Mostrando entradas con la etiqueta Gil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gil. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de mayo de 2017

Magia por el diablo, santidad por Cristo.

San Gil de Santarem, presbítero dominico. 14 de mayo.

Nació Gil en Vaocela, Portugal, sobre 1190. Era su padre fue Rodrigo, mayordomo del rey Sancho I, y su madre se llamó Teresa. Por los contactos de su padre con el rey, siendo casi adolescente fue nombrado canónigo de las catedrales de Coimbra, Braga y la Guarda, y Prior de otras dos iglesias. Estos cargos, que no le exigían ser religioso ni mucho menos, le reportaban grandes beneficios, que siendo tan joven, Gil se gastaba en excesos. Estudió en la facultad de medicina de Coimbra, y cuando terminó los estudios, se fue a la Universidad de París a aprender más aún de medicina.

Mientras iba de camino se le acercó un caminante que le contó sobre el poder de la magia negra y lo provechosa que resultaba para ganar fama, dinero y poder. Gil, iluso, aceptó aprender aquellas artes, para lo cual le hicieron firmar una carta de sujeción a Satanás. En París Gil perfeccionó la medicina y la magia, haciéndose un médico famosísimo y rico. Cuando su ciencia no servía, el diablo le ayudaba con sortilegios para alcanzar la salud de los enfermos.
Un buen día, mientras estudiaba se le apareció un caballero de aspecto terrible, montado a caballo que, con una lanza que en la mano le dijo: "Muda tu estado, hombre, muda tu estado". Gil se espantó, pero no hizo mucho caso de la visión. Al tercer día se repitió el hecho, y el caballero, más enfadado aún le gritó "Muda tu vida, infame, muda tu vida", a la par que le golpeaba con su lanza. Gil, aterrado clamó: "Haré, Señor, lo que queráis". Y efectivamente, lo hizo. Dejó Gil todo su fama, dinero y artilugios de magia en París y regresó a Portugal andando, haciendo penitencia por sus pecados, buscado la manera de enmendarse y servir a Jesucristo. 

Al pasar por España, paró en Palencia, donde supo de unos religiosos pobres, de reciente fundación, que predicaban al pueblo y vivían pobremente. Eran los dominicos, recién fundados por Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, traslación de las reliquias, y 15 de septiembre "santo Domingo in Soriano"). Pidió el hábito Gil, sin decir nada de su pasado. Y los frailes le vieron tan humillado y deseoso de ser religioso, que le aceptaron entre ellos. Comenzó el santo una vida de penitencia, oración y austeridad que no abandonó nunca. Ayudó a los religiosos a terminar el convento, hecho con sus propias manos. Oraba toda la noche y dormía poquísimo, ayunaba frecuentemente y se disciplinaba todos los días. Y además, se impuso a sí mismo un voto perpetuo de silencio, que solo rompió por obediencia. 

Gil recibe la carta del diablo.
Era provincial de los dominicos el portugués Suero Gómez, el cual, conociendo de la presencia de Gil en Palencia, le mandó a buscar para tenerlo cerca, siendo hijo de quien era. En el convento de Santarem también fue Gil un gran ejemplo para todos. Oración, ayuno, penitencia, obediencia, silencio… en todo aventajaba a los demás. Pero no era feliz Gil, porque no olvidaba su pacto de vasallaje al demonio, y aunque servía a Cristo, temía que Satanás reclamara su alma. Cada día se postraba ante el Santísimo Sacramento, implorando la ayuda de Cristo, y luego invocaba a la Madre de Dios, ante una imagen suya que se veneraba en el Capítulo. Un buen buen día, estando delante de Nuestra Señora, se le apareció el demonio y le echó en cara cuanto por él había hecho enseñándole los secretos de la nigromancia, y dándole dinero y poder. En tanto le lanzó la carta al suelo y le dijo: "Tómala junto con mi maldición y la de todos los diablos; pero has de saber que me vengaré". El demonio cumplió su amenaza de vengarse y durante siete años le tentó, se le aparecía en formas grotescas, golpeándole, arrojándole de la cama, empujándole por las escaleras, etc. A veces tomaba la forma de un fraile y le insultaba o pegaba.

