San Arnold de Arnoldsweiler, trovador y peregrino. 18 de julio.
Todo lo que sabemos sobre Arnold es casi legendario. Su "vita" fue escrita en la segunda mitad del siglo XI, es decir, más de doscientos años después de su muerte, a partir de tradiciones orales que arrancaban desde su culto.
Habría sido el santo natural de Grecia, habiendo nacido en el siglo IX. Peregrinando de aquí a allá llegó a la corte del emperador San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias), quien le contrató como arpista. El monarca le tenía tanto aprecio, y a su arte, que le regaló un valioso anillo, pero el santo lo tiró al río, pidiéndole a Dios que, si algún día le perdonaba sus pecados, hiciera que lo recobrara. También le regaló Carlomagno un bosque en Ginnizwilre, pero Arnold vendió sus derechos de explotación, dando el dinero a los pobres. De esta donación y derechos da testimonio una carta de San Gero de Colonia (29 de junio). Dícese que el santo además, fue nombrado por Carlomagno Conde de Agde y Montpellier, además de hacerle preceptor de su hijo Ludovico Pío.
Luego, cansado de la vida de la corte, emprendió una peregrinación a Santiago de Compostela, repartiendo limosnas a los pobres, sacadas del dinero que le daban por su arte. Peregrinó a Roma y a otros santuarios, y donde quiera que iba, lo hacía alabando a Dios y a su Santísima Madre por medio de la música y la poesía. Cuando ya era un anciano, pasando por Burdeos, un día que pedía limosna, una mujer le convidó a comer un pez que había pescado su marido. Al abrirlo ¡voilá!, hallaron el anillo que el santo arpista había tirado al río. Teniendo la confirmación de que sus pecados eran perdonados, retornó a Ginnizwilre. Esta leyenda del pez se lee de otros santos, pero especialmente del obispo San Arnold de Metz, quien, como no, además también se celebra a 18 de julio.
En Ginnizwilre, que luego sería llamado Arnoldsweiler, pasó sus últimos años asistiendo a los pobres. Al morir, sobre el año 800, fue sepultado en la iglesia parroquial, y su sepulcro muy pronto comenzó a ser venerado. En 820 sus reliquias se elevaron, poniéndose en un bello relicario. En 1886 su culto fue confirmado oficialmente, canonizándole, por el papa León XIII.
Es patrón de músicos, organistas y fabricantes de instrumentos musicales. Además se le invoca para obtener una dulce muerte.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.
-https://www.heiligenlexikon.de
A 18 de julio además se celebra a:
Todo lo que sabemos sobre Arnold es casi legendario. Su "vita" fue escrita en la segunda mitad del siglo XI, es decir, más de doscientos años después de su muerte, a partir de tradiciones orales que arrancaban desde su culto.
Habría sido el santo natural de Grecia, habiendo nacido en el siglo IX. Peregrinando de aquí a allá llegó a la corte del emperador San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias), quien le contrató como arpista. El monarca le tenía tanto aprecio, y a su arte, que le regaló un valioso anillo, pero el santo lo tiró al río, pidiéndole a Dios que, si algún día le perdonaba sus pecados, hiciera que lo recobrara. También le regaló Carlomagno un bosque en Ginnizwilre, pero Arnold vendió sus derechos de explotación, dando el dinero a los pobres. De esta donación y derechos da testimonio una carta de San Gero de Colonia (29 de junio). Dícese que el santo además, fue nombrado por Carlomagno Conde de Agde y Montpellier, además de hacerle preceptor de su hijo Ludovico Pío.
Luego, cansado de la vida de la corte, emprendió una peregrinación a Santiago de Compostela, repartiendo limosnas a los pobres, sacadas del dinero que le daban por su arte. Peregrinó a Roma y a otros santuarios, y donde quiera que iba, lo hacía alabando a Dios y a su Santísima Madre por medio de la música y la poesía. Cuando ya era un anciano, pasando por Burdeos, un día que pedía limosna, una mujer le convidó a comer un pez que había pescado su marido. Al abrirlo ¡voilá!, hallaron el anillo que el santo arpista había tirado al río. Teniendo la confirmación de que sus pecados eran perdonados, retornó a Ginnizwilre. Esta leyenda del pez se lee de otros santos, pero especialmente del obispo San Arnold de Metz, quien, como no, además también se celebra a 18 de julio.
Sepulcro del santo. |
Es patrón de músicos, organistas y fabricantes de instrumentos musicales. Además se le invoca para obtener una dulce muerte.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.
-https://www.heiligenlexikon.de
A 18 de julio además se celebra a:
Santa Sinforosa, e hijos mártires. |
Santa Odilia, virgen y mártir. |
B. Roberto Salentino, eremita celestino. |
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