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martes, 20 de abril de 2021

Restaurador y celoso pastor.

San Wiho de Osnabrück, obispo. 20 de abril y 13 de febrero.

Wiho nació en la región de Leeuwarden, en el seno de una familia frisona. Se educó bajo la dirección de San Gregorio de Utrecht (25 de agosto) en el colegio que este había fundado. Predicó en Sajonia luego de que su rey, Widukind, hubiera sido vencido por San Carlomagno (28 de enero), quien detuvo su política de regresión al paganismo y persecusión de la fe católica. Convertido Widukind, o eso dijo él, retomó la fe cristiana como religión de sus reinos y la fe católica pudo predicarse libremente. Y, además, cosa curiosa, a pesar de sus desmanes, le conmemoramos en el santoral a 7 de enero como santo.

En fin, que nuestro santo volvió a evangelizar Sajonia por orden de Carlomagno, quien pidió al papa Adriano II que le ordenara obispo de para la región. Fue un hombre de gran cultura, que reconstruyó numerosas iglesias, fundó colegios, monasterios, hospitales y avivó la vida espiritual de sus fieles durante los 25 años que estuvo en la sede. Subió al empíreo en 804.

domingo, 19 de febrero de 2017

San Bonifacio de Lausana.

San Bonifacio Kloetink, obispo. 19 de febrero.

Nació Bonifacio sobre 1180 en Bruselas, en el marco de una familia acomodada y piadosa. Se formó con las monjas cistercienses de Le Cambre, de donde salió hecho un joven culto y piadoso. Estudió en la Universidad de París hasta 1216, cuando fue ordenado presbítero. De regreso a Bruselas le asignaron la célebre iglesia de Santa Gúdula, casi una segunda catedral, desde donde comenzó una ingente labor evangelizadora: predicaba, formaba a los sacerdotes, y pasaba horas confesando, visitando pobres y enfermos. En 1222 la Universidad de París solicitó sus servicios para profesor de Teología y ese puesto ocupó durante 9 años, pues renunció debido al celo y la envidia que otros profesores menos piadosos y celosos de la verdad le tenían. Para evitar males mayores se trasladó a Colonia, en cuya catedral formó parte de los canónigos y donde en breve le asignaron la supervisión de todas las escuelas monásticas y la catedralicia. Predicación, paciencia, reforma, celo apostólico, oración y caridad eran sus notas como presbítero y profesor. Fue activo defensor del papa cuando este excomulgó a Federico II a causa de su negativa a participar en la VI Cruzada. El papa entonces fue atacado por partidarios del emperador, ante lo cual levantó su voz nuestro santo defendiendo la legalidad de la excomunión y la soberanía del papa para emitirla.

En 1231 el papa Gregorio IX le nombra obispo de Lausana, sede vacante ya por 10 años, donde igualmente brilló como pastor solícito. Y a Lausana envió Federico tropas a secuestrar a Bonifacio, que fue capturado y subido atado a un caballo. Sin embargo, apenas el caballo salió de la ciudad, de pronto se encabritó, se libró de los que le conducían y regresó dentro con la preciosa carga del obispo, al que ahora su pueblo defendió y no pudo ser capturado otra vez. Desde 1235 pidió al papa le librara del episcopado y de la sede de Lausana, pero el papa se negaba una y otra vez. Finalmente, en 1239 le permitió renunciar a la sede, pero advirtiéndole que aún era obispo y que podía reclamarle para otra sede. 

Bonifacio se retiró a su amada abadía de Le Cambre, donde llevó una vida como si fuera un monje, aunque manteniendo la distancia de las monjas. Oración, penitencia, estudio y trabajo, esa fue su norma de vida. Aún alguna vez dirigió alguna predicación, consagró iglesias o fungió como obispo celebrante en algunas ceremonias y solemnidades, pero sin asuntos políticos o administrativos de por medio. En 1245 aún participó en el célebre I Concilio de Lyon, pero igualmente regresó a su retiro monástico. En sus últimos años recibió varias gracias místicas, revelaciones y visiones. En una ocasión se le aparecieron la Santísima Virgen y San Juan Bautista, que le sanaron de una enfermedad. En la Navidad de 1255 estaba enfermo y no podía levantarse para ir al coro y a la misa solemne, por lo cual se quejó a Nuestra Señora, suplicándole la salud. Entonces se le apareció la Virgen y le mostró al Niño recién nacido, colocándolo en sus brazos. Al terminar la visión, dijo transfigurado a las monjas que le cuidaban: "Vale la pena todo el sufrimiento que esta vida tiene solo para poder tener en el cielo la visión beatífica del rostro de Cristo". 

Sepulcro y relicario del santo.
Le Cambre.
Finalmente, Bonifacio murió ya anciano, el 19 de febrero de 1260, sosteniendo los Evangelios entre sus manos. Fue sepultado en la misma abadía Le Cambre, y su sepulcro venerado hasta 1797, cuando fueron llevadas a Bruselas por el miedo a la Revolución Francesa y su afán destructor de lo sagrado. De hecho la abadía fue arrasada por los revolucionarios. En 1935 volvieron a ser veneradas en su lugar y actualmente son cuidadas por los premonstratenses. En 1702 fue canonizado por el papa Clemente XI.



