Mostrando entradas con la etiqueta Pascua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pascua. Mostrar todas las entradas

jueves, 25 de marzo de 2021

De un crimen y una manipulación.

San Guillermo de Norwich, niño mártir. 25 de marzo y 15 de abril, Invención de las reliquias. 

El 25 de marzo de 1144, Sábado Santo, mientras un monje paseaba por el bosque de Thorpe, notó un saco que colgaba de un árbol, lo bajó y al abrirlo, descubrió dentro el cadáver violentado de un niño. Fue sepultado en el mismo sitio sin más ceremonia que una simple cruz. Sin embargo, a la semana comenzaron los rumores de que aquello habría sido un asesinato ritual a manos de judíos, debido a que había ocurrido en la Semana Santa. El Lunes de Pascua un cortejo civil y eclesiástico se dirigió al bosque y, abriendo la improvisada tumba, se sacó el cadáver. Unos jóvenes identificaron el cuerpo como el de Guillermo, de 12 años, aprendiz de curtidor. 

A pesar que la acusación contra los judíos se hizo en firme, estos eran protegidos del rey, y por la escasez de pruebas no se pudo actuar contra ellos. La Iglesia permitió el culto que los monjes dieron al niño en su propio cementerio, y poco más. Sin embargo, en 1149 ocurrió un hecho que cambiaría todo: un judío llamado Eleazar fue asesinado por hombres de Sir Simón de Novers, pariente cercano de Turbe, obispo de Norwich. Cuando los judíos pidieron justicia por este crimen el obispo esgrimió el crimen del Guillermo como contraataque. Los judíos, para evitar ser culpados de este asesinato, con las consecuencias que les traería, decidieron no exigir castigo y a su vez, pagaron una fuerte multa al rey, quien se había desplazado a Norwich para el caso. 

Tomás de Monmouth, monje testigo de todo aquello contó la historia y, además, propició el culto del niño mediante fabulaciones, con la ayuda del obispo Turbeville y el prior de su monasterio. En 1150 él mismo habría tenido unas apariciones en las que se le ordenaba trasladase el cuerpo de Guillermo desde el cementerio a la Sala Capitular del monasterio. Así se hizo, y en 1151 se trasladó a la catedral, comenzando el culto público. El 5 de abril de 1154 se trasladaría solemnemente a una nueva urna relicario en el ábside de la misma catedral, un sitio importantísimo. También hubo una capilla en el bosque, en el sitio del hallazgo del cuerpo, que sería demolida en tiempos de la persecución de Enrique VIII. 

La leyenda fue acompañada de la publicación de estupendos milagros y una leyenda que caló enseguida: sus padres se llamaron Wenstan y Elwinay, que el niño hacía milagros desde que tenía tres años, que sabía los salmos de memoria, que ayunaba tres días a la semana, o que se infligía duras penitencias en consideración a la Pasión de Cristo. El lunes de Semana Santa de 1144 la madre del niño fue sacada del pueblo diciéndole que le daban empleo en la cocina de un canónigo. Esta fue y el niño quedó solo. Entonces los judíos lo llevaron con engaños a casa de uno de ellos, para no ser visto más con vida. El Miércoles Santo fue llevado ocultamente a la Sinagoga y luego de unas oraciones blasfemas, le coronaron de espinas, lo crucificaron y le atravesaron el costado con una lanza. Según el falsario Tomás de Monmouth, esto lo supo de primera mano, al contárselo una mujer testigo de los hechos y que habría visto el martirio estando oculta. El Viernes Santo el cuerpo habría sido metido en el saco y llevado al bosque de Thorpe, donde ya sabemos fue hallado. Todo esto estaría confirmado por Teobaldo, un monje converso del judaísmo, quien detalla los crímenes (inventados) que cometían los judíos con niños cristianos. Añade Tomás otros detalles “probatorios”, como la comprobación de las llagas provocadas por las espinas, los clavos y la lanza. Esta comprobación, según él, se habría llevado a cabo al examinar el cuerpo en cada traslación. 

Además, nos dicen que un hombre llamado Aelward, estando para morir en 1149 confesó que él habría visto a los judíos entrando en el bosque con el cadáver en el saco. Al descubrir a Aelward, los judíos habrían huido y sobornaron al Magistrado del Norwich con 100 marcos de plata para que se callase. Y este mismo Magistrado hizo, a su vez, que Aelward se callara bajo pena de matarle. Está claro que de este Aelward no hay rastro ni prueba alguna, pues que se nos aclara que para 1154, cuando se escribe la “historia”, ya estaba muerto. 

