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domingo, 2 de octubre de 2016

San Melar, príncipe, mutilado y mártir.

San Melar (Mélaire, Méréal, Milour) de Lanmeur, príncipe mártir. 2 de octubre y 6 de mayo (traslación de las reliquias).


Imagen en la
cripta de Lanmeur.
Fue el único hijo del conde San Miliau de Bretaña (24 de julio) y la princesa Aurelia. Cuando Melar tenía siete años, el hermano de su padre, Rivod, asesinó a Milliau, quedando como tutor del pequeño príncipe. Durante un tiempo fingió manifestar amor al niño, pero según pasaba el tiempo, fue madurando su plan de quitárselo de en medio para reinar. Cuando Melar era un jovencito piadoso y dulce, Rivod contrató dos sicarios para que asesinasen al chico, pero en último momento le pareció demasiado asesinarle y pensó era mejor dejarle incapacitado para reinar y mandó le cortaran la mano derecha y el pie izquierdo. Rivod fingió no estar al tanto y aparentó indignación por el hecho. Los nobles y el mismo Rivod declararon que Melar quedaba imposibilitado de asumir el reino, siendo un lisiado. El malvado tío le llevó ante el obispo de Quimper, el cual aceptó ser su tutor. El prelado ordenó que unos orfebres hicieran prótesis metálicas y estos le hicieron una mano de bronce y un pie de plata, que sustituyeron los miembros cortados. Melar estudió, aumentando su saber y al mismo tiempo su piedad, al estar en el colegio catedralicio.

Pasaron los años y Melar cada vez era más ágil, y su minusvalía no parecía óbice para el gobierno, porque montaba a caballo, se desplazaba con facilidad y escribía y firmaba con la mano izquierda con soltura. Además, era bueno, justo, amante de la oración y la caridad, y nada impedía que asumiera su papel. Así que Rivod, que reinaba, sintió temor de que le arrebatase el reino y urdió otro plan: Sacó al joven de la tutela del obispo, con el pretexto de prepararle para el trono, y le dio como tutor al malvado Kerialtan. Este, a cambio de vastos terrenos, accedió a asesinar a Melar, poniendo como prenda de su trato a su propio hijo Justan. Pero Rarisia, la mujer de Kerialtan, que conocía el plan, temió de cometer semejante pecado y avisó al príncipe, y lo escondió en un pozo en Bezuit, a un kilómetro al oeste de Lanmeur, avisando al rey Conomor, que prometió protegerle una vez que le sacó de allí. La buena mujer temía por su propio hijo, al que Kerialtan había ofrecido como garantía de que asesinaría a Melar. Kerialtan, temiendo perder la tierra ofrecida, se fue a la tierra de Conomor con Justan, pretendiendo que huía de Rivod, así que esa noche ambos asesinaron a Melar y huyeron con la cabeza del mártir en una bolsa. Al atravesar una zanja, Justan cayó y se rompió el cuello, quedando muerto en el acto. Kerialtan tomó la bolsa, y obsesionado con las tierras, se fue donde Rivody exigió su parte. Subió a la cima más alta para ver lo ganado y en ese momento quedó ciego y atormentado, se precipitó por un barranco y reventó. Por su parte, Rivod lamentó sus acciones y cayó presa de una depresión terrible de la que murió a los pocos días.


Cripta prerrománica de Lanmeur.
El cuerpo de Melar fue enterrado el cementerio de Kerfeuteun, y la leyenda dice que cada día era hallado insepulto, hasta que lo pusieron en una carreta con bueyes (caballos blancos dice otra versión) para que los animales fueran guiados por Dios hasta el lugar elegido para el enterramiento. Los animales se encaminaron a la iglesia de Lanmeur, donde fue sepultado en la cripta, una joya del arte paleocristiano que aún puede venerarse. Sus reliquias se veneraron allí hasta el siglo IX, cuando fueron trasladadas por miedo a los vikingos, llevándose a la abadía de Lèhon, y luego a la Iglesia de parroquial de Meaux, donde aún permanecen, aunque sin la devoción de antaño. Otras reliquias se desperdigaron por toda Francia. Su sepulcro de granito se convirtió en altar y hasta el siglo XVII hay menciones a la veneración que recibía. Hoy no se conoce que fue de él.

