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sábado, 6 de mayo de 2017

La Invención y Traslación de San Mateo.

La Invención de San Mateo. 6 de mayo.

Altar relicario de San Mateo.
Catedral de Salerno.
San Mateo Evangelista, cuya fiesta principal celebramos en la Iglesia Romana a 21 de septiembre (aunque tiene muchas otras), habría predicado en Judea y Palestina. Aunque la leyenda de Santa Efigenia (21 de septiembre) le hace apóstol de Etiopía. Bien podría haber predicado en los tres sitios. Aunque San Ambrosio (4 y 5 de abril, muerte y entierro; 7 de diciembre, consagración episcopal) en un sermón le hace apóstol del Ponto, y San Isidoro (4 y 26 de abril) lo hace evangelizador de Macedonia. 

El santo habría sido martirizado en Tarrium, que, siguiendo la leyenda anterior, pertenece a Etiopía. Ciertamente, el primer vestigio que tenemos de sus reliquias es una crónica sajona de finales del siglo IX, en la que se cuenta que unos comerciantes bretones habrían llevado el cuerpo del santo desde Etiopía hasta Bretaña, reinando San Salomón I (25 de junio), el cual lo habría depositado en Léon, en la basílica de San Pol (12 de marzo). Pero luego de su asesinato por parte de los rebeldes bretones, el caudillo Valentiniano habría tomado el cuerpo de San Mateo y lo habría llevado a Nápoles. De allí habría sido llevado el 28 de abril de 954, 100 años después, a Salerno. Pero la tradición de Salerno tiene otras fuentes, como el "Chronicon Salernitanum", datado sobre 978, que habla de la invención de dichas reliquias en Lucania y su traslado a Salerno por obra del príncipe longobardo Gisulfo I. 

Pero ciertamente, el hecho que conmemora hoy la Iglesia de Salerno y que está perfectamente demostrado, es la "invención" de las reliquias del santo, el 6 de mayo de 1080. El papa San Gregorio VII (25 de mayo) fue protagonista del hallazgo y él mismo las depositó solemnemente en la cripta de la catedral. Lo que motivó el hallazgo fue el llamado "maná de San Mateo", un líquido semitransparente que brotaba de entre las piedras y al excavar, se hallaron las reliquias preciadas del santo. Este "maná", considerado milagroso durante siglos, dejó de brotar a mediados del siglo XIX, aunque aún se venera la columna con cuenco donde era contenido. Las reliquias permanecen en un bello retablo barroco. A mediados del siglo XX se abrió una oquedad desde la cual se puede ver la sepultura del siglo X. 

Realmente, si las reliquias de San Mateo hubieran sido llevadas en 954 a Salerno, el año de 1080 parece ciertamente poco tiempo como para que hayan quedado en el olvido de tal manera que nadie sabía que estaban allí. Algo no casa, y conociendo otros casos, hay que decir que la veracidad de tales reliquias es dudosa. Para colmo, en otros sitios hay cabezas, brazos, piernas y diversos huesos atribuidos a San Mateo: Solo en Roma hay 5 brazos, todos el derecho, por cierto.


A 6 de mayo además se celebra a
San Juan "ante Portam Latinam".
Santa Avia, virgen y mártir.
San Francisco de Montmorency-Laval, obispo.


Y además
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de Santo Tomás de Aquino.
La Traslación de Santa Isabel de Hungría.
La Traslación de Santo Domingo de Guzmán.
La Traslación de San Juan de la Cruz.

martes, 11 de abril de 2017

Antipas, el siervo fiel.

San Antipas de Pérgamo, obispo y mártir. 11 de abril.

La primera referencia que de él hallamos está en las Escrituras. "Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo, mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás". (Apocalipsis 2, 13). Es la carta a la Iglesia de Pérgamo, a la cual se le pone de ejemplo de fidelidad hasta el martirio por la causa de Cristo.

Una tradición oriental le hace el primer obispo de dicha ciudad, ordenado por San Juan Evangelista (27 de diciembre, 6 de mayo, "Ante portam Latinam"; 8 de mayo y 26 de septiembre, Iglesias Orientales). Imperando Domiciano fue llevado ante el juez, el cual intentó convencerle de la antigüedad y lo venerable del culto a los dioses, frente a la novedad del Cristianismo. Antipas, que era versado en las Escrituras, le mostró como desde el principio, toda la Revelación apuntaba a Cristo, y no a los falsos dioses. Demostró la vacuidad de la filosofía y la maldad y repugnancia de los dioses, llenos de pecados y males como los humanos. Y todo siempre confrontándolo con la pureza de la fe cristiana y el testimonio de Jesucristo. El juez, irritado, mandó fuera metido en un toro de bronce (el toro de Phalaris) y este encendido hasta quemar vivo al santo. Aún dentro de aquel horno, Antipas entonaba salmos y cánticos al Señor, hasta que expiró.


A 11 de abril además se celebra a






lunes, 6 de junio de 2016

San Felipe el Diácono.

San Felipe, el Diácono. 6 de junio, 11 y 14 de octubre; 1 de mayo, Iglesia Griega; 27 de octubre, Iglesia Etíope.

San Felipe, uno de los siete primeros diáconos ordenados por los apóstoles como colaboradores en la misión apostólica. Fundamentalmente en la predicación y la caridad, además, posteriormente a su labor se le añadiría de forma especial la función litúrgica. Según Hch. 6, 1-7, estos diáconos fueron San Esteban (26 y 27 de diciembre; 2 de agosto, traslación de las reliquias de Jerusalén a Constantinopla; 7 de mayo, traslación de las reliquias de Constantinopla a Roma; 3 de agosto, Invención de las reliquias, y 20 de abril, con San Lorenzo en Roma), San Prócoro (28 de julio), San Nicanor (10 de enero y 4 de junio) San Timón (19 de abril), San Pármenas (23 de enero), San Nicolás (28 de julio) y nuestro Felipe. Salvo San Esteban, de los demás pocos datos se dan, pero de Felipe sabemos un poco que los Hechos de los Apóstoles nos dicen y que la leyenda ha completado.

