San Adelhard de Corbie, fundador y abad. 2 de enero.
Adelhard nació sobre 751 en Huise. Su padre fue el duque Bernard de Flandes, hijo bastardo de Carlos Martel y medio hermano de Pipino el Breve. Su tío fue el gran San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias). Sus hermanos fueron San Wala de Corbie (31 de agosto) y las Beatas Theodrada (7 de junio) y Gondrada (2 de enero). Y su prima sería Santa Ida de Herzfeld (4 de septiembre y 26 de noviembre, traslación de las reliquias).
Adelhard se educó junto a Carlomagno, de quien fue gran amigo durante la juventud. Fue cultísimo, hablaba varios idiomas, tocaba algunos instrumentos y era muy piadoso. Era el favorito del rey Martel, a quien acompañó en la campaña contra los lombardos. Fue embajador en el compromiso del príncipe Carlomagno y Ermengardis, la princesa lombarda, efectuado para sellar la paz entre ambos reinos. Este matrimonio se vio trastocado cuando Carlomagno rechazó a su mujer y tomó como esposa a Hildegard, una bella adolescente de trece años. Adelhard, no pudiendo soportar tal pecado ante su vista, pues abandonó todo puesto en la corte y se retiró a la soledad en una cueva de Benevento, al sur de Italia, teniendo solo 18 años.
Allí vivió austeramente, trabajando y orando constantemente. Dos años vivió en soledad, hasta que pensó que nadie se acordaría de él, y volvió a Flandes. Tomó el hábito benedictino en Corbie, siendo destinado a las tareas de la huerta monástica. Algunas crónicas poco fiables dicen que pronto fue reconocido y varios dignatarios y prelados comenzaron a visitarle para obtener favores reales, debido a su cercanía con la corte. Llegaron a ofrecerle abadías y obispados en recompensa por labores diplomáticas y de intrigas. Cansado de esto, Adelhard se refugió en la abadía de Montecassino, gobernada por San Pablo el Diácono (13 de abril). Pablo le tomó gran afecto y le colocó junto a sí en el gobierno. Allí también habría sido reconocido y utilizado como intercesor ante el monarca, por lo cual, disfrazado de peregrino habría regresado a Corbie nuevamente.
Probablemente toda esta historieta anterior sobre idas y venidas haya sido añadida para embellecer su rechazo al gobierno de la abadía de Corbie, que no le sirvió de nada, pues en 771 le hallamos como abad de Corbie, de donde probablemente nunca salió. En este cargo acogió a los enemigos de Carlomagno, los reyes Diederik y Anse de los lombardos y a la rechazada Ermengardis, quienes al reanudarse la guerra entre lombardos y carolingos terminaron sus vidas allí, recluidos como monjes.
El gobierno de Adelhard fue excelente para la abadía. Reformó y amplió la biblioteca, la escuela monástica y embelleció la iglesia, según cuentan crónicas del momento. Su correspondencia y trabajo diplomático fue ingente. Estuvo relacionado con la mayoría de prelados y gobernantes del momento, de los que fue consejero y apoyo. Entre ellos San Alcuin de Tours (19 de mayo), San Agobard (6 de junio), a quien apoyó en su denuncia contra los judíos, o San Angilbert, el abad de San Riquier (18 de febrero). Además, sería preceptor del hijo de Carlomagno, Pipino de Flandes.
En 800, Carlos fue coronado emperador por el papa San León III (12 de junio). Diversos avatares familiares y políticos hicieron que en 814 el príncipe Luis sucediera a Carlomagno luego de la muerte de este. Luis, implacable en su goberno y nada piadoso, se deshizo de todos sus medio hermanos, hijos bastardos de “san” Carlomagno, enviándoles lejos, ya fuera a misiones civiles o militares. Desterró a las amantes de su padre y echó de la corte a todos los consejeros de su padre, reservándose solo algunos que le eran fieles en su política. En 815 Adelhard fue despojado de todos sus cargos, incluido el abacial, y fue enviado como un simple monje a Noirmoutiers, siendo sucedido por San Adelhard “el Joven” (15 de julio), monje de confianza del nuevo monarca. Wala, hermano de nuestro santo quedó recluido en Corbie, siendole negado ir con su hermano. Sus hermanas Gondrada y Theodrada también fueron apartadas como abadesas y recluidas. Solo esta última logró trasladarse a la abadía de Nuestra Señora de Soissons, donde sería luego abadesa.
Sin embargo, numerosas rebeliones contra Luis, en especial la llevada a cabo por su sobrino Bernard, llevó a Luis reconsiderar el haberse creado tantos adversarios y poco a poco recolocó en sus puestos a algunos funcionarios y prelados. Adelhard fue llamado a la corte y Luis le tomó como consejero, permitiéndole regresar a Corbie en 822 para retomar el cayado abacial. Además obtuvo cuantiosas rentas para fundar el monasterio de Nuevo Corbie en Sajonia, del cual también fue abad al mismo tiempo que de Corbie.
Adelhard murió en 826, y su hermano Wala le reemplazó como abad para ambos monasterios. Sus reliquias se veneran en Corbie. Su "vita" fue escrita por el Beato Paschasio Radbert (26 de abril), quien fue novicio en época de Adelhard. Esta biografía sería aumentada con otros detalles por San Gerardo de Grande-Sauve (5 de abril), quien también había sido monje en Corbie.
San Adelhard es abogado de jardineros, diplomáticos y se le invoca contra la fiebre tifoidea y las infecciones en general.
