San Judoc de St-Josse-sur-Mer, eremita y peregrino. 13 de diciembre, 9 de enero (Invención de las reliquias), 11 de junio y 25 de julio.
Judoc (Josse, Udoz, Judec o Judgoenoc) nació sobre 591. Fue uno de los hijos del rey Hoel III de Bretaña y su mujer Pritelle, y sus hermanos fueron San Salomón III de Bretaña (4 de octubre), San Judicaël (17 de diciembre) y San Winoc (6 de noviembre). Sus hermanas fueron Santa Eurielle de Trémeur (1 de octubre) y Santa Onenne de Tréhorenteuc (30 de abril).
En 612 murió su padre, el rey Hoel y a nuestro Judoc le ofrecieron el trono, pero él prefirió la vida eremítica, por lo cual declinó la oferta y se retiró al monasterio de Maëlmon, donde pasaría veinte años en una vida oculta de oración, trabajo y penitencia. Entre tanto, y sus hermanos San Salomón y San Judicaël entraron en guerra durante tres años. Salomón ganó y Judicaël fue forzado a tomar el hábito monástico. Pero en 632 Salomón murió sin descendencia, y Judicaël abandonó la vida monástica para asumir el trono de Bretaña.
Y volvemos a nuestro Judoc. Una leyenda le quiere peregrino a Roma, junto a 11 compañeros. Al pasar por Ponthieu, el conde de Haymon le propuso predicar el Evangelio en sus dominios, y encargarse de la formación moral de su corte. - "¡Pero no soy sacerdote!", respondió Judoc. El noble replicó –"Eso puede arreglarse", y lo llevó ante San Omer (9 de septiembre), quien le ordenó presbítero sobre 640. Durante siete años fue capellán del Conde Haymon, pero siempre sin mezclarse en los ambientes cortesanos (los que tampoco hay que imaginar muy lujosos o refinados en la Galia del siglo VI), sino viviendo en estricta pobreza y austeridad. Alrededor de 650 Judoc se cansó de aquel ambiente y se estableció cerca de Brahic, en una ermita junto a un discípulo llamado Wulmar, donde vivieron algunos años en oración constante y en pobreza absoluta.
Otra leyenda cuenta que en una ocasión ambos tenían con solo un pan para comer cuando apareció por allí un pobre mendigo. Judoc partió la pizca de pan en cuatro y dio un trozo al pobre. Al poco rato apareció otro pobre y Judoc dio a este otro pedazo. Así una vez más. Y luego apareció un cuarto menesteroso, aunque esta vez Wulmar requirió a Judoc diciéndole que ese último pedacito de pan lo debían guardar para sí mismos, pero Judoc le respondió: "Lo único que quiero es que los pobres tengan algo para comer. Dios será capaz de darnos alimento en abundancia si así lo dispone". Y dio al cuarto pobre el único pedazo de pan disponible. Y he aquí que de pronto se vieron bajar por el río cuatro barcos sin tripulación llenos de víveres, que el santo repartió entre muchos pobres.
Esta caridad, más sus milagros, le hicieron famoso en la región, llegando a su ermita muchos peregrinos y enfermos en busca de consuelo físico y espiritual, por lo que Judoc y su discípulo se marcharon cerca de Runiac. En el lugar dejado por Judoc, San Omer fundó una abadía que posteriormente llevaría el nombre de nuestro santo (Saint-Josse-au-Bois) y los monjes le harían su fundador, aunque no lo fuera propiamente.
Judoc vivió en su nuevo recinto unos trece años, hasta que volvió a irse a un sitio más lejos aún, a un bosque inaccesible, donde construyó dos capillas dedicadas a Pedro y otra a Pablo. Allí, dice la leyenda recibió el aviso celestial sobre peregrinar a Roma, y sin pensarlo, emprendió camino. Hacia roma y de regreso, Judoc hizo numerosos milagros, entre ellos el de sanar a una niña ciega en Pontigny, cuyo padre le lavó los ojos con el agua que el santo había usado para lavarse el rostro.
En 655 Judoc volvió de Roma y halló que el Conde de Haymon había erigido una iglesia de piedra donde estaban sus ermitas, con vistas a fundar un monasterio. Pero el santo no vio aquel proyecto, pues murió entre 668 o 669.
Fue sepultado en su celdilla, y luego trasladado a la iglesia. de su cuerpo se dice que durante siglos le creció el pelo y la barba, por lo que a cada rato habían de córtaselos, siendo unas reliquias muy preciadas por los devotos. Es patrón de los peluqueros, abogado contra las tormentas y el fuego, y protector de las cosechas contra las sequías e inundaciones.
Fuente:
-"Les vies des saints de Bretagne". GUY-ALEXIS LOBINEAU. OSB. Rennes, 1874.
