Pregunta: Hay alguna santa con el nombre de Alma. No las almas del purgatorio, porque me ha dicho el sacerdote de mi parroquia que no son santas. Una santa es la que busco que se llame así: Alma.
Respuesta: Primero me gustaría aclarar que las almas del purgatorio sí son santas, aunque no canonizadas ni estén en la gloria eterna aún. Son ánimas que ya están salvadas y solo se purifican para entrar completamente limpias en la presencia de Dios, del que alguna manera ya gozan en esperanza. Aclarado esto, vamos a la santa. He de decirte que en español no existe santa llamada así "Alma", pero sí que existe si nos vamos al bretón antiguo nos encontramos con una santa la cual entre las variantes de su nombre, hallamos "Alma":
Santa Pompeia (o Coupaïa, Pompée, Âspase, Âme) de Bretaña, madre y eremita. 26 de julio.
Su leyenda la identifica con Aspasia, hija de Santos Eusebio y Landwenna (29 de octubre), reyes de Bretaña y radicados en Vannes. Su madre murió pronto y Eusebio educó a su hija en los valores del Evangelio y la fe católica. Cuando Pompeia era joven, su padre invadió los condados de Comblessac, y fue muy cruel, pues sacó los ojos y cortó las manos a algunos enemigos. Ambos, padre e hija, ese mismo día Eusebio comenzó a padecer grandes dolores en sus ojos y en las muñecas, paralizándose sus manos. Además, una gran melancolía y tristeza invadió a ambos. Pidieron auxilio al obispo San Melanio de Rennes (6 de noviembre, 6 de enero; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes; y 11 de octubre). Este, al saber la maldad cometida, fue muy severo con Eusebio y se negó a aliviar a ambos hasta que no hiciesen penitencia pública por el daño causado por Eusebio. Luego que este hizo penitencia, y Pompeia le acompañó en ella, Melanio le frotó tres veces la frente con aceite bendecido y le impuso las manos, sanando a Eusebio de sus dolores y a ambos de su melancolía.
Aunque Pompeia quería consagrarse a Dios, al ser única hija, tuvo que aceptar el matrimonio que su padre le concertó con el rey Hoël I de Bretaña. Tuvieron siete hijos. Entre ellos San Tugdual (30 de noviembre), San Lunaire (1 de julio; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes, y 30 de julio, la liberación de Trélévern), y Santa Sève (26 de julio). Otros hijos fueron Hoël II y Guerech o Erec, que sería padre de Santa Trifina (29 de enero) y abuelo de San Tremeur de Bretaña (21 de julio). Tuvieron que huir a la Gran Bretaña cuando Clodoveo I mató al rey Budic, padre de Hoël. Este tuvo que buscar refugio con su primo, el legendario rey Arturo, al que las leyendas hacen santo también y ponen a 6 de octubre. Luego de un tiempo, Hoël se recuperó material y moralmente y en 513 regresó a su tierra y echó a los frisones y a los gobernadores del rey franco, que a la sazón era Childeberto I, que mandó sus tropas y de nuevo tuvo que huir a Gran Bretaña. Y allí murió Hoël.
Mientras todo esto ocurría, Pompeia y sus hijos estaban establecidos en la actual Devonshire. Ella había confiado a Tugdual y Lunaire a San Illtud (6 de noviembre), que pronto se dedicaron al servicio de Dios. La tradición bretona, que es la más extendida, cuenta que Tugdual fue avisado por un ángel acerca que debía evangelizar en Bretaña. Así que se puso en marcha con un grupo de sus monjes y algunas santas mujeres, entre ellas nuestra Pompeia y su hija Sève. Al llegar a la costa vieron un barco que les esperaba, subieron y aunque no había tripulación comenzaron a navegar hasta llegar a Ker-Morvan, región de Léon. Desembarcaron y el navío despareció. Los monjes se dedicaron a la evangelización, y Pompeia, quedó como ermitaña junto a la iglesia de Langoat, muy cerca del monasterio fundado por su hijo hasta su muerte, sobre 550.
Culto.