Durante este tiempo le enviaron los superiores a París, para que estudiase Teología. Cuatro años estuvo en París, cuando regresó a Portugal junto a otro religioso. Pasando por Poitiers llegaron a un pueblo muy pobre donde no podían pedir limosna ni un pedazo de pan. Quiso el santo detenerse allí mismo para descansar aunque no comieran; el otro religioso quería seguir para pedir limosna en la próxima ciudad, pero obedeció a Gil. En ese momento apareció una dama noble, admiradora de los dominicos, y les proveyó con largueza. Gil le dijo que le agradecería con oraciones por ella y su joven hijo. Rezaron juntos el Veni Creator y se despidieron. Y resultó que unos años más tarde, yendo Gil al Capítulo General, encontraría en el convento de Poitiers al joven con el hábito dominico. Llegado Gil a Portugal se le encargó el ministerio de la predicación, en el que destacó convirtiendo a muchos. El rey Sancho le admiraba, aunque algunas veces también le reprendió por su vida y moral. 

En 1234 murió el Provincial Suero y el Capítulo eligió a nuestro Gil por provincial para España y Portugal. Fundó los conventos de Lisboa y Oporto, y algunos más. Visitaba los conventos siempre a pie, y con su cilicio ceñido, para edificar a los demás religiosos. En 1231 el Beato Jaime I de Aragón (23 de julio) había conquistado Mallorca y edificado un magnífico convento dominico. En 1236 se decidió celebrar allí el Capítulo General, al que el santo fue, atravesando España a pie y embarcándose en Barcelona. Navegaron con buen viento, pero al oscurecer se levantó una furiosa tempestad, al cabo hizo Gil una breve oración y al punto se calmó la tormenta. Sin embargo, otro barco en que habían embarcado otros religiosos se hundió y perecieron los frailes, por lo cual no se celebró el Capítulo. Estando en Barcelona de regreso por orden de Gregorio IX nombró algunos frailes para Inquisidores. Luego regresó a Portugal, donde reformó algunos conventos. En 1238 fue al Capítulo General de Bolonia.

Tenía el santo frecuentes éxtasis, sobre todo cuando celebraba la santa misa. Otras veces fue visto elevado un palmo mientras adoraba al Santísimo, o se veía sobre su cabeza una columna de fuego. Sanó a muchos enfermos con solo haciéndole la señal de la cruz o invocando el Nombre de Jesús. Sobrevino al rey Alfonso el mal de gota, y yéndole un día a visitar el santo, el rey le cambió disimuladamente su bastón por el suyo, y apenas se fue el santo, se aplicó el rey con mucha fe el bastón a la pierna inflamada, y quedó sano inmediatamente. 

En el Capítulo General de Barcelona de 1261 logró Gil que le libraran de la carga del provincialato. Luego de ello se retiró a su amado convento de Santarem a prepararse para la vida eterna. Cuatro años vivió como un humilde religioso, hasta que a principios de mayo de 1265 le entraron unas calenturas. El día 12 recibió el Viático estando tendido en el suelo. Finalmente falleció el día 14 de mayo, Jueves de la Ascensión, luego de exclamar "in manus tuas, Deus, commendo spiritum meum", y falleció. Su celda se inundó de aromas nunca conocidos. En el siglo XVII se trasladó su cuerpo y fue hallado incorrupto. En 1748 fue beatificado por Clemente XII.


Fuente:
-"Sacro Diario Dominicano". FR. FRANCISCO VIDAL. O.P. Valencia, 1747.
-"Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores". FR. MANUEL AMADO. O.P. Madrid, 1829.
-"Santos Bienaventurados y Venerables de la Orden de Predicadores". FR. PAULINO ALVAREZ. O.P. Almería, 1919.


A 14 de mayo además se celebra a

martes, 24 de noviembre de 2015

Francisco Gil de Federich, el santo académico.

