Respuesta: Me la pones en China... es que todo depende de lo que se entienda como raro... quizás San Eleusipo nos parezca rarísimo, pero a él le parezca estrambótico, digamos... Iker. De todos modos, el nombre más raro, en cuanto a que a nadie se le ocurriría llamarse así, al menos en español, creo yo que es:
Santa Tetta (escribo con cuidado para no comerme ninguna letra), fue abadesa del monasterio de Wimborne, en el siglo VIII. Fue princesa, hermana del rey Ine de Wessex y, al enviudar, se hizo religiosa. Mantuvo una relación espiritual con San Bonifacio (5 de junio), el Apóstol de Alemania, al que pudo seguir en su aventura misionera (como lo hizo Santa Lioba), pero prefirió gobernar su monasterio y continuar la amistad mediante cartas, según cuenta su hijo San Wiehtberht (lo de los nombres raros aqui es mal de familia), monje y compañero del mismo Bonifacio. No se sabe a ciencia cierta cuando murió Tetta, pero a finales del mismo siglo VIII ya se narran algunos milagros en su tumba, lo cual casi equivale a una canonización. Se celebra el 28 de septiembre.
También San Plátano (venerado en Cerdeña), San Agrícola (Maatricht) o Santa Machita (Gales) tienen amplias posibilidades de protagonizar este artículo, pero como parafraseando el dicho, "Tetta hala más que una carretta".
Qué bueno estuvo! Con un toque gracioso nos has hecho ver un tema simpático y muy real. Los nombres son "raros" dependiendo del idioma materno del que califica y de la época en la que se esté analizando. Hay nombres que hoy están en peligro de extinción que eran muy comunes hace sólo 70 años. En México, y creo que en toda Hispanoamérica se te ponía el nombre del día en que naciste y punto. Hoy le pones Epicteto a un hijo, y en cuanto pueda hablar y caminar va y te pone una denuncia a derechos humanos. Gracias a tí hoy conocimos a Santa Tetta y la recordaremos por algunos años más. Saludos y gracias por este espacio tan interesante e ilustrativo.
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