El capítulo 8 de los Hechos nos habla de du predicación y milagros en Samaría: "Felipe descendió a la ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. Al oírlo y al ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente las palabras de Felipe. Porque los espíritus impuros, dando grandes gritos, salían de muchos que estaban poseídos, y buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados. Y fue grande la alegría de aquella ciudad" (Hch. 8, 5-8). También nos narra que precisamente por su ejemplo y predicación se convirtió el célebre Simón el Mago (Hch 8, 13), aunque unos versículos más allá nos dice que este intentó comprar el Don del Espíritu Santo, por lo que fue reprendido por los apóstoles (Hch. 8, 20ss). 

Después de esta predicación a los samaritanos, Felipe fue comisionado por un ángel nada menos que para introducir el Evangelio en Etiopía. Hch. 8, 26-40 nos detalla como el ángel (al que los hagiógrafos etíopes identifican con San Gabriel, el ángel de las grandes encomiendas) le envió al encuentro de un eunuco, funcionario de la reina Candace de Etiopía, que ido en peregrinación a Jerusalén. Viajaba el hombre en su carro leyendo al profeta Isaías, y al llegar a las palabras "Como oveja fue llevado al matadero y como cordero que no se queja ante el que lo esquila, así él no abrió la boca. En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra?" (Isaías 53, 8) no entendió de que iba aquello. Al pasar junto a Felipe, el Espíritu Santo inspiró a este se acercara y al oír las palabras que el etíope rumiaba, le preguntó: "¿Entiendes lo que lees?" "¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?", fue la respuesta del pagano. Felipe se subió al carro y el hombre le inquirió "Dime, por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí mismo o de algún otro?". Le explicó Felipe que era una profecía sobre Cristo y a partir de ella le predicó el Evangelio de Jesús. Apenas vieron agua, que sería un río o un lago, el etíope, ya enamorado de Cristo le dijo a Felipe "Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?". Y bajando del carro, San Felipe le bautizó. Y una vez cumplida su misión, el santo apóstol fue arrebatado por los aires y depositado en Azoto, donde continuó predicando el Evangelio por donde iba, hasta llegar a Cesarea. 

Bautismo del etíope.
La leyenda etíope hace a este eunuco ser quien preparó la predicación del Evangelista San Mateo (21 de septiembre y 6 de mayo, traslación de las reliquias) convirtiendo a Santa Efigenia (21 de septiembre). Pero es eso, solo una leyenda, pues sabido es que la evangelización de los etíopes comenzó con San Atanasio de Alejandría (2 de mayo) que consagró obispo a San Frumencio (1 de agosto, Iglesia copta; 27 de octubre y 30 de noviembre, Iglesias Ortodoxas Griega) para enviarle a dicha tierra. Por su parte unos apócrifos "Hechos de los Apóstoles y sus Discípulos", pone a dicho eunuco predicando Arabia, India, Ceilán, y a lo largo del Mar rojo, donde finalmente sufrió el martirio.

Volviendo a Felipe, al parecer quedó establecido en Cesarea, pues más de veinte años después allí le visita San Pablo (29 y 30 de junio, 25 de enero, 18 de noviembre) y menciona que tiene cuatro hijas que son profetisas. Hch. 21, 8. La leyenda griega pone nombre a estas hijas: Son Santa Caritina, Santa Eutiquia (ambas mártires) Santa Hermione, llamada "la rosa de Éfeso" y Santa Iris, predicadora en Gerápolis (todas se conmemoran a 4 de septiembre). Tradiciones posteriores nos dicen que Felipe fue obispo de Tralles de Lidia, donde habría construido su primera iglesia, pero ha de tratarse de otro obispo Felipe del siglo II. Por su parte San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dice haber conocido la casa de Felipe y sus hijas, convertida en iglesia.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 


A 6 de junio además se celebra a  
San Iarfhlaith de Tuam, obispo.
San Agobard de Lyon, obispo.

viernes, 6 de mayo de 2016

San Juan del caldero

San Juan “ante Portam Latinam”. 6 de mayo.

Es San Juan Evangelista (27 de diciembre) uno de los evangelistas más interesantes, tanto por su teología, como por su misma persona. La historia y la leyenda se han mezclado para intentar dar su perfil, aún rodeado de un halo de misterio. Los exégetas descubren e ilustran, que para eso están. Por aquí nos conformamos con las leyendas, los cultos y patronatos.

De los apóstoles sabemos que murieron mártires todos menos San Juan, quien murió anciano y de muerte natural, en Patmos, lo dicen los escritores eclesiásticos más antiguos. Pero sin embargo, la tradición también quiere para nuestro evangelista un martirio, del que no murió, sino que milagrosamente sobrevivió. A grandes rasgos, la tradición cuenta que en el año 94, imperando Domiciano, fue apresado el apóstol Juan, que residía en Éfeso. Fue llevado a Roma y allí fue conminado a apostatar de la fe cristiana. Para convencerle, le condenaron a ser metido en una tina de aceite hirviendo, instalada junto a la llamada Puerta Latina, de la ciudad de Roma, o sea, adonde luego estaría la Puerta Latina, que data del siglo III.

