Pregunta: Me gustaria saber si el nombre de mi hija (MELINA) de donde proviene y cuando seria el dia de su santo, porque voy a bautizarla y el cura me ha puesto en un aprieto diciendome que si el nombre sobre el que hablamos es cristiano o no, si no lo es me ha dicho que le ponga a la hora de bautizarla el nombre MARIA MELINA y como supondrás me gustaria bautizarla con el nombre que le hemos puesto su madre y su padre que soy yo (claro, es lo lógico). Un saludo y espero ansioso su respuesta si es que la hay. España.
Respuesta: Lo primero, el sacerdote no puede imponerte que le pongas un nombre a tu hija, sea o no que él considere que es cristiano. ¿Acaso Jesús, María, José, Pedro... no son nombres judíos? Además, ¿qué es lo que hace "cristiano" a un nombre? ¿Que lo lleve un santo? Pues el cielo está lleno de personas que no conocemos, santos anónimos de los que no conocemos su nombre. Eso de poner un nombre "cristiano" era un hábito antiguo, que creía ya no se acostumbraba. Pero en fin, para que estés tranquilo y el sacerdote no pueda objetar nada, te informo que Melina proviene del nombre Melania, que significa "morena", y sí existe Santa Melania, y no una, sino dos.
Santa Melania "la Joven", religiosa. 31 de diciembre.
Nació en Roma en 383. Se le llama "la joven" para distinguirla de su abuela paterna, Santa Melania "la Anciana" (26 de enero). Sus padres, Publinico y Albina era de noble ascencencia, y estaban emparentados con Santa Paula Romana (26 de enero). A los 14 años se casó con Valerio Piniano, de 18 años y de noble familia. La boda fue el 6 de diciembre de 378. Tuvieron dos hijos, que murieron siendo pequeños, lo cual sumió a ambos esposo en la tristeza. Como eran piadosos, destinaron su fortuna, y también la que heredó Melania de sus padres, a construir hospitales, monasterios e iglesias. Juntos se adentraron en la oración y la penitencia guiados por San Pamaquio (30 de agosto).
Fueron conocidos y queridos por todo el clero y fieles romanos. De hecho se codearon con los ilustres prelados de su tiempo. En 406 visitaron a San Paulino de Nola (22 de junio), en 410 en Hipona conocieron a San Agustín (28 de agosto; 24 de abril, bautismo; 29 de febrero, traslación de las reliquias a Pavía; 5 de mayo, conversión; 15 de junio, en la Iglesia oriental) y a San Alipio (16 de mayo) en Tagaste. A esta ciudad se mudaron luego del saqueo de Roma por parte del vándalo Alarico y allí fundaron dos monasterios. En 415 viajaron a Alejandría, donde conocieron a San Cirilo (27 de junio). En 417 se trasladaron a Jerusalén, donde ambos comenzaron una vida de intensa piedad, meditación y oración, que les llevó a separarse y desear ingresar en la vida monástica. En 419 Melania se unió a las eremitas que dirigía San Jerónimo (30 de septiembre) y Valerio se unió a una comunidad monástica, alcanzando el cielo en 431.
En 432 Melania fundó su propio monasterio en el Monte de los Olivos, donde se vivía en estricta pobreza y oración constante, al estilo acemeta, y en el cual entraron muchas mujeres de mala vida, arrepentidas de su pecado. Solo abandonó su recinto Melania para viajar a Constantinopla en aras de atraer a la fe cristiana a Volusiano, su tío materno. Además, convirtió a muchos católicos que habían abrazado la herejía nestoriana, y encaminó por las sendas de la perfección a muchos ricos y nobles que vivían alejados de Cristo, entre lujos y vicios. Sobre 441 volvió la santa a Jerusalén, donde acompañó a la emperatriz Eudoxia por los Santos Lugares.
La Víspera de Navidad de 441 Melania avisó a las monjas que esa sería la última Natividad del Señor que pasaría con ellas. El día de San Esteban visitó la iglesia extramuros del santo diácono, donde elevó esta oración: "Señor, y Dios mío, a quien yo desde mi niñez elegí, y antepuse al matrimonio, a las riquezas, delicias, y fausto del mundo; a quien desde las primeras luces de la razón, hice único Dueño de todo mi ser; por cuyo respetoso filial temor, los huesos se pegaron a mi carne; que tuviste mi mano diestra, y me guiaste en los rumbos de tu Voluntad Santísima; oye ahora mi voz, y estas mis amorosas lágrimas muevan los raudales de tu Misericordia. Limpia las manchas de todos mis pecados, enséñame el camino para llegar a ti sin estorbo alguno. No me impida tanto bien el común enemigo. O Immortal, ¡bien sabes nuestra mortalidad frágil! ¡O Amador de los Hombres!, sabes que nadie está libre de culpas, y que todo hombre es tributario a la común mancha, aunque no tenga sino un día de vida, pero tú, borrando mis defectos, preséntame limpia en tu consistorio".
Regresó Melania a su monasterio ya enferma, y se fue debilitando poco a poco, hasta fallecer el 31 de diciembre de 446. Algunas fuentes citan como año el 439.
Fuentes:
-"La leyenda de oro para cada día del año". Volumen 3. PEDRO DE RIBADANEIRA. Barcelona, 1866.
