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miércoles, 26 de septiembre de 2018

La Traslación de la Cabeza de San Andrés.

La Traslación de la cabeza de San Andrés Apóstol. 26 de septiembre.


Relicario de la cabeza de San Andrés.
Según la tradición multisecular San Andrés Apóstol (30 de noviembre) fue martirizado en un ecúleo (conocido cruz aspada) en Patras sobre el año 69. 

La primera referencia a sus reliquias es una traslación a Constantinopla realizada por Constante, hijo de San Constantino el Grande (21 de mayo). Fueron depositadas en un altar dedicado al santo apóstol el 3 de mayo de 357. En 1210 los cruzados tomaron Constantinopla y en un acto despreciable contra la Iglesia de Oriente robaron los huesos del santo y los trasladaron a Amalfi, Italia. No sería la única reliquia expoliada, tenemos también las de San Nicolás de Bari (6 de diciembre) y otras. De estas reliquias, un pequeño trozo de la escápula sería donada a la sufrida Iglesia católica escocesa en 1879, año en que los católicos de Escocia fueron libres del yugo de los anglicanos, pudiendo organizarse libremente como Iglesia. Fue todo un detalle, pues San Andrés es su patrón, y tenían sus propias reliquias, rodeadas de leyenda, que habría que contar en otro artículo.

Sin embargo, hay noticias de la veneración a la cabeza en santo en Patras en el siglo IX, separada de los huesos antes dichos. Una tradición dice que la cabeza no fue trasladada por Constante y otra dice que habría sido devuelta a Patras en ese mismo siglo IX por el emperador Basilio I el Macedonio. Nada está claro. En cuanto a la cabeza en Patras, se veneró allí hasta 1462, cuando el gobernador de la ciudad de Patras, Tomás Paleólogo, último Gobernador de Patras y hermano del último Emperador de Oriente, Constantino Paleólogo, abandonó la ciudad, tomada por los musulmanes en 1460. Tomás se estableció en Roma, donde "donó" la cabeza de San Andrés la Iglesia Romana. Y entrecomillo el término donar porque a cambio recibió la "Rosa de Oro", un palacio romano y una renta anual de 6.000 ducados. Pareciera mucho, pero todo es poco lo que valdría una reliquia tan preciada. Además, abjuró de la fe ortodoxa para abrazar el catolicismo romano. Luego se dedicaría a hacer campaña para la reconquista, reclamando para sí el trono imperial de Constantinopla, pero ese es otro asunto. Sigamos con la cabeza del santo.

El papa Pío II recibió la santa cabeza personalmente en el Puente Milvio, famoso sitio de la historia, y fue trasladada con gran pompa y devoción a la basílica de San Pedro, donde se le había preparado un lugar de honor, en una de los pilares de la cúpula de la basílica (hablamos de la constantiniana, no de la actual) y cerca de las reliquias de San Pedro. El mismo papa le tendría mucha devoción a la cabeza del santo, pues dotó con numerosas indulgencias a quienes le rezaran las devociones prescritas.


Traslado de la cabeza a Patras.
26 de septiembre de 1964.
Durante 500 años se veneró la cabeza de San André en Roma, siendo trasladadas a la nueva y actual Basílica en el siglo XVI. En 1962 el Arzobispo Metropolitano Constantino de Patras y el Alcalde de la misma ciudad pidieron al papa Beato Pablo VI (26 de septiembre) les devolviera la cabeza del santo al lugar del martirio. El papa accedió y se efectuó la Traslación que se conmemora a día de hoy, pues el 26 de septiembre de 1964, llegaron a Patras, siendo recibida con gran júbilo por parte del clero católico, en comunión o no, por el pueblo y los gobernantes griegos. Desde entonces se veneran allí con gran devoción.


Fuente:
http://www.johnsanidopoulos.com/2010/09/translation-of-precious-skull-of-first.html

Y además podéis leer sobre:

jueves, 23 de agosto de 2018

"esta Sangre será una prenda de tu salvación"

San Diego de Mevania, confesor, dominico. 23 de agosto.


Fue hijo de padres virtuosos y nobles. Según el "Sacro Diario Dominicano", el día de su nacimiento aparecieron en el cielo tres soles y tres lunas (a veces aparecen como sus atributos), puesto que ese mismo día nacieron nuestro santo, San Ambrosio de Siena (20 de marzo) y Santo Tomás de Aquino (7 de marzo y 28 de enero, Traslación de las reliquias); a la par de esto, un niño desconocido y de gran belleza iba por las calles clamando "a la escuela, a la escuela, que han nacido tres maestros". Recibió una buena educación y mejores ejemplos de piedad. 

Muy joven entró a la Orden Dominica, creciendo en virtudes humanas y divinas. A los 25 años, por su gracia oratoria y santidad de vida, le encomendaron el ministerio de la predicación pública. En este, destacó por una palabra encendida, pero misericordiosa, implacable con el pecado y reconciliadora con el pecador. Predicó constantemente contra la herejía nicolaíta, convirtiendo Ottonello, principal líder italiano de la secta. No hay que confundir el nicolaísmo medieval con el que se menciona en Apocalipsis 2. 6, 15. La herejía que combatió nuestro santo, tomó su nombre de su fundador, Nicolás de Wlasenic, que decía ser portador de una revelación, negándose a aceptar la autoridad de la Iglesia, mientras imponía la autoridad de su doctrina.

Fue un hombre penitente, practicó escrupulosamente la enseñanza de Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto; 24 de mayo, traslación de las reliquias; 15 de septiembre "in Soriano"), sobre los 9 modos de orar. Se azotaba diariamente, usaba cilicio y comía lo mismo que los más pobres. Fue tentado constantemente en la obediencia y en la pureza, pero siempre salió adelante por la gracia divina, que correspondía a sus esfuerzos ascéticos. Vivió una perturbadora ansiedad sobre su salvación, que lo llevó a temer que sus virtudes, fama y milagros no fueran sino ardides del diablo para llevarlo a la soberbia. Se examinaba a sí mismo en cada palabra o acto, teniendo fuertes escrúpulos que llegaron a enfermarlo. De todo esto sanó gracias a una intervención de Jesús: Estando penando su paranoia ante un crucifijo, este le roció empapándolo con sangre del costado del Cristo, mientras una voz le dijo: "esta sangre será una prenda de tu salvación". Y nunca más desesperó. Este baño de sangre es su principal atributo iconográfico, lo que ha dado pie a representaciones artísticas de lo más "gore".

