
San Simón Stock, VI General de la Orden, Padre Nuestro. 16 de mayo.
La referencia más antigua a un Simón, General de la Orden, se halla en la vida del Beato Jordán de Sajonia (13 de febrero), en el “Vitæ Fratrum Ordinis Prædicatorum”, de Gerardo de Frachet, en el siglo XIII. Nos dice que Fray Simón, prior General de la Orden del Carmelo, narró a los dominicos como otro fraile carmelita tuvo una visión de Jordán de Sajonia, el mismo día del ahogamiento de este, que le alentó a no abandonar la Orden, tentación que tenía dicho carmelita. Y le prometió que todo el que al Señor servía, se salvaría [1].
No aparece otra referencia hasta el siglo XIV, en el catálogo de Priores Generales de Juan Grossi. Le mencionan como “Simón Stock, de la provincia de Inglaterra, hombre santo y célebre por sus milagros, muerto el 16 de mayo, en Burdeos". Curiosamente, en el siglo XV, en un Catálogus conocido como “muy breve” no aparece entre los Generales, sino entre los confesores. A esta redacción le seguirían las “breve”, “larga” y “larga parisina”, siendo que los últimos son ampliaciones o correcciones de los primeros [2]. Ya sea en datos de un santo o de nuevos santos. El texto “breve” le pone como VI General, sucediendo al Beato Alano (12 de noviembre), de quien fue vicaro. Además, narra la visión de la Virgen entre ángeles, dándole el Escapulario. Le llama Simón de Gascuña, por el sitio donde murió. La redacción “larga” ya añade los datos que han pasado a la leyenda: habitó en un tronco de árbol, profesión en Aylesford, elección milagrosa como General, admiración de papas, reyes y obispos por él. Y, claro, la narración de la visión del Escapulario y la vestición de Eduardo II de Inglaterra como terciario. Este texto dice que gobernó la Orden 20 años. Mientras, el texto “largo parisino” añade que fue General cincuenta años, aunque esto hoy se sabe que sólo se puso para poner bajo su priorato e influencia, todas las batallas y triunfos de la Orden en el siglo XIII.

Su iconografía está relacionada íntimamente con la visión del Escapulario, y le ha hecho famoso y le ha encumbrado entre los más importantes santos de la Orden, aunque no dejó ni escritos místicos o teológicos. Es sobre todo en la pintura donde ha sido más favorecido, aunque no le faltan hermosas esculturas del momento de la visión.
La visión del Escapulario:
No se sabe a ciencia cierta el año exacto, pues hasta el siglo XVII no se fija la fecha del 16 de julio de 1251. El P. Ildefonso de
Historicidad de la visión:
![]() |
Estampa devota. Erróneamente, Simón lleva puesto el Escapulario, a la par que recibe el de la Virgen. |
Origen de los Escapularios:
El Escapulario, signo ya presente en el monacato oriental, era prenda utilizada en origen para el trabajo, pero solo en los carmelitas tiene valor como pieza perteneciente al hábito, y, al mismo tiempo singular y distintiva, con su historia propia. El Escapulario está presente en las principales órdenes mendicantes: dominicos, servitas, trinitarios, hospitalarios y mercedarios [4]. En casi todos los orígenes de estas órdenes está La asimilación del Escapulario en
San Simón tuvo que adaptar
![]() |
Retablo en el Carmen de Florencia |
Y la mejor muestra de esto es la dureza de varios sucesores de San Simón, como el inmediato, el General Nicolás el Gálico, que llega a hablar de relajación, aunque sin culpar directamente a San Simón, pero es evidente que le culpa de ello. Él y algunos posteriores lamentaban mediante escritos el abandono de la vida eremítica, los conventos urbanos y, principalmente, que los religiosos estudiasen y se formasen, considerándolo una falta de humildad tremenda. Y sin embargo, mientras hay recelo por cualquier cambio, no hay condena a la introducción y uso del Escapulario, sino una asunción escalonada del mismo por parte de
Hitos en la importancia del Escapulario.
1263: El “Antiq. Ordinis Carmelitarum Ordinale” de Dublín, no posterior a este año, habla del hábito el Punto 45: “ha de ser enterrado [el religioso] con túnica y la capucha cubriendo su faz, y superpuestas las manos en forma de cruz, con las sandalias y el cíngulo, todo con decencia y dignidad”. [5].