El culto al niño Guillermo fue muy popular, aunque nunca como el de San Simón de Trento (24 de marzo) o San Cristóbal de La Guardia (25 de septiembre). Mucho menos fue canonizado, aunque el culto popular le llamara santo. En el siglo XVI el culto había disminuido bastante. Sin embargo, a pesar del poco culto católico, la historia de Guillermo ha hallado gran interés entre los historiadores hasta recientemente, quienes han dado varias explicaciones del hecho. Desde el crimen sexual, el ritual, la venganza, un asalto que salió mal, etc. Más de uno considera que el verdadero criminal fue el judío converso Teobaldo. Otros apuntan a que pudo haber ocurrido algo parecido a lo que cuenta Socratés Eclesiástico en el siglo V que pasó en Inmestar: "los judíos, mientras se divertían en su forma habitual con una variedad de deportes, algunos impulsados por la embriaguez, fueron culpables de muchos desmanes. Comenzaron a burlarse de los cristianos, e incluso de Cristo mismo; y en la burla a la cruz y a los que ponen su confianza en el Crucificado, agarraron a un muchacho cristiano, y habiéndolo atado a una cruz, comenzaron a reírse y a burlarse de él. Pero en poco tiempo se comportaron con tanta furia que azotaron al niño hasta que murió bajo sus manos." 

Hay que decir que de este hecho no se produjo persecución o matanza de judíos en la zona, pues aunque en 1190 hubo una revuelta contra los judíos en Norwich, no fue resultado directo del asesinato de Guillermo. Pero esta historia sí que sirvió de base para que otros crímenes contra niños en esos siglos fueran achacados a los judíos, quienes en otros casos no corrieron con la misma suerte.  


Fuentes:
-Vidas de los Santos. Tomo III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.


Otros "niños mártires de los judíos" son:

San Simón de Trento. 24 de marzo.
Beato Andrés de Rinn. 12 de julio y 21 de septiembre (traslación de las reliquias).
San Werner de Oberwesel. 19 de abril.
San Rodolfo de Berna. 17 de abril.


A 25 de marzo además se celebra a

 




martes, 17 de abril de 2018

De un papa "peluquero".

San Aniceto, papa. 17 y 20 de abril.

Aniceto y Policarpo disertando.
Aniceto nació en Siria y fue hijo de un legionario romano. Fue presbítero en Roma, y electo obispo de Roma en 155, sucediendo a San Pío I (11 de julio). Uno de los hitos de este papado es la condena de Marción y su herejía montanista, evidenciando una vez más la importancia de la sede romana entre las demás sedes apostólicas.

Apoyó nuestro santo a San Justino Mártir (1 de junio) en la fundación de su escuela apologética. Junto a San Policarpo (23 de febrero) Aniceto concilió varios asuntos de disciplina eclesiástica entre las Iglesias romana y orientales, mas no pudo conciliar el asunto de la celebración de la Pascua: las iglesias de Oriente la celebraban el día 14 de Nisán, mas la iglesia romana siempre la celebraba el domingo de Plenilunio. Unos 30 años después volvería a tocarse el tema, bajo el papado de San Víctor I (28 de julio), infructuosamente también. En 325 se llegó a un acuerdo definitivo en el célebre Concilio de Nicea: Hoy todas las iglesias católicas celebran la Pascua en domingo.

Aniceto gobernó unos doce años, según Eusebio, aunque no todos los historiadores se ponen de acuerdo en esto. Ciertamente fue un tiempo de reafirmación de la fe católica y del asentamiento de algunas normas para los clérigos. Aniceto ordenó la tonsura para los clérigos, prohibiéndoles llevar el pelo largo. San Gregorio de Tours (17 de noviembre) dice que esto fue norma de San Pedro, para recordar la corona de espinas del Señor, pero no, es una norma del siglo II.

Algunas tradiciones hacen mártir a Aniceto en 167, imperando Marco Aurelio, pero realmente no hay testimonios fehacientes de tal martirio. Fue sepultado en el cementerio de San Calixto (14 de octubre). En 1590 consta la trslación de una cabeza de "San Aniceto" a la iglesia de los jesuitas de Baviera, donde aún se venera. Sin embargo, tiene más fundamento otra traslación: En 1604, al vaciarse las catacumbas de Calixto, las reliquias del santo fueron a parar a Altaemps, donde el Duque Juan edificó una bella capilla para guardarlas. Actualmente ya no es una casa privada, sino un edificio público, siendo San Aniceto el único papa que no yace en una iglesia o edificio religioso.

Otros santos papas son:

San Calixto I. 14 de octubre.
San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Agatón. 10 enero.

San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.
San Celestino I. 6 de abril.
Beato Benedicto XII. 25 de abril.

A 17 de abril además se celebra a








domingo, 25 de marzo de 2018

Sea en marzo o diciembre, fiesta grande es.

La Anunciación de la Santísima Virgen María. 25 de marzo.

Esta festividad está unida indisolublemente a la Pascua. Desde el siglo III ya era creído en la Iglesia que Nuestro Señor Jesucristo había padecido en la Cruz un 25 de marzo. Un testimonio de ello lo da Tertuliano en su "Adversus Iudeos". Una tradición judía, extrabíblica, decía que los profetas morían el mismo día en que se encarnaban. Reminiscencia de ella la hallamos en San Hipólito (22 de agosto), o más acá en el tiempo, en San Agustín, quien en "De Trinitate" dice que Jesús fue ejecutado a 25 de marzo, el mismo día en el cual que había sido concebido. Siguiendo esta creencia piadosa, la Iglesia colocó la Encarnación del Verbo Eterno el mismo día de la Muerte del Señor, a 25 de marzo. Esta fiesta habría sido una de las primeras en ser celebradas por la Iglesia y marcaría todo el Año Litúrgico, pues a partir de ella se colocarían otras festividades: la Natividad del Señor a 25 de diciembre, la Circuncisión a 1 de enero y la Presentación a 2 de febrero. Igualemente hay que recordar que esto no es lo importante, sino los acontecimientos, pues la Iglesia celebra sucesos y no fechas históricas.