A 19 de febrero además se celebra a 





domingo, 22 de enero de 2017

Del precursor de la Acción Católica.

San Vicente Pallotti, presbítero fundador. 22 de enero.

Nació Vicente Pallotti nació en Roma en 1795 y fue hijo de comerciantes con buena posición económica. Aunque era aplicado, los esudios se la daban mal y sacaba los exámenes "por los pelos". No en balse su maestro, padre Ferrari, dijo de él: "Vicente es un santo en miniatura, pero tiene una cabeza de burro", porque realmente era piadoso y buen niño. Pero se aplicó y cuando entró al seminario, su tesón dio fruto y fue un buen estudiante y obtenía buenos resultados. En 1818 fue ordenado presbíetro, con 23 años. A los 26 se doctoró en Teología y comenzó a dar clases como profesor adjunto en la Sapienza. En esta etapa conoció a quien sería su amigo, San Gaspar de Buffalo (28 de diciembre), el cual con su ejemplo misionero, le hizo cecer su vocación apostólica, dejando la docencia, una carrera prometedora y un buen salario, para dedicarse al ministerio apostólico, especialmente en el confesionario. Comenzó siendo confesor asiduo de los estudiantes del Colegio Inglés (donde se hizo amigo de quien sería el Cardenal Wiseman), y de los colegios irlandés y escocés, lo cual nos puede demostrar acerca su excelente dominio del idioma inglés.

Durante al menos 10 años su celo apostólico fue mal visto por muchos sacerdotes que se veían cuestionados. Su fama de confesor "exigente", le provocaron calumnias y sospechas de jansenismo, cuando el santo lo único que hacía era exigir a los que podían dar más, enseñando a no acomodarse en la vida espiritual y a buscar la perfección. Para colmo, cuando fue nombrado rector de la iglesia de los napolitanos en Roma, el clero puso el grito en el cielo, y se le cerraron muchas puertas. Su más feroz opositor fue su primer vicario en dicha parroquia, que llegó a declarar en el proceso de beatificación del santo, sobre como siempre respondió al mal con el bien, mostrándole afecto y sin dirigirle jamás palabra áspera a pesar de los desaires recibidos por el mismo vicario.

Sobre 1833 comienza un trabajo apostólico en aras de la conversión de las gentes, a la par que de la justicia social. Algunos sacerdotes y seglares se le unen y dos años más tarde funda la "Sociedad del Apostolado Católico" para la santificación en el mundo. Para Vicente Pallotti la santidad consiste en hacer en todo momento y cueste lo que cueste, la voluntad de Dios. Vincula fuertemente a los seglares a la evangelización y al apostolado, adelantándose a su tiempo, en el que toda acción apostólica era llevada a cabo por religiosos o sacerdotes. El santo intuyó que los seglares podían, y mucho, influir en la formación y conversión de los demás. Para ello Finalmente, abarcó en su Instituto a sacerdotes, hermanos legos, a mujeres con votos simples y a laicos. Así funda escuelas para obreros y empleados, en vistas a formarles humana y espiritualmente. Abre cursos nocturnos para aquellos que trabajan y también abre un instituto para mejorar la agricultura. En 1836, preocupado por los católicos orientales y los que están separados de Roma, comienza la iniciativa, durante la octava de la Epifanía, de celebrar la liturgia en los distintos ritos orientales, orando por la conversión y por la unidad de la Iglesia. En 1847 esta obra litúrgica y orante pasa a la iglesia de San Andrés "delle Valle", y aún se realiza. El 28 de diciembre de 1837, mientras moría su amigo San Gaspar, Vicente vio el alma de aquel subir al cielo en forma de una estrella.


Altar relicario del santo.
San Salvatore in Onda, Roma.
La caridad y el celo apostólico de Vicente Pallotti fueron sin límites. Ambos iban unidos, jamás predicaba sin dar consuelo material si lo necesitaba quien le escuchaba. Sus abrigos no le duraban nada, ni las camisas, que daba a los mendigos que encontraba. Con solo la sotana regresó en ocasiones a su casa. No tenía horas para el descanso si le necesitaban en el confesionario, para asistir a alguien o para asistir a algún enfermo. ¡Hasta se vistió de mujer para visitar a un enfermo que se negaba a recibir asistencia de un sacerdote, y había jurado matar al primer cura que entrara a su casa! Con este ardid, Vicente le hizo reír, le confesó y reconcilió con Dios, muriendo el hombre en paz.

Tanto desgaste por los demás le ocasionó el tránsito al cielo el 22 de enero de 1850, con solo 55 años, muriendo en paz y ofreciendo al Padre su vida por la Congregación que había fundado. Pío XI le llamó "precursor de Acción Católica". Pío XII lo beatificó el 22 de enero de 1950 y San Juan XXIII (11 de octubre) lo canonizó el 20 de enero de 1963.


A 22 de enero además se celebra a San Anastasio, carmelita y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...