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sábado, 29 de mayo de 2021

Padre e hijo mártires de Cristo.

Santos Conon y Conon, padre e hijo mártires. 29 de mayo y 6 de marzo.

Vivían en Iconio, allá en el siglo III. Después de la muerte de su esposa, la comunidad local pidió al obispo ordenara presbítero a Conon, mas este se negó, considerándose no digno. En cambio, entregó a su hijo Conon al servicio del Señor, y a los 12 años fue ordenado de lector y diácono. Es el santo diácono más joven que tenemos en el santoral.

En 275 llegó a Iconio Domiciano, comandante de los ejércitos del emperador Aureliano, quien ese mismo año había emitido un edicto de persecución contra los cristianos. Conon padre y Conon hijo fueron apresados y torturados extendidos en una reja sobre carbones. Como no renegaban de Cristo, les cortaron entonces manos y pies, para luego decapitarles.

Su culto es muy antiguo en la iglesia, y su martirio de respetable credibilidad. Sus reliquias, más dudosas, se veneran en Acerra, cerca de Nápoles.

A 29 de mayo además se celebra a:





martes, 12 de enero de 2021

Santos 42 monjes de Jonia, mártires.

Santos 42 monjes de Jonia, mártires. 12 de enero.

Vivieron estos monjes en uno de los monasterios de la península jónica, en el siglo VIII. Eran los tiempos duros de las peleas iconoclastas. Desde tiempos del papa San Gregorio II (2 y 13 de febrero), el emperador León el Isáurico retenía el imperio oriental y se había empeñado en la herejía iconoclasta, que tomaba por idolatría el culto a las imágenes del Señor y de los santos. A tanto llegó su furor que llegó a perseguir a prelados y vírgenes, a quemar su preciosa biblioteca, reteniendo dentro a seguidores de la fe católica. Biblioteca que, además, estaba llena de iconos y libros antiguos.

El papa San Gregorio III (28 de noviembre) se opuso tenazmente a esta herejía, aumentando la importancia de los iconos y mandando pintar bellas pinturas y frescos en las iglesias romanas. Instituyó la Fiesta del Divino Salvador, la Madre de Dios y Todos los Santos, construyendo además una hermosa capilla en la Basílica de San Pedro, donde juntó todos los iconos que sobrevivieron en Oriente, y a los que les rendía culto diariamente. También dispuso que se celebrase la misa sobre los sepulcros de los mártires el día de sus natalicios, como se hacía en tiempos de San Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de septiembre, elección papal) y había sido abolido posteriormente. Además convocó un Concilio en el que se determinó la excomunión contra todos los iconoclastas.

En 741 subió al trono imperial el hijo de León III, Constantino V (llamado "Coprónimo" porque la tradición dice que se defecó cuando le bautizaron). Este nuevo emperador fue tan iconoclasta como su padre. Para obtener apoyo a su herejía, convocó a un Concilio para el cual se aseguró que solo asistieran obispos y abades enemigos de los iconos. Opuesto a esta política estuvo el abad San Esteban (28 de noviembre), que terminó mártir. Y, claro, nuestros monjes.

Según Theostericto, que sobrevivió a la persecución iconoclasta, el miércoles de Semana Santa de 750, mientras se celebraban los Oficios, unos soldados entraron a la iglesia monástica por orden del emperador y encadenaron a los monjes, les sacaron a las afueras y les mutilaron, cortándoles las orejas y las narices. Además, les empaparon las barbas de alquitrán y les prendieron fuego. Posteriormente quemaron la iglesia y el monasterio. Los monjes fueron llevados casi a rastras hasta los confines de Éfeso, para que sirvieran de escarmiento a los católicos que seguían venerando los iconos. Una vez en esta ciudad, fueron metidos en unos antiguos baños de vapor y asfixiados allí.


Fuente:
-Vidas de los Santos. Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 12 de enero además se recuerda a:


Santos Tigrio y Eutropio,
mártires
.
San Martín de León,
presbítero
.
San Arcadio, mártir.









miércoles, 27 de junio de 2018

De un glorioso mártir y su vergonzoso martirio.

San Arialdo de Milán, diácono y mártir. 27 de junio.

Nació en Como, sobre el año 1000, al parecer en una familia acomodada. De su infancia y primera juventud sabemos que estudió en Milán y París, y que fue ordenado diácono en Varese a mediados del siglo XI.

