Pregunta:
Hola, me gustaría saber algo más de Santa Leocadia, si hay milagros
atribuidos a ella y cuáles son, y sobretodo, si podría conseguirse
alguna reliquia de ella. Filipinas. (Pregunta vieja, reciclada, corregida y aumentada).
Respuesta: Hola. Hombre, lo de la reliquia lo veo complicado. Hoy en día dudo que, salvo una petición muy formal de parte de
algún obispo, y por alguna razón extraigan alguna reliquia del cuerpo de Leocadia o algún santo conocido. Y
si se aparece algún vendedor de reliquias con una, de seguro que es falsa. En
cuanto a milagros, pues claro que habrá, siendo una mártir tan venerada desde
antiguo. Y no solo eso, sino una leyenda de aparición con evidencia física, que
relataré en su vida, que extraigo aquí:
Santa Leocadia de Toledo, virgen y mártir. 9 de diciembre y
21 de julio (traslación de las reliquias).
Según la passio del siglo VII, era Leocadia natural de Toledo, de padres griego e hispana. Vivía
dedicada a la caridad y, algo que no leemos de otras vírgenes de la época:
vestía siempre de negro y velada [1], por austeridad y pobreza; no consta si
sus padres fueran cristianos, pero suponemos que lo serían si no se narra
oposición alguna. Normal entonces que en el año 303, habiendo sido enviado
Daciano a España, Leocadia fuera una de las primeras en ser apresadas, en
virtud de su negación cristiana a adorar a los dioses, siguiendo la ley romana.
Y se siguió lo que ya hemos leído de otros mártires: juicio,
castigo (en este caso con látigos de plomo, como veíamos hace unos días con
Santa Bibiana de Roma) y arrojada al calabozo. Según la passio, dudosa, Leocadia
trazó una cruz en la pared, para animarse a continuar firme en la fe, para
adorarla recordando el sacrificio del Redentor. Cruces de este tipo se
conservan en Córdoba, en lugares que fueron sitio de prisioneros cristianos. En
los días siguientes al 10 de diciembre, Leocadia falleció a causa de las
heridas y el sufrimiento, siendo confortada con la noticia de un maravilloso
martirio de la niña Eulalia, que había ocurrido en Mérida, dicho día 10 de
diciembre. El cuerpo fue rescatado por los cristianos, que lo enterraron en
secreto, luego de liberarlo del sitio donde lo habían tirado a los perros.
Santa Leocadia. Catedral de Toledo. |
Aunque es muy extraño que nuestra Santa no sea mencionada
por Prudencio en el siglo IV, su culto ya estaba establecido en el siglo VI, y
bastante sólido como para tener iglesia propia, construida sobre su tumba por
el rey Sisebuto a finales del siglo V. En esta iglesia se celebró el IV Concilio de Toledo en 633, presidido por
San Isidoro de Sevilla (4; 10, en Inglaterra; y 26 de abril). Otras dos iglesias se le dedicaron.
Una sobre la cárcel y otra en el sitio de la supuesta casa familiar, levantada
por Juan III, arzobispo de Toledo, luego de la reconquista de la ciudad de
manos de los moros.
En
cuanto a los milagros.
Es Leocadia abogada contra la peste, lo cual supone intervenciones
milagrosas de la santa. El más famoso es aquel que narra que San Ildefonso (23
de enero), en una celebración del día de Santa Leocadia, de pronto se abrió
sola la tapa del sepulcro, se levantó la santa y tomando a Ildefonso de la mano
le dijo: "¡Oh Ildefonso, por ti permanece la honra de mi Señora!",
haciendo alusión a la acendrada defensa que hizo San Ildefonso de la Virginidad Perpetua
de María contra los herejes. Dicho esto, antes de volver a callar la mártir,
Ildefonso tomó la el puñal del rey Recesvinto, que se hallaba presente y le cortó
un trozo del velo, que aún se conserva junto al puñal, en un relicario en la Catedral. Otra versión dice que
quiso el rey Recesvinto una reliquia del velo de la santa. Mandó Ildefonso abrir
la tumba y cuando fue a tocar el cuerpo, la santa misma se arrancó el trozo de
velo para el rey.
Relicario de Santa Leocadia en la Catedral de Toledo. |
El asunto de las reliquias de Leocadia.
Parte del cuerpo de Leocadia está en la catedral de Toledo, pero
después de haber recorrido varios sitios. Según "Vida, martyrio y translacion de la gloriosa virgen y martyr santa Leocadia" [2], del jesuita Miguel Hernández, justo
antes de la ocupación mora de Toledo, el cuerpo de Santa Leocadia fue sacado
por dos cristianos llamados Urbano y Evencio, por orden del arzobispo, para que
fuera custodiado en Oviedo. Alí estuvo tiempo incierto, hasta que un rey leonés
lo dio a un noble (así mismo de incierto) galo que había destacado en la lucha
contra los musulmanes. Este noble lo llevó al monasterio de Saint Ghislain en
Flandes, donde guardaron como fiesta propia dicha traslación a 21 de julio.
¿Y
por que lo llevó allí?
Pues nada menos que se inventó la leyenda, que habiendo
venido San Ghislain (1 de junio y 10 de octubre) a Santiago, murió en Oviedo [3]. Entonces fue metido el
cuerpo en la misma arca que Santa Leocadia, donde ya estaba también un mártir
desconocido llamado Sulpicio. Así que, pedido el cuerpo del santo por parte del
noble, se fueron los tres cuerpos a Flandes. Antes de llegar a su destino,
reposó Leocadia en Mons, en el famoso monasterio de Santa Waldetrudis (9 de abril; 12 de agosto, traslación de la cabeza; 3 de febrero, invención de las reliquias; y 2 de noviembre, canonización), donde
demostró su poder sanando de la peste a los habitantes de la comarca.
Y como volvió de allí?
Fue Gaspar de Quiroga, arzobispo de Toledo en el siglo XVI,
quien mandó se investigara todo exhaustivamente (tanto como se podía hacer en
esa época) y, habiendo determinado que realmente era el mismo cuerpo que había
salido de Toledo a Oviedo y de allí a Flandes, pidió a Felipe II lo reclamase a
los monjes, para devolverlo a su iglesia toledana. Estos, “por haber herejes en
la comarca podía temerse que se desacatarían con él, como se habían desacatado
con otros cuerpos de santos”, accedieron a devolverlo a Toledo. Ah, y también, con el razonamiento de 3000 ducados de oro mediantes. Fue así que regresó a la Catedral de Toledo, en 1587, donde
están actualmente, aunque mutilado, pues fue dejando trocitos por donde pasó. Es
así que hay algunas reliquias en Oviedo, Flandes y Soissons.
A 9 de diciembre además se celebra a
Santos Nectario y Auditor de Auvernia, presbíteros.
A 9 de diciembre además se celebra a
Santos Nectario y Auditor de Auvernia, presbíteros.
(1) Rasgo este que jamás aparece en la iconografía, sino que
aparece siempre como una más, con túnica y manto de colores, y la cabeza
descubierta.
(2) Obra que recoge la passio, la devoción, el Oficio Propio de la santa, así como los acontecimiento de la Traslación y rececpción del cuerpo en Toledo.
(3) Aunque la vida de San Ghislain es muy legendaria, consta
que sus reliquias no se han movido del monasterio fundado por él, salvo cuando
unas monjas las robaron y el obispo las obligó a devolverlas.
Ramón graccias por este arrticulo hacia tiempo que queria saber más sobre esta Santa, me parece muy bonito ese milagro con San Ildefonso por demás interesante, muchas gracias
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