Estando presente el senado y mucho gentío deseoso de conocer a tan famoso apóstol de Cristo, el anciano Juan (la iconografía le pone joven casi siempre) fue desnudado, flagelado y por escarnio le cortaron los cabellos. Luego fue metido en el caldero, al que entró el santo con alegría, y al punto, el fuego comenzó a menguar y el aceite a enfriarse. Atizaban el fuego los paganos, pero por más leña que ponían, el aceite no causaba daño al santo. Salió Juan de la tina más vigoroso que en sus años jóvenes, quedando muy confundidos sus captores, y alegría de los cristianos que allí se hallaban, algunos de los cuales confesaron su fe. Viendo el emperador que nada había logrado, mandó desterrarle a Patmos donde continuó su misión apostólica y donde escribió su Apocalipsis. Luego de la muerte de Domiciano el santo evangelista volvió de su destierro y fue recibido por los cristianos con gran cariño y veneración por su testimonio valiente de Cristo. Y aunque no había muerto por Cristo, todos le consideraban mártir.

Tertuliano y San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) dan testimonio del hecho, y en el siglo VIII ya aparece la conmemoración de la “dedicatio” de una iglesia en honor a San Juan Evangelista, junto a la Puerta Latina. Puerta que, como dije, existía en el momento de la construcción de la iglesia, pero no del tradicional martirio de Juan. Es esta dedicación, el 6 de mayo de 780, lo que da origen al recuerdo de este martirio no consumado. En el “Missale Gothicum” aparece una fiesta de San Juan Evangelista, relacionada con la Invención de la Santa Cruz (3 de mayo) y con la primitiva memoria de Santiago Apóstol (martirizado "en los días de los ázimos"), que era a 1 de mayo y luego pasaría al 25 de julio. También el calendario bizantino incluye a 8 de mayo, una conmemoración al santo evangelista, por un portento que se decía ocurría en su tumba: esta emanaba una especie de maná milagroso. Es probable que por ello, cabalgando entre estas dos memorias, se eligiese el 6 de mayo para la dedicación de la iglesia mencionada y que fue la primera fiesta que tuvo el santo apóstol, ya reglamentada en misales del siglo IX. Posteriormente su memoria pasaría al 27 de diciembre porque el inicio de su Evangelio ("In principium") se leía este día, en relación con la Encarnación y la Natividad de Cristo y esta lectura llevó paulatinamente a convertir el este día en su memoria litúrgica. 

Hasta 1969 se celebró esta memoria "ante portam latinam", pues fue una de las celebraciones suprimidas por la reforma litúrgica.


Fuentes:
-“La leyenda de oro para cada día del año”. Volumen 2. Barcelona, 1865.
-"Vidas de los Santos". Tomo V. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 6 de mayo además se celebra 
La Invención y Traslación de San Mateo Evangelista.
Santa Avia, virgen y mártir.
San Francisco de Montmorency-Laval, obispo.

viernes, 22 de agosto de 2014

Santos identificables, e identificados

Pregunta: Querido creador del blog "Tus preguntas sobre los santos", antes de nada ya te quiero dar las gracias por atender mi correo, puedas o no ayudarme con lo que te pido.En los correos adjuntos te envío las fotos de unas cuantas tallas y 2 cuadros de una parroquia de la cual se está haciendo inventario y yo estoy cooperando con el párroco. No somos capaces de identificar los santos representados en las tallas (salvo dos de ellos; he puesto por nombre del archivo la identidad que les atribuimos) ni los cuadros de santas (pues parecen mujeres). ¿Podrías echarnos una mano, por favor? Como te decía, muchas gracias de antemano.

Respuesta: Primero, gracias por tu amabilidad y confianza en que pueda ayudarte. Vamos a ello. A los lectores les recuerdo que haciendo clic en cada imagen pueden verla con más detalle.

P: Pintura 1: detrás de la mujer parece que hay una roca.
R: Representa a una penitente, si te fijas, el vestido es de tejido de arpillera, o sea, muy áspero, resaltar la penitencia. Lo que indicas como una roca, lo es, y es más, es una cueva, puede verse la oquedad de la "entrada". Así que es fácil identificarla: Es Santa María Magdalena (22 de julio, 20 de marzo, traslación de las reliquias, y Tercer domingo de Pascua, de las Miróforas), a quien la tradición devocional hace una prostituta arrepentida, y la leyenda provenzal hace penitente, retirada en una cueva, la "sainte Baume" en Marsella, Francia. La profunda mirada en el crucifijo nos evoca un alma contemplativa, como también refiere la devoción y el culto multisecular a esta santa.
 

P: Pintura 2: la mujer sujeta un caldero en la mano izquierda, una flor en la derecha y hay un "dragón" en la esquina inferior izquierda.
R: Efectivamente, hay un dragón, y lo que lleva en la mano es un acetre con agua bendita y el hisopo para asperjarla. Es Santa Marta de Betania (29 de julio).

Estos dos ejemplos sirven para ilustrar algo que a veces no tenemos en cuenta en el momento de identificar un santo: el entorno en el que se encuentran situados. Estos lienzos se nota, por las fotografías, que están en el mismo retablo, probablemente derecha e izquierda de una figura central. Que estén situadas juntas puede indicar (puede, no siempre es así) que tienen alguna relación entre ellas y con la figura central (ya me habría gustado ver el retablo completo). A esas dos santas, la Magdalena y Santa Marta, la tradición las hace hermanas, fundiendo a María de Magdala y María de Betania. Ya solo esta asociación de "hermanas" podría habernos ayudado a identificar una con tener identificada la otra.