En el momento de su muerte, 15 de agosto de 1301, se le aparecieron la Virgen del Rosario (7 de octubre), Santo DomingoSan Jorge (23 de abril), que le acompañaron al cielo. Luego de morir, los frailes que rezaban por su alma oyeron una vez que decía: "No pidáis a Dios por él, pedid que interceda a Dios por vosotros". Fue sepultado en su convento de Mevania, donde comenzaron los milagros y la devoción, con tal fama de santidad que Bonifacio IX concedió se hicieran peregrinaciones públicas. 

En el siglo XVII, 300 años después de su muerte, al hallarse el cuerpo incorrupto, llegó la beatificación por Clemente X, que autorizó el culto, con oficio propio, a toda la Orden. Hay que decir que solo consta como beato, aunque, al igual que muchos santos de órdenes religiosas sean llamados santos. Su festividad era el 23 de agosto, pero al pasar Santa Rosa a este día, lo suprimieron. En ocasiones lo hallamos nombrado como Diego, o Jacobo, Santiago o Jaime.


Fuentes:
-"Sacro Diario Dominicano". FR. FRANCISCO VIDAL. O.P. Valencia, 1747.
-"Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores". Fr. Manuel Amado. O.P. Madrid, 1829.

A 23 de agosto además se celebra a:


San Cedon de Aix,
obispo
.
Ss Claudio, Asterio
y Neón, mártires
.
Santa Ebba,
abadesa
.








martes, 3 de julio de 2018

Del manso león de Roma.

San León II, papa. 3 de julio y 28 de junio.

Al parecer nació en Messina y era hijo de un médico. De su juventud se desconoce casi todo. En 681 subió al solio pontificio para suceder a San Agatón (10 de enero). Su consagración demoró más de un año, puesto que el emperador Constantino IV se negaba a confirmar la elección debido a que el Sexto Concilio Ecuménico, comenzado por Agatón y culminado por nuestro León había excomulgado al papa Honorio I por su cercanía al monotelismo. 

Además, el emperador estaba muy molesto con la Iglesia romana porque Agatón se había negado a pagar el "tributo" que la Iglesia debía pagar al emperador por la confirmación del papa romano. Finalmente, León anuló la excomunión de Honorio I y fue consagrado el 17 de agosto de 682. Durante su pontificado se condenó, una vez más el monotelismo, una herejía que afirmaba que en Cristo solo había una voluntad divina, omitiendo la humana. Ya la había condenado el papa San Martín I (13 de abril), pero aún tenía sus seguidores.

León cerró el conflicto con la Iglesia de Rávena, la cual defendía su autonomía y la no necesidad de que sus obispos fueran consagrados por el papa de Roma. Tenían un privilegio firmado por el emperador Constante II, que León se encargó de anular, devolviendo la obediencia a la Iglesia y a la persona del romano pontífice.

Construyó León varias iglesias en Roma, entre ellas la de San Jorge "in Velabro". Trasladó a las iglesias numerosas reliquias de los mártires desde las catacumbas. Además, compuso algunos himnos y cánticos para el culto, reformó la disciplina eclesiástica y fue un alma muy caritativa, llegando a vivir en la pobreza por socorrer a los necesitados.

San León II falleció el 28 de Junio de 681. Fue enterrado en la primitiva basílica de San Pedro.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

Otros santos papas son:

San Esteban I. 2 y 30 de agosto.
San Telesforo. 5 y 30 de enero (carmelitas), y 22 de febrero.
San Dionisio. 19 de enero (carmelitas) y 26 de diciembre.
San Celestino V. 19 de mayo.
San Cleto. 26 de abril.
San Ceferino. 26 de agosto.
San Inocencio I. 28 de julio.
San Sergio I. 8 y 9 de septiembre.
San Melquíades. 10 de diciembre.
San Agapito I. 22 de abril y 20 de septiembre, la traslación.
San Lino. 23 de septiembre.
San Urbano I. 25 de mayo.
San Silvestre I. 31 de diciembre.
San Eugenio I. 2 de junio.
San Hormisdas. 6 de agosto.
Beato Gregorio X. 10 de enero.
San Julio I. 12 de julio.
San Zacarías. 3, 15 y 22 de marzo.
San Marcos. 7 de octubre.
San Calixto I. 14 de octubre.
San Gregorio III. 28 de noviembre.
San Gelasio I. 21 de noviembre.
San Lucio I. 4 de marzo.
San León IX. 19 de abril.
San Aniceto. 17 de abril.
San Alejandro I. 3 de mayo.
San Gregorio VII. 25 de mayo.
San Agatón. 10 de enero.
San Celestino I. 6 de abril.
Beato Benedicto XII. 25 de abril.

A 3 de julio además se celebra a:


San Jacinto de
Cesarea, mártir.
San Agapio de
Córdoba, obispo.
Santo Tomás,
Apóstol.











jueves, 2 de noviembre de 2017

De perros, venganzas y maniqueísmos.

Santos Dionisio, obispo, y Pelagia, mártir; esposos. 2 de noviembre.

Sobre estos santos, extraños a Occidente, solo sabemos lo que nos cuenta una leyenda sobre Santo Tomás Apóstol (3 de julio, traslación de la India a Edesa; 21 de diciembre; 21 de mayo, Iglesia Copta; 20 de junio, traslación de las reliquias a la basílica de los Santos Apóstoles de Constantinopla, y 6 de octubre, Iglesia griega).

Permanecía Santo Tomás en Cesarea aún, cuando se le apareció el Señor y le dijo: "El rey Gondofer de la India ha enviado aquí a su comandante Abban para encontrar un buen arquitecto. Preséntate a él como el que busca. Y ve en paz, que yo te protegeré. Convertirás a la India y volverás a mí con palmas en las manos". Apenas entró al centro de la ciudad Tomás, cuando topó con Abban y le preguntó que buscaba. Abban respondió: "Mi amo me ha enviado a contratar buenos arquitectos, porque quiere que se construya un palacio como los romanos". Entonces Tomás se presentó a sí mismo como arquitecto, y Abban le pidió fuera con él a la India.