La leyenda tiene severas imprecisiones, como llamar rey de Bretaña a Hoël, cuando no sería sino mucho más tarde cuando Bretaña tendría rey. También difieren las versiones inglesas y bretonas entre los hijos, cuando murió, etc., pero lo cierto es que su culto es muy antiguo, como atestigua su sepulcro y su culto. En Langoat hay una iglesia
del siglo XVIII, dedicada a su memoria donde se encuentra su tumba, de
estilo gótico, y en la cual se ven escenas de su leyenda y sus hijos. Antiguamente el último domingo de julio se hacía una peregrinación a sus reliquias. Se le invoca para tener hijos, lograr buen parto, contra la mala dentición de los bebés. También contra la artrosis, los males de la vista y la depresión.
Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo XIV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.
A 26 de julio además se celebra a
Santa Ana, Madre de la Virgen María.
Beata Camilla Gentili, mártir.
Santa Cristiana de Dendermonde, virgen.
Imagen venerada en Langoat |
Santa Pompeia (o Coupaïa, Pompée, Âspase, Âme) de Bretaña, madre y eremita. 26 de julio.
Su leyenda la identifica con Aspasia, hija de Santos Eusebio y Landwenna (29 de octubre), reyes de Bretaña y radicados en Vannes. Su madre murió pronto y Eusebio educó a su hija en los valores del Evangelio y la fe católica. Cuando Pompeia era joven, su padre invadió los condados de Comblessac, y fue muy cruel, pues sacó los ojos y cortó las manos a algunos enemigos. Ambos, padre e hija, ese mismo día Eusebio comenzó a padecer grandes dolores en sus ojos y en las muñecas, paralizándose sus manos. Además, una gran melancolía y tristeza invadió a ambos. Pidieron auxilio al obispo San Melanio de Rennes (6 de noviembre, 6 de enero; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes; y 11 de octubre). Este, al saber la maldad cometida, fue muy severo con Eusebio y se negó a aliviar a ambos hasta que no hiciesen penitencia pública por el daño causado por Eusebio. Luego que este hizo penitencia, y Pompeia le acompañó en ella, Melanio le frotó tres veces la frente con aceite bendecido y le impuso las manos, sanando a Eusebio de sus dolores y a ambos de su melancolía.
Aunque Pompeia quería consagrarse a Dios, al ser única hija, tuvo que aceptar el matrimonio que su padre le concertó con el rey Hoël I de Bretaña. Tuvieron siete hijos. Entre ellos San Tugdual (30 de noviembre), San Lunaire (1 de julio; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes, y 30 de julio, la liberación de Trélévern), y Santa Sève (26 de julio). Otros hijos fueron Hoël II y Guerech o Erec, que sería padre de Santa Trifina (29 de enero) y abuelo de San Tremeur de Bretaña (21 de julio). Tuvieron que huir a la Gran Bretaña cuando Clodoveo I mató al rey Budic, padre de Hoël. Este tuvo que buscar refugio con su primo, el legendario rey Arturo, al que las leyendas hacen santo también y ponen a 6 de octubre. Luego de un tiempo, Hoël se recuperó material y moralmente y en 513 regresó a su tierra y echó a los frisones y a los gobernadores del rey franco, que a la sazón era Childeberto I, que mandó sus tropas y de nuevo tuvo que huir a Gran Bretaña. Y allí murió Hoël.
Mientras todo esto ocurría, Pompeia y sus hijos estaban establecidos en la actual Devonshire. Ella había confiado a Tugdual y Lunaire a San Illtud (6 de noviembre), que pronto se dedicaron al servicio de Dios. La tradición bretona, que es la más extendida, cuenta que Tugdual fue avisado por un ángel acerca que debía evangelizar en Bretaña. Así que se puso en marcha con un grupo de sus monjes y algunas santas mujeres, entre ellas nuestra Pompeia y su hija Sève. Al llegar a la costa vieron un barco que les esperaba, subieron y aunque no había tripulación comenzaron a navegar hasta llegar a Ker-Morvan, región de Léon. Desembarcaron y el navío despareció. Los monjes se dedicaron a la evangelización, y Pompeia, quedó como ermitaña junto a la iglesia de Langoat, muy cerca del monasterio fundado por su hijo hasta su muerte, sobre 550.
Culto.
Sepulcro en Langoat. |
Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo XIV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.
A 26 de julio además se celebra a
Santa Ana, Madre de la Virgen María.
Beata Camilla Gentili, mártir.
Santa Cristiana de Dendermonde, virgen.
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