Mostrando entradas con la etiqueta Aquitania. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aquitania. Mostrar todas las entradas

miércoles, 2 de junio de 2021

Madre de un doble sacerdote.

Santa Mundana de Sarlat, viuda y mártir. 2 de junio, 5 y 31 de mayo.

Se nos dice que vivió en el siglo V y fue la madre del obispo San Sacerdote de Limoges (5 de mayo). Su marido se llamaba Labán, quien era un alto magistrado en Burdeos. Luego de arduas oraciones, obtuvieron la gracia de tener un hijo, a quien, para que quedara claro su destino, llamaron “Sacerdote”. Fue bautizado teniendo como padrino al el rey de Aquitania. Cuando Sacerdote fue ordenado presbítero y comenzó su fama de virtudes y milagros, Mundana y Labán abandonaron la vida matrimonial, dedicándose a vivir en castidad y haciendo caridad. Repartieron sus numerosos bienes, dando una mitad a los pobres y otra a la Iglesia. Además, dieron la libertad a sus esclavos, algunos de los cuales les siguieron sirviendo por amor, pues buenos amos eran. Ambos formaron parte de los discípulos de su hijo, ayudándole en su acción misionera.

Labán murió poco tiempo después, y Mundana tomó el velo monástico, sin dejar de seguir a su hijo, a la sazón elegido obispo de Limoges. A pesar de perder la vista, ella, como madre y discípula fiel, siempre le acompañaba. Sacerdote murió en 534, aún joven, con dolor de su madre. Cuando el cuerpo del santo descendía por el río Dordogne rumbo al monasterio de Calviat, donde sería sepultado, Mundana tuvo una inspiración divina y pidió la llevaran a “ver” el cuerpo de su hijo, a pesar de estar ciega. Dos mujeres la llevaron, y apenas tocó el cuerpo del amado hijo y maestro, recuperó la vista milagrosamente.

La tumba del santo en Calviat fue pronto una meta de peregrinos, quienes siempre podían encontrar allí a la santa viuda, a la vera del sepulcro de su hijo, rezándole e intercediendo ante él por los que le pedían oraciones. Ni siquiera se apartó de allí cuando los vándalos, de fe arriana, invadieron la zona. El 31 de mayo de 548, mientras se dirigía a su acostumbrada cita con su hijo, fue apresada por los vándalos arrianos. Estos, al saber quién era y adonde iba, la asesinaron sin piedad junto a sus acompañantes. En aquel sitio donde cayó su sangre martirial brotó una fuente, donde los aquejados de dolores de cabeza y de los males de la vista.

Las reliquias de Mundana, Sacerdote y sus compañeros mártires se veneraban en Sarlat hasta 1575, cuando los herejes hugonotes las profanaron. Alguna reliquia del santo dicen se conserva en Sigüenza, pero serían las de San Martín, obispo cisterciense.

Fuente:
-"Les vies des Saints". Tome Second. ADRIEN BAILLET. 1704.

martes, 1 de junio de 2021

El derrota ídolos.

San Claro de Aquitania, obispo y mártir. 1 de junio. 

Su leyenda narra que fue enviado a evangelizar Aquitania por el papa San Cleto (26 de abril) a finales del siglo I. Al parecer predicó junto a cinco compañeros en la zona de la “colonia Albi” romana, la actual Albi. Cuenta su “historia” que apenas comenzó a anunciar el Evangelio de Cristo, los ídolos caían por si solos de sus pedestales. Fue arrestado y obligado a sacrificar a los dioses, pero él se negó. Entonces, lo arrastraron sobre arbustos espinosos y finalmente fue decapitado ante el altar de la diosa Diana, cuya imagen estalló en pedazos al ser regada con la sangre del santo. Esto logró numerosas conversiones. 

Las reliquias del santo mártir se veneraron en Lectoure hasta el siglo VIII, cuando San Carlomagno (28 de enero) las trasladó a Burdeos, por temor a que fueran profanadas en una de las crecientes invasiones de los sarracenos. Allí se le venera con los mártires Justino, Geroncio, Severo, Policarpo, Juan y Babilás. 

Se le invoca contra las enfermedades de los ojos, por el significado de su nombre: "claro". 


A 1 de junio además se celebra a:

San Elías de Cilicia
y comp. mártires.
San Ronan,
abad y obispo.
San Simeón,
eremita carmelita.

San Meubred,
ermitaño y mártir.






martes, 27 de abril de 2021

Del apóstol y taumaturgo de Castelsarrasin

San Alpiniano de Limoges, presbítero. 27 de abril.