Sin embargo, 50 años más tarde, en el Ordinal de Sigberto de Beka, al tocar el punto de los enterramientos, dice el Punto 45: “El Hermano ha de ser enterrado con la túnica gris y el Escapulario, y la capucha cubriendo su faz, dispuestas las manos en forma de cruz, con las sandalias y el cíngulo dispuestos decentemente”. Ya está presente el Escapulario como parte del hábito.
![]() |
Vidriera francesa en Pont-l'Abbé. San Simón con la capa barrada. |
1287: El Capítulo de Montpellier cambia la capa barrada por la capa blanca, con autorización de Honorio IV, hasta hoy. Este capítulo, rebatiendo al anterior, afirma que la capa no es “de esencia” el hábito de la Orden , por lo que, al cambiar las capas barradas a blancas, no se está cambiando el hábito regular, que es la túnica, la capucha y el Escapulario. Dice el Capítulo: "Las Capas Blancas: (…) estarán abiertas con el fin de que por esa parte el Escapulario, que queda debajo, y el hábito [la capucha] se distingan claramente; y sean el hábito y la capa de distinto color, de modo que se diferencien entre sí (…) y el vestido interior aparezca en la parte inferior por debajo de la capa como cosa de un palmo más o menos”. Es decir, que en seis años, desde el Capítulo anterior, el Escapulario ha entrado a formar parte del hábito y ha ganado a la capa en distintividad.
1294: En las Constituciones de Burdeos no aparecen puntos sobre el Escapulario al tratar del hábito, y se entiende al leer el punto sobre las profesiones, el XXI. La profesión se celebra con el novicio vestido con túnica, pero sin capucha. La capa y el Escapulario son bendecidos ¡con la misma fórmula utilizada para bendecir la túnica y la capucha anteriormente! El prior, entregando el Escapulario, dice: “Recibe ese hábito en remisión de tus pecados y aumento de la santa religión. En el nombre del padre…” Y entregando la capa dice lo mismo, pero sustituyendo “capa”, por "hábito”. Es decir, el hábito ya no es la túnica, que pasa a un segundo plano, sino el Escapulario. La capa y el Escapulario serán desde entonces los signos distintivos de la profesión carmelitana. Y es único de ella, decía antes: El Escapulario es indisoluble con la túnica, pero tiene su propio carácter, sentido e historia. Él es el “hábito dela Virgen ” que traemos, al decir de Santa Teresa. La capa también toma sentido particular, pero no es llamada “hábito”, sino que mantiene su nombre. Aún hoy, en la imposición del Escapulario del Carmen a los seglares se les dice “recibe este hábito…”
Por eso ni Montpellier ni Burdeos hablan del Escapulario como pieza aparte en las Constituciones: porque al hablar del hábito, el Escapulario está comprendido en él. Es el hábito oficial.
1324: Capítulo de Barcelona. La capucha ya ni se menciona singularmente, sino que está asimilada con la túnica aunque sean dos piezas separadas en la práctica. En la profesión no se le nombra, sino que el novicio se presenta solo vestido con túnica.
A partir del siglo XIV, los escritores ya no diferencian entre hábito y Escapulario. Al narrar la visión, dicen que María le entregó “el hábito”.
1294: En las Constituciones de Burdeos no aparecen puntos sobre el Escapulario al tratar del hábito, y se entiende al leer el punto sobre las profesiones, el XXI. La profesión se celebra con el novicio vestido con túnica, pero sin capucha. La capa y el Escapulario son bendecidos ¡con la misma fórmula utilizada para bendecir la túnica y la capucha anteriormente! El prior, entregando el Escapulario, dice: “Recibe ese hábito en remisión de tus pecados y aumento de la santa religión. En el nombre del padre…” Y entregando la capa dice lo mismo, pero sustituyendo “capa”, por "hábito”. Es decir, el hábito ya no es la túnica, que pasa a un segundo plano, sino el Escapulario. La capa y el Escapulario serán desde entonces los signos distintivos de la profesión carmelitana. Y es único de ella, decía antes: El Escapulario es indisoluble con la túnica, pero tiene su propio carácter, sentido e historia. Él es el “hábito de
Por eso ni Montpellier ni Burdeos hablan del Escapulario como pieza aparte en las Constituciones: porque al hablar del hábito, el Escapulario está comprendido en él. Es el hábito oficial.