P: San Agustín: la "Ciudad de Dios" y la mitra nos han hecho pensar en él.
R: Sí que es un Padre de la Iglesia, pero hay una dificultad, y es que obispos fueron tanto San Agustín como San Ambrosio, y los atributos que vemos: el libro y la maqueta de iglesia les pertenecen a ambos, y no solo a ellos. En la mano derecha llevaría un báculo episcopal, seguramente. Vista la dificultad, vamos a la posibilidad real que sea San Agustín: la túnica bajo el roquete es negra, por lo que pudiera ser el hábito agustino, siempre que sea la policromía original, cosa que dudo en alguna de las tallas. Resumen, yo también creo que es San Agustín (28 de agosto; 24 de abril, bautismo; 29 de febrero, traslación de las reliquias a Pavía; 5 de mayo, conversión; 15 de junio, en la Iglesia oriental). Otros atributos del santo son el corazón en llamas, atravesado por una flecha en ocasiones, y que suele llevar en la mano, o una concha, atributo más raro de ver y que alude a la visión del niño junto al mar.



P: Santo: el sombrero que le cuelga a mi personalmente me ha recordado el de uno de los Santos Padres (de cuyo nombre tampoco estoy seguro ahora mismo)
R: Y has recordado bien, es uno de los Padres de la Iglesia latina: San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, Invención y traslación del cuerpo). Lleva a la espalda el capello cardenalicio, ese sombrero de color rojo. El capello también acompaña a muchos santos, entre ellos a San Francisco de Borja (3 de octubre), San Raimundo de Peñafort (7 de enero), San Pedro Damián (21 de febrero), San Vicente Ferrer (5 de abril y segundo lunes de Pascua), San Roberto Belarmino (17 de septiembre) San Buenaventura (15 de julio), San Alberto de Jerusalén (17 de septiembre) o San Bertoldo (29 de marzo), estos dos últimos porque fueron legados pontificios. Pero podemos decir que es San Jerónimo porque no luce hábito religioso alguno, sino una túnica atada con una cuerda. 



P: Santo Tomás de Aquino: identificado por un sacerdote amigo.
R: Tengo que disentir con la identificación. No es Santo Tomás de Aquino (28 de enero, traslación de las reliquias), sino San Vicente Ferrer (5 de abril y segundo lunes de Pascua). Ambos son dominicos, pero hay algo que identifica al Ferrer claramente: el gesto apuntando hacia arriba, típico del santo, repetido hasta la saciedad en tallas, pinturas, y hasta imágenes de molde. Evoca la predicación del santo sobre su tema favorito, las postrimerías y el juicio final. No en balde se le ha llamado "el ángel del juicio final", y suele aparecer con alas. Tal vez esta imagen tenga agujeros por detrás. 

Y es que la iconografía no sólo son atributos o ropas, sino gestos, entorno, expresiones...

De estos dos santos, no me das indicaciones, supongo es que no lográis hallarles "personalidad". Y de nuevo nos encontramos con el entorno. Es evidente que están en el mismo retablo, en nichos que pertenecen a un mismo cuerpo del retablo. La factura, el tamaño, la situación nos vuelven a hablar de santos relacionados entre sí. Por las vestiduras son apóstoles o al menos no forman parte del clero, verdad? Con un 99,99% de acierto te digo que son San Pedro (29 de junio, 8 de noviembre, Dedicación de la Basílica; 18 de enero y 22 de febrero, Cátedras; 1 de agosto, Ad Víncula; 16 de enero, Ad Víncula en la Iglesia Oriental) y San Pablo (29 y 30 de junio, 25 de enero, 18 de noviembre). Pero, ¿cuál es cuál? Pues aquí hay una trampa muy sencilla: El 99% de las veces San Pablo luce una barba larga, y el pelo no es encanecido, a la vez que es calvo. Y el 99% de las veces, San Pedro luce una cabellera blanca, corta, al igual que la barba suele ser corta. Con estas pistas, está claro quien es quien.

Y aún nos queda otro más, del que tampoco me das indicaciones, pero que igualmente es identificable por el león a los pies: Es San Marcos Evangelista (25 de abril y 31 de enero, traslación de las reliquias de Alejandría a Venecia). Al principio pensé sería un santo mártir, que aplasta el león, símbolo del mal en ocasiones, y en otras atributo que evoca el martirio que sufrió el santo en cuestión, pero al fijarme bien, vi que no lo pisa, así que me decanto, luego de analizar las vestiduras, el gesto... que es San Marcos.





P: Que seas feliz y Dios te bendiga e ilumine.
R: Muchas gracias, no siempre le desean felicidad a uno así de gratis. A ti también te ilumine Dios, y al párroco que han decidido hacer este trabajo de identificación e inventario. Un saludo a ambos y para lo que deseéis, a mandar.





jueves, 25 de octubre de 2012

Santos Crispín y Crispiniano

Tallas de la iglesia de San Nicolás de Bilbao.
Pregunta: hola. He abierto una zapatería, donde vendo y reparo calzado. Mi pregunta es que me des más info sobre los patrones de los zapateros. Crispín y Crispino, creo que se llaman? Gracias. México

Respuesta: Hola. Espero que te vaya bien tu negocio, que no lo dudo, porque hoy hay que pensárselo más antes de tirar los zapatos y no arreglarlos. Desde antiguo, los patronos de los zapateros son:

Santos Crispín y Crispiniano de Soissons, hermanos mártires. 25 de octubre y 20 de junio (traslación de las reliquias a Osnabrück).
Cuenta la leyenda que fueron dos hermanos romanos que acompañaron a San Quintín (31 de octubre) cuando este llegó a la Galia a predicar el Evangelio. Se establecieron en Augusta Suessionum (la actual Soissons), donde continuaron ejerciendo de zapateros, su profesión. De día anunciaban el evangelio y de noche reparaban los zapatos, gratuitamente, a los pobres (
una historia parecida es la de Santos Rufino y Valerio (celebrados el mismo 25 de octubre), que dice que optaron ser guardianes de un granero para repartir grano a los pobres a escondidas y poder predicarles sobre Cristo.) En esto andaban cuando en el año 285, o 286, el emperador Maximiano realizó una visita a Soissons, durante la cual se le quejaron los sacerdotes paganos acerca de la nueva religión cristiana, que les ganaba en fieles. Ambos hermanos fueron apresados y llevados a la presencia de Rictiovaro, gobernador que detestaba a los cristianos. Los sometió a diversas torturas que los santos sobrevivieron: les metió en agua helada, atados a ruedas de molino, pero no apostataron. Luego les puso en un cepo y les metió púas bajo las uñas, pero las aquellas se volvieron contra los torturadores, hiriendo a varios.