San Francisco Gil de Federich, presbítero dominico y mártir. 24 de noviembre y 22 de enero.

Presbítero dominico catalán, académico, misionero y mártir del Vietnam, nacido en el seno de la noble familia de los Gil de Federich de Tortosa, el 14 de diciembre del año 1702. Fue admitido como novicio en la orden dominicana a los 15 años, en Vila d’Exemple, y profesó en el convento de Santa Caterina de Barcelona el año 1718. Durante su formación religiosa maduró el deseo de darse en la evangelización de los paganos y alcanzó el firme propósito de lograrlo siendo aún estudiante de teología en la alicantina Orihuela, en 1724. Su ordenación presbiteral tuvo lugar en 1727, luego fue nombrado maestro de los frailes estudiantes, ejerció durante varios años como profesor de filosofía y, el 1 de mayo de 1729, fue admitido como miembro de la Reial Acadèmia de les Bones Lletres, galardón que se añadió a su vertiginosa carrera humanista, reconociéndole sus méritos literarios como escritor, moralista e historiador.

Por fin, en 1730, pudo ver cumplido su deseo y consiguió embarcarse y partir como misionero a las Filipinas junto con otros 24 compañeros, entre los cuales Mateo Alonso de Leciniana. Una vez en Oriente pasó a Baatán y Pangasinán donde aprendió lenguas nativas. En Manila desempeñó durante dos años el cargo de secretario del Provincial. Durante ese tiempo jamás cesó de reclamar a sus superiores que le dejasen partir hacia Tonkin, región del Vietnam del Norte sumida en la persecución del rey Vuèh-Hun. Así, a los 33 años, el 20 de agosto de 1735, comenzó viaje hacia la zona meridional de ese país y en cinco meses consiguió dominar como un nativo la lengua annanita o tonkinesa, cuyo aprendizaje constituía una auténtica pesadilla para los europeos. En ese tiempo recibió el nombre vernáculo de Ku-tê, que significa “sacrificio”, y en los primeros años de estancia logró, no sin cierta dificultad, difundir la Palabra de Dios, administrar los sacramentos y auxiliar enfermos, olvidándose de la pena de muerte decretada para los misioneros y de los peligros a los que se exponía.

En 1737 fue aprendido y cuando se le llevó a una barca donde se hallaban prisioneros otros cristianos exclamó: “Ya me habéis hecho prisionero ¿por qué lleváis presos a éstos? ¡soltadlos!”. Inesperadamente liberaron a sus correligionarios pero Francisco permaneció cautivo por espacio de ocho años, en los que sufrió terrible prisión y fue expuesto a toda clase de tormentos. Sin embargo, a pesar de las humillaciones y enfermedades, ayudado por la viuda Ba-Gao, convirtió su cárcel en misión, protagonizó una ardua actividad pastoral y dirigió un fructífero apostolado durante su confinamiento. En el año 1744 el reencuentro con el padre Mateo Alonso Leciniana, preso también desde hacía un año, permitió a ambos mártires confesarse, celebrar la eucaristía y reconfortarse espiritualmente, además de compartir sus últimos meses de vida y recibir la absolución. Una vez conocida definitivamente la suerte que iba a correr, Francisco disuadió a su compañero de que enviara una instancia, que había preparado por su cuenta, pidiendo clemencia al rey: “Llevo ocho años en la cárcel y al fin Dios se ha apiadado de mi permitiéndome sufrir por Él. ¿Por qué quieres impedírmelo?”. De igual manera dijo a sus fieles, que querían pagar por su rescate: “...jamás consentiré que se gaste ni una sola moneda para librarme de morir por Dios, Nuestro Señor”.