Viajaron largo tiempo y desembarcaron en una ciudad, cuyo rey celebraba el compromiso nupcial de su hija, Pelagia, con un joven llamado Dionisio. Tomás y Abban fueron al banquete del desposorio, pero Tomás no probó nada, manteniendo los ojos en el cielo. Cuando el mayordomo notó que el santo apóstol no ingería ni bebía nada, pensó que despreciaba al rey, y para congraciarse, le abofeteó. Entonces Tomás dijo: "Justo sería que ahora recibáis un castigo temporal, para que vuestra acción sea perdonada antes de que entréis en el más allá". Y como nadie reprendía al mayordomo por su fea acción, Tomás sentenció: "Antes de que me levante de esta mesa, la mano que me ha golpeado será arrastrada por los perros". Y así ocurrió, cuando el mayordomo salió un momento a beber agua, fue asaltado por un león que le devoró. Y luego, los perros royeron sus huesos, y uno de ellos apareció en el salón de fiestas con la mano derecha del mayordomo en la boca. 

Luego el rey pidió a Santo Tomás que bendijera a los jóvenes que al otro día se casarían. Entonces Tomás tuvo una visión, en la que veía al novio con una palmera cargada de dátiles en su mano derecha. Luego les bendijo y les besó en la frente. Cuando esa noche la pareja fue a dormir, ambos tuvieron el mismo sueño: vieron un rey poderoso el cual les dijo: "Mi apóstol les ha bendecido para que participen en la vida eterna". Cuando Pelagia y Dionisio despertaron quedaron desconcertados al saber que habían tenido el mismo sueño. Entonces se presentó Tomás y les dijo: "Mi rey acaba de estar con vosotros, y es él quien me ha hecho entrar aquí, a pesar de estar cerradas las puertas. Mi rey quiere que, en virtud de mi bendición, vuestro cuerpo sea custodiado en la pureza, que es la reina de todas las virtudes. Ella os guiará a la salvación eterna. La virginidad es hermana de los ángeles, posesión de todo bien, es victoria de todas las pasiones y es el signo de la victoria de la fe. La virginidad es la derrota de los espíritus malignos y la cima de la alegría eterna. Mientras, la perdición viene de la lujuria, y la decadencia viene de la putrefacción y la inmoralidad".

Y entretanto, mientras el apóstol les hablaba, dos ángeles aparecieron y dijeron a los jóvenes: "Dios nos envía a para que os protejamos. Si cumplís sus palabras, llevaremos vuestra alma ante Dios". Entonces ambos fueron bautizados por el apóstol, el cual además ordenó a Dionisio obispo. Por su parte, Pelagia fue martirizada.

Esta leyenda sin pies ni cabeza fue cuestionada por San Agustín en su libro "Contra Fausto": 
"Los maniqueos leen obras apócrifas, escritas por no sé qué tejedores de fábulas, bajo el nombre de los apóstoles. Obras que hubiesen merecido ser recibidas en tiempo de sus autores dentro de la autoridad de la santa Iglesia, si los hombres santos y sabios, aún en vida entonces y que podían examinarlas, hubiesen visto que decían verdad. Allí leen que el apóstol Tomás, estando de paso y sin que nadie le reconociera en cierto banquete de bodas, cuando cierto camarero le abofeteó, pidió a Dios una venganza duradera y cruel para aquel hombre. En efecto, cuando salió a la fuente para servir agua a los invitados, se abalanzó sobre él un león y le mató. Y un perro introdujo en la mesa en que estaba sentado el apóstol la mano, arrancada del cuerpo, con la que había golpeado ligeramente su cabeza, conforme a la palabra del mismo apóstol, que lo había deseado y suplicado a Dios. ¿Puede verse mayor crueldad que ésta? Mas como, si no me engaño, allí está escrito también que pidió perdón para él en el mundo futuro, lo ha compensado con un beneficio mayor a fin de recomendar a los desconocidos, por medio de esta acción temible, cuán grato era a Dios dicho apóstol y mirar por el bien eterno de aquel después de esta vida que alguna vez ha de terminar.

Santo Tomás.
Ahora no me afecta que dicho relato sea verídico o inventado. Los maniqueos que aceptan como verdaderos y auténticos esos escritos que ha rechazado el canon de la Iglesia, al menos aquí se ven forzados a reconocer que la virtud de la paciencia, enseñada por el Señor al decir: Si alguien te abofetea en la mejilla derecha, ponle también la otra, puede darse en la disposición del corazón, aunque no se traduzca en gesto corporal o expresión verbal. En efecto, el apóstol, abofeteado, advirtió que era preferible rogar a Dios que perdonase en la vida futura a quien le había ofendido, no dejándola sin venganza en la presente, antes que ofrecer la otra mejilla a quien la había golpeado o devolverle el golpe. Con seguridad tenía en su interior el sentimiento del amor, pero reclamaba el ejemplo exterior de la corrección". (Contra Fausto. XXII, 79)

Esta crítica de agustiniana evidencia lo antigua que es esta leyenda, pero no tanto como para creernos que sea un hecho real. De hecho el elogio de la virginidad que aparece en boca del apóstol Santo Tomás es de tintes maniqueos y heréticos y no concuerda con la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Esta, si bien reconoce lo excelso de la virginidad, no ha llamado nunca "putrefacción" al matrimonio.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-www.agustinus.it


A 2 de noviembre además se celebra a
Santas Baya y Maura, vírgenes.
San Maeoc de Bretaña, abad y eremita.

jueves, 19 de octubre de 2017

El culto a los mártires y a las reliquias, esencial a la fe.

Santa Cleopatra, viuda. 19 de octubre.
 
Santa Cleopatra, San Varo
y San Joel Profeta.
Sobre esta santa viuda lo que se conoce es poco, y siempre relacionada a su principal obra caritativa: la construcción de una iglesia en el Monte Tabor.