Según la leyenda de San Marcial de Limoges (30 de junio), Alpiniano fue un presbítero que, juntamente con el también presbítero San Austricliniano (15 de octubre), colaboró con el santo obispo en su misión evangelizadora en las Galias. Alpiniano misionó principalmente en la región de Aquitania. Las ciudades de Rodez, Tolosa, Agen, Périgueux y Cahors se dicen evangelizadas por este santo. Realizó muchos milagros, por medio de los cuales convirtió a poblaciones enteras a la fe de Cristo.

Subió al cielo en 250 y fue sepultado junto a San Marcial. En el siglo X las reliquias se trasladaron a al monasterio de Ruffec. En el siglo XII se le fabricó un maravilloso relicario de oro y esmaltes, de los célebres esmaltes de Limoges, del que se dijo era el relicario más grande y hermoso de Europa. En el siglo XIII fue trasladado a Castelsarrasin, donde aún goza de culto popular.

A 27 de abril además se celebra a













NOVEDAD

MI LIBRO ELECTRÓNICO

"TUS PREGUNTAS SOBRE LOS SANTOS

(SANTOS PATRONOS DE LAS ENFERMEDADES)

YA ESTÁ DISPONIBLE.


 

sábado, 3 de febrero de 2018

De palomas, fuentes y sordos.

San Hadelin de Celles, ermitaño. 3 y 11 de febrero.

Fue originario de Aquitania, donde nació sobre 617. Siendo muy joven entró al monasterio benedictino de Solignac, fundado por San Eloy (1 de diciembre), al tiempo que era abad San Remaclio (3 de septiembre), quien había tomado el hábito monástico en Luxeuil. Cuando en 641 San Eloy fue nombrado obispo de Noyon y dejó Solignac, Remaclio dejó también el monasterio junto a Hadelin, para fundar un nuevo monasterio en Les Ardennes. Yendo de camino se detuvieron a descansar y Remaclio vio como un ángel protegía a Hadelin del sol. Cuando este despertó, Remaclio le preguntó que había soñado y Hadelin le contó que había soñado con una paloma blanca que volaba sobre su cabeza.

En 648 Remaclio fundó el monasterio de Stavelot y Hadelin vivió un tiempo en él, hasta que deseó una vida más retirada y se fue como ermitaño a una cueva en las afueras de actual ciudad de Celles, Bélgica, que precisamente se llama así por las celdas erigidas por Hadelin y los discípulos que tuvo al cabo de un tiempo.

La leyenda, que se lee igual de otros santos fundadores, cuenta que sus discípulos estaban trabajando en el calor del verano con gran sed, por lo cual Hadelin golpeó con su báculo el suelo y en el acto brotó una fuente. Otra leyenda, que le ha consagrado un patronato, narra que estando predicando en Dinant, una mujer le seguía humildemente sin decir una palabra, pero con gran angustia en su rostro. Preguntó Hadelin quien era y le dijeron era una sordomuda que esperaba pacientemente ser sanada por él. Entonces Hadelin hizo una oración, trazó la señal de la cruz sobre la mujer y esta habló y oyó por primera vez. A otra mujer pobre socorrió el santo cuando un toro rompió la puerta de su casa; Hadelin hizo la señal de la cruz sobre los trozos de madera y estos se recompusieron, armándose la puerta de nuevo.

Relicario del santo.
Hadelin falleció en 690, con 73 años de edad. Fue sepultado en su ermita y en 704 fue trasladado a una capilla elevada en acción de gracias por los devotos, a causa de sus muchos milagros. En 1030 se construyó una nueva iglesia que aún existe y a la cual se trasladaron las veneradas reliquias, siendo puestas en un bello relicario. En 1338 los monjes se trasladaron a Visé, donde el culto a Hadelin continuó firme hasta hoy en día. Es abogado de mudos, sordos y retrasados mentales.


A 3 de febrero además se celebra a 





jueves, 31 de agosto de 2017

Paulino, "el trasladador".

San Paulino de Tréveris, obispo. 31 de agosto.

San Paulino.
Cripta de su iglesia. Tréveris.
Era originario de Aquitania y fue discípulo de San Agricio (13 y 19 de enero). En 349 murió el obispo San Maximino (29 de mayo, traslación de las reliquias, y 12 de septiembre), del que era amigo y quien le ordenó presbítero. Como era de esperar, Paulino fue elegido su sucesor. Una de sus primeras acciones fue la traslación a la catedral de las reliquias de Maximino, sido que había enterrado en un cementerio a las afueras. La leyenda cuenta que los fieles que habían elevado una pequeña ermita sobre la sepultura, no querían perder las preciosas reliquias. Entonces se apertrecharon en torno a la tumba, pero una terrible tormenta se descargó sobre ellos y no cesó hasta que Paulino llegó a la tumba del santo. Vieron esto como un signo del cielo y dejaron partir las reliquias del santo obispo.