Fue Arialdo una figura eminente en la iglesia milanesa de su tiempo por su denuncia de la inmoralidad del clero y los fieles. Fue decidido defensor del celibato sacerdotal, manifestando el concubinato extendido en el que vivían los presbíteros, sin vergüenza alguna. Para acabar con ello propugnaba por que los curas vivieran en comunidades pequeñas donde unos a otros se guardaran para no caer en pecado. El mismo organizó una comunidad canonical de presbíteros pobres, entregados a Cristo y célibes que hacían vida común, inspirados en las comunidades de la Iglesia primitiva para las cuales San Agustín (28 de agosto; 24 de abril, bautismo; 29 de febrero, traslación de las reliquias a Pavía; 5 de mayo, conversión; 15 de junio, en la Iglesia oriental) había escrito una Regla.

Además, junto a otros presbíteros y monjes honestos denunció el terrible pecado de la simonía, denunciando con nombres a aquellos prelados que habían caído en ella, comprando o vendiendo cargos eclesiásticos, obispados y beneficios espirituales. Sobre 1056 Arialdo fundó, además, un partido político-religioso para oponerse a tales desmanes, en el cual militaban clérigos y seglares, principalmente de clase media y comerciantes. Llegaron a sacar a la fuerza de las iglesias a los sacerdotes y sus concubinas, castigándoles públicamente. El papa Víctor II convocó un sínodo en Novara, donde se condenó los métodos extremos de Arialdo y sus seguidores, aunque se alabó su celo por una vida recta. Esto hizo más fuerte el movimiento reformador de Arialdo, ganando adeptos en todas las clases sociales. En 1057 el papa Esteban IX le dio su apoyo y además, le pidió que continuara su denuncia profética.

El gran enemigo de Arialdo fue Guido de Velate, el arzobispo de Milán, quien había comprado su episcopado y quien en principio no hizo caso alguno a aquel movimiento popular, conocido como La Pataria. Sin embargo, Arialdo predicaba incansablemente contra el pecado y el delito, atrayendo cada vez más adeptos que querían una reforma de la Iglesia.

Cuando Guido reaccionó, lo primero que hizo fue excomulgar a Arialdo, quien abogó ante el papa Nicolás II, quien se interesó en su causa y le levantó la excomunión. Eran tiempos de grandes papas desde San León IX (19 de abril), que buscarían incansablemente la reforma de la Iglesia. En 1059 el papa envió a San Pedro Damiani (21 de febrero), a Anselmo da Baggio (futuro papa Alejandro II) y al monje Hildebrando, futuro San Gregorio VII (25 de mayo) para deponer a Guido. Estos tres pilares de la reforma pusieron las cosas en su sitio, deponiendo al obispo y llevando el levantamiento de la excomunión. Guido y sus parientes y defensores habían huido de la ciudad para evitar a los legados pontificios. Lo que sí no lograron fue preveer el atroz martirio que padecería Arialdo. Pero aún falta para ello, lo veremos más adelante.

Apenas los legados se fueron, Guido tomó la sede de nuevo, enfrentándose abiertamente al papa, aunque ante las presiones de los demás obispos de Lombardía, que se proponen enmendar sus vidas públicamente, Guido declara hacer lo mismo y renunciar. Pero era solo para tomar tiempo, pues en breve sus desmanes y pecados públicos regresan. Arialdo y los suyos vuelven a denunciarle ante el papa y Guido reacciona sobornando a los nobles de Milán para que le apoyen y repriman al movimiento popular del santo diácono que iba en aumento y sobrepasando los límites de la denuncia espiritual para convertirse en una fuerte oposición a los nobles y al mismo emperador Enrique, también enfrentado a la reforma. En 1066 estalló una revuelta ciudadana que Guido aprovechó para traer de su lado, clamando contra Roma por interferir en el gobierno de Milán. Excomulgó a Arialdo nuevamente y los seguidores de este asaltaron el palacio episcopal. Arialdo siguió el consejo de un clérigo de un pueblo cercano, quien le ofreció su casa para estar lejos de la ciudad un tiempo y huir del implacable Guido. Pero este presbítero lo traiciona y lo entrega a los clérigos mercenarios de Guido. Estos le cortaron los genitales, le amputaron manos y pies y le arrojaron al lago Maggiore el 27 de junio de 1066.