Es en este marco de la contemplación de Pascua en el que es colocada esta festividad, sin tener una connotación mariana. Para ello tendremos que esperar más en el tiempo y en la evolución de la comprensión del misterio mariano dentro de la teología y la liturgia de la Iglesia. Pascua, Pentecostés, Encarnación y Natividad van a ser las primeras fiestas de la Iglesia, junto a las memorias de los mártires, siempre de manera local. La Anunciación se enmarca siempre unida a la primera: la Pascua. Testimonio importante es la dedicación de una iglesia a este Misterio de la Anunciación en Nazaret, nada menos que en el año 400. La Dedicación de las iglesias solían ser acontecimientos con gran carga teológica, y si una se dedica a este hecho sin duda estamos ante una prueba de una celebración litúrgica de lo conmemorado. En este mismo siglo San Proclo de Constantinopla (24 de octubre) dedica un sermón a este misterio de fe, enmarcado en su celebración.

Sin embargo, la importancia que la Cuaresma va tomando a partir del mismo siglo V, hará que tanto en Oriente como en Occidente, la Anunciación no se establezca por igual en todos lados, ni aparezca con la solemnidad que merecería, sino que en algunos años sea suprimida o al menos pasada por alto. Tal vez por ello existió, según testimonio de San Abramio (16 de marzo) esta misma fiesta el Domingo anterior a Navidad, el actual IV Domingo de Adviento, el cual aún tiene cierta connotación mariana. Aparece establecida a 18 de diciembre en el "Chronicon Paschale", de mediados del siglo VII. El Concilio de Toledo de 656 declara expresamente que, ya que era evidente la dificultad de celebrar la fiesta de la Madre de Dios (ya es una fiesta eminentemente mariana) en su día preciso (25 de marzo), debido a que podría caer en la Semana de Pasión, no debía ser omitida, sino celebrarse a 18 de diciembre, exactamente una semana antes de Navidad. Esta fecha la tomarían otros misales, como los de Milán, Rávena y, por supuesto, el de Toledo. Es esta la razón por la cual en el rito mozárabe aún tenemos a 18 de diciembre a Nuestra Señora de la Encarnación, de la Esperanza o de la O.

En 692 el Concilio "in Trullo", definirá que la Anunciación del Señor se exime de la norma de no celebrar fiestas durante la Cuaresma, permitiéndose esta precisamente por su vinculación con la Pascua. Esta será la costumbre de Roma, celebrarla en marzo como las iglesias griega y constantinopolitana, y queda claro cuando en el siglo VII el papa San Sergio I (8 de septiembre) la establece para la ciudad junto a las otras fiestas marianas de La Asunción, a 15 de agosto, y la Natividad, a 8 de septiembre, ambas de larga tradición en Oriente. De ahí de estableció en todo Occidente como parte de la progresiva romanización litúrgica de las iglesias locales. Actualmente se celebra como una gran solemnidad que "rompe" de alguna manera la penitencia cuaresmal (aunque siempre haya que orientarla a la Pascua) y, en caso de que el 25 de marzo caiga dentro de la Semana Santa, se trasladará al próximo día libre después de la Octava de Pascua, que es el lunes siguiente. Por ejemplo, en 2018 el 25 de marzo fue Domingo de Ramos, por ello la Anunciación se trasladó ese año al 9 de abril.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 25 de marzo además se celebra a






jueves, 14 de septiembre de 2017

Dos veces revivido y una vez atrasado.

San Materno de Tréveris, obispo. 14 de septiembre, 22 de octubre (traslación de las reliquias), y tercer sábado de Pascua (en Schelestadt).

Historia.
San Materno fue obispo de Colonia y Tréveris en el siglo IV. Fue un ardiente defensor de la ortodoxia de la fe contra los donatistas, según Optato de Milevo en su libro sobre el cisma donatista. La "Historia Eclesiástica" de Eusebio aporta una carta que el emperador San Constantino (21 de mayo) habría enviado a varios obispos, entre ellos a Materno, que gobernaba la sede de Colonia en 313, año en el que Constantino reunió estos obispos en Roma para tratar el asunto de Cecilio de Cartago, un obispo sobre el cual había dudas sobre la validez de su ordenación, así como de la ortodoxia de su fe. El papa San Melquíades (10 de diciembre) les recibió el 2 de octubre de 313, y durante tres días deliberaron, concluyendo que Cecilio (o Ceciliano) era verdadero obispo de Cartago, y no así su contrincante, donatista, para más culpa. En Arlés se reunió un Sínodo, para confirmar la condena del papa. Al parecer luego de dicho Sínodo, Materno fue trasladado a la sede de Tréveris, donde aparece como su tercer obispo, siendo el primero de Colonia. Murió en Tréveris, y sus reliquias se veneran en la iglesia de San Paulino (31 de agosto), y otras porciones se veneran en Colonia o El Escorial, España.