Junto a la iglesia de Lanmeur aún existe una fuente que era meta de devotos para hallar curación y marido: las solteras arrojaban alfileres con la ilusión de ser casadas el año siguiente. Además, se le invoca contra la parálisis, las mutilaciones, las heridas de armas blancas, la artritis, el reuma, y las diversas enfermedades de los animales. El pozo donde se escondió en tierra de Conomor aún se venera. Durante siglos, en el agujero metían las madres a sus niños con dificultades para andar o moverse, con esperanza de hallar la curación.

Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.
-http://www.infobretagne.com/lanmeur-melar-crypte.htm


A 2 de octubre además se celebra al  
Beato Berenguer de Peralta, obispo dominico
San Leudomer de Chalons, obispo.

jueves, 11 de agosto de 2016

San Ergat, contra el reuma.

San Ergat de Tréouergat. 11 y segundo domingo de agosto, y 26 de marzo (invención de las reliquias).

Su cabeza se venera en la iglesia parroquial de Tréourgat, Francia desde el siglo VIII al menos. Hasta la Revolución Francesa se veneraba en un bello relicario gótico de plata, que fue robado aunque la cabeza pudo recuperarse.

Cerca de la iglesia se venera una fuente de aguas milagrosas, en tierras perteneciente a la noble familia de los Penquer, cuyo escudo de armas adorna la estructura exterior de dicha fuente. Pero no siempre fue así: la leyenda dice que esta familia, cansada de los peregrinos que acudían a la fuente por los milagros que allí se obtenían, la soterraron, impidiendo que las aguas brotaran, canalizándola bajo tierra. Pero enfermaron de gravedad y se arrepintieron de su acción, dejando la fuente libre, y por lo cual hallaron la salud en sus aguas.

El segundo domingo de agosto se celebra una procesión con sus reliquias, invocando su intercesión. Varios libros recogen cientos de milagros operados por el santo, y solo a partir del siglo XIX, cuando se comenzaron a redactar y jurar. Abundan los casos de curaciones sobre todo de reuma, artritis, parálisis, fracturas, lumbago, etc.

Ah, y sobre su vida, pues nada que decir. Se desconoce del todo y no hay leyenda alguna asociada a su nombre, salvo hacerle ermitaño o presbítero, según. 


Fuente:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.

martes, 26 de julio de 2016

Santa Alma.

Pregunta: Hay alguna santa con el nombre de Alma. No las almas del purgatorio, porque me ha dicho el sacerdote de mi parroquia que no son santas. Una santa es la que busco que se llame así: Alma.

Imagen venerada en
Langoat
Respuesta: Primero me gustaría aclarar que las almas del purgatorio sí son santas, aunque no canonizadas ni estén en la gloria eterna aún. Son ánimas que ya están salvadas y solo se purifican para entrar completamente limpias en la presencia de Dios, del que alguna manera ya gozan en esperanza. Aclarado esto, vamos a la santa. He de decirte que en español no existe santa llamada así "Alma", pero sí que existe si nos vamos al bretón antiguo nos encontramos con una santa la cual entre las variantes de su nombre, hallamos "Alma":

Santa Pompeia (o Coupaïa, Pompée, Âspase, Âme) de Bretaña, madre y eremita. 26 de julio.

Su leyenda la identifica con Aspasia, hija de Santos Eusebio y Landwenna (29 de octubre), reyes de Bretaña y radicados en Vannes. Su madre murió pronto y Eusebio educó a su hija en los valores del Evangelio y la fe católica. Cuando Pompeia era joven, su padre invadió los condados de Comblessac, y fue muy cruel, pues sacó los ojos y cortó las manos a algunos enemigos. Ambos, padre e hija, ese mismo día Eusebio comenzó a padecer grandes dolores en sus ojos y en las muñecas, paralizándose sus manos. Además, una gran melancolía y tristeza invadió a ambos. Pidieron auxilio al obispo San Melanio de Rennes (6 de noviembre, 6 de enero; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes; y 11 de octubre). Este, al saber la maldad cometida, fue muy severo con Eusebio y se negó a aliviar a ambos hasta que no hiciesen penitencia pública por el daño causado por Eusebio. Luego que este hizo penitencia, y Pompeia le acompañó en ella, Melanio le frotó tres veces la frente con aceite bendecido y le impuso las manos, sanando a Eusebio de sus dolores y a ambos de su melancolía.