-"Memorias venerables de los más insignes profesores del Instituto que plantó en la Iglesia su Doctor Máximo, el Gran Padre San Jerónimo". FR. FRANCISCO PI. O.S.H. Barcelona, 1776.
A 31 de diciembre además se celebra a
Santo Domingo Jáñez, mártir.
San Silvestre, papa.
Respuesta: Lo primero, el sacerdote no puede imponerte que le pongas un nombre a tu hija, sea o no que él considere que es cristiano. ¿Acaso Jesús, María, José, Pedro... no son nombres judíos? Además, ¿qué es lo que hace "cristiano" a un nombre? ¿Que lo lleve un santo? Pues el cielo está lleno de personas que no conocemos, santos anónimos de los que no conocemos su nombre. Eso de poner un nombre "cristiano" era un hábito antiguo, que creía ya no se acostumbraba. Pero en fin, para que estés tranquilo y el sacerdote no pueda objetar nada, te informo que Melina proviene del nombre Melania, que significa "morena", y sí existe Santa Melania, y no una, sino dos.
Santa Melania "la Joven", religiosa. 31 de diciembre.
Nació en Roma en 383. Se le llama "la joven" para distinguirla de su abuela paterna, Santa Melania "la Anciana" (26 de enero). Sus padres, Publinico y Albina era de noble ascencencia, y estaban emparentados con Santa Paula Romana (26 de enero). A los 14 años se casó con Valerio Piniano, de 18 años y de noble familia. La boda fue el 6 de diciembre de 378. Tuvieron dos hijos, que murieron siendo pequeños, lo cual sumió a ambos esposo en la tristeza. Como eran piadosos, destinaron su fortuna, y también la que heredó Melania de sus padres, a construir hospitales, monasterios e iglesias. Juntos se adentraron en la oración y la penitencia guiados por San Pamaquio (30 de agosto).
Fueron conocidos y queridos por todo el clero y fieles romanos. De hecho se codearon con los ilustres prelados de su tiempo. En 406 visitaron a San Paulino de Nola (22 de junio), en 410 en Hipona conocieron a San Agustín (28 de agosto; 24 de abril, bautismo; 29 de febrero, traslación de las reliquias a Pavía; 5 de mayo, conversión; 15 de junio, en la Iglesia oriental) y a San Alipio (16 de mayo) en Tagaste. A esta ciudad se mudaron luego del saqueo de Roma por parte del vándalo Alarico y allí fundaron dos monasterios. En 415 viajaron a Alejandría, donde conocieron a San Cirilo (27 de junio). En 417 se trasladaron a Jerusalén, donde ambos comenzaron una vida de intensa piedad, meditación y oración, que les llevó a separarse y desear ingresar en la vida monástica. En 419 Melania se unió a las eremitas que dirigía San Jerónimo (30 de septiembre) y Valerio se unió a una comunidad monástica, alcanzando el cielo en 431.
En 432 Melania fundó su propio monasterio en el Monte de los Olivos, donde se vivía en estricta pobreza y oración constante, al estilo acemeta, y en el cual entraron muchas mujeres de mala vida, arrepentidas de su pecado. Solo abandonó su recinto Melania para viajar a Constantinopla en aras de atraer a la fe cristiana a Volusiano, su tío materno. Además, convirtió a muchos católicos que habían abrazado la herejía nestoriana, y encaminó por las sendas de la perfección a muchos ricos y nobles que vivían alejados de Cristo, entre lujos y vicios. Sobre 441 volvió la santa a Jerusalén, donde acompañó a la emperatriz Eudoxia por los Santos Lugares.
La Víspera de Navidad de 441 Melania avisó a las monjas que esa sería la última Natividad del Señor que pasaría con ellas. El día de San Esteban visitó la iglesia extramuros del santo diácono, donde elevó esta oración: "Señor, y Dios mío, a quien yo desde mi niñez elegí, y antepuse al matrimonio, a las riquezas, delicias, y fausto del mundo; a quien desde las primeras luces de la razón, hice único Dueño de todo mi ser; por cuyo respetoso filial temor, los huesos se pegaron a mi carne; que tuviste mi mano diestra, y me guiaste en los rumbos de tu Voluntad Santísima; oye ahora mi voz, y estas mis amorosas lágrimas muevan los raudales de tu Misericordia. Limpia las manchas de todos mis pecados, enséñame el camino para llegar a ti sin estorbo alguno. No me impida tanto bien el común enemigo. O Immortal, ¡bien sabes nuestra mortalidad frágil! ¡O Amador de los Hombres!, sabes que nadie está libre de culpas, y que todo hombre es tributario a la común mancha, aunque no tenga sino un día de vida, pero tú, borrando mis defectos, preséntame limpia en tu consistorio".
Regresó Melania a su monasterio ya enferma, y se fue debilitando poco a poco, hasta fallecer el 31 de diciembre de 446. Algunas fuentes citan como año el 439.
Fuentes:
-"La leyenda de oro para cada día del año". Volumen 3. PEDRO DE RIBADANEIRA. Barcelona, 1866.
-"Memorias venerables de los más insignes profesores del Instituto que plantó en la Iglesia su Doctor Máximo, el Gran Padre San Jerónimo". FR. FRANCISCO PI. O.S.H. Barcelona, 1776.
A 31 de diciembre además se celebra a
Santo Domingo Jáñez, mártir.
San Silvestre, papa.