Leyenda.
Y aquí podríamos terminar con el santo, si no fuera porque lo que sigue es como para leerse. Pues resulta que, aunque tenemos estos datos cronológicos del santo, entre los siglos XI y XII se creó una fantasiosa leyenda sobre San Materno. Las iglesias de Colonia y Tréveris, no pudiendo sufrir no tener orígenes apostólicos, hicieron retroceder a Materno en el tiempo nada menos que ¡cuatro siglos! Las variadas causas de esto podéis leerlas en este artículo "Santos en la Máquina del Tiempo". 

Pues bien, según esta leyenda, fue Materno el hijo de la viuda de Naím, resucitado por Nuestro Señor, según se lee en Lc. 7, 11-15. Una vez revivido, fue discípulo de Nuestro Señor, y luego de la Ascensión, el apóstol San Pedro (29 de junio; 1 de agosto, “ad Víncula”; 18 de enero, Cátedra; 22 de febrero, Cátedra; y 18 de noviembre, la Dedicación) le envió a la Galia junto a San Euquerio y San Valerio para que predicaran el Evangelio. Pero Materno murió en el camino, por lo que Euquerio y Valerio le sepultaron Schelestadt, Alsacia, y volvieron a Roma a decirlo a San Pedro. Este les dio su báculo, ordenándoles lo pusieran sobre la tumba de Materno. Así lo hicieron Euquerio y Valerio, y resultó que Materno volvió a la vida, se levantó y se encaminó hacia Tréveris.

Supuesto báculo de San Pedro,
con el que se revivió a San Materno. Colonia.


Esta leyenda de San Pedro enviando báculos para resucitar a discípulos se repite en las leyendas de San Frontón (25 de octubre), San Marcial (30 de junio) y algunos más, demasiado como para ser real, simplemente son copias unas de otras. Sin embargo, dicho báculo se veneraba, siendo trasladado allí en 953 por San Bruno I de Colonia (11 de octubre), y tenía fiesta propia. En 980 se dividió a la mitad y se le dio una parte a Tréveris, de donde pasó a Metz y por los avatares de la vida, despareció para aparecer, en 1354, en Praga. Otro báculo que dice ser el mismo, se venera en Weingarten. También se venera la tumba provisional de San Materno en Schelesadt, donde se le festeja en Pascua, con una procesión.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo X. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 14 de septiembre además se celebra a
San Luis Gabriel Taurin Dufresse, obispo y mártir.
San Crescencio de Roma, mártir.

jueves, 25 de mayo de 2017

San Dunchadh, el reformador.

San Dunchadh (o Duncan) de Iona, abad. 25 de mayo.

Fue descendiente del clan real de Moelcobh, rey de Irlanda, y vivió entre los siglos VII y VIII. Fue eremita en Kill-lochuir, donde también fue abad de un pequeño monasterio. 

Sobre 710 fue elegido para pastorear el célebre monasterio de Iona, fundado hacía casi 100 años por San Columba de Iona (9 de junio). Al poco tiempo hubo una división entre los monjes por las tradiciones, como el tipo de tonsura monástica o el modo de celebrar la Pascua. Mientras un bando proclamaba con continuar la tradición del cálculo de la Pascua, el otro abogaba por la actualización o romanización, para estar acorde con la Iglesia Universal. Nuestro Dunchadh era partidario, como había sido San Columba, sin lograrlo, de la romanización. Para ello se sirvió de la erudición y fama de santo de San Egbert (3 de septiembre), el cual con fundamento y buen ejemplo, logró el abandono de las prácticas antiguas en 716, imponiendo el rito romano y las costumbres de la Iglesia de Roma.

San Dunchadh falleció el 25 de mayo de 716, 717 ó 736, según las diversas crónicas monásticas irlandesas. En Kill-lochuir, lugar de su primer establecimiento, se le invocaba como patrón de los pescadores.



Fuentes:
-"Vidas de los santos irlandeses". O'Hanlon. C O’HANLON. C.
-http://omniumsanctorumhibernae.blogspot.com


A 25 de mayo además se celebra a


San Urbano I,
papa y mártir
.
S. M. Magdalena de Pazzi,
virgen carmelita
.
La Tercera Invención
de la cabeza del Bautist
a
San Gregorio VII, papa.








domingo, 9 de abril de 2017

Santa María, de Cleofás, de Alfeo y de Santiago.

Santa María de Cleofás, pariente de Cristo. 9 de abril, 11 (en Reims) y 25 de mayo (en Arlés).

