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lunes, 24 de mayo de 2021

Dejó de hacer el mal y aprendió a hacer el bien.

San Nicetas de Pereslav, estilita y mártir. 24 de mayo. 

Vivió en el siglo XII y fue un recaudador de impuestos muy odiado en Pereslav, por su dureza con los pobres y su vida disoluta. Se convirtió oyendo en la iglesia el texto de Isaías "purificaos y lavaos, dejad de hacer el mal y aprended a hacer el bien". Dejó a su esposa y su familia, y se retiró a un monasterio para vivir en penitencia. Luego se puso una capa de cadenas de hierro sobre la piel desnuda y se subió a un pilar. Allí vivió durante un tiempo no conocido, pero debió ser bastante, para que el hierro, pulido por el uso y el roce pareciese plata; hecho por el cual fue derribado de la columna y asesinado por dos ladrones para robarle. Su sepultura se llenó pronto de peregrinos por los milagros constantes. 




A 24 de mayo además se celebra a:

miércoles, 11 de diciembre de 2019

San Daniel Estilita.

San Daniel Estilita. 11 de diciembre y 22 de mayo.

Nació en el año 409 en Samosata, en la zona alta del Éufrates. A los 12 años entró de monje y en viaje que realizó con el abad conoció al gran San Simeón Estilita "el Viejo" (5 de enero), y decidió imitarlo, a lo que Siméon le animó.

Se fue a Anaplus, cerca del mar de Bósforo, donde se hizo hacer una columna (en realidad eran dos, una sobre otra) con una balaustrada y protegida del clima con un palio. Allí vivió 33 años, y allí fue ordenado sacerdote por San Guenadio de Constantinopla (25 de agosto). Cada día celebraba la eucaristía, durante la cual los numerosos peregrinos hacían absoluto silencio, y eran cientos. Para todos tenía una palabra de aliento, reconvención, consejo o amenaza. Conocía los pecados sin que se los dijeran, tuvo don de profecía y también realizó muchos milagros.

Los emperadores León I y Zenon fueron grandes admiradores suyos y le visitaban frecuentemente para pedir consejo u oraciones. León construyó una escala de piedra para subir hasta lo alto del pilar y que también usaban los peregrinos, hasta que Daniel mandó la derribaran pues le molestaban en su altura. El mismo solo la usó una vez, cuando bajó a regañar al emperador por apoyar la herejía monofisita.

Daniel murió en 492 y fue sepultado junto a su pilar, elevándose una basílica en su honor. Sus reliquias serían trasladadas en el siglo XIII a Moscú, donde el Gran Duque San Daniel (4 de marzo) había levantado el célebre y bellísimo monasterio de Danilov.

A 11 de diciembre además se celebra a:


Stos Victorio, Fusciano
y Gaciano de Amiens
.
San Franco de Siena,
religioso carmelita
.


viernes, 5 de enero de 2018

"Sobre la columna me ha ensalzado".

San Simeón Estilita "el Viejo". 5 de enero, 29 de junio, 27 de julio (Iglesia Jacobita) y 1 de septiembre (Iglesias Griegas).

Nació en Cilicia, Turquía y de niño fue pastor. A los 21 años entró a un monasterio, de donde fue despedido a los dos años, a causa de una llaga putrefacta ocasionada por una cuerda que siempre llevaba atada a la cintura con tal fuerza que había penetrado y podrido la carne. Se fue de ermitaño a Deir Sim'an, donde ayunaba contantemente y cada 40 días sólo tomaba una mezcla agua, el vinagre y sal. Decidió subir a una columna, cuando los visitantes atraídos por su estilo de vida, comenzaron a molestarle. En el 423 se subió a una columna de 3 metros (luego la aumentaría a 16 y hasta 18). Allí pasó 37 años y se considera que su ejemplo es el que atrajo a los demás (santos o no) estilitas. Poco después de su muerte, la columna se convirtió en lugar santo y meta de peregrinaciones multitudinarias. Actualmente, alrededor de la misma columna hay una bella basílica. Es el estilita por excelencia y siempre que se habla de los estilitas se piensa en él. Para diferenciarlo del otro estilita San Simeón "el Joven" (23 de junio y 3 de septiembre), le pintan una larga barba blanca.


A 5 de enero además se celebra a
San Gerlach de Houtem, eremita.
San Telesforo, papa carmelita y mártir.

martes, 23 de junio de 2015

Vuelve otro Estilita: el Joven

San Simeón Estilita, el Joven. 23 de junio y 3 de septiembre.