Fueron metidos en un caldero de plomo hirviendo, que no les causó daño alguno, aunque una gotita tocó el ojo de Rictiovaro, dejándolo ciego. Luego fueron metidos en una caldera con una mezcla de brea, grasa y aceite (en la última imagen), donde cantaron himnos de alabanza y de donde les sacaron dos ángeles. Entonces Rictiovaro, celoso, quiso ver que pasaba y probarlo también, así que se lanzó al caldero indignado y, claro, como en buena “passio” legendaria que se precie, terminó asado idiotamente. Para vengar al gobernador, el emperador mandó fueran torturados cortándole la piel en tiras, para finalmente ser decapitados. Los cuerpos permanecerían escondidos hasta que, terminada la persecución, fueron expuestos, enterrados y se levantó una iglesia en su honor (típico en muchos mártires de los que hay alguna “invención de reliquias” muy posterior a la muerte). 

Tabla de la iglesia de
Sainte-Anne d'Auray.
Su culto es bastante antiguo, el martirologio Pseudo-jeronimiano ya pone su fiesta a 25 de octubre y San Gregorio de Tours (17 de noviembre) menciona la basílica del siglo VI a su nombre, levantada sobre su tumba. Sin embargo la Gesta Regnum Anglorum dice que su origen es Kent y que están enterrados en la iglesia de los Santos Juan y Pablo de Roma. En realidad los ingleses “adoptaron” a los santos a su calendario por orden de Enrique V, después de la victoria en la batalla de Agincourt, ocurrida el 25 de octubre de 1415, festividad de ambos santos. A pesar de esto, siempre han sido considerados por la mayoría, dos mártires reales de Soissons, a los que se les dio vida “propia” dándoles origen romano y profesión particular, cuando es probable que el patronato sobre las pieles y el trabajo con estas, en origen se haya debido al tipo de martirio, más que a una profesión relacionada, como es la zapatería.

La devoción se extendió, sobre todo, por las cofradías de zapateros, curtidores, talabarteros y demás oficios relacionados con las pieles. Suelen ser representados con palma de mártir, la lezna o cuchillo de zapateros e incluso con un zapato o sandalia en las manos. A veces los pintan en plena faena de trabajo. Son patronos de Soissons, de Faversham (Kent), y en Osnabrück tienen una bella iglesia dedicada, que posee sus reliquias.


Fuentes: 
-“Flos sanctorum”. ALONSO DE VILLEGAS. Barcelona, 1754. 
-“Biografía eclesiástica completa”. Volumen 4. Madrid, 1851.
-“Repertorio de símbolos cristianos. MARIANO MONTERROSA y ELSA L. TALAVERA SOLÓRZANO. Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2004.

A 25 de octubre además se celebra al 
Beato Pedro Jeremías, presbítero dominico.
San Miniato de Florencia, mártir

viernes, 21 de septiembre de 2012

Santa Efigenia la Etíope, carmelita.

Pregunta: La presente es para ver que información me pueden enviar sobra Santa Efigenia, santa oriunda de Etiopía. Venezuela.

Respuesta: Vamos a ello, aunque he decirte que todo lo que leerás aquí es legendario y no hay por donde cogerlo. Es una mezcla de leyendas autóctonas, tradición carmelitana y cultos etíopes, posiblemente pre-cristianos:

Catedral de Tuy.
Santa Efigenia de Etiopía, princesa, virgen carmelita. 21 de septiembre.
Efigenia era hija de Egippus y Eufenisa, reyes de Etiopía, a principios del siglo I, habría que decir. Tenía Efigenia un hermano mayor, llamado Efronio. A los ocho años de la Ascensión del Señor llegó San Mateo (21 de septiembre) a la tierra de los nubios, o sea, Etiopía. Allí buscó a aquel eunuco etíope bautizado por el diácono San Felipe (6 de junio, 11 y 14 de octubre; 1 de mayo, Iglesia Griega; 27 de octubre, Iglesia Etíope), que ya había regresado a su tierra y esperaba apóstoles de Cristo. Este eunuco introdujo en la corte a Mateo y sus "coajutores", que eran carmelitas discípulos de Cristo y los Apóstoles. Mateo predicó, derrotó a los magos paganos Arfaxad y Zoroes, expulsó demonios y convirtió a las gentes. Enterado el rey, tomó partido neutral, permitió la predicación del cristianismo, pero continuó prefiriendo la religión anterior, o sea, no se convirtió del todo. Sin embargo, Efigenia sí que abrazó rotundamente el cristianismo, y buscó la manera de hacerle venir al palacio para que instruyera a su padre. Como no lo lograba, enfermó de tristeza.