Aunque Pompeia quería consagrarse a Dios, al ser única hija, tuvo que aceptar el matrimonio que su padre le concertó con el rey Hoël I de Bretaña. Tuvieron siete hijos. Entre ellos San Tugdual (30 de noviembre), San Lunaire (1 de julio; 2 de septiembre, Todos los Santos Obispos de Rennes, y 30 de julio, la liberación de Trélévern), y Santa Sève (26 de julio). Otros hijos fueron Hoël II y Guerech o Erec, que sería padre de Santa Trifina (29 de enero) y abuelo de San Tremeur de Bretaña (21 de julio). Tuvieron que huir a la Gran Bretaña cuando Clodoveo I mató al rey Budic, padre de Hoël. Este tuvo que buscar refugio con su primo, el legendario rey Arturo, al que las leyendas hacen santo también y ponen a 6 de octubre. Luego de un tiempo, Hoël se recuperó material y moralmente y en 513 regresó a su tierra y echó a los frisones y a los gobernadores del rey franco, que a la sazón era Childeberto I, que mandó sus tropas y de nuevo tuvo que huir a Gran Bretaña. Y allí murió Hoël.

Mientras todo esto ocurría, Pompeia y sus hijos estaban establecidos en la actual Devonshire. Ella había confiado a Tugdual y Lunaire a San Illtud (6 de noviembre), que pronto se dedicaron al servicio de Dios. La tradición bretona, que es la más extendida, cuenta que Tugdual fue avisado por un ángel acerca que debía evangelizar en Bretaña. Así que se puso en marcha con un grupo de sus monjes y algunas santas mujeres, entre ellas nuestra Pompeia y su hija Sève. Al llegar a la costa vieron un barco que les esperaba, subieron y aunque no había tripulación comenzaron a navegar hasta llegar a Ker-Morvan, región de Léon. Desembarcaron y el navío despareció. Los monjes se dedicaron a la evangelización, y Pompeia, quedó como ermitaña junto a la iglesia de Langoat, muy cerca del monasterio fundado por su hijo hasta su muerte, sobre 550. 

Culto.
Sepulcro en Langoat.
La leyenda tiene severas imprecisiones, como llamar rey de Bretaña a Hoël, cuando no sería sino mucho más tarde cuando Bretaña tendría rey. También difieren las versiones inglesas y bretonas entre los hijos, cuando murió, etc., pero lo cierto es que su culto es muy antiguo, como atestigua su sepulcro y su culto. En Langoat hay una iglesia del siglo XVIII, dedicada a su memoria donde se encuentra su tumba, de estilo gótico, y en la cual se ven escenas de su leyenda y sus hijos. Antiguamente el último domingo de julio se hacía una peregrinación a sus reliquias. Se le invoca para tener hijos, lograr buen parto, contra la mala dentición de los bebés. También contra la artrosis, los males de la vista y la depresión.



Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Tomo XIV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.


A 26 de julio además se celebra a
Santa Ana, Madre de la Virgen María
Beata Camilla Gentili, mártir
Santa Cristiana de Dendermonde, virgen.

viernes, 8 de enero de 2016

Para la artritis, San Alberto, obispo.

Pregunta: Hola, padezco de artritis y querría saber a quién puedo encomendarme además de nuestro Señor y su Madre Santísima. Gracias. Argentina.

Respuesta: Tengo en mis archivos como patrono de la artritis, a:

San Alberto de Cashel, obispo. 8 de enero.