Altar relicario de San Arialdo.
El cuerpo del santo apareció en mayo de 1067 y trasladado triunfalmente por sus seguidores a Milán. Los funerales, político-religiosos, se celebraron en la iglesia de San Ambrosio y fueron multitudinarios. El papa Alejandro II, su defensor desde hacía años, le declaró mártir y permitió su culto en la iglesia de San Celso. En 1075 se escribió la primera "vita", por Andrea da Strumi. Desde el siglo XVI las reliquias se veneran en la catedral de Milán. En 1904 San Pío X (21 de agosto) confirmó la canonización informal hecha por Alejandro II y ese mismo año se aprobó el Oficio Litúrgico propio. En 1940 el Beato Ildefonso Schuster (30 de agosto) elevó las reliquias a un nuevo altar.

Fuentes:
-"Passione del santo martire milanese Arialdo". ANDREA DA STRUMI. Sant Ambrogio Editoriale, 1786.
-https://www.heiligenlexikon.de

A 27 de junio además se celebra a:


San Zoilo de Córdoba
y comp. mártires.
San Sansón,
confesor.
San Cirilo de Alejandría,
Doctor de la Iglesia.





jueves, 29 de marzo de 2018

San Cirilo de Heliópolis.

San Cirilo de Heliópolis, diácono mártir. 29 de marzo.


Es Teodoreto en su "Historia Eclesiástica" quien da razón de estos mártires. Fue Cirilo un diácono de esta ciudad quien destacó en su predicación evangélica y por su celo contra la idolatría. Derribó varios altares de los ídolos y destrozó por su propia mano algunos de estos. En 361 subió al trono Juliano el Apóstata y ya sabemos cómo se dedicó a instaurar el antiguo culto a los dioses y al emperador, atrayendo la persecución para los cristianos que se le oponían. Ejemplo claro lo vemos en los Santos Juventino y Maximino (5 de septiembre, 25 y 29 de enero). 

Pues ocurrió que, sintiéndose protegidos los paganos de Heliópolis, capturaron a Cirilo, le apuñalaron varias veces, le abrieron y le arrancaron el hígado, el cual comieron como bestias. Dice Teodoreto que todos quedaron castigados, pues en menos de un día perdieron sus dientes, se les pudrió la lengua y finalmente terminaron todos ciegos y enloquecidos.


Fuente:
-"Las Verdaderas actas de los Martires". Tomo III. Teodorico Ruinart. OSB. Madrid, 1776.


A 29 de marzo además se celebra a

lunes, 27 de noviembre de 2017

Trozo a trozo, y completamente al cielo.

San Santiago el Interciso, mártir. 27 de noviembre y 8 de abril, traslación de las reliquias.

Su "vita" es copiada casi literalmente de la "vita" de San Peroz de Persia (5 de septiembre), que padeció en el año 421. Según esta, Santiago era originario de la ciudad persa de Beth Laphat (hoy Gondischapur), y era Comandante del ejército del rey Deadderd I de Persia. Era Santiago cristiano, pero cuando su monarca comenzó a hostigar a los cristianos, tuvo miedo y renegó de Cristo para no perder su puesto en la milicia. Entonces su mujer y su madre le retiraron la palabra y se apartaron de él, pues no soportaban su apostasía. Esta actitud tan valiente de sus amadas madre y mujer le hicieron recapacitar y retomó su fe cristiana abiertamente, luego de hacer penitencia por su pecado.

En 421 subió al trono Varanes V, que continuó su política anticristiana. Al saber que Santiago era devoto cristiano, le conminó a abandonar esa fe, pero Santiago le dijo: - "Seguiré siendo cristiano y nada en el mundo podrá separarme de mi Dios y Señor". Entonces Varannes decidió que el esforzado Comandante fuera castigado severamente y que dicho castigo sirviera de escarmiento para los demás. Los jueces decidieron que Santiago fuera cortado miembro a miembro, trozo a trozo, de tal manera que el tormento fuera largo y le provocara gran sufrimiento.