Sucedió que Arfaxad y Zoroes, temiendo perder su influencia, convocaron a los demonios y entraron a la ciudad dos dragones terribles que asolaron tierras y cultivos. Los magos, como los dominaban, los devolvieron al desierto de donde salieron, por lo que el agradecido rey los introdujo con grandes honores en la ciudad. Aprovechados de esto, dijeron que habría grandes calamidades si Mateo y sus ayudantes no se iban del reino y, luego, que la princesa Efigenia fuese sacrificada a los dioses. Comunicó la noticia el rey a Efigenia con gran tristeza, pero convencido de la necesidad del crimen. Esta le respondió que aceptaba, pero que le diese unos días para prepararse, con lo cual quería ganar tiempo para instruirse, bautizarse y ser mártir por Cristo, si así tenía que ser.

Consintió su padre en dejar que entrara Mateo al palacio, y al encontrarse este con Efigenia, comenzó a instruirla en la fe y, finalmente, le reveló que aunque su aceptación del martirio era grata a Dios, este disponía otra cosa para su gloria, confusión de los magos y conversión del reino. Quiso bautizarse Efigenia, pero Mateo le pidió que esperase un tiempo, para que fuera de más gloria a Dios. Y llegó el día del sacrificio. Se hizo un hoguera, se puso a Efigenia en medio, pero por más que se intentaba encender el fuego, este no se encendía. Finalmente, invocando al demonio, lograron los magos encenderlo, pero entonces, Efigenia gritó el nombre de Jesús y bajó un ángel del cielo que, desatándola, la llevó por los aires junto a su madre, dentro del palacio. El rey estaba dispuesto a aceptar la supremacía de la fe cristiana, cuando los magos, en secreto, invocaron a los dos dragones, que aparecieron de nuevo, lo cual hicieron ver que era un castigo de los dioses. Pero no contaban con que apareció San Mateo y pidió al rey intervenir. Así, el santo se enfrentó a los dragones, que ya entraban por la ciudad (hay que ver con que tensión y floritura narra este padre el portento, parece que viéramos una película: Efigenia mira por una ventana, el Eunuco por otra, los niños corren, las mujeres gritan...).

Llegados a la Plaza Mayor (?), se abalanzaron contra el apóstol, pero este hizo la señal de la cruz, y los dragones vinieron mansos a sus pies, y se echaron como corderitos. Las turbas quisieron linchar a los magos, pero Mateo no lo permitió, bajo promesa de ellos de que se convertirían. Y mandó a los dragones que se fuesen y nunca más volvieran. Como así fue. Pero no terminó la cosa ahí. Aún estaba el pueblo festejando, cuando murió el príncipe heredero, Efronio. El rey, aún creyente en los magos, los mandó llamar en secreto, para que revivieran a su hijo, cosa que no sucedió, por lo que mandó a encarcelarlos (aunque escaparon y fueron a Persia donde murieron aplastados por un templo pagano que se les vino encima). Efigenia llamó a Mateo que, revivió al príncipe. Ante esto, el rey se convirtió formalmente, mandó quemar los templos de los ídolos, levantar templos a Jesucristo, y ordenó que todos fueran catequizados y bautizados. Los carmelitas acompañantes de San Mateo pudieron fundar su primer convento en el África. Se levantó una hermosa catedral dedicada a la Resurrección del Señor, en la que Mateo asentó cátedra y enseñaba a la familia real y su corte.

Iglesia de Santa Efigenia.
Sao Paulo, Brasil.
Pasado un tiempo, Efigenia quiso hacer algo más por Dios, definir lo que este querría de ella y un día, en un éxtasis, Dios le reveló. "Efigenia, si pretendes saber el conveniente modo de agradarme según mi divina voluntad, te has de hacer Generalísima de un ejército de vírgenes pobre, obedientes y castas, que renunciando voluntariamente al siglo, consigan la fortuna de ser esposas mías". Comunicó a San Mateo esta revelación y este le explicó lo que significaba la virginidad, la vida monástica y de como podría servir a Dios así; y que era voluntad de Dios se fundase un monasterio de religiosas en la ciudad. Consintieron sus padres, que antes pensaban casarla, y pusieron todos los medios para construir el monasterio. Y mientras tanto, Efigenia comenzó a buscar a sus compañeras entre las convertidas más castas y santas. En poco tiempo tuvo 200 compañeras. Llegó el día de la consagración y San Mateo les dio el hábito marrón, la capa blanca y el velo negro en la catedral, para, luego de exhortarlas, llevarlas en procesión hasta el edificio monástico. Y ya aquí nos la hacen carmelita, pues vivirían esta Regla traída por los compañeros de San Mateo y que en adelante, serían sus superiores y directores.  

Al poco tiempo de entrar al monasterio murieron sus padres y un tío suyo, pagano, llamado Histarco se levantó contra el reino y contra Efronio, príncipe heredero. Además de los desmanes y crímenes, llegó a prender al príncipe y encerrarle en una torre, para someterle y hacerse con la corona etíope. De nada valían las exhortaciones y amenazas de San Mateo, por lo que Efigenia, con gran pena decidió abandonar temporalmente la clausura para plantarle cara al usurpador. Así que luego de noches de vigilias, oración y penitencias, se fue adonde el tirano y le habló con palabras tan encendidas que le dejó confundido, arrepentido y le prometió cesar en sus injusticias y liberar al príncipe, sin pretender reclamarle el reinado. Pero el demonio le tentó de otra manera y, apareciéndole a Histarco, le hizo ver que sería ventajoso para él convertir a Efigenia en su mujer, para tener acceso al poder. Para nada le importaba que fuera una virgen consagrada, así que comenzó a visitarla para “pedirle consejos”, hasta que se atrevió a proponerle hacerla su esposa y la gran reina de Nubia (Etiopía), pasando por encima de Efronio. Efigenia quedó espantada al oír aquello, aunque ya sabía por revelación que las visitas de su tío no iban por buen camino. Lloró aquel atrevimiento de su tío, al que tachó de blasfemo por pretender a una virgen consagrada.