A mediodía del 22 de enero de 1745 se le leyó de nuevo su sentencia, tuvo una última oportunidad para abjurar de la Fe de Cristo pero se mostró firme en su convicción de morir como intrépido testigo de la divinidad de Jesús, se dejó atar a los palos y se enfrentó serenamente a su decapitación pública en Chà Cô. Algunos discípulos trasladaron su cuerpo a Luc-Thuy, le dieron cristiana sepultura y conservaron pañuelos y paños empapados en la sangre del mártir como reliquias. Los dos protomártires dominicos del Vietnam fueron beatificados por Pío X en 1906. Juan Pablo II les canonizó el 19 de junio de 1988, junto con otros 115 testigos de la fe en tierra vietnamita. La celebración conjunta de este grupo fue fijada en el calendario litúrgico latino el 24 de noviembre bajo la denominación de “San Andrés Dung Lac y compañeros”, pero el Martyrologio Romano conmemora separadamente a San Francisco Gil de Federich y a San Mateo Alonso de Leciniana en el aniversario de su nacimiento al cielo, el 22 de enero.

San Francisco Gil de Federich es abogado contra las fiebres tercianas y cuartanas que ocasiona el paludismo o malaria. Es también patrón de los misioneros dertosenses y de los comerciantes tortosinos. Así mismo son muchos los que le consideran el santo patrón de las Letras y de la Cultura Catalana. La singularidad de su vida radica sin duda en que es el único santo académico del que se tiene noticia. 

Vicent Josep Ruiz i Prades. 


A  24 de noviembre además se celebra a

sábado, 1 de septiembre de 2012

De San Gil y una medalla

Pregunta: Le felicito por su pagina, es mi lectura favorita. Mi pregunta es la siguiente, San Egildo aparece representado con una cierva y en la mano derecha sostiene dos bolas blancas. Quiero saber que son o que significan. Aquí la medalla de San Egidio, realmente no pudimos precisar que sostiene en su mano derecha. Pertenece a una hermana Italiana, ella conoce de mi amor a los Santos y me envió la foto. Quiero decirte que la lectura de las Vidas de los Santos me apasiona. Hasta estoy haciendo todo lo posible por llegar algun dia, aunque sea un poquito, acercarme a ellos y a Jesus y Maria. Vivo en Puerto Rico y soy novicia de la Bienaventurada Virgen Maria del Carmelo. Un abrazo de hermana.


San Gil.
Abadía de Saint-Gilles.
Respuesta: Gracias por tantos elogios y alabanzas (no están publicados aquí), pero solo hago lo que puedo y el tiempo me permite. Como se supondrá, a mi tambien me apasiona la lectura de Vidas y leyendas de santos. Y vamos al tema: primero me gustaría decir algo del santo, ya que ayudará a entender los atributos del santo en la medalla:

San Gil (o Egidio), abad. 1 de septiembre, 15 de junio (invención de las reliquias) y 8 de agosto (entre los 14 santos auxiliares).
Su memoria aparece en los prestigiosos martirologios de Beda, Usuardo, Adon, y otros. La vida de San Gil la escribió el obispo Fulberto, con muy buena intención, pero poco criterio, porque recogió leyendas, tradiciones, escritos varios hasta compilar una "vitae" con varios errores. El más garrafal fue confundirlo con San Gil de Arlés, que vivió 200 años antes a nuestro San Gil. Es interesante, como no, el estudio que han hecho los Bolandistas y la Congregación Benedictina de San Mauro para aclarar este error, aunque no del todo, pues aún se le continúa llamando abad, cosa que no fue; y en numerosos sitios se les continúa confundiendo.

Los orígenes y vida del santo se pierden en leyendas. Según estas, San Gil nació en Atenas, a finales del siglo VII, y sus padres se llamaban Teodoro y Pelagia. Siendo niño ya destacaba por su caridad con los pobres, aplicación al estudio y por sus milagros. En una ocasión, yendo con sus padres a la iglesia, vio un mendigo enfermo, al que dio su túnica y, al vestirla, el mendigo recuperó la salud. Otra vez sanó a uno que había sido mordido por una serpiente y, en otra ocasión liberó a un poseso del demonio que le atormentaba. Muy joven quedó huérfano, vendió sus bienes en favor de los pobres. Como la vida le prometía fama y dinero, decidió dejarlo todo por Cristo y se embarcó en el primer navío que vio salir de Atenas. Se levantó tormenta, hizo oración y la tormenta se calmó, haciendo que todos reconocieran la santidad de Gil. A los días el barco llegó a la Galia, donde Fulberto y otros después de él, le hacen encontrarse con San Cesáreo de Arlés (27 de agosto), quien le nombra abad de un monasterio a las afueras de la ciudad. También lo envió en 514 al papa San Símaco (19 de julio), por asuntos de tierras y beneficios. Pero lo dicho, este San Gil de Arlés (1 de septiembre, también) es anterior al nuestro y su tumba puede venerarse aún en Arlés (1).


