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viernes, 8 de diciembre de 2017

La Inmaculada Concepción de Juquila.

Nuestra Señora, la Inmaculada Concepción de Juquila. 8 de diciembre.

La concepción sin mancha de pecado de la Madre de Dios fue el misterio mariano más discutido por los teólogos durante siglos y, a la par, el más defendido por los fieles. Por ello no es de extrañar que también sea de los más venerados y acogidos con júbilo por el pueblo tras su declaración dogmática en 1854. Y, como consecuencia de lo anterior, es probablemente, el misterio mariano más representado iconográficamente, y uno de los más ricos en simbología cristiana.

La devoción a la Purísima o Inmaculada Concepción está representada en numerosas imágenes devocionales repartidas sobre todo en Occidente. España, gran defensora de la Inmaculada Concepción extendió esta devoción expresada en cientos de imágenes veneradas con nombre propio, pero que, en última instancia, aluden a este sublime misterio de nuestra fe católica. Y sobre una de esas advocaciones "inmaculistas", leeremos hoy. El Licenciado en Historia André Efrén Ordóñez, colaborador antiguo de mi blog, nos regala este texto:

En la población de Santa Catarina Juquila, en el estado mexicano de Oaxaca, México existe una gran devoción a una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción la cual ha ido ganando fama en todo el país desde hace algunos años. El caso de la Inmaculada Concepción mejor conocida por sus devotos como Nuestra Señora de Juquila o "la Juquilita" es uno más que trata de pequeñas imágenes de no más de treinta centímetros que eran usadas por los religiosos para evangelizar, como sucedió en el caso de la imagen de la Virgen de Zapopan y otras celebres imágenes marianas. 

El nombre de Juquila, que significa "lugar de legumbre hermosa", se encuentra ubicado al sureste del estado de Oaxaca. Esta región fue evangelizada por los religiosos dominicos y fue fray Jordán de Santa Catarina quien se encargó especialmente de esta tarea, y quien traía consigo la imagen de la Inmaculada Concepción. Se dice que fray Jordán era acompañado en sus correrías por un indígena perteneciente al poblado de Amialtepec, y este indígena mostraba siempre una gran devoción por la pequeña imagen de María Santísima que llevaba consigo el religioso. Por ello, al ser enviado fray Jordán a evangelizar otra región y no poder seguir llevando consigo al indígena que de tanta ayuda le había servido, decidió obsequiarle la imagen de la Inmaculada a la que tanto fervor de dedicaba. 

El indígena, muy feliz por el obsequio del religioso, decidió regresar a su natal Amialtepec, donde aquí instaló la imagen en un pequeño altar en su casa, pero como la imagen comenzó a concederle diversos favores a su dueño y a sus vecinos, fue cobrando cierta fama entre los habitantes y los pueblos vecinos. Debido a esta fama de milagrosa, hacia 1633 el párroco de Juquila, Dn. Jacinto Escudero, decidió que sería mejor llevar la imagen a la parroquia para que estuviera en un lugar de más fácil acceso y con mejores condiciones, pero los pobladores de Amialtepec se negaron a entregar la preciada imagen y prometieron al religioso erigirle un mejor lugar para resguardarla. 

En aquella región los pobladores tenían la costumbre de quemar los campos para lograr mejores cosechas, pero en una ocasión el incendio se salió de las manos de los pobladores no logrando detenerlos e incendiando gran parte del pueblo y con ellos la pequeña ermita en honor a la Inmaculada Concepción, una vez apagado el fuego los pobladores se acercaron a las cenizas de la ermita para tratar de rescatar algo que hubiera quedado y su sorpresa fue grande al ver que la imagen de la Inmaculada Concepción permanecía incólume, y únicamente se veía algo ennegrecida por el humo.

Debido al portento la cantidad de fieles que llegaba a visitar a la imagen aumentó considerablemente, y esto hizo hicieron que el padre Escudero decidiera definitivamente trasladar la imagen a la parroquia del pueblo de Juquila. Al ser trasladada se le colocó en el altar de San Nicolás (6 de diciembre), pero a la mañana siguiente no encontraron la imagen en aquel sitio, sino que, dice la leyenda, la Inmaculada había regresado al pueblo de Amialtepec. Creyendo el sacerdote que habían sido los habitantes de Amialtepec quienes la habían robado decidió llevarse de nuevo la imagen y cerrar la iglesia con candados, pero a pesar de esto la situación se repitió. Luego, debido a que el padre Escudero fue cambiado de parroquia dejó que la imagen permaneciera en Amialtepec. 

El nuevo párroco designado para Juquila fue el padre Manuel Cayetano Casaus de Acuña, quien pedirá el apoyo al obispo para realizar el traslado de la imagen. Fray Ángel Maldonado quien en aquella época era el obispo, emitió un decreto el 30 de junio de 1719 con el cual se ordenaba que la imagen fuera trasladada. Pero a pesar de esto la imagen nuevamente volvió a repetir el prodigio de volver a Amialtepec. Ante el persistente portento, el sacerdote decidió intentar una vez más el traslado pero en esta ocasión se hizo en una solemne procesión a la que asistieron descalzos el mismo sacerdote y los gobernantes de ambos pueblos. Y ante estas penitencias la imagen ya no volvió más a Amialtepec y se quedó en Juquila donde se le venera hasta la actualidad. Hacia 1784 se decidió construir un Santuario más grande para albergar la imagen y que pudiera contener la gran cantidad de peregrinos que llegaban continuamente a visitar a la Virgen de Juquila. Fue conluido en 1791.