Era una piadosa cristiana oriunda de Edra, Palestina, pero al casarse había emigrado a Egipto, donde había enviudado. En 307, luego del martirio de San Varo (19 de octubre), logró recuperar las reliquias del mártir cuando estas fueron arrojadas a las afueras de la ciudad. Ayudada por sus esclavos las sepultó en su propia casa, donde cada día hacía homenajes en su memoria, sin que faltaran nunca luces encendidas junto a la tumba. Como aún eran tiempos de persecución, los cristianos veneraban las preciadas reliquias de forma oculta. 

Cleopatra mantuvo las reliquias con ella, venerándolas en lo privado, hasta la paz de San Constantino (21 de mayo). Luego de esta, pensó retirarse a su tierra natal, pero se vio entre dejar allí las reliquias, o pelearse con los cristianos de Egipto por llevarse las reliquias; por ello escribió al emperador pidiéndole permiso para trasladar los restos de su marido, militar, a su tierra. Así, al responder afirmativamente el emperador, Cleopatra tomó las reliquias de San Varo, las envolvió en una sábana de Lino, y diciendo a todos que se llevaba los huesos de su marido, junto a su hijo Juan se fue a Palestina, junto al Monte Tabor, donde estaba sepultado su propio padre. Allí continuó Cleopatra venerando la memoria de San Varo, por lo que muchos cristianos conocieron de tan esclarecido mártir y la devoción fue a más.

Pronto ocurrieron numerosos milagros a la vera de las reliquias del santo, enfermos curados, niños que andaban, ciegos que recuperaban la visión, etc. Por esta razón, Cleopatra edificó una capilla a la memoria del santo. Antes de esto, habiendo crecido Juan, Cleopatra quiso que fuera militar como su padre. Logró que fuera recibido por el emperador y que este le diera un puesto. Aunque antes de partir a Roma, Cleopatra quiso que Juan le ayudara a terminar la iglesia de San Varo. Cuando la bella iglesia, que ya no existe, estuvo terminada, Cleopatra mandó hacer un bello relicario, sobre el cual colocó las insignias militares que habría que llevar su hijo. Luego de la liturgia de dedicación, Cleopatra dispuso que hubiese siempre presbíteros que oraran por el pueblo.

La aparición de San Varo.
Todo era fiesta, pero sin embargo, Juan murió la misma noche de la Dedicación de la capilla y Cleopatra clamó amargamente a San Varo: "¡Siervo de Dios! ¿Es así como me has recompensado por las grandes obras que soporté por ti? ¿Es éste el socorro que me das a mí que abandoné a mi marido por tu causa y puse mi esperanza en ti? Tú has permitido que muera mi único hijo; tú me has privado de mi consuelo y me has quitado la luz de mis ojos. ¿Quién me alimentará ahora en mi vejez? ¿Quién cerrará mis ojos cuando muera? ¿Quién entregará mi cuerpo a la tumba? Había sido mejor para mí morir que contemplar a mi amado hijo perecer en su juventud como una flor antes de tiempo. Devuélveme a mi hijo como una vez Eliseo devolvió al hijo de la mujer sunamita, o llévame sin demora porque ya no puedo soportar este amargo dolor". Luego quedó rendida por el llanto, y tuvo una visión: Vio a San Varo llevando a Juan, en forma de inocente niño. Ambos estaban coronados con hermosas guirnaldas y revestidos de ropas refulgentes. Esta visión la consoló y le dio paz, e incluso pidió al santo mártir que la llevara al cielo con ellos. Pero San Varo le dijo que aún no era el tiempo de ello. Cleopatra sepultó a su hijo en la misma sepultura del santo mártir (algo bastante común) y desde entonces no se lamentó más, sino que vivió con gozo por ver la gloria de su hijo, esperando ella tenerla también. 

Muchos milagros ocurrían por la intercesión de San Varo, cuyo culto Cleopatra cuidó más aún. Dio todos sus bienes a los pobres y se mudó a la iglesia, donde vivía y moraba. Ayunaba, oraba y a todos hablaba de los milagros del glorioso San Varo. Este, por su parte, se le aparecía cada domingo cuando ella comulgaba, lo cual acrecentaba más su esperanza. Siete años vivió así, hasta que, finalmente, en 327 Cleopatra entró en el cielo, y después de su muerte, ella también fue sepultada en la iglesia por ella construida.


Sobre la importancia reliquias podéis leer este artículo: Las Sagradas Reliquias.
Fuentes:
www.johnsanidopoulos.com
-"A Dictionary of Saintly Women". Volumen 1. AGNES BAILLIE C. DUNBAR. Londres, 1904.


A 19 de octubre además se celebra a
Beato Tomás Hélye, presbítero.
San Verand de Cavaillon, abad.

jueves, 3 de agosto de 2017

Beato Pedro de Cesis, General de la Orden.

Beato Pedro de Cesis, obispo y General carmelita. 3 de agosto.


Nació Pedro en Limoges, Francia, en la noble familia de los Cesis, que dieron hombres ilustres a la Iglesia y al mundo. No se conoce cuando nació, ni pormenores de su infancia, salvo que desde pequeño fue muy bien educado y tenía una preclara inteligencia. Antes de los 20 años tomó el hábito carmelita en Limoges, donde destacó por ser un novicio fervoroso. Siendo profeso, le enviaron a la Universidad de París a estudiar, y allí se doctoró en Teología. 

En 1324 participó en el Capítulo General de Barcelona, donde fue elegido Provincial de Aquitania, y en 1327 fue reelegido para el mismo cargo. Su celo por la extensión y observancia de la Orden fue proverbial, y tanto, que en 1330 fue elegido General de la Orden en el Capítulo General de Valenciennes. Fue General durante 11 años, en los que promovió la disciplina, el culto mariano, la formación recta de los novicios. Fue el General que bajo el que comenzaron a florecer los insignes carmelitas San Pedro Tomás (8 de enero) y San Andrés Corsini (9 de enero, 4 de febrero, traslación de las reliquias, y segundo domingo de junio, en Florencia).