Adelhard nació sobre 751 en Huise. Su padre fue el duque Bernard de Flandes, hijo bastardo de Carlos Martel y medio hermano de Pipino el Breve. Su tío fue el gran San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias). Sus hermanos fueron San Wala de Corbie (31 de agosto) y las Beatas Theodrada (7 de junio) y Gondrada (2 de enero). Y su prima sería Santa Ida de Herzfeld (4 de septiembre y 26 de noviembre, traslación de las reliquias).
Adelhard se educó junto a Carlomagno, de quien fue gran amigo durante la juventud. Fue cultísimo, hablaba varios idiomas, tocaba algunos instrumentos y era muy piadoso. Era el favorito del rey Martel, a quien acompañó en la campaña contra los lombardos. Fue embajador en el compromiso del príncipe Carlomagno y Ermengardis, la princesa lombarda, efectuado para sellar la paz entre ambos reinos. Este matrimonio se vio trastocado cuando Carlomagno rechazó a su mujer y tomó como esposa a Hildegard, una bella adolescente de trece años. Adelhard, no pudiendo soportar tal pecado ante su vista, pues abandonó todo puesto en la corte y se retiró a la soledad en una cueva de Benevento, al sur de Italia, teniendo solo 18 años.
Allí vivió austeramente, trabajando y orando constantemente. Dos años vivió en soledad, hasta que pensó que nadie se acordaría de él, y volvió a Flandes. Tomó el hábito benedictino en Corbie, siendo destinado a las tareas de la huerta monástica. Algunas crónicas poco fiables dicen que pronto fue reconocido y varios dignatarios y prelados comenzaron a visitarle para obtener favores reales, debido a su cercanía con la corte. Llegaron a ofrecerle abadías y obispados en recompensa por labores diplomáticas y de intrigas. Cansado de esto, Adelhard se refugió en la abadía de Montecassino, gobernada por San Pablo el Diácono (13 de abril). Pablo le tomó gran afecto y le colocó junto a sí en el gobierno. Allí también habría sido reconocido y utilizado como intercesor ante el monarca, por lo cual, disfrazado de peregrino habría regresado a Corbie nuevamente.
Probablemente toda esta historieta anterior sobre idas y venidas haya sido añadida para embellecer su rechazo al gobierno de la abadía de Corbie, que no le sirvió de nada, pues en 771 le hallamos como abad de Corbie, de donde probablemente nunca salió. En este cargo acogió a los enemigos de Carlomagno, los reyes Diederik y Anse de los lombardos y a la rechazada Ermengardis, quienes al reanudarse la guerra entre lombardos y carolingos terminaron sus vidas allí, recluidos como monjes.
El gobierno de Adelhard fue excelente para la abadía. Reformó y amplió la biblioteca, la escuela monástica y embelleció la iglesia, según cuentan crónicas del momento. Su correspondencia y trabajo diplomático fue ingente. Estuvo relacionado con la mayoría de prelados y gobernantes del momento, de los que fue consejero y apoyo. Entre ellos San Alcuin de Tours (19 de mayo), San Agobard (6 de junio), a quien apoyó en su denuncia contra los judíos, o San Angilbert, el abad de San Riquier (18 de febrero). Además, sería preceptor del hijo de Carlomagno, Pipino de Flandes.
En 800, Carlos fue coronado emperador por el papa San León III (12 de junio). Diversos avatares familiares y políticos hicieron que en 814 el príncipe Luis sucediera a Carlomagno luego de la muerte de este. Luis, implacable en su goberno y nada piadoso, se deshizo de todos sus medio hermanos, hijos bastardos de “san” Carlomagno, enviándoles lejos, ya fuera a misiones civiles o militares. Desterró a las amantes de su padre y echó de la corte a todos los consejeros de su padre, reservándose solo algunos que le eran fieles en su política. En 815 Adelhard fue despojado de todos sus cargos, incluido el abacial, y fue enviado como un simple monje a Noirmoutiers, siendo sucedido por San Adelhard “el Joven” (15 de julio), monje de confianza del nuevo monarca. Wala, hermano de nuestro santo quedó recluido en Corbie, siendole negado ir con su hermano. Sus hermanas Gondrada y Theodrada también fueron apartadas como abadesas y recluidas. Solo esta última logró trasladarse a la abadía de Nuestra Señora de Soissons, donde sería luego abadesa.
Sin embargo, numerosas rebeliones contra Luis, en especial la llevada a cabo por su sobrino Bernard, llevó a Luis reconsiderar el haberse creado tantos adversarios y poco a poco recolocó en sus puestos a algunos funcionarios y prelados. Adelhard fue llamado a la corte y Luis le tomó como consejero, permitiéndole regresar a Corbie en 822 para retomar el cayado abacial. Además obtuvo cuantiosas rentas para fundar el monasterio de Nuevo Corbie en Sajonia, del cual también fue abad al mismo tiempo que de Corbie.
Adelhard murió en 826, y su hermano Wala le reemplazó como abad para ambos monasterios. Sus reliquias se veneran en Corbie. Su "vita" fue escrita por el Beato Paschasio Radbert (26 de abril), quien fue novicio en época de Adelhard. Esta biografía sería aumentada con otros detalles por San Gerardo de Grande-Sauve (5 de abril), quien también había sido monje en Corbie.
San Adelhard es abogado de jardineros, diplomáticos y se le invoca contra la fiebre tifoidea y las infecciones en general.
A 2 de enero además se celebra a:
San Isidoro de Zaragoza, obispo y mártir. |
Santa Eufrosina, virgen carmelita. |
San Basilio, mártir. |
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