Así lo ejecutaron los verdugos: sin prisa le cortaron los dedos, falange a falange, luego los dedos de los pies, las manos, las piernas y brazos. Sin prisa. Cuando solo era un tronco con cabeza, le cortaron las orejas y la nariz. Finalmente, le aserraron el tronco por el medio, a la par que el santo decía: - "luego que las ramas se han cortado, es hora de cortar el tronco para siempre". Y murió entonando salmos y cánticos a Dios. Los cristianos recogieron los 28 trozos en los que quedó dividido el santo cuerpo y los sepultaron piadosamente, mientras invocaban la intercesión del santo mártir.
El 8 de abril de 1440 su cabeza fue llevada a Roma y depositada en la antigua Basílica de San Pedro, y hoy permanece en la actual.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 27 de noviembre además se celebra a
Santos Facundo y Primitivo, hermanos mártires.
San Gulstan de Rhuys, eremita.

lunes, 20 de marzo de 2017

Santos Mártires, ¡rogad por nosotros!

Santos Mártires de las lauras de San Sabas, monjes mártires. 20 de marzo.

Los monjes mutilados.
La crónica del sufrimiento y martirio de estos 20 monjes de las lauras del célebre San Sabas (5 de diciembre), en Jerusalén, aparece recogida dentro de las "actas" de San Esteban, monje del monasterio. Aunque el manuscrito que se conserva tiene algunas inexactitudes, se puede considerar veraz en lo grosso de la narración:

En 797, habiendo los musulmanes invadido varios monasterios y profanado estos santos lugares, entre ellos el monasterio de San Caritón (28 de septiembre), los monjes de la laura de San Sabas se reunían día y noche en la iglesia principal para orar en común para que Dios les librara de los musulmanes, o les diera fuerzas para padecer por la causa de Cristo. El 13 de marzo de ese mismo año un monje avistó una caballería de moros que se acercaba y dio la alarma. Algunos monjes se adelantaron y pidieron a los musulmanes que les dejaran seguir con sus vidas en alabanza a Dios, pero los infieles solo se burlaron de ellos, y les respondieron asaeteándolos. Algunos resultaron heridos y otros fallecieron. Toda una semana asolaron los árabes la laura, que era de difícil acceso.
El día 20 una segunda caballería se acercó al monasterio, luego de asolar las lauras de San Eutimio (20 de enero). Algunos monjes huyeron por los desiertos, otros se fueron a la iglesia a orar y otros se fueron a sus celdas a seguir su vida de siempre y que fuera lo que Dios determinara. El manuscrito sobreviviente tiene una laguna, pues falta un trozo. Continúa narrando como los moros fueron martirizando a los monjes. A Juan le apedrearon y le arrastraron hasta la iglesia, donde le mutilaron salvajemente, desangrándose. Al monje Sergio, sacristán, que había escondido los vasos sagrados, le cortaron a trozos sin que dijera donde había ocultado los cálices. Unos monjes que habían hallado refugio en una cueva se salvaron porque un novicio llamado Patricio salió diciendo que él era el único que había allí. Junto a otros monjes fue llevado a una cueva que fungía como casa para peregrinos, donde fueron amenazados, golpeados y heridos para que entregaran los "tesoros" (se referían los criminales a los vasos y vestiduras para el culto). Pero ya habían sido ocultados y se negaron a decir donde.

Los musulmanes preguntaron cual era el monje médico (solía haber uno en cada monasterio y era casi una autoridad junto al abad), pero los monjes callaron. Por ello los moros los metieron en lo más profundo de la cueva y taparon la entrada con espinos y ramas a los que prendieron fuego, impulsando el humo dentro, para asfixiarlos. Pero los monjes resistieron el tormento y no respondían a los insultos y requerimientos. Los musulmanes apagaron el fuego y ordenaron que se presentara el abad (no estaba allí). Los monjes solo callaban y rezaban, por lo que de nuevo fueron metidos en la cueva, incendiada la entrada y taponado todo resquicio de aire puro. Cuando pasó un tiempo, los musulmanes se fueron, saquearon el monasterio y partieron con todo lo que pudieron llevar. 

Los monjes sobrevivientes, al día siguiente salieron de sus escondites, fueron a la cueva y hallaron a los hermanos muertos, que habían rendido sus almas por fidelidad a Cristo. Fueron sepultados con honores y les veneraron durante siglos, hasta hoy. Algunos nombres se han conservado, como Juan, Sergio, Patricio, Cosme, Anastasio y Teoctisto.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 20 de marzo además se celebra a






domingo, 2 de octubre de 2016

San Melar, príncipe, mutilado y mártir.