San Gil y la cierva herida.
Allí en Francia sanó a muchos enfermos de fiebres, parálisis, mordeduras, convirtió tierras de estériles a fértiles, repartió alimentos a los pobres, resucitó muertos, sanó niños... y un largo ect. Cansado de tanta fama y veneración públicas se internó en un bosque, cerca del Ródano y comenzó a hacer vida de eremita. Allí le persiguió la fama y se trasladó, también como eremita, a Nimes, donde vivió muchos años entregado a la oración, la penitencia y la caridad con los que se le acercaban a pedirle oraciones o consejos. En su cueva-ermita le acompañaba una cierva, cuya leche era el único alimento que consumía el santo. En una ocasión, estando perseguida por el príncipe de Francia (el rey Childeberto dicen algunos, Carlos Martel dicen otros, pero sería un príncipe local mas bien) y sus monteros, la cierva se refugió en la cueva del santo, que la protegió haciendo oración. Los perros retornaron a sus amos. Días más tarde pasó lo mismo, y un ballestero, viendo que los perros no se atrevían a seguir, disparó una flecha que hirió al santo. Se acercaron a la cueva y le vieron tendido, con la flecha en el pecho y la cierva a sus pies. Sabiendo esto el príncipe, fue allí, le pidió perdón y mandó le curasen la herida, pero el santo pidió y obtuvo de Dios, que la herida no sanase nunca, para sentir y padecer algún dolor por Cristo.

Luego de esto, el príncipe le ofreció riquezas para compensarle, pero Gil le recomendó construyese un monasterio de religiosos para que orasen por la conversión del mismo príncipe (sabía Gil que el príncipe tenía un pecado oculto del que se arrepentiría luego) y la paz del reino y sus habitantes. Así se hizo y Gil fue su primer abad, durante algunos años y en este ínterin sería ordenado sacerdote. Este pecado era tan grave, que el príncipe no se atrevía a confesarlo, por lo que San Gil oraba a Dios para alcanzar su perdón para el gobernante. Un día, se le apareció un ángel con un pergamino con el pecado y la promesa de perdón si de veras estaba arrepentido. San Gil lo comunicó al príncipe y este hizo contrición verdadera, desapareciendo el pecado del pergamino. Esta leyenda motivó la creencia que la devoción a San Gil, y su intercesión, borraba los pecados, sin necesidad de confesión. Incluso los abades podían expedir una cédula de perdón a aquellos que hubieran hecho alguna devoción al santo, como oraciones, limosnas, etc. El Concilio de Trento erradicó esta devoción y prohibió se siguiera enseñando a los fieles.

Volviendo al santo: Dios le reveló su proxima muerte, que ocurrió el 1 de septiembre, entre el 700 y el 720. La verdad es que el sitio donde Gil tuvo su ermita se convirtió en el siglo IX, en un monasterio benedictino, luego cluniacense y luego de canónigos regulares. Allí reposaron sus reliquias hasta que la amenaza de los albigenses hizo que se trasladaran a la iglesia de San Saturnino de Tolosa, donde quedaron hasta hoy, amén de las numerosas reliquias que se dice hay en el mundo, como una supuesta cabeza que se "halló" en el siglo XIII, cuya invención se recuerda el 15 de junio. Urbano IV le canonizó oficialmente al poner su memoria en el Calendario Universal de la Iglesia.