![]() |
San Simón con la versión del Escapulario para seglares. Iglesia del Carmen de Thivencelle, Francia. |
A partir del siglo XIV, los escritores ya no diferencian entre hábito y Escapulario. Al narrar la visión, dicen que María le entregó “el hábito”.
Es decir, que el Escapulario pasa de ser inexistente, a ser un objeto de devoción obligatoria, casi como un segundo hábito; a ser el hábito por excelencia solo entre 30 y 70 años de la tradicional fecha (1251) de la visión de San Simón Stock, y a solo 22 años (Montpellier) de su muerte. Y sin un motivo de necesidad alguna: ni práctica, ni pastoral, ni de parecerse a otros en los que, repito, el Escapulario no reviste una singularidad especial. Y más aún: Para el cambio de capas, estando plenamente probado que las anteriores a las barradas eran blancas (recordemos en los inicios del siglo XIII la disputa con los caballeros teutónicos en Tierra Santa, que reclamaban tener la exclusividad del color de la capa), hubo que pelear por ello, pedir y esperar la autorización del papa. Pero para el Escapulario no se ve nada de eso. Mas bien, las leyes que lo mencionan, regulan sobre algo ya establecido, que se va introduciendo poco a poco, pero firmemente.
Sobre su extensión a toda la Iglesia , traspasando las fronteras de la Orden , ya podríamos hacer un artículo aparte, y más largo tal vez. Grandes santos y papas han sido devotos y testigos del Escapulario del Carmen. Y sobre el abandono de tal prenda mariana por parte de sus propios hijos, también podríamos hablar mucho. Curiosamente, las causas “históricas” que le dieron una estocada casi mortal al Santo Escapulario, al ser analizadas, se vuelven contra sus detractores. Ciertamente, no podemos probar la visión de San Simón Stock, pero tenemos más garantías los que le defendemos y vestimos, que los que lo han abandonado, defenestrado y negarse a imponerlo a los fieles.
Al final el artículo se ha convertido en lo que no iba a ser, una sencilla muestra de la vida del Escapulario del Carmen. Pero de seguro San Simón, Padre Nuestro, estará feliz de ello.
A 16 de mayo además se celebra a
![]() |
S. Juan Nepomuceno, presbítero mártir. |
![]() |
S. Fortis de Burdeos, obispo y mártir. |
![]() |
S. Gens de Monteux, ermitaño. |
[1] Acta Sanctorum. Volumen III, Mayo 16.
[2] “Saint Simon Stock: recent developments”, en revista Mount Carmel XXVII. 1979.
[3] Los otros días son: Nuestra Señora del Carmen (16 de julio), San Elías (20 de julio), San Alberto de Jerusalén (17 de septiembre), Santa Teresa de Jesús (15 de octubre), San Juan de la Cruz (14 de diciembre), Santa Teresita del Niño Jesús (1 de octubre), Todos los Santos Carmelitas (14 de noviembre) y Todos los Difuntos Carmelitas (15 de noviembre).[2] “Saint Simon Stock: recent developments”, en revista Mount Carmel XXVII. 1979.
[4] Entre las órdenes monásticas con Escapulario resaltan los benedictinos, cistercienses, jerónimos y cartujos, estos últimos con trabas. Para leer una interesante historia sobre el hábito trinitrario, podéis leer aquí: http://meditacionestrinitarias.blogspot.com.es/2012/09/el-habito-desde-los-origenes-de-la.html
[5] Recordemos que la capucha era amplia, por delante llegaba casi a las rodillas y por detrás un poco más larga, por eso podía sustituir a la capa, en algunas procesiones, por ejemplo. Aún podemos ver una reminiscencia de ella en los carmelitas de la Antigua Observancia, aunque más corta, hasta los codos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Te ha gustado? ¿Qué opinas? Recuerda que tus sugerencias pueden ser importantes para otros lectores y para mi.
No añadas consultas a los comentarios, por favor, pues al no poner el e-mail, no podré responderte. Para consultas, aquí: http://preguntasantoral.blogspot.com.es/p/blog-page.html