Beata Gertrudis de Altemberg, virgen premonstratense. 13 de agosto.
Nació Gertrudis el 29 de septiembre de 1227, y fue la hija más pequeña del Beato Luis IV de Turingia (11 de septiembre) y Santa Isabel de Hungría (17 de noviembre y 2 de mayo, traslación de las reliquias). No conoció a su padre, pues este a las pocas semanas antes de nacer, se había ido a las Cruzadas, y en ellas falleció. Como sabemos por la vida de Santa Isabel, la familia de Luis la acosó terriblemente hasta que la expulsó de su casa familiar con sus hijos.
Pasaron hambre y necesidades, aunque cuando Gertrudis tenía dos años fue confiada a las premonstratenses de Altemberg para que fuera educada. Realmente fue un caso único, al ser tan pequeña la niña, pero por la miseria que pasaban Isabel y sus hijos, las religiosas la aceptaron por ser quien era. Pronto destacó la niña por su docilidad, afición a la oración y al estudio. En mayo de 1235 Gertrudis asistió a la canonización de su madre, a la que desde entonces tuvo doble devoción. Cuando llegó a la adolescencia tomó el hábito de las canonesas de Premontré, y con solo 21 años ya era maestra de novicias. A los 24 años fue nombrada priora del monasterio, y ese mismo año el pleito sobre los bienes de su padre que le correspondían fue resuelto. Gertrudis empleó todo lo que le tocó en herencia en construir una bella iglesia para el monasterio y reconstruir en estilo gótico la iglesia parroquial de Madburg. Además, edificó un hospital y una casa para peregrinos enfermos anexos al monasterio. Atendía por si misma a los pobres y llagados, y como digna hija de su madre, cuidaba especialmente de los más abandonados y repugnantes por amor a Cristo. Un día que lavaba a un llagado, exclamó: "¡Qué bello es que se nos haya permitido lavar al Salvador!" Fue una de las principales voces del papa Nicolás IV en el llamado a la cruzada, para la cual recolectó dinero y por ella elevó oraciones. En 1270, instauró la solemnidad del Corpus Christi en su monasterio, luego que Urbano IV la extendiera a toda la Iglesia.
Gertrudis falleció luego de una vida llena de virtudes, gracias místicas y obras apostólicas, el 13 de agosto de 1297, a los 70 años y luego de varias décadas como priora. Fue sepultada en la iglesia monástica y pronto su tumba fue meta de peregrinaciones. En 1311 Clemente V fue confirmó su culto, beatificándola. Benedicto XIII hizo lo propio en 1728. Su culto continúa en el monasterio, aunque con la particularidad de que la comunidad que lo ocupa es de diaconisas luteranas, pero que conservan su memoria.
Tuvo el don de amansar a los espíritus rebeldes, de lograr la paz y la reconciliación, y una leyenda cuenta que en una ocasión un león que se escapó del castillo del Landgrave se metió en el monasterio en el momento exacto en que Gertrudis trataba de reconciliar a dos hermanas enfrentadas. La beata conminó al león a echarse a sus pies, y ante esto las monjas tuvieron vergüenza de que una bestia pudiera obedecer más pronto que ellas, y dejaron sus rencores y se reconciliaron. Otra versión dice lo mismo, pero los enfrentados eran dos familias enemigas a las que Gertrudis intentaba reconciliar. Como fuese, el león es uno de sus atributos y es abogada contra las peleas y rencillas familiares.
Fuente:
-"Spirituality Of The Premonstratensians: The Twelfth and Thirteenth Centuries". FRANÇOIS PETIT .O. Praem. Kentucky.
A 13 de agosto además se celebra a
Santas Elena y Centola de Burgos, mártires.
Santa Radegundis de Poitiers, reina y abadesa.
Nació Gertrudis el 29 de septiembre de 1227, y fue la hija más pequeña del Beato Luis IV de Turingia (11 de septiembre) y Santa Isabel de Hungría (17 de noviembre y 2 de mayo, traslación de las reliquias). No conoció a su padre, pues este a las pocas semanas antes de nacer, se había ido a las Cruzadas, y en ellas falleció. Como sabemos por la vida de Santa Isabel, la familia de Luis la acosó terriblemente hasta que la expulsó de su casa familiar con sus hijos.
Pasaron hambre y necesidades, aunque cuando Gertrudis tenía dos años fue confiada a las premonstratenses de Altemberg para que fuera educada. Realmente fue un caso único, al ser tan pequeña la niña, pero por la miseria que pasaban Isabel y sus hijos, las religiosas la aceptaron por ser quien era. Pronto destacó la niña por su docilidad, afición a la oración y al estudio. En mayo de 1235 Gertrudis asistió a la canonización de su madre, a la que desde entonces tuvo doble devoción. Cuando llegó a la adolescencia tomó el hábito de las canonesas de Premontré, y con solo 21 años ya era maestra de novicias. A los 24 años fue nombrada priora del monasterio, y ese mismo año el pleito sobre los bienes de su padre que le correspondían fue resuelto. Gertrudis empleó todo lo que le tocó en herencia en construir una bella iglesia para el monasterio y reconstruir en estilo gótico la iglesia parroquial de Madburg. Además, edificó un hospital y una casa para peregrinos enfermos anexos al monasterio. Atendía por si misma a los pobres y llagados, y como digna hija de su madre, cuidaba especialmente de los más abandonados y repugnantes por amor a Cristo. Un día que lavaba a un llagado, exclamó: "¡Qué bello es que se nos haya permitido lavar al Salvador!" Fue una de las principales voces del papa Nicolás IV en el llamado a la cruzada, para la cual recolectó dinero y por ella elevó oraciones. En 1270, instauró la solemnidad del Corpus Christi en su monasterio, luego que Urbano IV la extendiera a toda la Iglesia.
Gertrudis falleció luego de una vida llena de virtudes, gracias místicas y obras apostólicas, el 13 de agosto de 1297, a los 70 años y luego de varias décadas como priora. Fue sepultada en la iglesia monástica y pronto su tumba fue meta de peregrinaciones. En 1311 Clemente V fue confirmó su culto, beatificándola. Benedicto XIII hizo lo propio en 1728. Su culto continúa en el monasterio, aunque con la particularidad de que la comunidad que lo ocupa es de diaconisas luteranas, pero que conservan su memoria.
Tuvo el don de amansar a los espíritus rebeldes, de lograr la paz y la reconciliación, y una leyenda cuenta que en una ocasión un león que se escapó del castillo del Landgrave se metió en el monasterio en el momento exacto en que Gertrudis trataba de reconciliar a dos hermanas enfrentadas. La beata conminó al león a echarse a sus pies, y ante esto las monjas tuvieron vergüenza de que una bestia pudiera obedecer más pronto que ellas, y dejaron sus rencores y se reconciliaron. Otra versión dice lo mismo, pero los enfrentados eran dos familias enemigas a las que Gertrudis intentaba reconciliar. Como fuese, el león es uno de sus atributos y es abogada contra las peleas y rencillas familiares.
Fuente:
-"Spirituality Of The Premonstratensians: The Twelfth and Thirteenth Centuries". FRANÇOIS PETIT .O. Praem. Kentucky.
A 13 de agosto además se celebra a
Santas Elena y Centola de Burgos, mártires.
Santa Radegundis de Poitiers, reina y abadesa.
Hermosa biografía. Y como dices, digna hija de su santa madre. Debemos difundir más esta historia.
ResponderEliminarGERMAN