En 1341, apenas dejó el Generalato, el papa Benedicto XII le nombró obispo de Vasio. Apenas encauzaba esta sede cuando Clemente VI le eligió como Patriarca Latino de Jerusalén, al mismo tiempo que administraría su sede de Vasio. En realidad parece tratarse de un título honorífico más que de un pastoreo efectivo por parte de nuestro Beato. 

Falleció el 3 de agosto de 1348. Su lápida en la catedral de Vasio pone "Miraculis Claruit".


Fuente:
-"Flos Sanctorum del Carmelo". P. SIMEÓN MARÍA BESALDUCH, O.Carm. Barcelona 1951.


A 3 de agosto además se celebra a:
La Invención de San Esteban.
Santas Marana y Cira de Berea, reclusas.

lunes, 3 de julio de 2017

Santo Tomás, de diciembre a julio.

Pregunta: Me dirijo a usted porque soy aficionado como creyente a la hagiografía. El 3 de julio festividad de Santo Tomás apóstol felicité a un amigo que se llama Tomás por ser su onomástica según la información que un servidor tenía. Este amigo en cuestión me escribió diciendo que él cree que santo Tomás apóstol es el 21 de diciembre y si bien es cierto que numerosas fuentes que he consultado dan como festividad del santo que nos ocupa el 3 de julio, ahora albergo cierta confusión. España.

Respuesta: Usted mismo se da la respuesta en su consulta, y enseguida le explico, aunque primero estaría bien dar una reseña del santo:

Santo Tomás, Apóstol. 3 de julio (traslación de las reliquias a Edesa), 21 de mayo (Iglesia copta), 20 de junio (traslación a Constantinopla), 6 de octubre (Iglesia Griega) y 21 de diciembre.

Fue Tomás judío, y en los Evangelios se le llama "el mellizo", aunque no conocemos a su hermano. Su llamada al apostolado no aparece en la Sagrada Escritura, que sin embargo nos narra tres momentos en los que Santo Tomás es participante activo: Primero, cuando le pregunta a Cristo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" y Jesús le responde: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí". Segundo, cuando respondió a favor de Jesús, dispuesto a ir a Jerusalén a pesar de saber que los fariseos planeaban su muerte. Santo Tomás dijo: "Vamos también nosotros para morir con él". Tercero, y la más conocida intervención, su incredulidad en la Resurrección que se desvaneció en presencia de Cristo resucitado; cuando proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas palabras: "¡Señor mío y Dios mío!"

Hasta aquí lo cierto, lo que sigue pertenece a una leyenda del siglo IV sobre la vida, pasión y muerte de Tomás: Después de la venida del Espíritu Santo, Santo Tomás comisionó a San Judas (28 de octubre) para que bautizara e instruyese a Abgar, rey de Edesa, al que Cristo había prometido que, después de su resurrección, le enviaría uno de sus discípulos. Esta promesa de Nuestro Señor fue cumplida por Santo Tomás, quien envió a Tadeo, no solamente a sanar a este rey sino también para plantar la semilla de la fe en esta nación. Este error entre los dos personajes Judas y Tadeo lo he explicado en este artículo. También se nos narra en el "Transitus Mariae", libro del siglo II sobre la muerte y la Asunción de la Madre de Dios, que ante la Asunción de María a los cielos, Tomás no estaba presente en el momento, por ello dudó que hubiera ocurrido, y entonces Nuestra Señora desde el cielo le lanzó su cinturón.

En su labor apostólica, Santo Tomás, habría predicado en Persia y sus alrededores, y también en Etiopía e India, adonde fue a construir un palacio y a predicar el Evangelio. Allí, en los desposorios de San Dionisio y Santa Pelagia (2 de noviembre), sucedió que como Tomás no probaba nada y mantenía los ojos en el cielo, pensó que despreciaba a los anfitriones, y para congraciarse, le abofeteó. Entonces Tomás dijo: "Justo sería que ahora recibáis un castigo temporal, para que vuestra acción sea perdonada antes de que entréis en el más allá". Y como nadie reprendía al mayordomo por su fea acción, Tomás sentenció: "Antes de que me levante de esta mesa, la mano que me ha golpeado será arrastrada por los perros". Y así ocurrió, cuando el mayordomo salió un momento a beber agua, fue asaltado por un león que le devoró. Y luego, los perros royeron sus huesos, y uno de ellos apareció en el salón de fiestas con la mano derecha del mayordomo en la boca.

Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en Occidente. La iglesia católica siro-malabar se considera a sí misma descendiente del apostolado del santo, y lo mismo otros cristianos de diferente rito. Pero además, curiosamente, Suramérica y México también reclaman para sí la presencia evangelizadora de Santo Tomás. En Paraguay y Brasil hay sitios donde se señala la "huella de Santo Tomás" en piedras. Y en el caso de México es una leyenda mucho mejor contada, que podéis leer ampliamente en esta entrada: Santo Tomás en México. Como la leyenda dice que fue albañil (habría construido un palacio al rey Gundafar), es considerado patrono de albañiles y arquitectos, y su atributo característico es una escuadra. Su cuerpo fue trasladado a Edesa, donde fue enterrado, aunque luego fue llevado a Constantinopla, y de ahí se pierde el rastro, entre tantas reliquias dispersas por el mundo.


Predicación de Santo Tomás
ante el rey Abgar.
Ahora, yendo a su pregunta: Santo Tomás tenía antiguamente dos fiestas en nuestra Iglesia romana: el martirio, a 21 de diciembre, y la traslación de sus reliquias a Edesa por la emperatriz Santa Helena (13 y 18 de agosto), a 3 de julio. Hay otra traslación a 20 de junio, celebrada sólo por la Iglesia de Constantinopla. En la revisión del calendario litúrgico en 1969 se quedó solamente la del 3 de julio, como fiesta de Santo Tomás, sin hacer mención a dicha traslación. Lo mismo pasó con Santo Tomás de Aquino, cuya memoria hoy a 28 de enero es la antigua memoria de La Traslación de Santo Tomás. Sobre la reforma del Calendario, sus aciertos y desaciertos recomiendo este artículo: Santos que van y vienen.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 3 de julio además se celebra a
San Agapio de Córdoba, obispo.
San Jacinto de Cesarea, mártir.