Sobre María, la de Cleofás, el Evangelio nos da algunas pistas. Según Mateo 27, 56 y Marcos 15, 40, es "madre de Santiago y de José". La relación de esta María con la Santísima Virgen María tiene varias versiones. Es llamada "hermana", pero ya sabemos lo ambiguo que es en los Evangelios esta expresión, tanto que los mismos hijos de María y Alfeo son llamados hermanos de Jesús.
Una versión nos da la leyenda occidental de la "Santa Parentela", una leyenda tardía, datada en el siglo XII y ampliada y extendida en el XIV gracias a Santa Coleta de Corbie (6 de marzo). En esta corriente, María de Cleofás no solo sería medio hermana carnal de María, hija de Santa Ana (26 de julio) en su segundo matrimonio con San Cleofás (25 de septiembre y 30 de octubre), sino que además, al ser mujer de San Alfeo (24 de abril), que era hermano de San José, el círculo se cierra, siendo Cristo Jesús y los hijos de María y Alfeo (Judas, Simón, Santiago el Menor y José), primos hermanos. Lo mismo pasará con Santa María Salomé (9 de abril, 25 de mayo y 22 de octubre), hija de Santa Ana y su tercer marido, San Solas. Los hijos de la Salomé, Juan Evangelista y Santiago el Mayor serán primos de Cristo, llamándose "hermanos". Sin embargo, la "Historia de José el Carpintero", una obra árabe del siglo IV, Judas, Justo, Santiago el menor y Simón son hijos de San José en su primer matrimonio, siendo medio hermanos de Cristo. Otros relatos de la infancia de Cristo, como el "Evangelio de Tomás" siguen esta versión, y no aparecen como hijos de esta María de Cleofás, hermana de la Santísima Virgen. Sin embargo, esto contradice el Evangelio, que, como dije, dice expresamente que ella es madre de Santiago y José, hermanos del Señor.

Unas Actas ficticias, del siglo XIII, dice que, siendo viudas, María la de Cleofás y María Salomé acompañaron a la Virgen María desde la muerte de San José, por lo que sus hijos se criaron todos juntos. Se mencionan elementos reales del Evangelio, como que le acompañaron junto a la Cruz y fueron, como familiares que eran, a la sepultura el domingo de Pascua, sabiendo de primera mano la resurrección de Nuestro Señor. Y se mencionan elementos legendarios, como que al enterarse Salomé del martirio infructuoso de su hijo San Juan Evangelista (ante Portam Latinam), se fueron ambas a Roma, donde conocieron al papa San Clemente (23 de noviembre). Luego se retiraron a Veroli, cerca de Fronsinone, donde fallecieron dedicadas a la oración y el apostolado. En 1209 un joven habría tenido la "revelación" de la presencia del cuerpo de Santa María de Cleofás en una cueva de las cercanías. Fueron en procesión desde el monasterio de Casamare el abad y sus monjes y hallaron los huesos bajo una roca en la que estaba grabado "María, la Madre de Santiago está aquí". Otra versión dice que el mismo Santiago el Menor (3 de mayo) se habría aparecido al obispo de Veroli para indicarle el sitio del enterramiento. Y una tercera versión dice que fueron trasladados a Veroli por un cruzado en 1220. Probablemente esta última sea la más certera en cuanto a la presencia de las reliquias, pero tampoco asevera que sean auténticas.


Las Miróforas.
Pero, por otro lado, tenemos la Leyenda Provenzal de Santa María Magdalena (22 de julio, 4 de mayo, traslación de las reliquias, y 5 de mayo en la Iglesia Oriental), que dice que, luego de la Ascensión, partir los discípulos, y arreciar la persecución contra los cristianos, María Magdalena con su hermanos San Lázaro (29 de julio y 17 de diciembre) y Santa Marta (29 de julio), San Maximino (8 de junio), Santas Sara y Marcela (criadas de la familia. 28 de julio), Santa María Salomé (22 de octubre y 5 de mayo), San Cedon (23 de agosto), y nuestra santa, se trasladarían a la Provenza, entre los años 42-43. Más que trasladarse, les llevaron, pues fueron metidos en un buque sin velas, ni remos ni timón y abandonados en el mar, llegaron hasta Marsella, desde donde fueron a Aix. En esta leyenda María de Cleofás tiene poco que contar.

Diversos sitios se dicen en posesión de las reliquias de María de Cleofás, en Italia, Turquía, Alemania, Portugal, España o Francia. De hecho, la tradición provenzal nunca mencionan esa estancia en Veroli, sino que hace a las Marías en la Provenza junto a Santa María Magdalena, donde habrían sido sepultadas. La versión española la hace pasar por España, Portugal, Inglaterra, junto a Santiago, para ir a parar luego a Veroli, pero este es un añadido aún más tardío, del siglo XVII. En Venecia se venera una cabeza de nuestra María de Cleofás, supuestamente llevado allí desde Constantinopla, donde ciertamente, también se venera un cuerpo desde el siglo VI.

Los ortodoxos la veneran especialmente el Tercer Domingo de Pascua, llamado "de las Miróforas", en el que hacen mención especial de las santas mujeres anunciadoras del Resucitado.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 9 de abril además se celebra a






domingo, 25 de septiembre de 2016

Dos monasterios, un centro: Cristo.

San Ceolfrid de Wearmouth, abad. 25 de septiembre y 8 de octubre (traslación de las reliquias).

