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domingo, 14 de mayo de 2017

Magia por el diablo, santidad por Cristo.

San Gil de Santarem, presbítero dominico. 14 de mayo.

Nació Gil en Vaocela, Portugal, sobre 1190. Era su padre fue Rodrigo, mayordomo del rey Sancho I, y su madre se llamó Teresa. Por los contactos de su padre con el rey, siendo casi adolescente fue nombrado canónigo de las catedrales de Coimbra, Braga y la Guarda, y Prior de otras dos iglesias. Estos cargos, que no le exigían ser religioso ni mucho menos, le reportaban grandes beneficios, que siendo tan joven, Gil se gastaba en excesos. Estudió en la facultad de medicina de Coimbra, y cuando terminó los estudios, se fue a la Universidad de París a aprender más aún de medicina.

Mientras iba de camino se le acercó un caminante que le contó sobre el poder de la magia negra y lo provechosa que resultaba para ganar fama, dinero y poder. Gil, iluso, aceptó aprender aquellas artes, para lo cual le hicieron firmar una carta de sujeción a Satanás. En París Gil perfeccionó la medicina y la magia, haciéndose un médico famosísimo y rico. Cuando su ciencia no servía, el diablo le ayudaba con sortilegios para alcanzar la salud de los enfermos.
Un buen día, mientras estudiaba se le apareció un caballero de aspecto terrible, montado a caballo que, con una lanza que en la mano le dijo: "Muda tu estado, hombre, muda tu estado". Gil se espantó, pero no hizo mucho caso de la visión. Al tercer día se repitió el hecho, y el caballero, más enfadado aún le gritó "Muda tu vida, infame, muda tu vida", a la par que le golpeaba con su lanza. Gil, aterrado clamó: "Haré, Señor, lo que queráis". Y efectivamente, lo hizo. Dejó Gil todo su fama, dinero y artilugios de magia en París y regresó a Portugal andando, haciendo penitencia por sus pecados, buscado la manera de enmendarse y servir a Jesucristo. 

Al pasar por España, paró en Palencia, donde supo de unos religiosos pobres, de reciente fundación, que predicaban al pueblo y vivían pobremente. Eran los dominicos, recién fundados por Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, traslación de las reliquias, y 15 de septiembre "santo Domingo in Soriano"). Pidió el hábito Gil, sin decir nada de su pasado. Y los frailes le vieron tan humillado y deseoso de ser religioso, que le aceptaron entre ellos. Comenzó el santo una vida de penitencia, oración y austeridad que no abandonó nunca. Ayudó a los religiosos a terminar el convento, hecho con sus propias manos. Oraba toda la noche y dormía poquísimo, ayunaba frecuentemente y se disciplinaba todos los días. Y además, se impuso a sí mismo un voto perpetuo de silencio, que solo rompió por obediencia. 

Gil recibe la carta del diablo.
Era provincial de los dominicos el portugués Suero Gómez, el cual, conociendo de la presencia de Gil en Palencia, le mandó a buscar para tenerlo cerca, siendo hijo de quien era. En el convento de Santarem también fue Gil un gran ejemplo para todos. Oración, ayuno, penitencia, obediencia, silencio… en todo aventajaba a los demás. Pero no era feliz Gil, porque no olvidaba su pacto de vasallaje al demonio, y aunque servía a Cristo, temía que Satanás reclamara su alma. Cada día se postraba ante el Santísimo Sacramento, implorando la ayuda de Cristo, y luego invocaba a la Madre de Dios, ante una imagen suya que se veneraba en el Capítulo. Un buen buen día, estando delante de Nuestra Señora, se le apareció el demonio y le echó en cara cuanto por él había hecho enseñándole los secretos de la nigromancia, y dándole dinero y poder. En tanto le lanzó la carta al suelo y le dijo: "Tómala junto con mi maldición y la de todos los diablos; pero has de saber que me vengaré". El demonio cumplió su amenaza de vengarse y durante siete años le tentó, se le aparecía en formas grotescas, golpeándole, arrojándole de la cama, empujándole por las escaleras, etc. A veces tomaba la forma de un fraile y le insultaba o pegaba.