Y además, 
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol.
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo.
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de San Mateo Evangelista.

La Traslación de Santa Isabel de Hungría.
La Traslación de Santo Domingo de Guzmán.
La Traslación de San Juan de la Cruz.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Tomás de Lancaster ¡Beato!

Beato Tomás Plantagenet de Lancaster, conde mártir. 22 de marzo.

Vamos a los tiempos de Eduardo II de Inglaterra (no confundir con San Eduardo II de Northumbria). Este rey tenía un favorito, amante al parecer, llamado Piers de Gaveston, que había sido desterrado por el rey Eduardo I. Cuando Eduardo II subió al trono, olvidó las encomiendas de su padre, que consistían en colaborar con la Cruzada, conquistar Escocia y no acoger nuevamente a Piers. Así, hizo todo lo contrario: llamar a su favorito junto a sí, y nombrarlo conde de Cornualles, despidió a funcionarios que se le oponían, y al obispo de Coventry, lo arrojó a la cárcel con la falsa acusación de ladrón. Además, el dinero que debía destinarse a la Cruzada, Eduardo lo dio a su amante, al cual casó con su sobrina Margarita. Pero el colmo llegó cuando Eduardo se fue a Francia a casarse con la princesa Isabel y dejó como regente ¡a Gaveston! 

El parlamento estalló en ira, que se acentuó cuando Eduardo puso a Gaveston a su derecha al ser coronado rey. Tres días después de la ceremonia de coronación el parlamento "invitó" al nuevo rey a despedir a Gaveston, "alertándole" de los graves sucesos de desobediencia que podían sucederse si permanecía en Inglaterra y dando ese escándalo. Eduardo no tuvo más remedio que obedecer y mandó a su íntimo amigo a Irlanda ¡como su virrey!, y además, le despidió con gran solemnidad en Bristol. Pero al poco tiempo Eduardo comenzó a luchar por el regreso de Gaveston, apeló al papa Clemente V, amigo personal del rey, y a algunos obispos. Finalmente, pudo Gaveston lograr su regreso a cambio de un juramento de buen comportamiento. 

Pero poco tiempo duraron las buenas intenciones, pronto Gaveston mostró su influencia perversa sobre el rey Eduardo II. Dinero malgastado, mal ejemplo, escándalo… por ello, algunos barones del reino se negaron a asistir al parlamento y presentarse ante el rey. Entre ellos estaba nuestro Tomás, conde de Lancaster, primo hermano del rey. Eduardo, que no podía consentir quedarse sin rentas y tener un parlamento contrario a su persona, trasladó el parlamento a Londres, donde sí que se presentaron los nobles fuertemente armados, para mostrar su poderío frente al rey e intimidarle. 
Tomás recibe la cabeza de Gaveston.
Además, nombraron una comisión de prelados y nobles para exponerle al rey las quejas de todo el reino por su mal gobierno. Sin embargo, algunos barones, a las órdenes de Tomás, capturaron a Gaveston en Scarborough, y el 19 de mayo de 1312 lo asesinaron, para terminar con aquello. Tomás de Lancaster se arrepintió de su crimen y con humildad pidió perdón a Eduardo, el cual organizó una ceremonia de reconciliación, donde amnistió a los asesinos, aunque solo lo hizo para calmar al reino, pues no perdonaba de corazón.

Al poco tiempo, Eduardo tomó como chambelán y nuevo favorito al hijo del Barón de Despenser, llamado Hugo. Si bien lo tomó en deferencia al apoyo que había recibido de Despenser frente a los barones revueltos, pronto Eduardo enloqueció por el joven, al que complacía en todo. Así, poco a poco los Despenser alcanzaron gran poder en el reino, lo cual llevó a una rebelión que comenzó en 1321. Tomás fue cercado en Boroughbridge, donde se refugió en una capilla, diciendo, mientras miraba al crucifijo; "Señor, me rindo a ti y a tu misericordia". Fue apresado y arrastrado, le vistieron como a un plebeyo y y lo llevaron por el río a York, donde fue recibido con todo tipo de insultos. Luego fue llevado a su castillo de Pontefract, y en el mismo salón de su casa fue juzgado, sin derecho a defensa ni propia ni de terceros. Se le condenó a ser despellejado y descuartizado vivo, para ser decapitado luego, pero su sangre real hizo que el rey le conmutase la pena por la sola decapitación, sin dolor ni escarnio. Para humillarle le pusieron un viejo gorro en la cabeza, lo subieron a un pony y lo así lo llevaron a ejecutar, en medio de burlas y desprecios, mientras un religioso dominico lo reconciliaba con Dios. Fue decapitado en una colina cercana a su castillo.

Tomás conducido al suplicio.
Aunque no aparece por ningún lado lado la fe católica como causa de su muerte, pronto se le comenzó a venerar tal cual y no pocos milagros ocurrían a la vera de su sepulcro en la iglesia del priorato de Pontefract. Alarmado, Eduardo II mandó cerrar el priorato para detener a los peregrinos, pero nada pudo hacer contra la devoción popular. Cinco años después de su muerte, el parlamento pidió al nuevo rey Eduardo III que solicitara al papa Juan XXII la canonización de Tomás de Lancaster. Y este monarca accedió y comenzó a edificar una capilla en la colina del “martirio”. En 1330 se repitió la petición al mismo papa. Nunca fue canonizado oficialmente, pero recibió culto por parte de del pueblo durante siglos, incluso hay una crónica de un monje de Saint Alban, datada en 1389 que dice "este mismo año fue Tomás de Lancaster canonizado, porque se decía que no debía ser canonizado hasta el momento en que todas los que estaban contra él hubieran sido destruidos, y todos ellos ya lo son". Aunque no hay vestigio del culto oficial, sí que fue venerado hasta la persecución de los anglicanos hacia los católicos, cuando sus huesos fueron profanados. En 1828 sus huesos fueron reconocidos por una comisión, en 1885 desaparecieron, para aparecer posteriormente.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 22 de marzo además se celebra a 






sábado, 28 de enero de 2017

La Traslación de Santo Tomás de Aquino.

La Traslación de Santo Tomás de Aquino. 28 de enero.