En 353, durante el Sínodo de Arlés, fue el único obispo que se enfrentó al emperador al defender a San Atanasio (2 de mayo), como ya había hecho Maximino en su momento. Esto le valió el destierro en Frigia, donde pasó 5 años pasando estrecheces y penurias. Y allí murió en 358. Por eso en ocasiones se le llama mártir. En 396 el obispo San Félix de Tréveris (26 de marzo) trasladó sus reliquias y las colocó en la iglesia de San Mauricio y la Legión Tebana (22 de septiembre), hoy iglesia de San Paulino. Por diversos avatares, las reliquias se perdieron y fueron halladas en 1072 en la cripta, también olvidada. En 1914 se hizo un reconocimiento de las reliquias y se constató la presencia del relicario del siglo V, así como una placa del mismo tiempo. En la misma iglesia se veneran las reliquias de San Materno de Tréveris (14 de septiembre; 22 de octubre, traslación de las reliquias, y tercer sábado de Pascua, en Schelestadt).



Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IX. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 31 de agosto además se celebra a
San Osorio Gutiérrez, conde y monje.
Beata Isabel de Francia, princesa.
San Ramón Nonato, religioso mercedario.

miércoles, 28 de mayo de 2014

De una pintura y una conversión

Facebook sigue dándome trabajo, y realmente, las preguntas que de allí vienen son de las que más me gusta responder, pues casi siempre están relacionadas con alguna obra, su iconografía, ya sea para explicar un atriuto o para identificar a algún santo que se resiste a ser catalogado. Y cuando la hacen amigos que aportan, que suman y no restan, y que son expertos en estos temas, además de gusto da honra y me hace más responsable de la respuesta. Y ya está, vamos al tema, ¿no?, que promete.

"Conversión de San Guillermo".
Retablo de Guadalupe, iglesia Regina Coeli, Ciudad de México.
Las otras conversiones de la serie son
las de San Ignacio de Loyola, San Pablo y San Agustín.
Pregunta: Ramon Rabre, ¿tu sabes que representa esta escena? México.

Respuesta: "Conversión de San Guillermo", pone la obra. No atinaba a saber de cual de los varios santos de nombre Guillermo sería, pues muchos hay. A los pocos minutos vino mi mente a socorrerme, y recordé entre mis archivos tenía una obra muy parecida y ¡voilá!, ya sabía quien era:

San Guillermo de Malavalle, "el Grande", penitente, fundador. 10 de febrero y 23 de octubre (agustinos).
Hay que dividir esta "vida" en dos partes: una histórica, posterior a cuando Guillermo se hace conocido, y una legendaria, que intenta explicar su vida anterior. Según Butler (Lives of Saints. Tomo II) los primeros datos sobre Guillermo los recogió su amigo y discípulo Alberto, de boca del mismo Guillermo, aunque es probable que solo haya escrito después de muerto el santo y sin contarle nada este, pues solo recoge datos desde 1153, cuando Guillermo se hizo famoso, callando datos anteriores que han tenido que llenarse con datos tomados erróneamente de las "vitae" de otros santos del mismo nombre.


Lo primero, históricamente hablando, que de Guillermo se sabe es que en 1153 se estableció en un islote de la Toscana, llamado Lupocavio. Allí hizo una ermita y se dedicó a la contemplación y a la penitencia. Uno más de tantos eremitas que hubo. Pronto se le juntaron compañeros para imitar su vida, pero como sus penitencias y oración eran casi inimitables, el fervor de estos compañeros decayó, y Guillermo los dejó, para volver a vivir solo en Monte Prunio. Allí volvió a tener discípulos, pero estos resultaron ser unos malandrines pedigüeños de limosnas a los peregrinos que le visitaban, así que cuando los reprendió, estos lo echaron a palos. Regresó a Lupocavio, donde sus antiguos compañeros, ya cenobitas, no le admitieron. Y se fue entonces a un valle desértico, cerca de Castigline, Siena, conocido como Maleval, o "valle malo" donde nadie se atrevía a meterse, por las leyendas de diablos y espíritus que rondaban por allí.