Entre los milagros que se cuentan de esta imagen hay uno bastante curioso, pues se dice que una peregrina al llegar al Santuario y ver el pequeño tamaño de la imagen, dijo con bastantes desdén que no había valido la pena recorrer tanto camino para venerar una imagen tan pequeña, a pesar de esto encendió una vela y depositó una moneda como limosna, pero su sorpresa fue grande cual al regresar a su casa encontró la misma vela y el mismo peso que había depositado en el Santuario sobre la mesa de su casa. Nuestra Señora de Juquila es considerada y venerada como patrona de los transportistas y viajeros al igual que el Beato Sebastián de Aparicio (25 de febrero). Gracias a los transportistas el culto a la Virgen de Juquila se ha dado a conocer y llegado a rincones de México donde nunca antes se había escuchado sobre esta imagen. 

La Coronación Canónica.
Desde hace algunos años su devoción ha ido aumentando y es común ver en las carreteras del centro del país pequeñas capillas dedicadas a la Virgen de Juquila, en las cuales viajeros y transportistas pueden encomendarse a la que consideran su patrona.

Personalmente he sabido de los milagros de esta Virgen a los transportistas: conocí a una persona dedicada a este oficio que viajaba por todo el país transportando diversas mercancías y que tuvo un terrible accidente en el que se incendió la unidad que conducía y él mismo resulto gravemente quemado en todo el cuerpo. Su ropa se hizo cenizas, pero él mismo decía haberse salvado por milagro de la Virgen de Juquila, ya que a pesar de que toda su ropa fue consumida por las llamas no ocurrió así con el escapulario con la imagen de la Virgen de Juquila que llevaba en el cuello.

El 8 de octubre de 2014 se llevó a cabo, por manos del Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, la Coronación Pontificia de la imagen de Nuestra Señora de Juquila, además se decidió que su título sea "La Inmaculada Concepción de Juquila", para beneplácito de todo el pueblo católico mexicano. Para este acontecimiento también se decidió hacer un cambio estético a la imagen con una nueva peana y con ropajes similares a los de otras imágenes marianas del centro de la república. La fiesta principal el honor de Nuestra Señora de Juquila se celebra el día 8 de diciembre.


A 8 de diciembre además se celebra a
Las Santas Princesas Mártires de Caëstre.
Santos Cazarie y Valente de Villeneuve, esposos.

viernes, 7 de abril de 2017

El Señor del Rebozo

Señor del Rebozo

Esta imagen de Jesús Nazareno que es venerado actualmente en el Templo de Santo Domingo de Guzmán, en la ciudad de México es famoso por recibir a manera de ex votos en agradecimiento de sus milagros multitud de rebozos, pero para poder narrarles la leyenda que sobre él se cuenta primero debemos aclarar que es un rebozo, es una pieza de vestir de uso femenino aunque su origen es muy debatido tal parece que comenzó a usarse durante la época virreinal, debido a que para que las mujeres pudieran ir a misa tenían que cubrirse la cabeza con una mantilla o mantón pero estas al ser traídos de España o de Oriente eran sumamente costosas y solo las damas de la alta sociedad particularmente las españolas venidas de la península podían adquirirlas, por lo cual las criollas, mestizas e indias tuvieron que buscar algo para cubrirse la cabeza y fue como aparece el rebozo como una versión más popular y menos costosa al ser elaborada por las mismas mujeres para poder cubrirse la cabeza o taparse del frio, esta pieza que es como la mantilla mexicana se ha vuelto parte imprescindible del atuendo típico de la mujer en México.

Quedando ya aclarado el punto sobre el rebozo, entramos ahora a hablar sobre esta advocación la cual en un principio fue venerado en el templo de Santa Catalina de Siena (1, Impresión de las llagas, y 29 de abril) fundado en el siglo XVI, se dice que a la entrada de este templo se encontraba una Nazareno de madera de escultor anónimo, la imagen mostraba toda la triste escena de la pasión del Señor, se podían ver las innumerables llagas en la imagen debido a que solo se cubría con una pequeña pieza de túnica morada, este triste y pálido aspecto tal parece que fue lo que movió a la novicia Severa de Gracida y Alvárez que posteriormente tomaría por nombre el de Sor Severa de Santo Domingo a rezar antes esta imagen cada vez que iba a misa al templo de Santa Catalina, se detenía a musitar algunas oraciones ante la imagen y parecía que cada día veía la imagen más agonizante y sangrante.

Pasaron treinta y dos años, años en que la religiosa nunca faltó a hacer sus oraciones ante el Nazareno y su devoción por él aumentaba cada vez más, la religiosa se hizo anciana y enferma y al serle tan difícil el poder ir a ver a su querido Nazareno desde su habitación lo llamaba y le dirigía sus oraciones. Una noche de tantas empezó una terrible tormenta con un aire que soplaba muy fuerte al grado de calar en los huesos de aquella anciana religiosa, al ver esta que el agua azotaba terriblemente, gritó llena de dolor “¡Jesús, Cristo mío! Dejadme que cubra vuestro enjuto y aterido cuerpo. Venid a mi Señor, y mostraos ante esta pecadora que solo ha sabido amarte y adorarte en religiosa reverencia”. Esa era su petición ante su imposibilidad de poder ir a cubrir su amada imagen. 


Señor del Rebozo.
Grabado de finales del siglo XIX
Poco tiempo después cuando enfureció aun más la tormenta, tocaron a la puerta de la monja y esta con sumo trabajo se levanto y abrió la puerta, se encontró con un mendigo muerto de frio que imploraba por pan y abrigo. La religiosa tomó una pieza de pan y lo mojo en aceite y un poco de agua y sacó de su ropero un rebozo de lana con el cual cubrió el cuerpo de aquel mendigo. Después de hacer esto el cuerpo de la religiosa se estremeció y dando un profundo suspiro cayó muerta.