Se sabe muy poco de él, puesto que su vida fue escrita por primera vez en 1160, más de 400 años después de muerte. Esta vida le hace nacido en Anglia, y hace un juego de palabras latinas “natione Anglus, conversatione Angelicus” (de nación anglo, de palabras ángel). Dice que fue ordenado por el papa Formoso, que predicó en Irlanda, donde fue obispo de "la arquidiócesis de Cashel", Tipperary, y en Baviera. Pero la diócesis de Cashel no se creó sino en 1111, por lo que sí fue contemporáneo del Formoso y fue obispo, pero no de la diócesis. Es de suponer que fue de los llamados obispos itinerantes, o sea, sin diócesis y que tenían permiso del papa para predicar, ordenar sacerdotes y constituir comunidades y fundar monasterios. Al parecer predicó el evangelio en Baviera junto al obispo San Erhard (8 de enero) y que en el año 800 emprendió una peregrinación a Jerusalén. No se sabe como murió, pero fue enterrado en Niedermünster, Ratisbona. Aunque no estaba canonizado formalmente, en 1741 se le nombró patrón de la diócesis. El 19 de junio de 1902 el papa León XIII autorizó su culto inmemorial, lo que equivale a una canonización. En 1972 se abrió su sepulcro y se descubrió que era un hombre alto, que murió en edad avanzada y que sufrió de artritis en la columna vertebral y la pelvis. Eso hizo que, sin mucha fuerza ni devoción, la verdad, se le considerase patrón de esta enfermedad en esta región.


Además, como abogados de este mal también se conocen, al menos a:

San Maurilio de Angers: Se invoca contra la parálisis, la gota, la artritis y en general contra cualquier enfermedad que impida la movilidad. 13 de septiembre.
San Mort de Andenne, ermitaño: Se le invoca contra los dolores de cabeza, las enfermedades de los huesos, la artritis y parálisis. 15 de enero.
San Erasmo de Formio, obispo: Abogado de la onicomicosis y la artritis. 2 de junio.




Fuente:
- "Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.


A 8 de enero además se celebra a  
San Pedro Tomás, carmelita. 
Santa Peggy de Crowland, virgen

domingo, 13 de septiembre de 2015

San Maurilio de Angers.

La vida de este santo la escribió San Magnobod de Angers (16 de octubre) y si seleccionamos con pinzas lo que es histórico y lo separamos de la leyenda piadosa, nos quedamos con más bien poco. Y como las leyendas me gustan mucho y me gusta dároslas a conocer, no haré distinciones entre historia y fábula, presuponiendo que los lectores fieles, o todos, sabrán detectar aquello que pertenece a la ficción literaria.

Escenas de la vida del santo.
San Maurilio de Angers, obispo. 13 de septiembre. 

Nació Maurilio en el siglo IV, cerca de Milán. Su padre era Gobernador de la provincia romana, y como su madre, eran sólida fe cristiana. Y tanto la procuraron para su hijo que le pusieron bajo la instrucción del gran San Martín de Tours (11 de noviembre, sepultura; 4 de julio, ordenación episcopal; 5 de octubre, Iglesia Oriental; 12 de octubre, Iglesia bizantina; 12 de mayo, invención de las reliquias ; 1 y 13 de diciembre, traslaciones), que a la sazón hacía vida monástica en Milán. Bajo la tutela del santo de Panonia aprendió Maurilio los rudimentos de las letras, las Sagradas Escrituras, junto con la piedad y el gusto por las cosas sagradas. Desterrado San Martín, Marilio siguió su formación con ilusión de consagrarse a Dios en la vida monástica, pero apenas pasó un tiempo, otro grande le tomó junto a sí: San Ambrosio (4 y 5 de abril, muerte y entierro; 7 de diciembre, consagración episcopal) le hizo lector de su catedral, con vistas a ordenarle presbítero cuando llegase el momento. Tantas eran sus virtudes desde que era jovencillo.

