Beato Andrés Gallerani, laico fundador. 19 de marzo, Lunes de Pascua, y 20 de junio (en Siena).
Andrés nació en Siena, a inicios del siglo XIII. Era hijo del noble sienés Ghezzolino Gallerani, que lo introdujo en la vida de piedad y lo encaminó a la carrera militar. Participó en las campañas de Siena contra Orvieto, y en la batalla de Campiglia d'Orcia, en 1219, por su propia mano aniquiló a matando a Andrea Martinelli, capitán de las tropas enemigas.
Prometía mucho en el mundo de las armas, pero estando aún en la milicia, asesinó a un compañero de armas, que profirió una horrible blasfemia ante la cual Andrés no contuvo la ira. Al cometer este crimen, huyó para escapar de la justicia y se refugió en Maremma, donde estuvo un tiempo impreciso. Algunos años suponen algunos. Al cabo de ese tiempo pensó que nadie recordaría aquello y regresó a Siena. Cuenta su “vita” (escrita en 1437), que salió a su encuentro el alcalde de la ciudad con un piquete de soldados para aprehenderlo, pero una nube de polvo les cegó y Andrés, a su vez, fue elevado por los aires y librado de sus perseguidores. Ante semejante prueba de protección divina, Andrés decidió hacer penitencia de su crimen, así que dejó definitivamente las armas, se desprendió de todos sus bienes y comenzó una vida de penitencia y solícita caridad. Atraídos por su ejemplo de seguimiento de Cristo, reunió junto a sí a varios jóvenes con los que en 1240 fundó un Hospital y, se cree también, la Asociación de los Hermanos de la Misericordia, para el consuelo de los pobres, enfermos, peregrinos y desahuciados. Varios portentos se narran, como que multiplicó la harina o el vino de sus enfermos, y algunas apariciones de Jesús y María.
En la Cuaresma de 1251, mientras oraba en la iglesia de San Cristóbal, se le apareció la Santísima Virgen, de quien era muy devoto, y le anunció su inminente muerte. Y efectivamente, murió a 19 de marzo (9 de abril y Domingo de Ramos según algunos) de ese mismo año, en opinión de santo. Sus funerales fueron muy sentidos e igualmente fueron escenario de varios prodigios. Fue sepultado en la iglesia de los dominicos de Siena, de cuya Orden es probable haya sido terciario. La veneración a sus reliquias comenzó muy pronto, y los milagros no se hicieron esperar. Tanto es así que el 31 de marzo de 1274, solo a los 23 años de la muerte, el obispo autoriza formalmente la veneración y concede gracias a los devotos que visiten su sepulcro el Lunes Santo. Este culto incipiente sería confirmado, además, por San Pío V (30 de abril), quien traslada la peregrinación al Lunes de Pascua, y por Pío VI, el cual el 13 de mayo de 1798 concede misa y oficio propios del beato para la diócesis de Siena.
En 1437 se escribe la primera “vita”, que recogen los Bollandistas en el Acta Sanctorum, que no recoge la fundación de la Asociación, cosa que sí hace una segunda "vita", del siglo XVI. Dicha Asociación, o Congregación, ya no existe, pues asociada con los Humillados Franciscanos, como estos fue abolida en 1571.
Andrés nació en Siena, a inicios del siglo XIII. Era hijo del noble sienés Ghezzolino Gallerani, que lo introdujo en la vida de piedad y lo encaminó a la carrera militar. Participó en las campañas de Siena contra Orvieto, y en la batalla de Campiglia d'Orcia, en 1219, por su propia mano aniquiló a matando a Andrea Martinelli, capitán de las tropas enemigas.
Prometía mucho en el mundo de las armas, pero estando aún en la milicia, asesinó a un compañero de armas, que profirió una horrible blasfemia ante la cual Andrés no contuvo la ira. Al cometer este crimen, huyó para escapar de la justicia y se refugió en Maremma, donde estuvo un tiempo impreciso. Algunos años suponen algunos. Al cabo de ese tiempo pensó que nadie recordaría aquello y regresó a Siena. Cuenta su “vita” (escrita en 1437), que salió a su encuentro el alcalde de la ciudad con un piquete de soldados para aprehenderlo, pero una nube de polvo les cegó y Andrés, a su vez, fue elevado por los aires y librado de sus perseguidores. Ante semejante prueba de protección divina, Andrés decidió hacer penitencia de su crimen, así que dejó definitivamente las armas, se desprendió de todos sus bienes y comenzó una vida de penitencia y solícita caridad. Atraídos por su ejemplo de seguimiento de Cristo, reunió junto a sí a varios jóvenes con los que en 1240 fundó un Hospital y, se cree también, la Asociación de los Hermanos de la Misericordia, para el consuelo de los pobres, enfermos, peregrinos y desahuciados. Varios portentos se narran, como que multiplicó la harina o el vino de sus enfermos, y algunas apariciones de Jesús y María.
En la Cuaresma de 1251, mientras oraba en la iglesia de San Cristóbal, se le apareció la Santísima Virgen, de quien era muy devoto, y le anunció su inminente muerte. Y efectivamente, murió a 19 de marzo (9 de abril y Domingo de Ramos según algunos) de ese mismo año, en opinión de santo. Sus funerales fueron muy sentidos e igualmente fueron escenario de varios prodigios. Fue sepultado en la iglesia de los dominicos de Siena, de cuya Orden es probable haya sido terciario. La veneración a sus reliquias comenzó muy pronto, y los milagros no se hicieron esperar. Tanto es así que el 31 de marzo de 1274, solo a los 23 años de la muerte, el obispo autoriza formalmente la veneración y concede gracias a los devotos que visiten su sepulcro el Lunes Santo. Este culto incipiente sería confirmado, además, por San Pío V (30 de abril), quien traslada la peregrinación al Lunes de Pascua, y por Pío VI, el cual el 13 de mayo de 1798 concede misa y oficio propios del beato para la diócesis de Siena.
En 1437 se escribe la primera “vita”, que recogen los Bollandistas en el Acta Sanctorum, que no recoge la fundación de la Asociación, cosa que sí hace una segunda "vita", del siglo XVI. Dicha Asociación, o Congregación, ya no existe, pues asociada con los Humillados Franciscanos, como estos fue abolida en 1571.
Hay un interesante detalle iconográfico en su persona, que es el rosario: En un tabernáculo del siglo XIII aparece con la corona mariana de cincuenta cuentas, siendo uno de los primeros santos en ser representado con ella, lo cual indica su devoción mariana, pero principalmente es una prueba de la solidez del rosario ya como instrumento material de oración en fechas tan prontas como el siglo XIII.
A 19 de marzo además se celebra a
A 19 de marzo además se celebra a
Beato Isnardo, presbítero dominico. |
San Landoald, presbítero. |
San José, Patriarca. |
San Juan de Panaca, abad. |
San Alkmund, príncipe y mártir. |
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