Al día siguiente encontraron su cuerpo inerte pero con un olor a rosas y con una hermosa sonrisa en su rostro. Y en el templo de Santa Catalina, cubriendo el doloroso y sangrante cuerpo del Nazareno, estaba el rebozo de la anciana mujer. Debido a este milagro que consideraron como un hecho inexplicable es que esta imagen fue bautizada por las religiosas y los fieles como “El Señor del Rebozo”, celebrándose su festividad hasta la actualidad el primer viernes de marzo, pero al ser exclaustradas las monjas en el siglo XIX y ser convertido el templo de Santa Catalina en templo protestante como aun hoy lo es, las religiosas decidieron que la imagen fuera llevada al templo de Santo Domingo, donde actualmente se le venera y tiene su propia capilla.

Entre las devociones populares a esta imagen, está la de rezarle los treinta y tres credos en honor de cada uno de los años de la edad de Cristo para pedirle un favor.

Por: Lic. André Efrén Ordóñez. 

domingo, 25 de diciembre de 2016

El peregrino de Atocha y de Plateros.

El Santo Niño de Atocha. 25 de diciembre.


El Niño de Atocha de Plateros.
En Madrid, en Atocha, donde es venerada una imagen de la Virgen María con el niño en brazos, en la época de la invasión musulmana a la península surgió una leyenda acerca de un hecho prodigioso: los cristianos cautivos, a quienes les eran prohibidas las visitas y que pasando hambre y carencias, ellos y sus familiares se encomendaron a la Virgen de Atocha. Se cuenta que el Niño Jesús se desprendió en brazos de su madre, y vestido de peregrino, con la concha de Santiago y esclavina, con una canasta llena de pan y un calabazo con agua se coló entre las rejas de la prisión para darle de comer a los cautivos. Mientras más alimento y bebida daba a todos, incluyendo los moros, quedaban sorprendidos al ver que su canasta y su calabazo no se vaciaban. Y lo que más sorprendía era que el niño, después de alimentarlos, con su manito los bendecía y en los presos quedaba una gran paz interior.

Mucho tiempo después, entre los siglos XVII y XVIII, pues no se tiene la certeza, los frailes dominicos llegaron al pueblo minero de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, México. Llevaban consigo una imagen de Nuestra Señora de Atocha, a quien la misma Orden custodia en España. Tal parece que el niño Jesús era desprendido de brazos de su madre para ser venerado en Nochebuena y Navidad y en algunas otras festividades. Esta costumbre, sumada seguramente a la leyenda del Niño Jesús que había auxiliado a los cautivos en España, propició la devoción de los indios ya no hacia la Virgen de Atocha, sino al Niño Jesús por sí solo, al grado que para finales del XVIII o principios del XIX se separa al niño de su madre para ser venerado aparte. Fue entonces cuando se le sentó en un sillón para sustituir los brazos de su madre. Algunos investigadores hacen referencia de que el Niño Jesús original de la Virgen de Atocha de Plateros se extravió y entonces los indios hicieron otro con rasgos más americanos, lo que quizá propició aumentar la devoción más por el Niño Jesús con rasgos indígenas que por la Virgen española. En cualquier de los dos casos, el hecho es que se separaron ambas imágenes y su culto aumentó a tal manera que el Santo Niño desplazó el culto del crucificado Señor de Plateros que aún es venerado en el mismo templo.

Muchos son los milagros que se narran sobre el Santo Niño de Atocha, como personas que por su intercesión fueron rescatadas en el siglo XIX de indios rebeldes que los habían capturado. Pero entre las narraciones de sus milagros una de las más famosas nos habla de que en 1829 una mujer de nombre Maximina Esparza cayó en la cárcel debido a sus malas costumbres. Estuvo presa en varios estados de la República y estando en Durango, donde permaneció alrededor de un año, movida por la desesperación invoco al Santo Niño de Nuestra Señora de Atocha para que le sacara del cautiverio. En algunas versiones de la leyenda se nos dice el Niño Jesús se le apareció, y en otras versiones se dice que se le apareció en forma de un apuesto joven. El Santo Niño le dice que le trae una pieza de pan "a nombre de su madre" y diciéndole que pronto estaría en libertad, lo que sucedió.

Al ser liberada  encontró al joven a las afueras de la ciudad, y Maximina, movida por el agradecimiento, le pidió que la llevara con su madre pues le quería dar las gracias por todas las atenciones. además, le preguntó al niño cuales eran los nombres suyo y de su madre. El infante le respondió que el suyo era "Manuel de Atocha" y su madre "María de Atocha", y que su casa estaba en Fresnillo, Zacatecas, y se separó de ella. Maximina, después de tener estos datos, decidió ir en busca del niño y su madre a Fresnillo para darles las gracias. Al llegar allí nadie sabía decirle con exactitud donde era la casa de esa señora, pero al describirle a cada uno como era el niño (o joven) le dijeron que se dirigiera a la iglesia y hablara con el cura. El sacerdote, al escuchar la historia de inmediato la llevo dentro del Santuario y Maximina quedó sorprendida al ver que el niño que la había socorrido era idéntico al Santo Niño de Atocha venerado en Plateros. Esta gracia divina llevó al arrepentimiento por sus culpas a la mujer, que dejó constancia del milagro mediante un ex-voto en el santuario.

Al ser un pueblo minero Plateros, hay constancia de varios milagros ocurridos a este gremio entre ellos destacan los de mineros que tras quedar atrapados en las minas a causa de derrumbes en la oscuridad aparecía un niño que les llevaba pan y agua y les daba esperanza y al poco tiempo podía salir de esa peligrosa situación. Otro milagro que es de destacar es el ocurrido al minero Mariano García en 1837, que fue golpeado por una piedra en la cabeza disparada por un barreno y lo tiró al suelo, comenzando a sangrar por la cabeza, nariz y boca. Invocó al Santo Niño de Atocha y al poco tiempo estuvo sano y sin quedar rastros del accidente.