San Gil goza de gran devoción y sus iglesias u hospitales, altares e imágenes suelen verse en Francia, España, Inglaterra, Polonia, Italia, Alemania, etc. Es patrón de mendigos, herreros, lisiados, paralíticos, marginados, los ermitaños, los leprosos, los guardabosques, pobres, fabricantes de flechas. Es un santo sanador, de los más invocados contra el cáncer de pechos, la lactancia materna, heridas incurables, úlceras, dolores de pecho, epilepsia, miedo a la oscuridad, pesadillas, locura y enfermedades mentales, esterilidad, peste negra, fobias, enfermedades de caballos y demás animales. No en balde es uno de los 14 Santos Auxiliares (8 de agosto).

Medalla de San Gil.
Logia
5243.
Y ahora a la medalla, que tiene su interés, porque es una medalla de una logia masónica, cosa que no suelen tener las religiosas. Gracias a un amigo masón que me ha averiguado, le digo que la medalla pertenece a la Logia San Gil de Camberwell, que toma el nombre de la parroquia anglicana en que se ubica. Esta logia, la número 5243, fue consagrada en 11 de junio de 1931 y suprimida en 1996, por la escasez de miembros. El origen de la parroquia San Gil es muy antiguo, aunque la iglesia sea del siglo XIX, de estilo neogótico. Fue fundada allá por el medioevo, junto a una fuente de aguas milagrosas donde algunos enfermos habrían obtenido la curación por intercesión de San Gil, patrono de paralíticos y enfermos de la piel. De hecho Carmberwell vendría a ser "fuente arqueada" o "fuente del arco".

En la medalla puede verse al fondo la iglesia parroquial y al santo con sus atributos típicos: la cierva y la flecha de la leyenda y unos panes en la mano derecha, que recuerdan su solicitud por los pobres. En la iglesia de San Gil de Malestroit, Francia, hay una serie de vitrales, y en uno de ellos se ve al santo en su infancia, repartiendo pan a los pobres.


Fuentes:
-"Año cristiano": Septiembre. JEAN CROISSET. S.I. Barcelona, 1863.
-"Die vierzehn Nothhelfer". WILHELM HEINRICH RIEHL.
-"Regulations of the parish of St. Giles Camberwell". WILLIAM GREENAWAY POOLE.

A 1 de septiembre además se celebra a
Santa Teresa Margarita Redi, virgen carmelita.
Santa Verena, virgen.





(1) En el siglo XII el Códice Calixtino recomienda visitar la tumba de San Gil en Arlés, pero ya vimos que es una confusión. Por otro lado, la leyenda española le hace recalar en el Valle de Nuria, donde residiría unos años, hasta la invasión de los árabes. Allí, en su ermita dejaría escondidas una olla, una cruz y una campana la imagen de Nuestra Señora de Nuria, que fueron hallados en el 1079. Pero está claro que la imagen es muy posterior, de los siglos XII o XIII. Vamos, que por leyendas no será.


miércoles, 6 de junio de 2012

Primero pecadores, luego santos.

San Tanguy de Bretaña
Pregunta: Hola, estoy estudiando la vida de los santos, entiendo que no todos ellos en un principio tenian una vida de santidad, entiendo que hubo santos ladrones, perseguidores, violadores, mentirosos entre otros... Me podrías dar el nombre de algunos con esas características? Gracias.
 
Respuesta: Hombre, tampoco hay que pasarse, aunque ha habido todo tipo de santos, hasta donde sé, violadores no. No porque fuera imposible, sino porque las biografías de santos son bastante cuidadosas en dar detalles tan delicados. Aunque insistan en poner al santo o santa como el mayor de los pecadores,se cuidan mucho de los pecados de índole sexual. Salvo San Agustín (28 de agosto y 24 de abril), que narra alguno más que otro pecadillo propio, en sus Confesiones. Y bueno, visto esto, te pondré algunos, los casos menos conocidos con más detalles, porque de los otros es más facil hallar información y no sería sino repetir lo que ya se sabe:

San Tanguy de Bretaña, penitente y ermitaño: Su madrastra le mintió diciéndole que su hermana le había dado una tunda y huido, así que Tanguy se fue al bosque, mató a su propia hermana Santa Haude (12 de marzo), cortándole la cabeza. Esta tomó la cabeza, se fue a casa, se la puso, contó la verdad y le perdonó. Hizo vida de penitente hasta que San Pol le encomendó fundar un monasterio. 12 de marzo y 18 de noviembre.