San Melar (Mélaire, Méréal, Milour) de Lanmeur, príncipe mártir. 2 de octubre y 6 de mayo (traslación de las reliquias).


Imagen en la
cripta de Lanmeur.
Fue el único hijo del conde San Miliau de Bretaña (24 de julio) y la princesa Aurelia. Cuando Melar tenía siete años, el hermano de su padre, Rivod, asesinó a Milliau, quedando como tutor del pequeño príncipe. Durante un tiempo fingió manifestar amor al niño, pero según pasaba el tiempo, fue madurando su plan de quitárselo de en medio para reinar. Cuando Melar era un jovencito piadoso y dulce, Rivod contrató dos sicarios para que asesinasen al chico, pero en último momento le pareció demasiado asesinarle y pensó era mejor dejarle incapacitado para reinar y mandó le cortaran la mano derecha y el pie izquierdo. Rivod fingió no estar al tanto y aparentó indignación por el hecho. Los nobles y el mismo Rivod declararon que Melar quedaba imposibilitado de asumir el reino, siendo un lisiado. El malvado tío le llevó ante el obispo de Quimper, el cual aceptó ser su tutor. El prelado ordenó que unos orfebres hicieran prótesis metálicas y estos le hicieron una mano de bronce y un pie de plata, que sustituyeron los miembros cortados. Melar estudió, aumentando su saber y al mismo tiempo su piedad, al estar en el colegio catedralicio.

Pasaron los años y Melar cada vez era más ágil, y su minusvalía no parecía óbice para el gobierno, porque montaba a caballo, se desplazaba con facilidad y escribía y firmaba con la mano izquierda con soltura. Además, era bueno, justo, amante de la oración y la caridad, y nada impedía que asumiera su papel. Así que Rivod, que reinaba, sintió temor de que le arrebatase el reino y urdió otro plan: Sacó al joven de la tutela del obispo, con el pretexto de prepararle para el trono, y le dio como tutor al malvado Kerialtan. Este, a cambio de vastos terrenos, accedió a asesinar a Melar, poniendo como prenda de su trato a su propio hijo Justan. Pero Rarisia, la mujer de Kerialtan, que conocía el plan, temió de cometer semejante pecado y avisó al príncipe, y lo escondió en un pozo en Bezuit, a un kilómetro al oeste de Lanmeur, avisando al rey Conomor, que prometió protegerle una vez que le sacó de allí. La buena mujer temía por su propio hijo, al que Kerialtan había ofrecido como garantía de que asesinaría a Melar. Kerialtan, temiendo perder la tierra ofrecida, se fue a la tierra de Conomor con Justan, pretendiendo que huía de Rivod, así que esa noche ambos asesinaron a Melar y huyeron con la cabeza del mártir en una bolsa. Al atravesar una zanja, Justan cayó y se rompió el cuello, quedando muerto en el acto. Kerialtan tomó la bolsa, y obsesionado con las tierras, se fue donde Rivody exigió su parte. Subió a la cima más alta para ver lo ganado y en ese momento quedó ciego y atormentado, se precipitó por un barranco y reventó. Por su parte, Rivod lamentó sus acciones y cayó presa de una depresión terrible de la que murió a los pocos días.


Cripta prerrománica de Lanmeur.
El cuerpo de Melar fue enterrado el cementerio de Kerfeuteun, y la leyenda dice que cada día era hallado insepulto, hasta que lo pusieron en una carreta con bueyes (caballos blancos dice otra versión) para que los animales fueran guiados por Dios hasta el lugar elegido para el enterramiento. Los animales se encaminaron a la iglesia de Lanmeur, donde fue sepultado en la cripta, una joya del arte paleocristiano que aún puede venerarse. Sus reliquias se veneraron allí hasta el siglo IX, cuando fueron trasladadas por miedo a los vikingos, llevándose a la abadía de Lèhon, y luego a la Iglesia de parroquial de Meaux, donde aún permanecen, aunque sin la devoción de antaño. Otras reliquias se desperdigaron por toda Francia. Su sepulcro de granito se convirtió en altar y hasta el siglo XVII hay menciones a la veneración que recibía. Hoy no se conoce que fue de él.