Óleo de Nuestra Señora
de Atocha, Madrid.
Debido a los milagros que he narrado, al Santo Niño de Atocha se le considera patrón de los mineros, de los encarcelados y cautivos, y de los niños. Su devoción en el gremio de los mineros es tanta que en las minas no faltan los altares dedicados a él en cada una de los niveles de la misma, para que al bajar los mineros puedan encomendarse al Santo Niño. Su festividad, que es celebrada el 25 de diciembre, comienza con un novenario el 16 del mismo mes, con las famosas posadas mexicanas. Una peculiaridad de los rezos del novenario al Santo Niño de Atocha es que sus devotos tratan de invitar a muchos niños para que le recen y acompañen sonando panderos y sonajas y a los cualea al final se les reparten juguetes y dulces. Cabe decir que debido a la fecha en que cae su festividad, la Natividad del Señor en otras partes el Santo Niño de Atocha es celebrado en otros días: en Tabasco, por ejemplo, su fiesta es a 25 de enero, y en Izúcar, Puebla es celebrado en julio.

La devoción al Santo Niño de Atocha se fue acrecentando desde el siglo XIX especialmente gracias a una novena escrita por Calixto Aguirre quien, después de ser sanado de una enfermedad incurable, prometió al Santo Niño hacerle una novena en acción de gracias y en la misma recolectó varios de los milagros más importantes que se encontraban en los retablos del Santuario de Plateros. 

Durante el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, la devoción al Santo Niño de Atocha fue comparable a la de la Virgen de Guadalupe, y hasta la actualidad es la advocación de Cristo infante más popular y conocida de México, el éxito de esta advocación se deba quizá a que esta imagen al presentar algunos rasgos indígenas como dicen algunos investigadores trajo la devoción de los naturales y al ser el Niño de la Virgen de Atocha española también atrajo la devoción de los peninsulares, lo que logró la trascendencia de su culto.

Pero la advocación ha trascendido México. Desde el siglo XIX una imagen suya fue llevada a Chimayo, Nuevo México, donde existe otro santuario construido en su honor. Lo mismo sucede en Filipinas, donde tiene muchos devotos. En Cuba ha llegado a ser una de las representaciones del orisha Eleggua y su culto ha trascendido el ámbito católico. En el Santuario de la Virgen de Atocha, en Madrid, tiene dedicado un altar, pues reconocen la trascendencia del culto al Divino Infante en América, a pesar de no haber sido en España, sino en América donde se separó definitivamente al niño de su madre para ser venerado aparte. Del mismo modo, en España el Niño de Atocha no tiene la devoción que tiene su madre, y al contrario en América, Nuestra Señora de Atocha es prácticamente desconocida, a diferencia del Santo Niño que tiene innumerables templos, parroquias y capillas.
"El preso, el enfermo 
Niñito de Atocha a mi ver, 
Lo amparas y asistes 
Con tu gran poder; 
Y a ninguno dejas 
Niño, perecer 
Tú al preso le das libertad y ser; 
También al enfermo 
¿Quién lo podrá hacer?"



Lic. André Efrén Ordóñez Capetillo.


A 25 de diciembre además se celebra a  
Santa Eugenia, virgen y mártir.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Santidad Aragonesa

Pregunta: A mi tambien me ha sorprendido algunas preguntas y respuestas como a ti. También me ha sorprendido la respuesta que das del primer santo, yo a veces tambien me lo he preguntado asi que gracias por tan exahustiva respuesta mas de lo que yo hubiera esperado. Mi pregunta es mas facilita. Quisiera saber los santos y beatos nacidos en Aragón. España. 

Respuesta: Sí, hombre, como no, facilita facilita... A ver que podemos hacer: 

Santos Aragoneses:

San Valero de Zaragoza.
San Valero de Zaragoza, obispo y mártir. 28 de enero y 20 de octubre (traslación de las reliquias). 
San Braulio de Zaragoza, obispo. 18 de marzo y 19 de julio (Invención de las reliquias).
San José de Calasanz, presbítero fundador. 25 de agosto.
San José María Escribá de Balaguer, presbítero fundador. 26 de junio.
San Indalecio, obispo. 15 de mayo y 9 de agosto (fue obispo de Almería, pero era de Zaragoza).
San Lorenzo, diácono y mártir. 10 de agosto.
Santos Orencio y Paciencia, padres de San Lorenzo. 1 de mayo.
Santa Eurosia u Orosia, virgen y mártir. 25 de junio.
Santa Isabel de Portugal, reina. 4 de julio. 
San Lamberto de Zaragoza, esclavo mártir. 19 de junio.
San Pedro de Arbués, canónigo y mártir. 15 de septiembre.
San Pascual Baylón, religioso. 17 de mayo.
San Vicente, diácono y mártir. 22 de enero.
San José Pignatelli, presbítero jesuita. 14 de noviembre.
San Prudencio de Tarazona, obispo y mártir. 28 de abril.
Santo Dominguito del Val, acólito mártir. 31 de agosto.
Santa Engracia, virgen y mártir. 16 de abril (la tienen como aragonesa, pero nació en Braga, Portugal. Con ella se celebran los Santos Optato, Luperco, Sucero, Marcial, Urbano, Quintiliano, Julia, Publio, Frontón, Félix, Ceciliano, Evencio, Primitivo, Apodemo, Casiano, Matutino, Fausto y Januario. Algunos añaden a Cayo y Cremencio).
Santas Nunilón y Alodia, vírgenes mártires. 21 de octubre.
San Orencio de Auch, obispo. 1 de mayo.
San Victorián de Asán, abad. 19 de enero.
San Gaudioso de Tarazona, obispo. 3 de noviembre.
Santos Juan, Voto, Félix, Marcelo y Benito, ermitaños de Atarés. 29 de mayo.
San Úrbez de Nocito, eremita. 17 de diciembre.
San Ramón de Roda, obispo. 21 de junio y 16 de noviembre (traslación de las reliquias).
Los innumerables mártires de Zaragoza. 3 de noviembre.
San Ignacio Delgado, obispo dominico, mártir de Tonkín. 19 de julio.
San Fernando de Aragón, obispo de Caiazzo. 27 de junio.
Santos Juan de Cetina y Pedro de Dueñas, franciscanos mártires de Granada. 19 de mayo. Solo Pedro era aragonés.
San Íñigo de Oña, abad. 1 de Junio.