Santos Juan y Simeón el Joven.
A Simeón Stilita se le llama “el Joven” o “el Menor” para distinguirle del otro Simeón Estilita "el Viejo" (5 de enero; 29 de junio; 27 de julio, Iglesia Jacobita, y 1 de septiembre, Iglesias Griega y Bizantina). Sus padres fueron el comerciante de telas, tintes y especias, Juan y santa Marta (4 de julio), originarios de Edesa. Estando embarazada, su madre tuvo una revelación de San Juan Bautista (24 de junio, Natividad; 23 de septiembre, Imposición del nombre; 24 ó 21 de febrero, primera Invención de la cabeza; 29 de agosto, segunda Invención de la cabeza, hoy fiesta de la Degollación; 25 de mayo, tercera Invención de la cabeza), de quien era muy devota, que le aseguró que tendría un hijo agraciado por Dios, y que sería luz en el mundo, por su penitencia y vida orante. Y nació Simeón, llamado así en honor al Estilita “viejo”, en Antioquía, en 521. La leyenda nos dice que el amor a la penitencia se manifestó muy pronto, pues el bebé Simeón no mamaba de su madre ni los viernes, ni las vigilias de la Iglesia. En fin… 

Cuando tenía 5 años ocurrió un terremoto devastador en Antioquía, del que su madre y él se salvaron por estar en la capilla de san Juan Bautista, mientras que su padre pereció entre las ruinas de su casa y comercio. Desde la pobreza tuvo que trabajar junto a su madre por salir adelante. Aún siendo muy pobres, y endeudados, madre e hijo no dejaban de socorrer a los pobres, acoger peregrinos, dedicar horas a la oración. Y el niño seguía siendo tan penitente, que no sufría la falta la comida, el frío o el calor. Vivía de milagro, que dicen sus biógrafos. Lo mismo puede decirse de su intelecto, que no se vio mermado por la carencia de comodidades ni de maestros. Su madre le educó como supo, y lo hizo muy bien, porque con pocos años, el niño tenía luces y argumentos muy elevados para su edad.  A los doce años comenzó a madurar su vocación eremítica, aunque se ponían grandes esperanzas en él. Tanto el mundo como la Iglesia, y lo demuestra que con solo 12 años fue ordenado diácono, con vistas a alcanzar cargos eclesiásticos.

Pero él lo tenía claro: Cristo, y este en la soledad, era su único deseo y vocación. No le convencieron las lágrimas de Marta, ni sus ruegos, así que una noche, con quince años, salió de la ciudad sin rumbo fijo. Viajó hasta el monte Taumastoro (Monte de los Milagros), en Siria, donde había un monasterio muy austero y penitente, donde no se aceptaba a cualquier postulante sin probarle antes en la penitencia, la humildad y la caridad. Todas las pruebas las superó, y con gran agrado de los monjes, que descubrieron en el adolescente grandes prendas de santidad. Era juicioso sin arrogancia, humilde sin falsedad, penitente y alegre al mismo tiempo. Admitido como novicio, le asignaron como maestro al monje San Juan Estilita (24 de mayo), que vivía sobre la columna en medio del monasterio. Este ya le conocía desde mucho antes que llegara al monasterio, por medio de visiones en las que Dios le había revelado su persona, vestido con una túnica blanca. En breve adelantó a su maestro en las virtudes, comía solo unas lechugas una vez a la semana, oraba de continuo casi toda la noche, y durante el día mientras trabajaba o leía las Escrituras o a los Santos Padres. Todas las noches rezaba el salterio entero, y todos los salmos durante el día, haciendo genuflexiones y disciplinándose. La unión con Dios era constante, cada acción o palabra estaba llena de la presencia de Dios, tan cara a la vida monástica.


Poco a poco fue haciéndose más conocido, y con ello llegaron las tentaciones de fama y vanagloria, a las que resistió siendo más penitente y humilde. Más aún. La leyenda cuenta que no contento el diablo, tentó a un pastor que por allí vivía para que comenzara a difamarle y ante el nulo efecto, le metió en la cabeza que lo asesinara. Apenas tomó un cuchillo, se le paralizó el brazo y comenzó a secársele, cayendo la carne y dejando ver el hueso. Arrepentido corrió al monasterio y confesó sus intenciones pecaminosas instigadas por el diablo. Simeón le abrazó tiernamente, le perdonó y le sanó el brazo. El pastor, arrepentido, lo dejó todo y entró al monasterio para hacer penitencia toda su vida. 