Estamos ya en 1155. En Malavalle, como se conoce normalmente en español, Guillermo se metió en un hueco excavado en la tierra, una madriguera a saber de que animal, hasta que siendo visitado por el señor de Burian, este mandó a unos sirvientes le hicieran una celdita. En 1156 llegó a él quien sería su discípulo, amigo y biógrafo, como dije: Alberto, quien narra que Guillermo vivía de raíces, hierbas y frutos salvajes, en completa soledad, salvo por los molestos insectos, víboras o fierecillas que moraban por esas zonas. Solo comía un trozo de pan tres veces a la semana, no bebía vino sino diluido en agua. Levaba constantemente un cilicio, dormía en el suelo.


Estando para morir, Alberto le pidió no le dejara solo, y Guillermo le profetizó que en breve tendría un compañero, y aún serían más. Y se cumplió, pues ese mismo día, estando a la puerta de la celda, vio llegar un hombre que venía buscando el abandono del mundo, la penitencia y la oración, bajo el ejemplo y enseñanzas de el famoso Guillermo: Era Rainaldo, un médico. Alberto, temeroso de que la muerte inminente de Guillermo le hiciera abandonar, le pidió le curase, y si no lo lograba, hiciera sus votos a Dios inmediatamente. Y fue lo segundo lo que sucedió: San Guillermo le dio su bendición, le aceptó como discipulo, para inmediatamente morir en brazos de Alberto y en presencia de un sacerdote de Castigline, que le visitaba y le dio la comunión. Era el 10 de febrero de 1157.

Guillermo, penitente
y cargado de cadenas.
Ya solos Alberto y Rainaldo comenzaron a vivir las enseñanzas de Guillermo, que el primero de ellos había ido escribiendo, elaborando una sencilla Regla, aprobada en 1211 por Inocencio III. Y dieron comienzo a la Orden de los Guillermitas, que tuvo conventos en Italia, Francia o España. Eran monjes simples, duchos en la agricultura, innovaron muchísimo en esta labor, llevando sus enseñanzas a los pueblos durante las guerras, enfermedades y hambrunas. Se les considera inventores del sistema de regadío. Fueron absorbidos por los Ermitaños de San Agustín. San Guillermo fue canonizado bastante rápido, el 8 de mayo de 1202, por Inocencio III, aunque antes de los 20 años de su muerte Alejandro III había aprobado su culto. Hubo un monasterio sobre la tumba de San Guillermo, del que se conserva aún una ermita. Perdido el monasterio, sus reliquias serían trasladadas a la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Malavalle. 

Y esto es la historia, y todo bien. Es cierto que existió Guillermo Duque de Aquitania "el Trovador", pero murió 50 años que San Guillermo, y cuando se elaboró la leyenda, el otrora ducado independiente de Aquitania había sido absorbido por el reino de Francia. Pero un santo fundador no podía tener un pasado desconocido, por lo que había que dotarle de una vida edificante ya fuera en obras, palabras, milagros. Y fue lo que hizo, entre otros, el monje Teodobaldo.  Se tomaron vidas de santos del mismo nombre, o leyendas comunes a diferentes santos y se elaboró una "vida" anterior a la escrita por Alberto. Y es lo que toca ahora:


La leyenda:

Ni siquiera hay uniformidad, pues a base de añadir datos casi parecen vidas diferentes las que del santo se conocen. Los Bolandistas lo pusieron "a caldo", negando validez a todas, y salvando únicamente los escritos de Alberto, y aún con anotaciones, como verdaderos. La leyenda dice que Guillermo era duque de Aquitania (aquí copiaron de San Guillermo de Tolosa, 28 de mayo, del que se dice lo mismo), y conde de Poitiers. Llevaba una vida disoluta, alejado de la fe cristiana, siendo mal gobernante y enemigo de la paz y las buenas costumbres. Llegó a tomar por la fuerza a la mujer de su hermano y hacerla su concubina.


En 1130 murió el papa Honorio II y una mayoría cardenales eligieron fraudulentamente al antipapa Anacleto II, y una minoría, que incluso le abandonaría, eligió a Inocencio II. Mientras Anacleto se hacía consagrar solemnemente, Inocencio hubo de huir a Francia, donde le apoyaban la mayoría de los príncipes cristianos. Se convocó un Concilio en Francia, donde la voz cantante la llevó San Bernardo de Claraval (20 de agosto), que se decantó oficialmente por Inocencio II. Todos los príncipes y nobles franceses apoyaron a San Bernardo, menos el duque de Aquitania, supuestamente nuestro Guillermo, que apoyaba a Anacleto. San Bernardo se reunió con él en Poitiers, siendo imposible convencerle.