Santos de posible o dudosa pertenencia aragonesa: 

San Prudencio Galindo, obispo. 6 de abril.
Santos Atanasio y Teodoro (supuestos discípulos de Santiago el Mayor); Máxima, Leoncia, vírgenes; Flámulo, diácono; Draconcio, presbítero, y Eximino; mártires.

Beatos:

Beatos Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato, franciscanos mártires de Teruel. 29 de agosto. (eran italianos en realidad, pero predicaron y fueron martirizados en Teruel).
Beatos Luis Turón Aínsa, y 110 compañeros mártires. 6 de noviembre (son de las diócesis de Zaragoza, Barbastro, Teruel-Albarracín).
Beatos Domingo y Gregorio, dominicos. 27 de enero.
Beatos Secundino María Ortega García, y 19 compañeros claretianos mártires. 13 de agosto.
Beata María Pilar Izquierdo Albero, virgen fundadora. 27 de agosto.
Beato Florentino Asensio, obispo y mártir. 12 de agosto.
Beatos Felipe de Jesús Munárriz, presbítero, y compañeros mártires. 13 de agosto.
Bta. Ma. Pilar Izquierdo.
Beatos Dionisio Pamplona, presbítero, y compañeros mártires. 22 de septiembre.
Beatos José Calasanz Marqués, presbítero, y compañeros mártires. 22 de septiembre.
Beato Jaime I de Aragón, rey. 23 de julio. (pues sí, este rey nada ejemplar tiene permiso de culto para la Orden Mercedaria).
Beata Leonor de Aragón, reina, mercedaria. 25 de enero.
Beata Sancha de Aragón, princesa, mercedaria. 19 de octubre.
Beata Blanca de Aragón, reina. 12 de noviembre.
Beata Costanza de Aragón, reina. 17 de julio (en realidad era siciliana, pero casó con Pedro III de Aragón. Es la madre de Santa Isabel de Portugal).
Beato Ceferino Giménez Malla, laico, terciario franciscano mártir. 4 de mayo.

domingo, 18 de mayo de 2014

El Señor del Huerto de Atlacomulco

El Señor del Huerto
El nombre Atlacomulco viene del náhuatl y significa "lugar entre pozos de agua", antiguamente fue un poblado mazahua donde era adorado el dios de las lluvias, esto origino que a la llega de los misioneros cristianos se erigiera un templo en honor a la Natividad de María para acabar con los antiguos cultos en la zona.

Actualmente una de las devociones más populares en esta población que también es sede de la diócesis de Atlacomulco, es la del Señor del Huerto, la leyenda de esta imagen nos refiere que originalmente en el siglo XVII pertenecía a una mujer anciana que vivía en la población y que todos decían era una mujer sumamente bondadosa y solitaria que pasaba sus días cuidando un huerto de manzanas y haciendo oración ante la imagen de Cristo, cuando la mujer al fin recogía los cultivos de sus árboles frutales, la cosecha la repartía entre la gente pobre del pueblo. Después de algún tiempo los pobladores se percataron que la mujer tenía algunos días de no aparecer y decidieron investigar por lo que entraron a su casa y grande fue su sorpresa al encontrar a la mujer muerta arrodillada frente a la imagen de Cristo y sin signos de corrupción alguno en su cuerpo debajo de un árbol de manzanas, sino al contrario despedía un dulce olor perfumado.


Después de que los pobladores se encargaron de darle honrosa sepultura a la mujer, una familia se hizo cargo de la imagen de Cristo al cual se le comenzó a llamar “Señor del Huerto” en honor al huerto que con tanto ahínco cuidaba su dueña y en el que estuvo la imagen primigeniamente. Se dice que hacía 1810 la imagen se encontraba ya muy deteriorada y que milagrosamente aparecieron tres ebanistas que durante tres días y sin ingerir alimentos se dedicaron a restaurarlo y al pasar este tiempo los tres hombres desaparecieron milagrosamente sin dejar rastro.


Procesión del Señor del Huerto
Otro de los sucesos milagrosos que se cuentan sobre el Señor del Huerto y que es una leyenda bastante común de escuchar en imágenes milagrosas es la que sucedió cuando se decidió llevar la imagen del Señor del Huerto al templo de la Virgen de Guadalupe, se dice que a la mañana siguiente la imagen no se encontraba en su sitio y al buscarlo lo encontraron en el huerto que perteneció a la anciana, nuevamente lo llevaron al templo y al día siguiente se repitió el suceso, además que cada vez que se repetía este hecho la imagen se volvía más pesada, por lo que los pobladores decidieron construirle una capilla en aquel huerto. Otra versión de esta misma leyenda dice que cuando la imagen salía en procesión al pasar por el lugar del huerto se volvía más pesada dando señales con esto a sus fieles de que ese era el sitio donde se le debía construir un santuario.

La Festividad del Señor del Huerto se conmemora el tercer  domingo de septiembre. 


Por: Lic. André Efrén Ordóñez

lunes, 10 de junio de 2013

Culto e iconografía de San Antonio de Padua.