Durante este tiempo le enviaron los superiores a París, para que estudiase Teología. Cuatro años estuvo en París, cuando regresó a Portugal junto a otro religioso. Pasando por Poitiers llegaron a un pueblo muy pobre donde no podían pedir limosna ni un pedazo de pan. Quiso el santo detenerse allí mismo para descansar aunque no comieran; el otro religioso quería seguir para pedir limosna en la próxima ciudad, pero obedeció a Gil. En ese momento apareció una dama noble, admiradora de los dominicos, y les proveyó con largueza. Gil le dijo que le agradecería con oraciones por ella y su joven hijo. Rezaron juntos el Veni Creator y se despidieron. Y resultó que unos años más tarde, yendo Gil al Capítulo General, encontraría en el convento de Poitiers al joven con el hábito dominico. Llegado Gil a Portugal se le encargó el ministerio de la predicación, en el que destacó convirtiendo a muchos. El rey Sancho le admiraba, aunque algunas veces también le reprendió por su vida y moral. 

En 1234 murió el Provincial Suero y el Capítulo eligió a nuestro Gil por provincial para España y Portugal. Fundó los conventos de Lisboa y Oporto, y algunos más. Visitaba los conventos siempre a pie, y con su cilicio ceñido, para edificar a los demás religiosos. En 1231 el Beato Jaime I de Aragón (23 de julio) había conquistado Mallorca y edificado un magnífico convento dominico. En 1236 se decidió celebrar allí el Capítulo General, al que el santo fue, atravesando España a pie y embarcándose en Barcelona. Navegaron con buen viento, pero al oscurecer se levantó una furiosa tempestad, al cabo hizo Gil una breve oración y al punto se calmó la tormenta. Sin embargo, otro barco en que habían embarcado otros religiosos se hundió y perecieron los frailes, por lo cual no se celebró el Capítulo. Estando en Barcelona de regreso por orden de Gregorio IX nombró algunos frailes para Inquisidores. Luego regresó a Portugal, donde reformó algunos conventos. En 1238 fue al Capítulo General de Bolonia.

Tenía el santo frecuentes éxtasis, sobre todo cuando celebraba la santa misa. Otras veces fue visto elevado un palmo mientras adoraba al Santísimo, o se veía sobre su cabeza una columna de fuego. Sanó a muchos enfermos con solo haciéndole la señal de la cruz o invocando el Nombre de Jesús. Sobrevino al rey Alfonso el mal de gota, y yéndole un día a visitar el santo, el rey le cambió disimuladamente su bastón por el suyo, y apenas se fue el santo, se aplicó el rey con mucha fe el bastón a la pierna inflamada, y quedó sano inmediatamente. 

En el Capítulo General de Barcelona de 1261 logró Gil que le libraran de la carga del provincialato. Luego de ello se retiró a su amado convento de Santarem a prepararse para la vida eterna. Cuatro años vivió como un humilde religioso, hasta que a principios de mayo de 1265 le entraron unas calenturas. El día 12 recibió el Viático estando tendido en el suelo. Finalmente falleció el día 14 de mayo, Jueves de la Ascensión, luego de exclamar "in manus tuas, Deus, commendo spiritum meum", y falleció. Su celda se inundó de aromas nunca conocidos. En el siglo XVII se trasladó su cuerpo y fue hallado incorrupto. En 1748 fue beatificado por Clemente XII.


Fuente:
-"Sacro Diario Dominicano". FR. FRANCISCO VIDAL. O.P. Valencia, 1747.
-"Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores". FR. MANUEL AMADO. O.P. Madrid, 1829.
-"Santos Bienaventurados y Venerables de la Orden de Predicadores". FR. PAULINO ALVAREZ. O.P. Almería, 1919.


A 14 de mayo además se celebra a

sábado, 14 de mayo de 2016

San Matías Apóstol.

Pregunta: Decearia saber un poco mas de lo que dice en la Biblia sobre este santo, que sustituyo a Judas.

Respuesta: De Matías, aparte de lo que nos dicen los Hechos de los Apóstoles, sobre que sustituyó a Judas, nada más se sabe. Se puede colegir que sería un discípulo conocido entre los demás y poco más. Mientras, San Clemente (23 de noviembre) y San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dicen que era de la tribu de Judá, nacido en una ilustre familia judía de Belén. Fue educado  estrictamente y le ley de Moisés le preparó haciéndole un joven inocente, casto, e ilustrado en las virtudes y la ciencia. Añaden estos Padres que muy joven aún conoció a Cristo, se convirtió y fue bautizado. Así que siguiéndole, fue sido uno de los 70 discípulos de Cristo, pero lo cierto es que en ninguna de las listas ortodoxas de estos discípulos aparece Matías. 