Histarco recurrió a San Mateo, prometiéndole darle medio reino si convencía a Efigenia, ya que tanto ascendiente tenía sobre la princesa. San Mateo fingió acceder, y le invitó fuera a la catedral el siguiente domingo, donde predicaría sobre el matrimonio, para convencer a Efigenia, a la que invitaría igualmente. Y llegó el domingo, y San Mateo predicó sobre la grandeza del matrimonio, con satisfacción de Histarco. Gozo que se transformó en ira cuando san Mateo se giró a él y le dijo: “habéis oído las excelencias de un sacramento, que se puede solicitar por medios lícitos, pero no por reverencias y sobornos escandalosos a la ley de Dios. Decidme, si hubiese un imprudente vasallo que presumiese robar la Esposa de su monarca y señor, habiéndose celebrándose los desposorios, ¿no haría a su soberano una grandísima ofensa y no merecería la pena capital por esta osadía? Esta es la razón por la que estando a Jesucristo, Señor de los monarcas, consagradas las religiosas no pueden contraer con hombre alguno matrimonio: porque haría a su señor y creador la mayor de todas las injurias”. Salió Histarco de la catedral muy airado, y apenas terminaba los oficios el apóstol, envió un sicario y allí, al pie del altar, le dio un golpe mortal y lo dejó muerto (o vivo para Cristo), derramando toda su sangre por la Verdad.

Regresó Efigenia al monasterio, donde Histarco le hizo llegar que si no se casaba con él, le esperaba el mismo fin que a su maestro, sumándole antes penosos tormentos. Efigenia le mandó responder que ya podía comenzar a torturarla cuando quisiera, que su voluntad seguiría siendo la misma. Contrató Histarco a varios nigromantes y paganos, para que por medio de hechicerías doblegasen la voluntad de Ifligenia. Pero nada podía con la fe de esta. Así que cansado el malvado mandó prender fuego al monasterio, pero no contaba con Cristo, que no deja desamparados a sus fieles. Cercaban las llamas a casi todo el monasterio cuando Efigenia hizo una profunda oración y de pronto desapareció el fuego, trasladándose al palacio del impío y abrasando todos sus tesoros. Histarco, que estaba fuera y quedó vivo no pudo soportar aquello y se clavó un puñal en el pecho y murió desangrado y su sangre bebida por los perros.

Ya en paz, y de vuelta a su retiro, Efigenia sobresalía por encima de sus hermanas. Tenía altísima oración, se ejercitaba en la obediencia, aunque era la abadesa y no le faltaban penitencias por hacer. Era humilde y nunca trataba a sus religiosas como inferiores, sino como hermanas. Acometía los trabajos más serviles, atendía y trataba a todas por igual. Caridad, penitencia, y oración. En esto se puede resumir su vida (legendaria, recordad). Al final de esta, tuvo la revelación de parte de Dios que pronto se reuniría con Él. Cayó enferma, con desolación de sus monjas y del reino etíope, que pronto se prestó a acompañarla en su tránsito desde los exteriores del monasterio. Efigenia se despidió de sus hijas espirituales, recordándoles su condición de “hijas de la Virgen Madre, tal como las quería el santo profeta Elías”. Se despidió de Efronio, su hermano ya rey, aconsejándole que siempre rigiera según la norma del Evangelio de Cristo. Luego de esto, mandó la despidieran de su pueblo, a cuyas oraciones se encomendó. Quedó en paz y suavemente se reclinó para siempre en el regazo de Dios.

Nueve días duraron los funerales, para ser enterrada al cabo, en la iglesia del monasterio. Aunque nunca ha sido canonizada, su nombre fue incluido en el martirologio romano, lo cual es algo. Su culto en la Orden del Carmen comenzó en Andalucía y Portugal, principalmente en los conventos de Cádiz, Sevilla y Lisboa. De aquí llevaron los carmelitas de la Antigua Observancia el culto a América, especialmente a Brasil, donde la presencia de los esclavos aumentó su devoción, junto a la de San Elesbaam. Eran estos santos etíopes muy queridos para los pobres esclavos negros . Se le invoca contra los incendios, las llagas, las heridas incurables.

La leyenda de Santa Franca de Visalta (25 de abril) pone a Franca apareciéndosele al abad Columba junto a Santa Efigenia y Santa Cirila (28 de octubre) para revelar  el sitio donde estaban las reliquias de la misma Franca. 


Fuente:
-"El Carmelo Ilustrado con favores de la Reina de los ángeles" P. FRANCISCO COLMENERO. Valladolid, 1754. 



A 21 de septiembre además se celebra al
Beato José Vila Barri, presbítero HSF y mártir. 
San Cuadrato de Atenas, obispo y mártir

jueves, 26 de julio de 2012

La Parentela de Santa Ana

Pregunta: Siempre había entendido que los padres de la Virgen María eran ancianos cuando Nuestra Señora nació, pero recientemente he leído que tenían más hijos y que Santa Ana se había casado más veces. Perdone, pero eso no me parece muy de Santa Ana. ¿Podría aclararme esto? Gracias. México.

Para ver la imagen más grande e identificar a cada personaje da clic aquí.

Respuesta: Es un tema interesante y simpático al mismo tiempo: Mientras en Oriente la tradición continuó contando que Joaquín y Ana eran ancianos, ella estéril y que Dios le anunció que tendría una niña, etc, etc... en Occidente, en pleno siglo XV, Santa Coleta de Corbie (6 de marzo), abadesa y reformadora clarisa dijo haber tenido ciertas visiones sobre la vida de Santa Ana. En ella narraba los tres matrimonios de Santa Ana (26 de julio):
I. Matrimonio con San Joaquín (26 de julio y 16 de agosto)
     Hija: La Virgen María.
II. Matrimonio con San Cleofás (25 de septiembre y 30 de octubre), [1] hermano de Joaquín.
     Hija: Santa María de Cleofás (9 y 24 de abril). 
III. Matrimonio con Solas (o Salom)
     Hija: Santa María Salomé. (9 de abril, 25 de mayo y 22 de octubre).