Trozo del cráneo del santo.
A 28 de enero celebra toda la Iglesia la fiesta de uno de sus más eximios doctores: Tomás de Aquino, dominico. Pero pocos saben que en origen este día se celebraba la Traslación de sus reliquias, pues su memoria litúrgica era a 7 de marzo, día de su tránsito al cielo. Con la reforma litúrgica de 1969, la memoria del santo se quitó de su día para aliviar la Cuaresma (un criterio muy discutible, pues la consideración de los santos no quita nada a la contemplación de los Misterios de Cristo. Todo es un mismo misterio salvífico). Así, la memoria de Santo Tomás pasó al día 28 de enero, relegando la memoria de la Traslación, que hoy traigo:

Muerte, funerales y trasiego de reliquias.
Santo Tomás murió en la abadía cisterciense de Fossanova, a las primeras horas del día 7 de marzo de 1274, teniendo entre 47 y 50 años de edad. Los días previos a su muerte, según los procesos de canonización, se vio una luz permanente sobre el monasterio, que expiró al mismo tiempo que el santo. También nos dicen que un monje vio subir al cielo su alma en forma de estrella, como se lee de San Sadoc (2 de junio), Santa Beatriz de Silva (18 de agosto), Santa Eusebia (23 de enero) y otros santos. Los monjes del Císter, teniendo presentes a que gran personaje tenían entre ellos, hicieron honras fúnebres solemnísimas, hasta donde llegaba la austeridad del Císter. Estuvieron presentes en los funerales parientes y amigos del santo, dignatarios de la Iglesia y del mundo y mucho pueblo llano, que fue el más favorecido con los milagros que ocurrieron. Entre ellos la curación de ceguera de Juan, un fraile dominico que tocó los ojos de Tomás y luego los suyos, quedando sano. Y muchos otros se cuentan, según tocaban el cuerpo del santo o se llevaban parte de sus hábitos o pelos.

Finalmente fue sepultado el santo en la abadía. Los prodigios no cesaron y los devotos acudían en masa a la sepultura de Santo Tomás. El constante celo de los dominicos por poseer las reliquias de su santo doctor, movieron a que Santiago de Florencia, abad de Fossannova, temiendo que los señores de Aquino les quitaran las reliquias de Tomás, trasladara en secreto las reliquias desde la iglesia a la primera capilla del claustro, la de San Esteban, dentro del recinto monástico. Pero poco después, temiendo haber ofendido a Dios y viendo que el pueblo seguía teniendo devoción por la tumba vacía de la iglesia, a los seis meses decidió trasladar el cuerpo de nuevo a la Iglesia, a su primer sepulcro. Guillermo de Tocco dice que fue el mismo Tomás de Aquino quien aparecería al abad para regañarle y obligarle a restituir sus reliquias a su lugar de origen. Además, añade que al abrir el sepulcro se expandió un olor suavísimo por todo el monasterio, que despertó a los monjes y les hizo buscarlo, hallando al abad y a algunos monjes en el acto de la traslación. Comprobaron todos la flexibilidad del cuerpo, lo veneraron y lo que iba a ser una traslación oculta, fue un acto litúrgico de los monjes. Cantaron la misa de confesores, pues en opinión de santo le tenían.

Muchos milagros se narra que ocurrieron, que por brevedad no narraré. Aquí. Ciegos, tullidos, mudos, paralíticos hallaron la curación al venerar las reliquias del santo. Ya fuera a su vera, o de lejos, venerando reliquias extraídas durante los funerales o la primera traslación, como tierra del sepulcro. Por ello, en 1282, el abad Pedro Dumont de San Juan hizo un reconocimiento de las reliquias, hallándose el cuerpo incorrupto del santo y comprobándose el mismo olor. En 1289 volvió a abrir el sepulcro el mismo abad, verificándose la incorrupción. En esta ocasión le fue cortada la mano derecha, a petición de Teodora, hermana del santo, que la colocó en un bello relicario en la capilla de su palacio. Luego de su muerte esta mano iría a los dominicos de Salerno. Se dice que un canónigo al enseñársele tal mano, no hizo aprecio de ella, considerando que Tomás había sido "solo un buen hombre, pero no tan santo". Enseguida se le hinchó la cabeza y le acometió un terrible dolor, y no sanó sino cuando se arrepintió de sus palabras.

Un santo hervido.
El papa Beato Inocencio V (22 de junio), dominico, expidió un Breve para que el cuerpo de Tomás de Aquino fuera entregado a los dominicos. Entonces los cistercienses exhumaron el cuerpo y le cortaron la cabeza, para al menos luchar por quedarse con ella (luego la esconderían en el palacio condal de Piperno). Pero este Breve no se hizo efectivo. En 1303 subió al trono de San Pedro el también dominico Beato Benedicto XI (7 de julio). Los cistercienses de Fossanova, temiendo que este papa sí que les quitara las reliquias del santo, en 1304 sacaron el cuerpo incorrupto de la tumba y para poder esconderlo mejor entre sus reliquias, hirvieron el cuerpo, cociéndolo y separando los huesos de la carne y la piel. Colocaron el pellejo y la carne cocida en una caja y sobre aquella los huesos limpios. Podría parecer algo salvaje, pero no fue el único caso: el cuerpo de San Luis de Francia (25 de agosto) igualmente fue sometido a este proceso en Túnez para poder llevar sus huesos a Francia. En el siglo XIV este método se prohibió por ser un proceso irrespetuoso con los cuerpos de los difuntos.

Canonización, peleas y autoridad papal.
Sin embargo, no hubo cambios, pues las reliquias continuaron en Fossanova. En 1318, a los 45 años de la muerte del Doctor Angélico se inició su proceso de canonización. Prelados y reyes pidieron la canonización de Tomás de Aquino y luego de un proceso breve, pues nadie dudaba de la santidad de Tomás y menos aún de su preclara doctrina, el siervo de Dios fue canonizado el 17 de julio de 1323 por el papa Juan XXII. Pero no volvió a tocarse el tema del traslado de las reliquias hasta 26 años más tarde, cuando los dominicos las volvieron a reclamar con firmeza. Los monjes de Fossanova las entregaron al Conde de Fondy, temiendo las sacaran del monasterio por orden del rey de Sicilia, que las quería para sí y para contentar a los dominicos de su territorio, sus protegidos. 