En unos años Simeón había aventajado tanto a su maestro, que este y el abad, le permitieron en 541 tener su propia columna separada de la de Juan. Era más alta y estrecha que la de su maestro, y en torno a ella congregó a sus propios discípulos atendidos por su santa madre que lo había vendido todo para los pobres y acompañaba a su hijo viviendo al pie de la columna, sirviéndole a él, a los monjes y a los peregrinos.
Pero en esta nueva fase sin supervisión exageró en la penitencia, pues se ató una cuerda a la cintura, tan fuerte, que le hizo una llaga que permitió se hundiera la cuerda en la carne, pudriéndola. Emanaba un olor tan pestilente, que Juan le ordenó se la quitara para siempre, a lo que obedeció Simeón, como buen santo, para el que la obediencia es lo primero. Se había adherido tanto la cuerda, que fue necesario cortar trozos de carne, estando a punto de morir. 

Pasados los tiempos de tentaciones y cargas del demonio, le llegó el tiempo de la serenidad espiritual, siendo colmado por Dios de gracias y bendiciones, dándole dones inefables. Le libró de morir luego que un rayo alcanzara su columna y esta se derrumbara. Los monjes hallaron al santo sonriendo entre los escombros. Alcanzó una contemplación elevadísima, estando en éxtasis casi continuamente, llegando al conocimiento de verdades de la fe y misterios de la Revelación. Tuvo don de conciencias, libraba a los endemoniados, predecía acontecimientos futuros y cercanos en el tiempo, que él mismo podía comprobar se hacían realidad. También tuvo el don de milagros, sanando a muchos con solo trazar la señal de la cruz, o incluso mirarles desde lejos, aunque esta forma de sanar distante no le gustaba, porque siempre acompañaba los prodigios de palabras de vida eterna, no menos sanadoras. La fama hizo que en 554 el obispo de Seleucia le visitara y le ordenara presbítero en contra de la voluntad del santo.

Ya ordenado, su misión dio un paso adelante: comenzó a escribir, además de predicar. Sermones y obras ejemplarizantes escribía a los que le pedían algo. Escribió cartas y obras teológicas. Defendió el culto a las imágenes sagradas, para lo que escribió una carta al emperador Justiniano, recordándole su deber de defender la ortodoxia de la fe cristiana. Una carta tan llena de unción y verdad, que el emperador la tuvo en gran precio para defender la devoción a las imágenes. Doscientos años después aún la citaba el Segundo Concilio Ecuménico de Nicea, incluyéndola entre su argumentario los defensores de las imágenes. También denunció el santo los errores de las herejías que persistían en su tiempo.

En 566 se hizo construir una columna más alta aún, ya separada del monasterio, y junto a la cual reuniría a sus discípulos y su propio monasterio. En esta columna vivió 26 años más. A inicios de 592 supo por revelación que ese mismo año moriría. Convocó a los monjes, y cada día les exhortaba a ser vigilantes, a no perder la humildad y la caridad. Finalmente, el 24 de mayo, con 75 años de edad, falleció, viéndose grandes luces en el cielo en ese momento. 


Fuente: 
-"Novísimo año cristiano". JEAN CROISET. Madrid, 1847. 


A  23 de junio además se celebra a
Santa Etheldreda de Ely, reina y abadesa.
San Walter de Onhaye, presbítero mártir.

domingo, 25 de mayo de 2014

Santos Estilitas

Santos Juan y Simeón el Joven,
y su madre Santa Marta
Pregunta: Hola. he visto un par de veces su blog y me parece muy interesante, queria consultarle una duda: trabajo como médico, una vez escuché una historia de San expedito, que se pasó diez años predicando sobre las maravillas de Dios, subido en una columna en medio del desierto sin que nadie lo escuchara, me lo imaginaba como un anacoreta dedicado a la predicación, a veces en mi profesión cuando doy consejos a los pacientes, sobre hábitos saludables y me siento así: poco escuchado, y lo he utilizado de ejemplo, posteriormente, he intentado averiguar algo sobre este santo, y para nada está descrito como un predicador, era un soldado romano convertido, y en todos sitios esta referida la historia del cuervo que le instaba a no convertirse, quisiera saber que hay de realidad en las dos historias y a que santo corresponde el haber estado predicando subido encima de una columna en mitad del desierto. Muchas gracias.

Respuesta: Hola Doctor. Gracias por visitar la página. Sobre San Expedito, quien fue y lo que se sabe, le invito a leer esta entrada dedicada San Expedito, donde queda claro que no ese el predicador de la columna. 