Guillermo, libre de obediencia al que Francia consideraba papa, desterró obispos fieles a la Iglesia, se incautó bienes eclesiásticos, expulsó monjes... vamos, un desaguisado. San Bernardo volvió a reunirse con Guillermo, pero este, erre que erre, se negó a restituir nada a la Iglesia, ni a admitir a los obispos o religiosos expulsados. Incluso prohibió a San Bernardo entrar a cualquiera de las iglesias de sus territorios. Pero este, ni caso, se dirigió a la catedral a cantar misa. Guillermo le siguió y entró en el momento en que San Bernardo elevaba el Sacramento. Y se produjo el milagro: un rayo de gracia tocó el corazón de Guillermo, que cayó a los pies de San Bernardo, arrepentido de su impiedad y maldades. Y es el motivo de esta y otras obras que recogen la "conversión de San Guillermo". Y ya la historia pondría en su sitio a Anacleto a Inocencio, nosotros seguimos con la leyenda de San Guillermo.

San Guillermo y el dragón
Arrepentido pues, quiso buscar dirección espiritual, y se acercó a un ermitaño que vivía cerca de su castillo, pero este espantado al ver llegar a semejante déspota, no quiso saber de él, ni le creyó su arrepentimiento. Y se fue adonde otro eremita que, conociendo la verdad por una revelación, le dijo que vendiera todos sus bienes alos pobres, fundiera su armadura y forjara un vestido de cadenas y con esto puesto y descalzo, fuera pedir perdón al papa. Y así hizo, se quedó desnudo y un herrero le hizo un vestido de cadenas, y descalzo se fue a Roma. El papa le recibió, pero no le creyó su arrepentimiento, diciéndole "aunque Dios puede hacer hijos de Abraham de las piedras [Mt. 3, 9], no tengo razón para creer que convierta a lobos en ovejas". Así que le pidió tiempo y pruebas, enviándole de peregrinación a Jerusalén, a escuchar el juicio del Patriarca jerosolimitano. Pero este era hijo de un exfuncionario de Guillermo, que las había pasado duras, así que le exigió más penitencia.

Nueve años vivió Guillermo en una celda sin techo, cerca de la residencia del Patriarca, con su vestido de cadenas y un manto de pelo, ayunando a pan y agua,y con una piedra como almohada. Al cabo de este tiempo, sus familiares, informados por unos marineros, fueron a buscarle para llevarle de nuevo a casa, para que gobernara, ya de otra manera, con justicia y caridad. Se dejó convencer, y camino de casa, pasó por Lucca, que estaba en guerra. Sabiendo quien era, los lucanos le pusieron al frente de sus ejércitos, prometiéndole bienes y riquezas. Pero Dios tenía otros planes, así que antes de entrar en batalla, le dejó ciego (y esto lo metieron aquí, sacándolo de la leyenda del soldado eremita San Guillermo de Mariemont, 16 de octubre). Arrepentido, prometió volver a la penitencia si sanaba, cosa que pasó, así que volvió a Jerusalén. En el viaje de regreso la nave fue atacada por los sarracenos, pero al verle tan pobrey penitente le dejaron en paz. Dos años vivió en Jerusalén, pero intranquilo, porque sus familiares sabían donde estaba, así que desapareció en la noche y se fue de peregrino a Santiago de Compostela. Al regresar, se quedó en Italia, donde ya sabemos estuvo de eremita. Otra leyenda (copiada de San Guillermo Firmatus, 24 de abril) dice que dominaba los animales, pues unas fieras le atacaron y él hizo se devorasen entre ellos. También predicaba a los pájaros y incluso expulsó un dragón que asolaba las cosechas aterrorizando a los campesinos de Castigline.

Y aquí la leyenda entronca con la historia que vimos anteriormente: Lupocavio, Monte Prunio, Malvalle, etc. Se le llama "el Grande", porque su vida (su leyenda, vamos) inspiró a muchos ermitaños y se le consideraba uno de los modelos y padre de los penitentes. Es patrono de los herreros, armeros, hojalateros y trabajadores del plomo.



A 23 de octubre además se celebra a  
San Teodoro de Antioquía, presbítero mártir.
San Juan de Capistrano, presbítero franciscano


NOVEDAD

MI LIBRO ELECTRÓNICO

"TUS PREGUNTAS SOBRE LOS SANTOS

(SANTOS PATRONOS DE LAS ENFERMEDADES)

YA ESTÁ DISPONIBLE.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...