Llegando el día 13 de junio, fiesta de San Antonio de Padua, principal patrón de este Blog, junto a Francisco de Asís (4 de octubre y 17 de septiembre) y Catalina de Alejandría (25 de noviembre), quiero felicitaros a todos: los lectores asiduos, los que comentan, los que no me soportan, los que preguntan, los que colaboran, los que me llenan el e-mail de spam... a todos. Muchas bendiciones del santo.

Quiero hoy poneros unas breves notas sobre el culto a San Antonio y su iconografía, ambas muy variadas. Probablemente Antonio sea el santo más representado en el arte, junto a San Francisco, y más aún en estatuas para el culto. En las iglesias es frecuente ver sus imágenes, haciéndolo reconocible perfectamente. Tradiciones locales, leyendas, refranes y supersticiones, tienen a Antonio como objeto. Todos los continentes lo conocen, y su imagen se ha extendido, hace mucho, más allá de los límites de la Orden Franciscana.

Santo con fama de milagroso, encuentracosas, buscanovios, invocado para casi todo, patrono de pobres y mendigos, hombre de letras y excelente predicador… así es Antonio, querido y venerado en todo el mundo:

Culto:
San Antonio recibió culto prácticamente desde su muerte, y el día 13 de junio fue desde el inicio el día de su memoria litúrgica (aunque murió el 12) desde su canonización en 1232, el año siguiente de su muerte. Así mismo, Padua celebra el 17 de junio y en febrero, la traslación de las reliquias. El papa Sixto V, franciscano conventual, extendió la festividad a toda la Iglesia. Y Pío XII, en 1946, lo nombró Doctor de la Iglesia, aunque ya desde el siglo XV, al menos, era reconocido y representado como tal.

Devociones antonianas:
El Responsorio: Es la primera en el tiempo, conocida hasta hoy, el Responsorio es atribuido a San Buenaventura, pero que en realidad lo escribió Fr. Julián de Espira, en 1234.


Los trece Martes: Su origen es variado y no hay acuerdo, unos dicen que conmemoran su funeral, que ocurrió en martes, otros que comenzó siendo una novena realizada por una devota de Bolonia, que se prolongó cuatro martes más al no alcanzar lo pedido. Suelen celebrarse públicamente en iglesias franciscanas. Tiene su versión abreviada de los “Trece minutos a San Antonio”. 


El rosario: Es un tipo de corona, que repite padrenuestro, avemarías y gloria, por trece veces consecutivas. Su origen es del siglo XIX.

La Cruz de San Antonio: es una cruz griega, dedicada especialmente a San Antonio, con la imagen del Santo en el verso y su bendición en el reverso. Es una bendición que solía utilizar Antonio para con los demás: “He aquí la Cruz del Señor; huid todos mis enemigos. Ha triunfado el León de Judá, la Raíz de David. ¡Aleluya, Aleluya!

Oración a la lengua: En 1263 el cuerpo de San Antonio fue exhumado y se descubrió intacta la lengua, cosa extrañísima, ya que por su composición es de lo primero en corromperse. Fue puesta en un relicario, que actualmente se muestra en Padua. Esta oración es la única súplica que se conoce que vaya dirigida especialmente a una parte corporal del santo. O sea, se dirige a Antonio, pero haciendo mención especial de la lengua, y esto porque siempre alabó a Dios, y llevó a otros a alabarlo. Habló de él a los hombres e intercedió por ellos ante Dios.

El escapulario de San Antonio: Como todos los escapularios, son dos piezas unidas por cordones. En el caso del escapulario antoniano, los rectángulos son de color marrón, y los cordones blancos. Siempre puede ser sustituido por la medalla de San Antonio.

El pan de los pobres: Es la obra devota con más proyección social. Nació en Francia, en el siglo XIX y consistía en dos huchas o alcancías que se colocaban a izquierda y derecha de la imagen del santo. En una se ponían papeles con peticiones al santo, que se extraían y por las que oraban los miembros. En la otra, se ponía un donativo en metálico como acción de gracias, por la petición escuchada por el santo, y lo recaudado se dedicaba íntegramente a los pobres. Hoy ya no se practica, aunque muchas asociaciones caritativas sigan teniendo al santo como protector. Asimismo el día de su fiesta se acostumbra en Portugal y América, principalmente, a repartir dulces y panes bendecidos.


San Antonio, de azul.
Exvoto novohispano. Siglo XIX

Iconografía antoniana:
Por lo general, San Antonio es representado como un joven sin barba, y de figura estilizada. Aunque las excepciones existen, como las imágenes o lienzos patrocinados por los capuchinos, donde el santo sí que tiene barba, aunque nunca la clásica barba capuchina de tres palmos. Las pinturas más antiguas son más realistas y no inciden en la belleza, como sí que hace el barroco, que lo convierte en una figura feminoide, de movimientos y bellezas angelicales.

El hábito: Pues lo podemos hallar en diversas formas. El más común es el hábito marrón, con cordón de tres nudos a la derecha y el rosario a la izquierda. Sin embargo, las imágenes del barroco lucen cinco nudos, por las cinco llagas, y en América es común verlos de azul, a partir del siglo XVIII. En ocasiones, no es lo más acostumbrado, lleva capa corta, al estilo franciscano. Otro aspecto a señalar es que, dependiendo de la iglesia, podemos verlo de gris y con esclavina amplia, si el sitio es franciscano conventual, o con capucha larga y sin esclavina, si es un convento capuchino. Otras imágenes barrocas le presentan levantando el hábito a media pierna y dejando ver debajo el hábito agustino, recordando que perteneció a dicha orden.