Y este… quien fue? O mejor dicho, quienes fueron? Porque hubo más de un santo estilita, que es como se llaman estos que vivieron sobre una columna, tipo de vida ascética muy dura, a la que no se accedía sino después de años de preparación en la penitencia y la oración. Sobre los estilitas mucho se ha escrito, solo me limitaré a mencionar los santos conocidos:

Santos Juan (24 de mayo) y Simeón Estilita, el Joven. (23 de junio y 3 de septiembre). 
Viveron en el siglo VI. Desde joven Juan se subió a la columna en Taumastoro, donde predicaba a discípulos y peregrinos que acudían, hasta fundarse un monasterio. Todas las noches rezaba 30 salmos de memoria, completando así en 5 días, los 150. Fue maestro San Simeón el Joven, al que ya conocía desde mucho antes que llegara a él, por medio de visiones, en que Dios le había revelado su persona, vestido con una túnica blanca. 

Simeón era hijo de Santa Marta (4 de julio). Con 15 años, se hizo discípulo de Juan en el monasterio de Taumastoro; con esa edad se subió a una columna que estaba junto a la de su maestro. A los 20 años se trasladó a un pedestal más alto en la montaña. Allí reunió sus propios discípulos que vivían en chozas junto a su columna y eran atendidos por su madre, que fue quien le informó sobre la muerte de su maestro. En 551 se construyó un monasterio para los monjes y una hospedería para los peregrinos que acudían en busca de sus oraciones o consejos. En 554 fue ordenado sacerdote. En 566 se hizo construir una columna más alta aún, donde vivió hasta el año 592, con 75 años. A veces se le suele confundir con el Simeón famoso.

San Nicetas de Pereslav
San Nicetas de Pereslav, taumaturgo y mártir. 24 de mayo.
Vivió en el siglo XII y fue un recaudador de impuestos muy odiado en Pereslav, por su dureza con los pobres y su vida disoluta. Se convirtió oyendo en la iglesia el texto de Isaías "purificaos y lavaos, dejad de hacer el mal y aprended a hacer el bien". Dejó a su esposa y su familia, y se retiró a un monasterio para vivir en penitencia. Luego se puso una capa de cadenas de hierro sobre la piel desnuda y se subió a un pilar. Alli vivió durante un tiempo no conocido, pero debió ser bastante, para que el hierro, pulido por el uso y el roce pareciese plata; hecho por el cual fue derribado de la columna y asesinado por dos ladrones para robarle. Su sepultura se llenó pronto de peregrinos por los milagros constantes.


San Alipio de Adrianópolis. 26 de noviembre.
Desde la infancia anhelaba estar cerca de Diosy vivir para él, por ello se hizo una columna de piedra en el cementerio de la ciudad, lo que le llevó las burlas de sus amigos, la incomprensión hasta de su familia. Allí fue tentado duramente por el demonio, al que resistió a base de oración y humildad. A su vera se formó una comunidad de mujeres deseosas de vida espiritual, para las que construyó el monasterio de Santa Eufemia (16 de septiembre), cuya iglesia había fundado años antes. Durante toda su vida y desde la columna, fue su director espiritual.



San Daniel Estilita. 22 de mayo y 11 de diciembre.

San Lucas de Stiris. 7 de febrero y 3 de mayo (traslación de las reliquias). 
Después de ser monje, volver a casa, ser ermitaño y monje otra vez, fue discípulo de un estilita, aunque no hay certeza si lo fue él también, o si lo fue sólo un tiempo, puesto que se vuelve a saber de él retirado en la montaña Stirion, donde murió con 57 años. Sobre su tumba se construyó un monasterio adonde aún acuden peregrinos atraídos por su fama de milagroso.

San Lucas el Nuevo Estilita. 11 de diciembre.
Era soldado y ante la barbarie de la guerra, decidió abandonar las armas y ser monje. A los seis años de vida reclusa fue ordenado sacerdote y enviado como capellán del ejército, lo que hizo sin renunciar a su vida ascética y penitente, dando ejemplo a los soldados, que le querían mucho. Luego de unos años, en tiempo de paz, se retiró al monte Olimpo, donde comenzó penitencias más duras, como tener todo el día una piedra en la boca, para obligarse al silencio, o pasar toda una noche sobre un solo pie, orando. Soportaba con paciencia mosquitos y tábanos. Esto hizo que muchos se acercaran a él en busca de apoyo, oraciones y perdón, por lo que se hizo una columna para vivir más “cerca” de Dios. Allí pasó 45 años, llegando a la edad de 100 años.


