martes, 2 de octubre de 2012

De catacumbas y corposantos II

Hace un tiempo republiqué un artículo sobre este tema que parece redescubrirse por muchos católicos: lo relacionado con las catacumbas y los corposantos que permanecen en las iglesias y que, por bien o por mal, siempre nos impresionan. El primer artículo, que recomiendo repasar, para entender la continuación, es este: De catacumbas y corposantos I.


Entierro de San Lorenzo en las catacumbas.
Alejo Vera. 1862. Museo del Prado.
De las traslaciones de los "corposantos".
Lo primero que quisiera recordar es que las catacumbas en tiempos de persecusión eran sitios de culto, donde se ponía de relieve aún más, si cabe, esa cercanía con los mártires, con los bienaventurados a los que se les pedía protección. Al terminar las persecusiones, al menos las "oficiales", y comenzar a construirse los templos, iglesias y basílicas, ya con libertad, esta necesidad de cercanía con los santos continuó, pero ahora se manifiestó de otro modo: los enterramientos comenzaron a efectuarse dentro de las iglesias. Sobre los siglos VI y VII ya era costumbre poner debajo de los altares el cuerpo de algún mártir, aunque no expuestos. Lamentablemente, de aquella época no quedan casi templos que testiguen esta costumbre, pero sí quedan los numerosos hallazgos o "invenciones" de cuerpos identificados mucho tiempo después, en medio de derrumbres, escombros o paredes tapiadas. Un caso, por ejemplo, San Valentín de Roma. Está claro que la evolución de los enterramientos en las iglesias está marcado por los intereses, los títulos, los beneficios eclesiásticos. En plena Edad Media, en los monasterios solo podían enterrarse los monjes y en algunos, los fundadores o benefactores. Los reyes escogen un sitio para Panteón Real, donde serán enterrados. Parece que me desvío del tema, pero es para dar una idea de que el contacto con los muertos dentro de los templos y sus alrededores es algo que viene de lejos y que aún nos rodea, a pesar de la prohibición del enterramiento en templos, a partir del siglo XVIII. 


Los primeros cuerpos en ser expuestos pues serán santos locales, de devoción reducida: Eran trasladados con solemnidad, por el obispo de la diócesis, que elegía un día para recordarlo; y esto era lo equivalente a una canonización, y así fue hasta que el papa se reservó el poder de canonizar santos. Actualmente, con Benedicto XVI, las beatificaciones vuelven a ser locales y celebradas por el obispo del lugar, o un delegado papal, reservándose el Papa las canonizaciones. Un ejemplo: San Buckard de Wutzburg fue trasladado el 14 de octubre de 983, por lo que se señaló ese para su fiesta. Algunos santos tenían doble celebración, por ello mismo: Santo Tomás apóstol, el 21 de diciembre y el 3 de julio, día de la traslación. Algunas órdenes religiosas conservan estas festividades (los trinitarios, por ejemplo), pero de manera particular. Sobre Invenciones y Traslaciones ver este artículo.


Y volviendo a los corposantos: Entre los siglos XVI (pleno barroco y contrarreforma católica) y XVIII (y un poco más también) se da el "boom" de las traslaciones y exposiciones. Surgen las bellas imágenes yacentes que esconden osamentas o parte de huesos, representando al mártir muerto o en agonía, con heridas muchas veces imaginadas por el artista, porque no hay testimonio alguno, la mayoría de las veces, si murió degollado, quemado o apedreado. Según avanza el tiempo, ya se ven plácidamente sentados, o recostados, "vivos". 

San Florencio mártir. Orizaba, México.
Una de las mejores imágenes
de corposantos que he visto.

En estas invenciones y traslaciones influyen los vaciamientos, restauraciones y adecentamiento de las catacumbas. Los monasterios, catedrales, parroquias y hasta simples capillas públicas o privadas comienzan a solicitar y recibir "corposantos", ratificados por Roma y, todo sea dicho, la mayoría mediante "el pago de una limosna". Europa y la incipiente America cristiana comienzan a recibirlos (América sobre todo en los siglos XVIII y XIX). Algunos de estos corposantos lograron devoción más allá de su sitio definitivo (Santa Fortunata o Santa Filomena, cuyas imágenes se repiten, confundiendo a muchos como si tuvieran los cuerpos dentro), sobre todo por la emigración, que siempre lleva sus devociones.




Dichas exposiciones chocaron con un problema: la identificación correcta del sexo, la edad, el tipo de martirio y, la más dificil, el nombre. A las dos primeras, hay que decir que la medicina del siglo XVIII ya estaba lo suficientemente avanzada como para responder, mediante la comparación, sobre el sexo y la edad aproximada. En cuanto al tipo de martirio, una observación de los huesos podría fácilmente determinar un traumatismo, una herida por arma blanca, o una cremación. Ahora, ¿pero el nombre? si bien algunos eran perfectamente identificados, como por ejemplo aquel Gordiano y su familia, hallados en  las catacumbas de Santa Inés: "Hic Gordianus Galliae nuncius jugulatus pro fide cum familia sua tota quiescune in pace. Ysphila [Teófila?] Ancilla fecit.", con un ramo de palmera dibujado. En este caso no hay problema, pues aunque de vida y martirio desconocido, al ponerse en veneración, se puede nombrar. Pero esta no es la tónica general; así que se recurrió a varios modos de nombrar: por virtudes (Victor/ia, Cándido/a, Valente, Felicísimo/a); por el hecho de ser donados (Donato/Donata); según el papa reinante (Pío/a, Benedicto/a); e incluso no hay que dudar de que alguno fuera nombrado homónimamente al receptor, a juzgar por los que hay que corresponden con el nombre de quien promueve su traslado y culto, generalmente nobles. Y sé de un caso: En la iglesia de los Escolapios de Guanabacoa, la Habana, venera una "santa Amalia", nombre lejano a Roma, que, "casualmente" fue puesta al culto y cuidada por una señora llamada Amalia. Y lo peor, el cambio de nombre fue a espaldas de Roma, pues la authenticae dice claramente "Pulcheria".

