Pablo, la leyenda de Arlés les es ajena.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 29 de diciembre además se celebra a
San Maccuil de Mannin, penitente y obispo.
San David de Jerusalén, rey.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...