El Niño Jesús: Es su elemento iconográfico más característico. Se dice que un anfitrión del santo, vio como el Niño Jesús visitaba a Antonio en su oración. Como sea, lo cierto es que las imágenes antonianas suelen darnos al santo con el Niño, principalmente en tres versiones:


San Antonio, con el Niño
y el lirio.
1: Arropándolo en sus brazos y mirándolo extasiado; estas suelen ser imágenes de gran expresión y ternura, son propias del barroco.
2: El Niño baja del cielo entre resplandores y Antonio abre sus brazos a él; en esta forma los lienzos y las estampitas piadosas son frecuentes.
3: El Niño sienta cátedra sobre un libro; aunque iconográficamente sea una solución para incluir el libro en las imágenes, la iconografía del Niño sobre el libro es más profunda: la sabiduría, predicación y enseñanza de Antonio está avalada por Cristo.

El libro: Como en los demás santos, el libro es símbolo de sabiduría y enseñanza. Pueden ser los evangelios, en caso de un apóstol, o un libro de Reglas, si es un Fundador. En el caso de Antonio, encierra su doctrina, predicación y magisterio, que le valieron ser Doctor de la Iglesia. Lamentablemente su faceta de milagroso ha escondido demasiado el conocimiento de su obra, expuesta en sus “sermones”.
 

El lirio: Símbolo de pureza por excelencia, representa consagración y amor virginal. Le acompaña siempre, en forma de una pequeña rama, nunca como una vara florecida, como en el caso de San José.

El corazón en llamas: La llama es símbolo de fe y amor que inunda el corazón del santo y se expande hacia los demás. Solo lo vemos en representaciones antiguas y escasas, ya que con la repetición iconográfica, se perdió este atributo.

El crucifijo: La cruz tiene muchos significados, y en general es pertenencia a Cristo y seguimiento radical. Es signo de victoria sobre el pecado y la muerte. No es muy frecuente en Antonio, ya que lleva al Niño Jesús, pero se puede ver en algunas pinturas barrocas, formando parte de su iconografía “ambiental” (cilicios, calaveras, libros, pluma de escritor). En algunos casos, pocos, lleva un crucifijo florecido de lirios, que recuerdan su victoria sobre las tentaciones carnales de juventud.

El pan: En numerosas esculturas, pinturas o estampas, San Antonio aparece dando pan a un pobre, o un niño, así como con una bolsa llena de panes. Proverbial era la caridad del santo, llegando a vaciar las despensas de las comunidades donde vivió; por otro lado, algo que Francisco siempre quiso, que no se guardara nada y se repartiera con los pobres.

La Virgen María: Un elemento propio de la pinturas de tema antoniano son las apariciones marianas al santo para darle al Niño. Y esto en diversas formas, Antonio jugando con el Niño, que permanece en el regazo de María; Antonio recibiendo el Niño de manos de María y, la más frecuente: María desde el cielo, contempla a su Niño en brazos de Antonio. Otra representación frecuente es la aparición mariana en el momento de la muerte de Antonio.

La custodia o copón: la vemos en el entorno del milagro ocurrido en Rímini o Tolouse (ambas ciudades se consideran el sitio del milagro) cuando un burro se postró ante el Sacramento, adorándolo, antes de acercarse a comer. Con este milagro, Antonio logró la conversión de varios herejes.

Cronología.
Himno y oraciones. 
Milagros de San Antonio.



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viernes, 31 de mayo de 2013

Nuestra Señora de la Luz, la censurada.


Madre Santísima de la Luz
Según se nos narra en el siglo XVIII el jesuita italiano Antonio Genovesi deseaba una imagen mariana que aumentara la devoción en sus fieles, entonces decidió pedirle a una mujer famosa por su piedad y visiones que le pidiese a la Virgen que los inspirase para hacer una imagen.

La Virgen se apareció ante la beata mujer reluciente halando con una de sus manos a un alma para que no cayera en las fauces de la bestia infernal, también un ángel ofrecía al niño Jesús que María llevaba en brazos, un canasto lleno de los corazones preservados del mal y accediendo a la petición le dijo a la mujer “observa bien mi traje, mírame atentamente y tal como me ves quiero ser retratada”. La misma Virgen le dijo a la mujer que quería ser venerada bajo el título de “Madre Santísima del Lumen o de la Luz”.

Dice Laureano Veres en su devocionario:
Miróla con grandísima atención la religiosa; y de una manera tan exacta y con tal viveza quedaron como estampadas en su imaginación las facciones bellísimas y la actitud de la celestial Señora, que bien pudiera decirse que esta imagen, grabada desde entonces en su fantasía, fue la primera copia que de la Santísima Virgen se formó”. 

Primera aparición
de la Virgen de la Luz.
A pesar de todo esto tal parece que la imagen no resulto como la Virgen la había pedido, tal vez después de todo la memoria de la mujer no fue tan exacta, por lo que la Virgen se volvió a aparecer ante la mujer para decirle: “vete, al pintor, que está actualmente con la obra entre manos: allá me hallarás, a ti sola visible; y entre tanto que tú teniéndome delante de los ojos, instruyeres con la voz al pintor, yo invisiblemente le dirigiré el pincel, de modo, que acabada la obra, cualquiera conocerá de su belleza más que humana, que inteligencia y arte superior había dispuesto los colores, y delineado la idea de la obra”, por lo que la mujer no tardó en dirigirse a Palermo, donde se encontraba el pintor.

Segunda aparición
de la Virgen de la Luz.
Al ser terminada la pintura con beneplácito la Virgen sonrió y la bendijo asegurando que obraría muchos milagros a favor de aquellos que la invocaran y honrasen con el nombre "Nuestra Señora de la Luz". Tal parece que los jesuitas posteriormente decidieron que la imagen debería ser destinada a una de sus nuevas casas en América, por lo que se decidió hacer un sorteo para decidir en qué lugar debería ser venerada la Madre Santísima de la Luz y tres veces realizaron el sorteo y las tres apareció nombrada la ciudad de León, Guanajuato, transcurría el año de 1732. El 2 de julio de ese año la imagen de la Virgen de la Luz fue recibida entre un gran jolgorio de la población de la, en ese entonces, villa de León.