Algunos puntos a considerar de los corposantos: 




1. NO son cuerpos incorruptos, sólo cubren la osamenta entera o guardan en un receptáculo (generalmente situado debajo o en la cabeza) parte de los huesos.

2. Normalmente su día de celebración, si se les celebra en algún sitio, es el día de la llegada o bendición de su altar. La experiencia indica que la mayoría no son celebrados especialmente.

3. Aunque hay santos posteriores, sobre todo fundadores de órdenes religiosas, expuestos a la veneración, ya sea incorruptos, embalsamados o dentro de imágenes yacentes, no son propiamente "corposantos"; este término se le aplica aquellos desconocidos y extraídos de las catacumbas o también de otros sitios, pero siempre a santos desconocidos.  

4. La sensibilidad moderna prefiere no tener estos cuerpos así, a la vista, sobre todo cuando son esqueletos descarnados, y realmente en ocasiones no son gratos a la vista. Las opiniones aquí pueden ser muchas y tener su parte de validez... la mía es que siempre deben ser tratados con respeto (esto comprende quitarles el polvo y vestirles correctamente) y, si son retirados del culto público, no han de tirarse como fardos en sacristías o almacenes, sino enterrarles y punto.  

En un tercer artículo trataré sobre los símbolos dibujados en las lápidas y lo que tradicionalmente se identifica en ellos.




7 comentarios:

  1. 1. NO son cuerpos incorruptos:
    CI SON ANCHE I CORPI INCORROTTI che sono corpi santi. Un esempio è S. Massimo di Fossa (MO)

    http://www.cartantica.it/pages/collaborazionimartiridifossa.asp

    2. Normalmente su día de celebración, si se les celebra en algún sitio, ...

    IN REALTA' spesso è il giorno di un omonimo del Martirologio Romano; in alcuni casi il 30 giugno.

    La experiencia indica que la mayoría no son celebrados especialmente.
    CHE NON SONO celebrati NON E' VERITA', dipende dai casi. Ci sono corpi santi che sono patroni di paesi e godono di molto culto, ed altri che non sono patroni sono comunque molto venerati.

    3. Aunque hay santos posteriores, sobre todo fundadores de órdenes religiosas, expuestos a la veneración, ya sea incorruptos, embalsamados o dentro de imágenes yacentes, no son propiamente "corposantos"; este término se le aplica aquellos desconocidos y extraídos de las catacumbas o también de otros sitios, pero siempre a santos desconocidos.

    SE HO CAPITO BENE, un corpo di un santo non è un corpo santo: VERO!


    4. La sensibilidad moderna prefiere no tener estos cuerpos así, a la vista, sobre todo cuando son esqueletos descarnados, y realmente en ocasiones no son gratos a la vista. Las opiniones aquí pueden ser muchas y tener su parte de validez... la mía es que siempre deben ser tratados con respeto (esto comprende quitarles el polvo y vestirles correctamente) y, si son retirados del culto público, no han de tirarse como fardos en sacristías o almacenes, sino enterrarles y punto.

    VERO!

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  2. Me gusta tu artículo y me confieso ignorante en este tema, así que no podría hacer correcciones aparentemente válidas como la Regio18. Pero en lo que si estoy completamente de acuerdo contigo es el tratamiento de estos "corposantos", y no solo también el de cualquier reliquia. Un día salí con un grupo de jóvenes a Almodovar del Campo, patria de san Juan Bautista de la Concepción, Reformador de los Trinitarios, donde en casa de san Juan de Ávila, curiosamente tienen guardada la mandíbula de nuestro Santo, los muchachos tomaron la urna en sus manos y comenzaron a tomarse fotos con la urna en la boca, tratando de simular que la mandíbula era suya. No sabes el dolor, la tristeza, la rabia, el yo no qué, que me dio cuando vi eso. En definitiva si se venera un corposanto o una reliquia, que se venere como debe ser, no que se exponga en lugares que en vez de culto son museos, de lo contrario que se ENTIERREN.

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    1. Ay, hijo mio... y si solo fuera eso. Tal vez habría que plantearse que la reliquia estuviera en otro sitio, como una casa vuestra.

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    2. E' la mancanza di rispetto in genere che fa mancare di rispetto anche alle ossa di un defunto... Martire o Santo che sia!

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  3. Espero haber entendido bien, sino corríjanme por favor: ¿Todas las personas que fueron martirizadas y enterradas en las catacumbas son veneradas como santos, sin pasar por un proceso de canonización como el que se lleva actualmente?

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    1. Eso es, Samuel. Y no solo ellos, sino muchísimos más. De hecho hay más santos no canonizados y venerados, que realmente canonizados.

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    2. Entonces si entendí bien jeje. Muchas gracias. Hace poco descubrí este blog, muy bueno y muy interesante también. Muchas felicidades. Saludos.

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