San Camilo de Lelis, presbítero fundador: Pendenciero y viciado por el juego, se convirtió y fundó una orden religiosa. 14 de julio.

San Juan de Dios, religioso, fundador: Después de una vida de pecado y vicio, se convirtió y fundó su obra hospitalaria. 8 de marzo.

San Taxiotis de Cartago, penitente: Luego de engañar a su mujer, le picó una serpiente, murió y fue al infierno, donde sufrió los tormentos de los adúlteros. Volvió a la vida e hizo penitencia pública 40 días hasta morir. 28 de marzo.

San Mengold de Huy, conde, penitente y mártir: Con su esposa Geyla mataron al hermano de esta, por asuntos de tierras, pero se arrepintieron, hicieron penitencia pública y dieron todos sus bienes a los pobres. No bastó, los padres de Geyla lo mataron. 8 de febrero.
Santa Afra de Ausburg: Prostituta sagrada, convertida y mártir. 5 y 7 de agosto.

Ultima comunión de Santa María Egipcíaca. Siglo XVII
Santa María Egipcíaca: Luego de una vida de prostitución y lujos, se convirtió en Jerusalén. Se retiró un desierto donde vivió en gran penitencia muchos años, hasta que San Zósimo (4 de abril). 1 y 2 de abril.

San Gil de Santarem (14 de mayo) y San Teófilo (4 de febrero): ambos vendieron su alma al diablo, por sabiduría el primero y por honores el segundo. Ambos fueron rescatados por la Virgen María.

San Baldo de Sens, penitente y anacoreta: Mató a sus propios padres, y arrepentido hizo penitencia y peregrinaciones. En Sens le recibió San Artemio (28 de abril), que le dio una vara seca diciéndole "siémbrala, riégala y ten fe, el día que florezca, sabe que tu salvación está cerca". Así fue más de 60 años, cuando ya anciano, el dia antes de morir, la vara floreció. 29 de octubre.

Beato Franco de Siena: Fue ladrón, timador, lleando a fingirse ciego oo tullido para pedir asilo y desvalijar posadas y casas. También se dedicó al juego, dejando que ganaran otros, para robarles después. Al quedar ciego por castigo divino, se convirtió, fue eremita y carmelita. 11 de diciembre.

San Bernardo de Corleone, capuchino, penitente. Era excelente espadachín, en una pelea mató a uno y se refugió en los capuchinos de Palermo, donde vivió una vida penitente. 12, 14 y 19 de enero, y 19 de abril 

Santa Margarita de Cortona.
Santa Margarita de Cortona, penitente, terciaria franciscana: Fue amante pública de un hombre casado, se convirtió al ver su cadáver destrozado. Hizo una vida de oración y penitencia extrema. 22 de febrero y 16 de mayo.

San Marcos Ji Tianxiang de China, mártir: Era adicto al opio, por lo que se le impidió comulgar durante 40 años, aún así, en la persecusión, estuvo presto a dar la vida. 7 de julio.

Santa Teodora-Teodoro de Alejandría: pecadora pública, convertida y penitente, que vivió como monje. 11 de septiembre.


Además, tenemos otros, como San Francisco de Asís (4 de octubre y 17 de septiembre), San Gabriel de la Dolorosa (27 de febrero), Santa Teresa (15 de octubre y 26 de agosto) o San Ignacio de Loyola (31 de julio), de los que se narra una vida placentera, cómoda, alejada de la fe en algunos momentos, hasta el momento de la conversión.


MI LIBRO ELECTRÓNICO

"TUS PREGUNTAS SOBRE LOS SANTOS

(SANTOS PATRONOS DE LAS ENFERMEDADES)

YA ESTÁ DISPONIBLE.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...