De las cosas que he aprendido en este mundillo de santos, aparte de que muchas cosas no son en realidad como nos han contado; es a tener paciencia y que cuando menos buscas una cosa ¡zas! aparece... A que viene esto? Pues a que cuando empecé a interesarme por el tema de los Santos y sus animales, obtuve (Dios recuerde como) la información de que al Beato Jordán de Sajonia, se le representaba con una comadreja... al ser un animal tan raro, me quedó la curiosidad de saber el por qué de semejante bicho en la vida del santo. Y he aquí, que hace un par de días, buscando información sobre Santa Bertha de Arras (4 de julio), la cual no tiene nada que ver con Jordán... ¡voilá! llega a mis manos, mis ojos, y mis oídos la información ansiada.
Que sí, que es una bobería y que es un tema que no importa a nadie, pero a mí, vamos, me da igual... y aquí va la historia de la comadreja, o mejor dicho, del santito y su comadreja:
La leyenda dice que en 1236, paseando con el hermano dominico sacristán del convento de Lausana, entre que hablaban de Dios, ante sus ojos, una comadreja apareció de pronto y más rápida aún, entró a su madriguera. El hermano se quedó embobado mirando allí y Jordán le preguntó: "¿Qué ves ahí, que tanto te llama la atención?" El fraile contestó: "Hay una hermosa criatura, tan blanca como la nieve". El santo, sonriendo, se inclinó hacia el agujero y dijo "Bueno, mi pobre criatura, sal, para que podamos verte". Inmediatamente el animal asomó el hocico, salió y se acercó a Jordán, dejándose acariciar por él largo rato, hasta que el santo le dijo: "Ya está, ahora vuelve a tu agujero, y alabemos al Señor que te hizo". Inmediatamente el animalejo desapareció en su madriguera.
Y ya está. Y puestos, pues solo queda contar algo sobre el beato.
Beato Jordán de Sajonia, general dominico. 13 de febrero.
Nació cerca de Paderborn, entre 1185 y 1190, y desde niño era muy caritativo. Hizo un voto de jamás dejar pasar sin socorrerle a quien le pidiera limosna. Le mandaron a esudiar a París y, en una ocasión, pidiéndole un pobre algo para su necesidad y no tenindo que darle, le dio su cinturón para que lo vendiese y sacase algo. Acto seguido entró en una iglesia y se encontró con que el crucifijo del altar tenía puesto el cinturón que acababa de dar al pobre. Allí, en París, conoció al Beato Reginaldo de Orleans (1 de febrero), quien le hizo saber de la nueva Orden de Predicadores. Conoció a Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, elevación y traslación de las reliquias; 15 de septiembre, Santo Domingo "in Soriano"), cuando este visitó la ciudad en 1219. El 12 de febrero de 1220, Miércoles de Cenizas, fue ordenado sacerdote y se presentó a Domingo: quería entrar en su familia recién fundada, pero ya establecida en Bolonia, París y otras ciudades de Francia, Alemania, Italia y España.
Llegó a ser General de la Orden y bajo su gobierno, esta floreció abundantemente, llegando hasta el último rincón de Europa. Fue un hombre de grandes virtudes y dotado para la predicación, la enseñanza y el gobierno. Fundó más de 400 conventos y dio entrada a la orden a más de 1000 jóvenes. Padeció la persecusión del demonio, que le propuso dejarlo en paz si dejaba de predicar, a lo que respondió Jordán predicando más fervorosamente e implorando la ayuda de la Virgen María. Compuso la corona mariana e instituyó la costumbre dominica de asperjar las celdas con agua bendita cada noche. Con su ejemplo ganó a San Alberto Magno (15 de noviembre) para la orden dominica. Los estudiantes lo amaban sinceramente, por su equilibrio entre justicia y misericordia. En una ocasión, uno le preguntó qué era mejor: la oración o el estudio de la Biblia. Él respondió con otra pregunta: "¿Qué es mejor, comer o beber?; tienes que hacer las dos cosas. Lo mismo sucede con la oración y el estudio de la Biblia", fue la respuesta.
Escribió la primera historia de la Orden Dominica en su "Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum", donde narra los comienzos de la orden y, claro, trata algo de la vida y traslación de las reliquias de Santo Domingo.
En 1237, al regresar de una visita a los conventos de Tierra Santa, perdió la vida en un naufragio frente a la costa de Siria. Su cuerpo y el de los dos religiosos que le acompañaban aparecieron en la orilla del mar con cruces y cirios alrededor. Fue enterrado en la ciudad costera de San Juan de Acre. Fue beatificado por León XII en 1828 y se representa con un libro, una cruz, con un lirio y con la susodicha comadreja (de esta forma jamás lo ví, os debo la imagen).
Fuentes:
-"Sacro Diario Dominicano". P. FRANCISCO VIDAL, O.P. Valencia, 1747. -“Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores”. Fr. MANUEL AMADO, O.P. Madrid, 1829.
A 13 de febrero además se celebra a
San Agabo, profeta carmelita.
San Polyeucto, mártir.