Sus tres hijas, a su vez, se casaron y tuvieron hijos: 

María Cleofás casó Alfeo (24 de abril), que le dió cuatro hijos: 
  1. Santiago el Menor (4 de enero, Iglesia Oriental, synaxis de los apóstoles; 4 de febrero, Iglesia Copta; 3, 11 y 25 de mayo; 30 de junio y 9 de octubre, Iglesia bizantina.
  2. San Judas Tadeo (19 de junio, Iglesia Oriental; y 28 de octubre)
  3. San José el Justo (30 de octubre), y
  4. San Simón de Jerusalén, obispo  (27 de abril). [2]
María Salomé casó con San Zebedeo (25 de mayo), que le dio dos hijos:
  1. Santiago el Mayor (4 de enero, Iglesia Oriental, synaxis de los apóstoles; 12, Iglesia Copta) y 30 de abril, Iglesia Oriental; 24 de mayo, invención de las reliquias en Verona; 30 de junio; 25 de julio; 15 de noviembre, Iglesia Griega; 28 de diciembre, Iglesia Armenia; 30 de diciembre, Traslación de las reliquias a Compostela).
  2. San Juan Evangelista (4 de enero, Iglesia Oriental, synaxis de los apóstoles; 6 de mayo, San Juan ante Portam Latinam8 de mayo y 26 de septiembre, Iglesia Oriental; 27 de diciembre).
La Santa Parentela:
De un lado María y el Niño, José y Joaquín.
Del otro, Ana, Zacarías e Isabel
.
Y, como sabemos, la Virgen María casó con San José (23 de enero y 24 de marzo y 26 de noviembre, Desposorios con María; 19 de marzo, Natividad; 26 de marzo, Circunsición; 27 de abril; San José Obrero, 1 de mayo; Presentación en el Templo; 19 de junio, Concepción; 20 de julio, muerte y Asunción, Iglesia Copta; y tercer miércoles de Pascua, El Patrocinio), y de la cual nació Jesucristo.

Esta leyenda se desarrolló más como motivo de iconografía que devocional, porque como grupo no hubo una devoción ni festividad específica, mientras que a los artistas les permitía explotar su sentido de la estética y de la composición. El norte de Alemania y los Países Bajos fueron receptores del tema y lo representaron muchísimo. Mucho más antiguo en la devoción y el arte, y de orígenes bíblicos era el tema del árbol de Jesé, tan bellamente expuesto en muchas iglesias góticas. La Parentela de María intentó ser un sustituto femenino (nacido en un monasterio de mujeres, es lógico) pues Santa Ana era la protagonista y a su alrededor giraban las demás figuras, hasta que al crecer la devoción mariana, la Virgen María y el Niño Jesús ocuparon el centro de la escena.

Como suele suceder, con el tiempo la cosa se complicó, ya pues no bastaban Santa Ana, sus tres maridos, sus tres hijas, sus tres yernos y sus siete nietos. Sino que la genealogía se extendió, al añadir a: 

Santos Hortolano y Emerenciana (padres de Santa Ana, 26 de febrero), con otras hijas y hermanas de Santa Ana:
Esmeria, casada con Eliud.
     1. Hijo: Emiú, casado con Memelia, con su hijo:
         San Servacio de Tongeren o Maastricht, obispo (13 y 15, Todos los Santos Obispos de Maastricht, y 16 de mayo) [3]

Por si fuera poco, se añadió a otro hermano de San Joaquín
Jacob, del que la leyenda no dice esposa:
     Hija: Santa Isabel, casada con San Zacarías (ambos el 26 de septiembre y 5 de noviembre)-
            Hijo: San Juan Bautista (24 de junio, Natividad; 29 de agosto, Degollación y Segunda Invención de la Cabeza; 23 de septiembre, Imposición del nombre; 24 de febrero, Primera Invención de la cabeza; 25 de mayo, Tercera Invención de la cabeza).

Santa Ana "triple".
Este añadido dice que Cleofás, el hermano de Joaquín sería padre de Simeón y San José, con lo cual José y la Virgen María serían primos carnales. Pero entonces, si se unen las leyendas, y ya que Ana se casó con este Cleofás ern segundas nupcias, resultaría que Santa Ana, sería madre de San José, con lo cual este y María serían ¡medio hermanos!

Nunca gozó esta leyenda estrafalaria de gran entusiasmo por parte de la autoridad de la Iglesia (afortunadamente), así que el Concilio de Trento acabó con ella de un plumazo y de manera tajante, aunque por razones artísticas algunos siguieran pintándola. Y, por cierto, el hecho de que Ana, o como se llamase la madre de Nuestra Señora, se casara más veces, nada quitaría a su santidad.

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[1] La tradición más aceptada comúnmente es la que hace a este Cleofás hermano de San José, y sus hijos, por tanto, primos del Señor.
[2] En Oriente, Santiago el Menor, Judas Tadeo, José el Justo y Simón aparecen como hijos del primer matrimonio de San José, junto a sus hermanas Lidia y Asia. Pero otra tradición Simón es hermano de San José, aunque hijo de Cleofás.
[3] Esta leyenda de Emerenciana y Servacio fue ampliada y tenida por propia por los carmelitas, ya que Emerenciana habría vivido junto al Monte Carmelo y con estos religiosos tenía trato frecuente.

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