Los jesuitas se encargaron de propagar el culto a la Madre Santísima de la Luz en toda América. Para 1742 en la iglesia de los dominicos de México ya existía una imagen de esta advocación en el altar de ánimas y se fundó una cofradía en su honor a la cual S.S. Benedicto XIV concedió varias indulgencias y privilegios. Hacia 1770 se menciona en un documento del Ayuntamiento de la ciudad de León enviado al virrey Gálvez, que la ciudad había jurado a la Santísima Virgen de la Luz, como patrona contra rayos y centellas.

En 1771 el IV Concilio Provincial Mexicano dispuso que se borrase el Leviatán en la imagen de la Virgen de la Luz y en adelante no se pintase más. Del mismo modo existía una prohibición de la Congregación de Ritos del 27 de enero de 1742 que ordenaba al obispo de Zaragoza, España, que se quitaran las imágenes de la Virgen de la Luz. Del mismo modo también hubo prohibiciones por parte del Consejo de Castilla, el obispo de Cádiz y el arzobispo de Sevilla. A pesar de todo esto el Concilio Provincial Mexicano después de escuchar a varios consultores juristas llegaron a la conclusión de que la imagen no debería ser prohibida. 

Virgen de la Luz censurada.
Ya no le acompaña el Leviatán.
Todo esto porque tal parece que la presencia de aquel ser infernal movía a confusión a los fieles quienes creían que “con solo invocar a la Madre Santísima de la Luz las almas podían salir de la condenación eterna” lo que como sabemos es imposible, pues nadie sale del infierno. Mucho se ha especulado al respecto y tal parece que algo más que llevó a que, en varias partes, la imagen fuera prohibida fue por su origen jesuita. Tal parece que el mismo S.S. Benedicto XIV prohibió su culto por un tiempo. Debido a todo esto en la Nueva España comenzaron a aparecer tratados apologéticos en defensa del culto a la Madre Santísima de la Luz, donde se explicaba el verdadero significado de la imagen de María al sostener aquella alma evitando que cayera al infierno, más no sacándola del mismo. Todo esto llevó a que en varias reproducciones de la Virgen de la Luz el dragón infernal sea sustituido por nubes, llamas, el rosario o algún otro objeto.

A pesar de todo esto el culto a la Virgen de la Luz especialmente en Nueva España se siguió extendiendo al grado que en 1784 el Santo Oficio de la ciudad de México fue notificado de una estampa que era distribuida de nombre “San José de la Luz” donde se mostraba al santo en la misma actitud y con los mismos simbolismos de la Virgen de la Luz.

Para 1849 el sacerdote Ignacio Aguado párroco de León, Guanajuato, junto con toda la ciudad juraron a la Virgen de la Luz como Patrona de León. Un año después debido a la epidemia del cólera la ciudad hizo voto perpetuo de solemnizar cada año los tres días anteriores a la Asunción, cantando públicamente las letanías lauretanas, poco después la epidemia cesó. En 1866 se concluyó el grandioso templo y actual catedral de Nuestra Señora de la luz siendo consagrado en el mes de marzo del mismo año. En 1872 el papa Pío IX declaró a la Santísima Virgen de la Luz patrona principal de la diócesis de León, Guanajuato. El 8 de octubre de 1902 es coronada pontificalmente.

Entre las festividades en honor a la Madre Santísima de la Luz se celebran el miércoles anterior a Pentecostés, el 31 de mayo y el 2 de julio (y en algunos otros sitios se tiene otras fechas). 

Lic. André Efrén Hernández.



Gracias, querido Andrés, por tu nueva colaboración, que cierra el mes de Mayo. Como dices, se prohibió representar al monstruo, y en algunas imágenes fue sustituido por llamas que aludían al purgatorio, humo que simboliza el pecado, nubes o simples manchones difuminados. Hay que decir que esta prohibición fue escasamente acatada y que aún pueden verse muchas originales, con el Leviatán asomando. La censura, necesaria, pone en duda el supuesto origen divino de la imagen, ya que nada dado por el cielo puede tener o inducir a error. Simplemente ha de ser un añadido posterior para darle importancia a la advocación. Y, como dices, tiene otros días de celebración. En Cuba tengo referencias de que el algún que otro sitio se le celebra el 1 de junio.

Hay otras imágenes marianas que llevan este título, pero con leyendas, festividad e iconografía distinta, como expresé en este artículo:

Cuenca, España.
Arroyo de la Luz, Caceres, España.
Cuart de Poblet, Valencia, España.
Liébana, Cantabria, España.
Lucena del Puerto, Huelva, España.
Tarifa, Cádiz, España.
Navajas, Castellón, España.
Avilés, Asturias, España.
Escorca, Islas Baleares, España.
Gran Canaria, España.
Catedral de Barcelona, España (
Candelaria neogótica de alabastro)
Los Silos, España.
A Coruña, España.
Peña Sagra, Cantabria, España.
Oviedo, Asturias, España.
Pontevedra, Galicia, España.
Bainoa, La Habana, Cuba. (Esta la restuaré y vestí yo, luego de sacarla de un trastero).
Peñalver, La Habana, Cuba.
Loon Bohol, Filipinas.
Cainta Rizal, Filipinas.
Kaliwanagan, Filipinas
Caracas, Venezuela.
Palermiti, Italia.


De seguro que hay muchas más (sin contar las Dolorosas que llevan este nombre), será cuestión de que vaya encontrándolas.

Ramón.


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