Que sí, que es una bobería y que es un tema que no importa a nadie, pero a mí, vamos, me da igual... y aquí va la historia de la comadreja, o mejor dicho, del santito y su comadreja:
La leyenda dice que en 1236, paseando con el hermano dominico sacristán del convento de Lausana, entre que hablaban de Dios, ante sus ojos, una comadreja apareció de pronto y más rápida aún, entró a su madriguera. El hermano se quedó embobado mirando allí y Jordán le preguntó: "¿Qué ves ahí, que tanto te llama la atención?" El fraile contestó: "Hay una hermosa criatura, tan blanca como la nieve". El santo, sonriendo, se inclinó hacia el agujero y dijo "Bueno, mi pobre criatura, sal, para que podamos verte". Inmediatamente el animal asomó el hocico, salió y se acercó a Jordán, dejándose acariciar por él largo rato, hasta que el santo le dijo: "Ya está, ahora vuelve a tu agujero, y alabemos al Señor que te hizo". Inmediatamente el animalejo desapareció en su madriguera.
Y ya está. Y puestos, pues solo queda contar algo sobre el beato.
Beato Jordán de Sajonia, general dominico. 13 de febrero.
Nació cerca de Paderborn, entre 1185 y 1190, y desde niño era muy caritativo. Hizo un voto de jamás dejar pasar sin socorrerle a quien le pidiera limosna. Le mandaron a esudiar a París y, en una ocasión, pidiéndole un pobre algo para su necesidad y no tenindo que darle, le dio su cinturón para que lo vendiese y sacase algo. Acto seguido entró en una iglesia y se encontró con que el crucifijo del altar tenía puesto el cinturón que acababa de dar al pobre. Allí, en París, conoció al Beato Reginaldo de Orleans (1 de febrero), quien le hizo saber de la nueva Orden de Predicadores. Conoció a Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, elevación y traslación de las reliquias; 15 de septiembre, Santo Domingo "in Soriano"), cuando este visitó la ciudad en 1219. El 12 de febrero de 1220, Miércoles de Cenizas, fue ordenado sacerdote y se presentó a Domingo: quería entrar en su familia recién fundada, pero ya establecida en Bolonia, París y otras ciudades de Francia, Alemania, Italia y España.
Llegó a ser General de la Orden y bajo su gobierno, esta floreció abundantemente, llegando hasta el último rincón de Europa. Fue un hombre de grandes virtudes y dotado para la predicación, la enseñanza y el gobierno. Fundó más de 400 conventos y dio entrada a la orden a más de 1000 jóvenes. Padeció la persecusión del demonio, que le propuso dejarlo en paz si dejaba de predicar, a lo que respondió Jordán predicando más fervorosamente e implorando la ayuda de la Virgen María. Compuso la corona mariana e instituyó la costumbre dominica de asperjar las celdas con agua bendita cada noche. Con su ejemplo ganó a San Alberto Magno (15 de noviembre) para la orden dominica. Los estudiantes lo amaban sinceramente, por su equilibrio entre justicia y misericordia. En una ocasión, uno le preguntó qué era mejor: la oración o el estudio de la Biblia. Él respondió con otra pregunta: "¿Qué es mejor, comer o beber?; tienes que hacer las dos cosas. Lo mismo sucede con la oración y el estudio de la Biblia", fue la respuesta.
Escribió la primera historia de la Orden Dominica en su "Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum", donde narra los comienzos de la orden y, claro, trata algo de la vida y traslación de las reliquias de Santo Domingo.
En 1237, al regresar de una visita a los conventos de Tierra Santa, perdió la vida en un naufragio frente a la costa de Siria. Su cuerpo y el de los dos religiosos que le acompañaban aparecieron en la orilla del mar con cruces y cirios alrededor. Fue enterrado en la ciudad costera de San Juan de Acre. Fue beatificado por León XII en 1828 y se representa con un libro, una cruz, con un lirio y con la susodicha comadreja (de esta forma jamás lo ví, os debo la imagen).
Fuentes:
-"Sacro Diario Dominicano". P. FRANCISCO VIDAL, O.P. Valencia, 1747. -“Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores”. Fr. MANUEL AMADO, O.P. Madrid, 1829.
A 13 de febrero además se celebra a
San Agabo, profeta carmelita.
San Polyeucto, mártir.
Que a quien puede interesar? pues a los que seguimos tu blog. Esto es la clase de cultura trivial que hace único y valioso a este foro sobre los santos, gracias por todas investigaciones "nada interesantes".
ResponderEliminarGracias, Emilio. Solo hago lo que buenamente puedo.
EliminarMe encanta este blog! Necesitamos de veras conocer a estos amigos y amigas de Jesus. Grande tesoro de nuestra madre la Iglesia. Ramon, cuantos intercesores tienes!!
ResponderEliminarMiguel
Panama
Gracias, Miguel, ojalá pudiera dedicaros todo el tiempo del mundo. Eres muy amable. solo hago lo que buenamente puedo. Recuerda que siempre te puedes suscribir y recibir en tu e-mail los artículos según vayan saliendo.
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