Ceolfrid (latinizado Geofredus) Nació en Northumbria, sobre 647. En 674 fue el gran amigo y colaborador de San Benito Biscop (12 de enero) en la fundación de la abadía de Wearmouth. Con Benito se fue a Roma, a venerar las santas reliquias de los apóstoles y entrevistarse con el papa San Agatón (10 de enero y 20 de febrero, Iglesias Orientales), el cual les concedió privilegios litúrgicos y acerca de la Regla, así como la bendición para la implantación de la liturgia y modos romanos en la vida monástica británica.

En 681 sucedió a Benito como abad de Wearmouth y desplegó sus dotes de hombre culto y formado para embellecer y ampliar la iglesia abacial, la biblioteca. Obtuvo generosas donaciones de tierras y bosques por parte del rey Altfrid. Fundó el monasterio de Yarrow, del que fungió además como abad, siéndolo de ambos monasterios, con gran acierto, y siempre muy preocupado por la formación espiritual y científica de sus monjes. En 688 mandó una legación de monjes a Roma para que el papa San Sergio I (8 de septiembre), confirmase y aumentase los privilegios y exenciones del monasterio. En Wearmouth fundó una escuela monástica para formar jóvenes, que tuvo gran fama de sabiduría y virtud, a decir de San Beda (25 de mayo). En 701 el recién elegido papa Juan VI le envió unos legados pontificios para pedir consejo acerca del gobierno de la Iglesia y sus tumultuosas relaciones con el Imperio bizantino. En 710 acudió en ayuda del rey de los pictos, Naitan, que quería implantar la liturgia romana y algunos cambios importantes en su país. Esto provocó ciertos conflictos con las iglesias locales a cambio del cálculo de la Pascua, pues el cómputo celta difería del romano, así como la tonsura monástica que combinaba el rapado con el cabello largo tras los hombros.

En 716 Ceolfrid sintió que estaba en su última enfermedad y, cosa rara en la vida monástica, deseó morir en Roma. Aunque los monjes intentaron disuadirle, temiendo que muriese en el camino, Ceolfrid lo dispuso todo. Arengó a sus monjes en la iglesia, instándoles a permanecer fieles a la Regla, obedientes, caritativos y castos, y al día siguiente, 4 de junio de 716 partió. Los monjes le acompañaron procesionalmente hasta la orilla del río Tyne, donde embarcó hacia el continente luego de bendecir a todos los presentes. Cruzó el río y aún tuvo tiempo de confirmar la elección de su sucesor que los monjes habían hecho, siendo el monje Hwetbert el elegido. Como los monjes habían temido, la salud precaria de Ceolfrid no le permitió llegar a Roma, y llegando a la ciudad francesa de Langrés, desfalleció. La comitiva se detuvo, estuvieron unos días y al cabo, el 25 de septiembre de 716, el santo abad subió al cielo, teniendo 74 años de edad y 35 de abad.

Fue enterrado temporalmente en el monasterio de los Santos Gemelos Mártires (Eleusipo, Espeusipo y Meleusipo, 17 de enero). Al año las reliquias se trasladaron a Wearmouth y en el siglo IX, por temor a los bárbaros daneses fueron depositados junto a los de Santa Hilda (17 de noviembre) en Glastonbury.


Fuente: 
-"Biographia Britannica Literaria". Volumen I. R.P THOMAS WRIGTH. Londres, 1842.


A 25 de septiembre además se celebra a  
San Gerulf de Drongen, mártir.
San Cristóbal de La Guardia, niño mártir

miércoles, 11 de mayo de 2016

A Dios rogando...

San Mamerto de Vienne, obispo. 11 de mayo.

De la infancia y juventud de San Mamerto nada puede decirse, pues nada se sabe. Se le supone presbítero junto a su hermano Claudiano en Vienne a mediados del siglo V. Sería un presbítero santo y amado pues fue elegido por todos para ser obispo de la ciudad en 401.

Lo primero que se conoce de su pastoreo es una polémica con el papa San León Magno (10 de noviembre), debido a la reestructuración que hizo este de los territorios eclesiásticos en la Galia, luego de las invasiones de los hunos y godos y la nueva configuración de los reinos francos. Ocurrió que Mamerto ordenó de obispo de Die a San Marcelo (17 de enero), hecho ante el cual protestó San Leoncio de Arlés (1 de diciembre), pues en su categoría de arzobispo, Vienne era una sede sufragánea y Mamerto no debía ordenar por su cuenta. Mamerto protestó, pero finalmente obedeció cuando el papa le recriminó su actitud, confirmando la supremacía de la sede de Arlés sobre Vienne. Zanjado este asunto, Hilario comisionó a Mamerto para que fuera al sínodo de Arlés a refutar a algunos obispos que predicaban la herejía de que Cristo solo habría muerto en beneficio de los elegidos, y no por todos los seres humanos. Mamerto condenó aquel error y logró la renuncia, por parte de los errados, a semejante herejía. También realizó San Mamerto la invención y traslación de las reliquias de San Julián de Brioude (28 de agosto) y San Ferreol (18 de septiembre), santos para los que edificó una iglesia en Vienne, aunque lo mismo se dice de San Germán de Auxerre (31 de julio).