Junto a la iglesia de Lanmeur aún existe una fuente que era meta de devotos para hallar curación y marido: las solteras arrojaban alfileres con la ilusión de ser casadas el año siguiente. Además, se le invoca contra la parálisis, las mutilaciones, las heridas de armas blancas, la artritis, el reuma, y las diversas enfermedades de los animales. El pozo donde se escondió en tierra de Conomor aún se venera. Durante siglos, en el agujero metían las madres a sus niños con dificultades para andar o moverse, con esperanza de hallar la curación.

Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.
-http://www.infobretagne.com/lanmeur-melar-crypte.htm


A 2 de octubre además se celebra al  
Beato Berenguer de Peralta, obispo dominico
San Leudomer de Chalons, obispo.

sábado, 25 de junio de 2016

Beatos mártires de Alkmaar.

Beato Daniel de Derendonk y compañeros mártires de Alkmaar. 25 de junio.

Beato Daniel.
El 24 de junio de 1572 piratas herejes invadieron Alkmaar, Países Bajos, con la consecuente profanación, saqueo y muerte de todo lo que oliera a católico.la primera iglesia en caer fue la del monasterio de las clarisas, pero estas habían huido a Amsterdam.

Fueron los herejes a por los religiosos franciscanos, en cuyo convento hallaron a los frailes: El Guardián Daniel de Derendonk, y los frailes presbíteros Cornelio de Diest, Juan de Naarden, Louis Voets de Arquennes, y el hermano portero, Adrian de Gouda. Fueron apaleados y encarcelados en una de las celdas del convento. Les enseñaron formas consagradas de las profanadas en la iglesia y les preguntaron si "eso" era el Dios al cual adoraban y que si era el mismo Cristo. El padre Daniel respondió: "si se trata de una forma que ha sido consagrada por un sacerdote, creo que realmente es el mismo Cristo, mi Salvador". Y esta confesión de fe selló la condena: ahorcamiento por ser sacerdotes católicos.

Como el Hermano Adrián no era sacerdote, los herejes le perdonaron la vida, a cambio de que atara a sus hermanos religiosos. Su respuesta fue extender sus manos para que las suyas fueran atadas primero. No contentos con la muerte sentenciada, los herejes se complacieron en torturar a los religiosos, cortándoles los labios, las orejas y la nariz, dejando para el final al joven religioso Louis Voets, para que renegara de su fe, y pidiera misericordia, al ver aquel horror. Pero nada lograron. Finalmente fueron ahorcados al día siguiente, el 25 de junio de 1572. Otro franciscano, Engelbert de Terborg logró esconderse por un tiempo, pero finalmente fue capturado y encarcelado en Ransdorp. Luego de meses de horribles torturas a causa de la fe "papista", fue martirizado el 24 de noviembre del mismo año.

Aunque nunca han sido beatificados, reciben culto local junto a sus sepulturas. En 1931 se abrió un proceso de canonización, pero la causa no prosperó. Ha sido reabierta en 2013.



A 25 de junio además se celebra a  
Santa Febronia, carmelita y mártir.
Santas Pazanne, Macrina y Columba

martes, 3 de mayo de 2016

Trampa y martirio.

Santos Alejandro y Antonina de Cardaune, mártires. 3 de mayo.

Alejandro era un soldado del imperio y Antonina una virgen cristiana. Ambos vivían en Cardaune de Alejandría, pero no se conocían entre sí. En 313, en la persecución de Maximiano, Antonina fue apresada por cristiana y torturada. A Alejandro no le daba nada aquello hasta que se le apareció un ángel y le conminó a convertirse y a salvar de la cárcel a Antonina. Entró Alejandro a la prisión y le dio su capa, con la que ella salió disfrazada de la cárcel. A la mañana siguiente cuando la buscaron para ir ante el juez, descubrieron la trampa y Alejandro fue atormentado. Una historia semejante puede leerse en la passio de Santos Teodora y Dídimo (28 de abril).

Sabiéndolo Antonina, regresó a la ciudad y se presentó también ante el juez para confesar a Cristo. Ambos fueron atormentados cortándole las manos, luego fueron azotados para aplicarles antorchas en las heridas. Finalmente, fueron enterrados vivos en una fosa de las murallas.


A 3 de mayo además se celebra a
Santos Timoteo y Maura, esposos mártires.
La Invención de la Santa Cruz.
San Alejandro I, papa.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...