Pero el rey de Nápoles aprovechó la ocasión para pedir las reliquias, ya que ese reino había sido la patria de Tomás de Aquino, y siendo el mismo rey pariente lejano de la familia Aquino. El abad de Fossanova, viendo que la traslación oculta que había hecho ya no era tan oculta, reclamó las reliquias al Conde de Fondy, que juzgando tenía en sus manos un tesoro que podía usar con diplomacia y sacar beneficio, se negó a devolverlas. Pero he aquí que un día en que se hallaba de caza su caballo lo lanzó al suelo y le hirió de muerte. Prometió la condesa, su hermana, que devolvería las reliquias si Santo Tomás sanaba a su hermano. Y ocurrió la curación, con lo cual las reliquias volvieron a Fossanova, siendo encerradas en una torre, sin que casi nadie lo supiera.

Sin embargo, el Conde, poco tiempo después, al menos antes de 1368, al parecer presionado por los dominicos, tomó posesión por la fuerza de las reliquias, entregándolas secretamente a estos. El 15 de febrero de dicho año, los dominicos hicieron público que finalmente poseían las reliquias de Santo Tomás de Aquino. Los monjes de Fossanova se sintieron traicionados, se quejaron al papa Beato Urbano V (19 de diciembre) de que los dominicos les habían robado las reliquias. El papa, benedictino por más señas, sentenció a favor de los cistercienses, llamando sacrílegos a los dominicos. El Maestro General de la Orden dominica, Elias Raimundo de Tolosa movió sus hilos y algunos nobles y cardenales intercedieron por su causa ante el papa, que no oía razones y llegó a amenazar con la excomunión a dicho General. El cardenal Rogero de Beaufort, que sería el futuro Gregorio XI, llevó el caso y dictaminó que las reliquias volvieran a Fossanova. Pero el General, en una audaz maniobra, logró una entrevista con Urbano V, que le recibió y aceptó su homenaje y obediencia. Oídas las razones del dominico, el papa le preguntó por sorpresa "¿Dónde quiere Vtra. Reverencia estén las reliquias del santo?" A lo que el dominico respondió "Donde Vtra. Santidad quiera", quedando el papa agradecido de aquellas palabras. 

El jueves de Corpus el papa celebró la solemnidad en Viterbo y luego concedió una audiencia al Maestro General, que le suplicó: "Santísimo Padre, por una orden expresa del Papa Urbano IV, uno de vuestros predecesores, compuso Santo Tomás de Aquino el Oficio y la Misa del Santísimo Sacramento que usa hoy toda la Iglesia; pues a vuestra Santidad lleva el mismo nombre, y que está revestido de la misma autoridad, le suplico muy humildemente en nombre de toda mi Orden, que tenga la bondad de concedernos las reliquias de este Santo Doctor, en agradecimiento de los grandes servicios que esta ha hecho a la Iglesia, cuya cabeza es vuestra Santidad". Urbano V hizo silencio, llamó en secreto a los cardenales que le acompañaban y dijo al General dominico: "Con autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo, y con la nuestra, Nos, concedemos para siempre a vos y a vuestra Orden el cuerpo de Santo Tomás". Y además, mandó que el General las llevara a París o Tolosa, considerando que el santo había sido apóstol de Francia y que Italia ya tenía las reliquias de Santo Domingo. Y aún más, la cabeza debía acompañar el cuerpo adonde este fuese llevado.

Tumba del santo en Tolosa.
El abad de Lordat fue comisionado por el papa para arreglar el asunto con el abad de Fossanova, el cual mandó traer la cabeza desde Piperno, donde se hallaba en un bello relicario. Con ella partió hacia Fondy, donde se hallaba la caja con los huesos, llevada por los dominicos. Pusto todo junto, las reliquias partieron procesionalmente. El 3 de agosto fueron veneradas en Montefalco, donde el día 4 fueron entregadas al General de la Orden dominica. En esta ciudad permanecieron todo el verano y fueron veneradas por todos. Entretanto el abad de Fossanova no dejaba de insistir que al menos le dejasen la cabeza, pero el papa ya había determinado y ni quiso reconsiderarlo. Aún más, para zanjar definitivamente y que no hubiera más intromisiones, ordenó que fueran trasladadas a Tolosa, permitiendo se separase el brazo sin mano para que fuera llevado al convento de París, donde había vivido el santo. Para hacerlo efectivo expidió la Bula "Copiosus in misericordia", el 22 de junio de 1368.

La traslación.
Las reliquias se llevaron a Francia con discreción, con el sello papal en el arca y siendo esta vigilada de cerca por el General dominico y el obispo de Albano. A finales de noviembre 1368 llegaron a Prouille, donde estuvieron un mes hasta que Tolosa lo preparaba todo para la recepción de tales reliquias. Ya en Prouille se hizo pública la traslación y la presencia de las reliquias tan cerca. Fueron mareas de gente a venerarlas, arrancando del santo numerosos milagros, todos documentados. El 28 de enero de 1369 se puso el relicario en la capilla del convento extramuros de Tolosa, con gran solemnidad y alegría. En la procesión portaron el relicario el Duque de Anjou y los obispos de Tolosa y Narbona. En 1628 las reliquias se pasaron a una hermosa urna de plata dorada, trasladándola a la iglesia, actualmente se venera bajo la mesa del altar. Lo que queda del cráneo puede venerarse en un relicario dispuesto en un altar junto a otras reliquias. Se enviaron a otros conventos otras reliquias del santo, siempre con expresa autoridad papal, pero no forman parte de esta Traslación.

Fuente:
-"Vida histórica de S. Tomás de Aquino". P. ANTONIO TOURON. OP. 

A 28 de enero además se celebra a 
San Carlomagno, emperador
San Juan de Réôme, fundador y abad.


Y además
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol. 
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de San Mateo Evangelista.
La Traslación de Santa Isabel de Hungría.
La Traslación de Santo Domingo de Guzmán.
La Traslación de San Juan de la Cruz.

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