Pero por lo que ha pasado San Mamerto a la historia (a pesar de su desafortunado nombre) es por su intervención bendecida por Dios en las catástrofes que asolaron su ciudad. Invasiones, terremotos y varios incendios. Incluso la leyenda cuenta que las bestias bajaron de los montes y devoraban a los habitantes de la ciudad. Los cristianos, creyéndose merecedores de lo que veían como castigo divino, vivieron la cuaresma del año 470 con gran austeridad y penitencia, dando muestras de arrepentimiento. El Domingo de Pascua esperaban hallar misericordia de Dios cuando estando en la Santa Vigilia Pascual, se incendió la Casa Consistorial y otras edificaciones anexas a la catedral. Abandonó el pueblo el templo y la ciudad, clamando a Dios desesperadamente. Todos, menos el santo obispo, que quedó en la iglesia postrado ante el altar, para implorar a Dios misericordia sí o sí. Y la alcanzó, pues el fuego remitió sin que nada se hubiera hecho. Regresó el pueblo y continuó el gozoso Oficio de Pascua.

Luego de esto, Mamerto instruyó al pueblo sobre como la continua oración, la penitencia y el sacrificio eran los medios para alcanzar misericordia de Dios en las desgracias, y ordenó que al final de la Pascua, los tres días que precedían al Jueves de Ascensión, serían de públicas rogativas, acompañadas de ayunos y penitencias, haciendo estación en algunas iglesias de la ciudad. Llegado el lunes posterior al V Domingo de Pascua, la ciudad entera acudió a aquel nuevo rito que no imaginaban llegaría a ser preceptivo para la Iglesia Universal. Uno de los más antiguos testimonios sobre su uso lo da San Lázaro de Milán (11 de febrero), quien las usó casi al mismo tiempo de Mamerto, por lo cual no falta quien le haga autor de ellas.


Fotografía antigua de una Rogativa.

La primera redacción de las rúbricas y textos litúrgicos a usar se debe a San Avito (5 de febrero), sucesor de Mamerto. El Concilio de Orleans, en 511 ordenó que las rogativas que se hacían en Vienne se comenzasen a hacer en toda Francia. En España comenzaron a celebrarse en el siglo VII y pronto se extendieron. San León III las introdujo en Roma en el siglo VIII, si bien cambió el ayuno por solo abstinencia, debido a que se realizan en pleno júbilo pascual. Con todo, no hay que pensar en que procesionar penitencialmente haya sido un invento de San Mamerto, pues hay testimonios de las celebradas por la Iglesia de Oriente al menos desde el siglo IV. En la Iglesia romana fueron eliminadas estas rogativas en la Reforma litúrgica del Vaticano II.

Finalmente, después de gobernar su iglesia como un celoso pastor, Mamerto entró en el cielo aproximadamente en el año 447. Su cuerpo fue sepultado primeramente en la iglesia de los Santos Apóstoles a las afueras de Vienne, desde donde se trasladaron en el siglo XII a la basílica de la Santa Cruz, Orleans. En 1562 fueron  profanadas  por los herejes, que  quemaron la cabeza y huesos del Santo, que estaban en diferentes arcas, y dispersaron con odio sus cenizas. Es abogado de las madres lactantes, debido a que su nombre evoca la palabra latina "madre" Además, se invoca su intercesión ante los peligros del fuego, la sequía y las fiebres, y contra las enfermedades intestinales.

En Europa del Norte, forma parte junto a San Pancracio (12 de mayo), San Servacio de Maastricht (13 de mayo), San Bonifacio mártir (14 de mayo) y Santa Sofía (15 de mayo), a los llamados “santos de hielo”; ya que los días de mediados de mayo tienden a ser excepcionalmente fríos para la época del año.



Fuentes:
-“La Leyenda de Oro para cada día del año”. Volumen 4. RP. JEAN CROISSET. Madrid, 1853.
-“Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año. Mayo. RP. JEAN CROISSET. Barcelona, 1862.



A 11 de mayo además se celebra a
Todos los Santos Abades de Cluny.
Santa Eustelle, virgen.
San Gengulf de Varennes, mártir.

martes, 19 de abril de 2016

San Werner de Oberwesel.

Pregunta: buscando mi nombre, Werner, encontré tu blog y me pareció increíble lo que dices de mi “santo”. Veo que no compartes la idea del asesinato ritual de los judíos. Mis preguntas son: 1. podrías darme más datos del “santo”. 2. De verdad crees que fuera del todo imposible que los judíos lo mataran? Gracias. Es impresionante tu blog.

Respuesta: Gracias por el elogio, se intenta hacer bien.
Me haces una pregunta algo complicada de responder, porque la gente lee lo que quiere leer y no lo que se escribe.