Su leyenda dice que era "brillante en la virtud, sabiduría, elocuencia, prudencia, pureza de corazón, rectísima intención", era "modelo de todas las virtudes, mortificado, penitente, orante y casto". Distinguió por su amor a la pobreza, su austeridad y caridad. Esto es, evidentemente, para oponerlo a Judas, al que califican de avaro, envidioso, carcomido de vicios e innobles pasiones.
Añade que "fue con particularidad gran predicador de la penitencia, la que enseñaba no menos con el ejemplo de su penitentísima vida, que con los discursos que había aprendido de su divino Maestro. Decía que era menester mortificarse incesantemente, combatir contra la carne, tratarse con rigor, hacerse eterna violencia, reprimiendo los desordenados deseos de la sensualidad, llevando a cuestas la cruz, y arreglando la vida por las máximas del evangelio". Se atribuye a San Matías una frase, según estos relatos legendarios: "Si peca el vecino de un elegido, pecó también el elegido, porque si éste se hubiera portado según aconseja el Verbo, el vecino se hubiera avergonzado también de su propia vida, y así no hubiera pecado".

Una vez ordenado apóstol por San Pedro (29 de junio, 18 de noviembre, Dedicación de la Basílica; 18 de enero y 22 de febrero, Cátedras; 1 de agosto, Ad Víncula; 16 de enero, Ad Víncula en la Iglesia Oriental), Matías recibió con los demás apóstoles el Espíritu Santo el día de Pentecostés y comenzó su apostolado. Se dice que evangelizó en Etiopía, donde logró numerosas conversiones. El apócrifo "Hechos de Andrés y Matías" añade a este período, que Matías fue apresado por antropófagos etíopes que lo cegaron, pero San Andrés (30 de noviembre y 20 de junio, traslación de las reliquias a Constantinopla) lo sanó y lo liberó milagrosamente. Lo cierto es que la tierra etíope fue evangelizada mucho después por San Frumencio (1 de agosto, Iglesia copta; 27 de octubre y 30 de noviembre, Iglesias Ortodoxas Griega), enviado por San Atanasio (2 de mayo). "Volvió" Matías a Judea, donde permaneció más tiempo que los demás apóstoles, consiguiendo la conversión de muchos por su encendida palabra y sus milagros evidentes, en favor de los ciegos, tullidos, afligidos e incluso resucitó a algunos muertos.

Lapidación de San Matías.
Los fariseos, irritados ante sus conquistas para Cristo, acusaron a Matías de falsos crímenes y fue apresado por orden del Sumo Sacerdote Ananías. Frente a este confesó a Cristo, su divinidad y su carácter de verdadero Mesías. Con las Escrituras probó que las profecías se cumplían en Cristo y que los judíos permanecían en las tinieblas al no reconocer a Jesús como Dios verdadero. Así que le condenaron a muerte por apedreamiento. Le arrastraron hasta las afueras y, recordando a San Esteban (26 y 27 de diciembre; 2 de agosto, traslación de las reliquias de Jerusalén a Constantinopla; 7 de mayo, traslación de las reliquias de Constantinopla a Roma; 3 de agosto, Invención de las reliquias, y 20 de abril, con San Lorenzo en Roma), y agradeció a Cristo morir por él y perdonó a los que le iban a martirizar. Cayó sobre él una lluvia de piedras, y como el santo tardaba en morir, los romanos ante aquel espectáculo, para acortarle el padecimiento, le decapitaron. Fue el 24 de febrero de año incierto.

Su cuerpo fue enterrado en las inmediaciones de Jerusalén, donde, y sigue la leyenda, lo halló Santa Helena (13 y 18 de agosto), que lo llevó a Roma. Fue depositado en la Basílica de Santa María la Mayor. Otra parte de estas supuestas reliquias están en Tréveris, Alemania, adonde las llevó San Agricio (13 de enero). San Matías es patrono de carniceros, pasteleros, herreros, sastres y estudiantes. Se le invoca contra la tos ferina, la viruela y la esterilidad. Sus atributos más característicos son: el libro de los evangelios, la palma de mártir, la espada, las piedras, la cruz y el hacha, siendo este último el más común y por el cual a veces le confunden con San Judas Tadeo (28 de octubre). Su fiesta, antes a 24 de febrero (25 si era año bisiesto) es hoy a 14 de mayo, día de una traslación de las reliquias, pues otra se conmemora a 18 de julio.

Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.

-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Febrero. P. JEAN CROISSET. S.J. Logroño, 1851.


A 14 de mayo además se celebra a






Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...