A 13 de diciembre además se celebra a
San Eustracio de Sebaste y comp. mártires.
Judoc (Josse, Udoz, Judec o Judgoenoc) nació sobre 591. Fue uno de los hijos del rey Hoel III de Bretaña y su mujer Pritelle, y sus hermanos fueron San Salomón III de Bretaña (4 de octubre), San Judicaël (17 de diciembre) y San Winoc (6 de noviembre). Sus hermanas fueron Santa Eurielle de Trémeur (1 de octubre) y Santa Onenne de Tréhorenteuc (30 de abril).
En 612 murió su padre, el rey Hoel y a nuestro Judoc le ofrecieron el trono, pero él prefirió la vida eremítica, por lo cual declinó la oferta y se retiró al monasterio de Maëlmon, donde pasaría veinte años en una vida oculta de oración, trabajo y penitencia. Entre tanto, y sus hermanos San Salomón y San Judicaël entraron en guerra durante tres años. Salomón ganó y Judicaël fue forzado a tomar el hábito monástico. Pero en 632 Salomón murió sin descendencia, y Judicaël abandonó la vida monástica para asumir el trono de Bretaña.
Y volvemos a nuestro Judoc. Una leyenda le quiere peregrino a Roma, junto a 11 compañeros. Al pasar por Ponthieu, el conde de Haymon le propuso predicar el Evangelio en sus dominios, y encargarse de la formación moral de su corte. - "¡Pero no soy sacerdote!", respondió Judoc. El noble replicó –"Eso puede arreglarse", y lo llevó ante San Omer (9 de septiembre), quien le ordenó presbítero sobre 640. Durante siete años fue capellán del Conde Haymon, pero siempre sin mezclarse en los ambientes cortesanos (los que tampoco hay que imaginar muy lujosos o refinados en la Galia del siglo VI), sino viviendo en estricta pobreza y austeridad. Alrededor de 650 Judoc se cansó de aquel ambiente y se estableció cerca de Brahic, en una ermita junto a un discípulo llamado Wulmar, donde vivieron algunos años en oración constante y en pobreza absoluta.
Otra leyenda cuenta que en una ocasión ambos tenían con solo un pan para comer cuando apareció por allí un pobre mendigo. Judoc partió la pizca de pan en cuatro y dio un trozo al pobre. Al poco rato apareció otro pobre y Judoc dio a este otro pedazo. Así una vez más. Y luego apareció un cuarto menesteroso, aunque esta vez Wulmar requirió a Judoc diciéndole que ese último pedacito de pan lo debían guardar para sí mismos, pero Judoc le respondió: "Lo único que quiero es que los pobres tengan algo para comer. Dios será capaz de darnos alimento en abundancia si así lo dispone". Y dio al cuarto pobre el único pedazo de pan disponible. Y he aquí que de pronto se vieron bajar por el río cuatro barcos sin tripulación llenos de víveres, que el santo repartió entre muchos pobres.
Esta caridad, más sus milagros, le hicieron famoso en la región, llegando a su ermita muchos peregrinos y enfermos en busca de consuelo físico y espiritual, por lo que Judoc y su discípulo se marcharon cerca de Runiac. En el lugar dejado por Judoc, San Omer fundó una abadía que posteriormente llevaría el nombre de nuestro santo (Saint-Josse-au-Bois) y los monjes le harían su fundador, aunque no lo fuera propiamente.
Judoc vivió en su nuevo recinto unos trece años, hasta que volvió a irse a un sitio más lejos aún, a un bosque inaccesible, donde construyó dos capillas dedicadas a Pedro y otra a Pablo. Allí, dice la leyenda recibió el aviso celestial sobre peregrinar a Roma, y sin pensarlo, emprendió camino. Hacia roma y de regreso, Judoc hizo numerosos milagros, entre ellos el de sanar a una niña ciega en Pontigny, cuyo padre le lavó los ojos con el agua que el santo había usado para lavarse el rostro.
En 655 Judoc volvió de Roma y halló que el Conde de Haymon había erigido una iglesia de piedra donde estaban sus ermitas, con vistas a fundar un monasterio. Pero el santo no vio aquel proyecto, pues murió entre 668 o 669.
Fue sepultado en su celdilla, y luego trasladado a la iglesia. de su cuerpo se dice que durante siglos le creció el pelo y la barba, por lo que a cada rato habían de córtaselos, siendo unas reliquias muy preciadas por los devotos. Es patrón de los peluqueros, abogado contra las tormentas y el fuego, y protector de las cosechas contra las sequías e inundaciones.
Fuente:
-"Les vies des saints de Bretagne". GUY-ALEXIS LOBINEAU. OSB. Rennes, 1874.
A 13 de diciembre además se celebra a
San Eustracio de Sebaste y comp. mártires.
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