A ver, creo que los seres humanos no tenemos límites en bondad o maldad. Cualquier grupo humano es capaz de hacer cualquier atrocidad, pero una cosa es que lo hagan y otra cosa es que lo hagan por pertenecer a ese grupo, o sea, porque ese grupo humano tenga normas o creencias que impulsen a semejantes crímenes. Los ejemplos, sencillos: un grupo de judíos pudo matar a este niño, pero si lo hicieron no fue porque el judaísmo lo ordene. Hay unos curas pederastas, pero no porque la Iglesia lo ordene, como musulmanes terroristas, o protestantes del KKK. Muchos historiadores han demostrado que el "libelo de sangre" es una calumnia sobre los judíos, que expliqué más detenidamente en el artículo sobre San Simón de Trento (24 de marzo). Pero que la acusación global sea infundada, eso no hace del todo imposible que alguno lo hiciera verdaderamente. También han demostrado otros cuanto colaboraron algunos judíos con el régimen de Hitler o con el antisemitismo de la Unión Soviética, a cuenta propia. Y pasando a Werner y lo que sabe de él:

San Werner de Oberwesel, niño mártir. 19 de abril.
Werner fue un adolescente, jornalero de unas viñas pertenecientes a unos judíos, que el Jueves Santo de 1287, fue encontrado asesinado (abierto en canal, desangrado y colgado cabeza abajo en un árbol) en un campo cerca de Bacharach, Alemania. No se halló el autor, por lo que se creyó que tendría el crimen tenía motivos ocultos y rituales, y de ahí a pensar que habían sido los judíos no hubo más que un paso. Era una época propicia a esto, los casos de San Guillermo de Norwich (25 de marzo), o San Rodolfo de Berna (17 de abril) eran conocidos y se concluyó que era el mismo caso: asesinato ritual por manos judías. Lamentablemente, esto se tradujo en una persecución popular contra los judíos (que, dicho todo, continuó durante la reforma y el establecimiento del protestantismo) mientras que Werner fue considerado mártir y santo, puesto que habría padecido como Jesús.


Se desató una persecución que alcanzó a varios judíos, que fueron asesinados.  El rey Rodolfo I, convencido de la falsedad de la acusación, puso una multa a los asesinos de los judíos y ordenó quemar y desaparecer el cuerpo de Werner para evitar una veneración. Las reales instrucciones no fueron seguidas, y por el contrario se inició el culto a Werner como mártir. El cadáver del niño fue enterrado solemnemente en la capilla de San Cuniberto de la catedral de Bacharach, que cambió la advocación capilla de San Werner. Asimismo se construyó una pequeña capillita conmemorativa en el sitio del hallazgo del cuerpo. 

Ruinas de la iglesia
de Bacharach
Pronto surgió la idea de dedicarle una iglesia propia, comenzaron las peregrinaciones y se comenzó una bella iglesia gótica, que aún no terminada comenzó a abandonarse. El culto fue efímero y pronto cayó en el olvido durante casi dos siglos, hasta que apareció el sacerdote Winand de Steeg. Era hombre culto, catedrático, capellán de la catedral de Bacharach, director espiritual de varios monasterios y el clero, participó en el Concilio de Constanza, fue secretario privado del rey Segismundo. En 1426, apoyado por  Luis III, comenzó su trabajo para relanzar el culto y terminar la capilla iniciada. Lo primero que hizo fue exhumar el cuerpo, lo trasladó a una urna abierta, y puso la mano derecha en una custodia de oro, sobre la misma urna. También mandó se recogieran en un libro los testimonios de gracias y milagros concedidos a los fieles que rezaban al niño mártir. Winand también se implicó en la canonización del niño, para dar estabilidad al culto, las peregrinaciones y demás. En 1428 Luis III logró un débil reconocimiento local, pues Roma no accedió a canonizar a Werner, aunque para el pueblo era “san” Werner. Los papas especialmente Martín V, no veían con buenos ojos aquello, no les parecía claro, sobre todo porque no había constancia de que esa muerte violenta se debiera a martirio. La iglesia fue finalmente completada y embellecida. Winand murió en 1454, con la tristeza de no lograr la canonización de Werner. En 1548 una parte de las reliquias se trasladaron a Besancon, extendiendo el culto a Francia. 

Aunque la iglesia de Bacharach fue destruida y las reliquias desaparecidas en 1689 por los franceses, la fiesta de Werner se celebró en la Diócesis de Trier hasta 1963, cuando la diócesis eliminó la fiesta de su calendario propio. Sin embargo, todavía aparece "San Werner de Oberwesel" en el santoral alemán y la capilla consagrada él junto al Rihn fue restaurada en el año 2001. En las bellas ruinas góticas de la iglesia de Bacharach se colocó una placa con una oración de Juan XXIII y un texto aclaratorio y de reconciliación que zanjara el asunto. Aún así las imágenes de San Werner abundan y su veneración por parte de gremios y asociaciones continúa. Se le representa con aperos de labranza, racimos de uva y una daga, arma del “martirio”. Es patrono de bodegueros y de los viticultores en Reno, Alvernia y Borgoña.



Fuente:
-“Martyrdom, Murder, and Magic: Child Saints and Their Cults in Medieval Europe. PATRICIA HEALY WASYLIW. New York. 2008.
 


Otros "niños mártires de los judíos" son:

San Simón de Trento. 24 de marzo.
Beato Andrés de Rinn. 12 de julio y 21 de septiembre (traslación de las reliquias).
San Rodolfo de Berna. 17 de abril.
San Cristóbal de La Guardia. 25 de septiembre.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...