Muertos sus padres, Maurilio quedó libre de las ataduras del mundo, por lo que entregó todos sus bienes a los pobres y se dedicó al estudio y la piedad. San Ambrosio tenía grandes ilusiones con él, pero Maurilio seguía anhelando a su maestro San Martín y la vida monástica, por lo que luego de pedir socorro a Dios, decidió ingresar en un monasterio. Enterado que San Martín, que ya era obispo de Tours había edificado un monasterio del cual elegía a su clero, se fue en su busca, para profesar bajo su mano. En el monasterio volvieron a florecer todas sus virtudes: era ejemplo de piedad, humildad, prontitud en el cumplimiento de la Regla. Obedecía siempre, era fervoroso y jamás perdía el tiempo en ociosidades (gran peligro en la vida monástica). Llegado a la edad prudente, San Martín le ordenó presbítero, a pesar de las protestas de humildad de nuestro santo. Algunos le hacen abad de este monasterio.

Siendo sacerdote sus virtudes y celo le llevaron a otra faceta desconocida: la de apóstol. Tal como preveían Martín y Ambrosio, Maurilio apenas ordenado, se lanzó a la conversión de los paganos y los bárbaros que iban poblando los territorios del Imperio. Se prodigaba entre el servicio del altar, la predicación, la denuncia de las injusticias y la caridad para con los pobres. Su primer destino fue Anjou, donde el nombre de Cristo era pasado por alto, a pesar de ser conocido. Con su palabra y ejemplo convirtió a muchos y enfervorizó a los cristianos. Luego pasó a Angers, donde efectuó el milagro de hacer caer fuego desde el cielo sobre un templo pagano donde aún se realizaban cultos y sacrificios a los dioses. Esto provocó una cascada de conversiones de paganos, los cuales construyeron una iglesia sobre las ruinas del templo. No le faltaron milagros para convencer a su pueblo: sanó a un pagano de nombre Saturno, que estaba baldado de las manos, de nacimiento. Fue presentarse el hombre y trazar la señal de la cruz el santo, que aquel quedó libre de su mal. Ciegos, poseídos, niños muertos y resucitados… toda clase de males pasaron delante de Maurilio, y este con la bendición de Dios, les daba solución mediante sus milagros. Enterado de que unos paganos habían escondido sus ídolos en una cueva para que el santo no se enterase, allá se fue y apenas conminó a los demonios que en los ídolos se escondían, estos clamaron “Maurilio, ¿por qué nos persigues en todas partes? ¿También nos vienes a arrojar de este último refugio? ¿No nos has de conceder paz ni tregua?” A lo que el santo respondió haciendo la señal de la cruz e invocando el Santísimo Nombre de Jesús, mandándoles a los diablos desaparecieran de sus dominios, cosa que hicieron los demonios con grandes aullidos. Lo siguiente fue reunir las estatuas y prenderles fuego en un monte, donde luego se levantaría un monasterio e iglesia dedicados a Nuestra Señora, en el cual entrarían algunos de los convertidos.

Elección de San Maurilio.
Enterado que un mercader iba a España a vender algunos esclavos, le rogó les liberase, por amor de Cristo, pero el hombre no cejó por más razones que le dio Maurilio. Viendo que nada podía, pasó toda la noche en vigilia ante el Señor, hasta la mañana siguiente, cuando le dijeron que el esclavista agonizaba y le llamaba a su presencia. Al llegar, lo halló muerto, y sus amigos esclavistas le suplicaban le devolviese a la vida para que se arrepintiera, como ellos mismos hacían ante Dios. Oró el santo y el mercader volvió a la vida, se arrepintió, dio la libertad a sus esclavos, vendió sus bienes y entró en religión. Doce años sirvió Maurilio de apóstol a los pobladores de Angers, desterrando en ese tiempo todo vestigio de paganismo y haciendo crecer una comunidad cristiana piadosa y caritativa. 