San Simeón Estilita "el Viejo". 5 de mayo. 
San Teódulo de Edesa. 28 de mayo.

Y aún me queda uno más, en el que me gustaría extenderme algo, pues es, hasta donde sé, el único santo estilita en occidente, puesto que este estilo de vida se desarrolló en Oriente: 


San Walfroy o Wulfilak
San Walfroy o Wulfilak de Trier, estilita. 21 de octubre y 7 de julio (traslación de las reliquias). 
Su vida se conoce por la narración que el mismo Walfroy haría al historiador San Gregorio de Tours (17 de noviembre), a quien conoció cuando Gregorio le visitó en su monasterio. Walfroy nació en Lombardía y siendo niño conoció la vida de San Martín de Tours (11 de noviembre, sepultura; 4 de julio, ordenación episcopal; 5 de octubre, Iglesia Oriental; 12 de octubre, Iglesia bizantina; 12 de mayo, invención de las reliquias ; 1 y 13 de diciembre, traslaciones) y le tomó gran devoción. Ya siendo un jovencito, conoció a un discípulo de San Yrieux de Limoges (25 de agosto), que le animó a acompañarle en una peregrinación a la tumba de San Martín. Allí fueron, y Walfroy acrecentó su devoción al santo. Al regresar, el monje amigo llevó consigo una pequeña arca con un poco de polvo de la sepultura de San Martín hasta Limoges. Allí ocurrió un milagro: esta arena se multiplicó hasta sobrepasar la misma arqueta. Ante esto, Walfroy decidió abandonarlo todo, para imitar a San Martín en su entrega a Dios.

No volvió a Lombardía, sino que se fue a Trier, construyó una cabaña y se dedicó a la oración. En la colina había un antiguo santuario a la diosa Diana, que aún era visitado incluso por cristianos. No contento con una simple vida de eremita, optó por la vida estilita, así que se instaló sobre un pilar y comenzó una vida penitente. En invierno era tanto el frío que llegó a perder las uñas, y la barba se le congelaba impidiendo cualquier movimiento del rostro. Desde allí amonestaba, oraba, predicaba a los devotos de la diosa. Poco a poco, fue convirtiendo, primero a los cristianos supersticiosos, luego a los paganos, hasta que entre todos derribaron el santuario pagano, inaugurando el culto al verdadero Dios. Y no fue esto sin intervención divina: Era la estatua muy grande y pesada, y aunque la ataron con varias cuerdas para derribarla, ni entre todos podían, así que Walfroy bajó de su pilar, fue a la ermita que había construido antes, oró a Dios, y al salir, con solo tocar una de las cuerdas, la estatua se derribó sola. Ya en el suelo, la destrozaron a golpes de mazo.

Tanta penitencia llenó su cuerpo de úlceras enconadas, llevándole casi a punto de morir. Una noche soñó que San Martín se le aparecía y frotaba su cuerpo con un aceite oloroso. Al otro día, amaneció sano totalmente. Finalmente, su obispo, San Magnerik (27 de julio) le obligó a bajar de la columna, con el argumento de que no debía compararse a San Simeón Estilita, ni exponer su salud de esa manera que parecía tentar a Dios. Le ordenó bajar y fundar un monasterio con aquellos admiradores y discípulos que le rodeaban. Como buen santo, la obediencia le valió más que su propia voluntad y, con lágrimas, bajó de la columna, y para no ser tentado a desobedecer, la destrozó acompañado de varios de sus discípulos.


Primitiva sepultura
de San Wulfilak
Allí vivió unos años más, como superior de aquel grupo. Allí fue enterrado y comenzó su culto. En 979 sus reliquias se trasladaron a la ciudad de Yvoix, llamada Carignan desde el siglo XVII. En el siglo XIII su primitivo monasterio pasa a la Orden de San Benito, dependiente de la abadía de Orval. En el siglo XIX, el obispo de Reims la compra. En el siglo XX pasan por ella diversas congregaciones religiosas, que mantienen la devoción al santo estilita. Desde 2002 una asociación de seglares cuida del culto al santo, cuya imagen preside el ábside de la iglesia. Esta iglesia, de 1957 integra perfectamente la cabecera de la iglesia medieval, que estaba en ruinas.


A 21 de octubre además se celebra a  
Santa Dorotea de Colonia, virgen y mártir.
Santa Celina de Laon, viuda

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...