Al cabo de ese tiempo murió el obispo (que algunos hacen coincidir con San Próspero de Aquitania, 25 de junio) y el clero y el pueblo eligieron unánimemente a Maurilio. Se resistió tanto que hubo que llevarle a la fuerza a la catedral, donde le recibió San Bricio (13 de noviembre). Allí cesaron sus protestas cuando se vio descender sobre él una paloma blanca, que todos tomaron como signo de elección divina. Toda la ceremonia de consagración episcopal estuvo la paloma sobre el hombro del santo, hasta desaparecer. De obispo redobló sus actividades apostólicas de predicación y caridad. Pero recordaréis que lo que anhelaba el santo era la vida monástica, así que al cabo del tiempo ya estaba más que triste con su destino como obispo. Tristeza que se aumentó al morírsele un niño sin el sacramento del bautismo por no haber llegado a tiempo, a pesar de no ser culpa suya, pues tenía que terminar la liturgia. Así que decepcionado, a san Maurilio no se le ocurrió más que abandonar de noche la ciudad. Disfrazado, tomó un barco en el puerto, que le llevaría a Bretaña. Tenía en sus manos las llaves de la catedral, con las que no sabía que hacer, cuando de pronto vino un golpe de mar, se las arrancó de las manos y se hundieron en lo profundo del océano. Lo tomó el santo como signo del cielo, y se prometió: “no volveré a la tierra que dejé hasta que aparezcan estas llaves”.

Llegando a Bretaña, se colocó de jardinero en casa de un señor, y pronto destacó entre todos los sirvientes por su modestia, prontitud para el trabajo, paciencia y piedad. Siete años sirvió el santo como jardinero, en tanto que cuatro presbíteros de su clero le buscaban por medio mundo. Llegados a la costa bretona, vieron una piedra resplandeciente, y acercándose, leyeron las letras de oro que había en la pidera: “Por aquí pasó Maurilio, obispo de Angers”, con lo que tomaron más deseo de hallarle. Estando ya de camino, un enorme pez saltó del mar hacia la cubierta del barco. Si se sorprendieron al verle, más aún lo hicieron cuando al abrirlo (para comerlo, supongo) hallaron las llaves de su catedral en el estómago del pez. En un principio pensaron que el santo se habría ahogado, pero una visión les advirtió de su error, confirmándoles que estaban en buen camino para hallar a su amado obispo. Nada más llegar a Inglaterra supieron de un virtuoso jardinero de origen extranjero, del que se hablaban prodigios. Y a casa del señor se fueron, hallando a Maurilio encargado de su jardín, y viéndole, se postraron ante él y le besaban las manos. Le enseñaron las llaves y el santo, comprendiendo que Dios le respondía a su promesa, decidió volver a su diócesis. Pero la cosa no quedó ahí, pues la pena por el niño muerto aún le atenazaba, así que nada más llegar a Angers (donde fue aclamado con júbilo), fue a la tumba del infante. Allí oró por él, y el niño volvió a la vida, luego de siete años (!). El santo obispo le bautizó y confirmó, y como había sido “renacido”, le llamó Renato, tomándolo bajo su protección. Llegó este niño a ser el sucesor de Maurilio, le conocemos como San Renato de Angers (12 de noviembre).

Vuelto a la sede, nuestro santo renovó sus afanes apostólicos, corrigiendo abusos, predicando, socorriendo a los necesitados, construyendo monasterios e iglesias, sustituyendo fiestas paganas con rogativas y ceremonias cristianas. Pero la vida monástica seguía llamándole, por lo que luego de unos años, junto a Renato se retiró a una ermita en Sorrento, donde finalmente falleció el 13 de septiembre de 437, casi con 90 años. Se vieron extrañas luces en el cielo y unas monjas cercanas oyeron cánticos angélicos. Fue enterrado en la necrópolis de Sorrento, de donde se trasladaron sus reliquias a Angers, en cuya catedral son veneradas aún. Es abogado de jardineros, paisajistas y pescadores. Se le invoca para no morir sin sacramentos, contra la parálisis, la gota, la artritis y en general contra cualquier enfermedad que impida la movilidad.


Fuente:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los dias del año: Septiembre. P JEAN CROISSET. S.I. Barcelona, 1863.


A 13 de septiembre además se celebra a 
San Amando de Sitten, obispo.
San Eulogio de Alejandría, obispo

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...