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miércoles, 18 de abril de 2018

Madre e hijo, mártires y legendarios.

Santos Eleuterio, obispo, y Antia, su madre; mártires. 18 de abril y 15 de diciembre (Iglesias orientales).

Su leyenda, que es lo que es este relato, pone a estos mártires padeciendo en el siglo II, imperando Adriano. Antia era una viuda prominente de Illyria, la actual Apulia, cuyo hijo se formó en Roma, bajo la dirección del (inexistente) papa San Anacleto (13 de julio). Cuando llegó a la juventud regresó a su tierra y fue elegido como obispo de la iglesia local. Logró muchas conversiones de paganos a la fe cristiana.

Desatada la persecución, Eleuterio fue apresado y arrojado a los leones, pero estos lo respetaron y, más aún, se arrojaron a sus pies cual corderos. Luego fue sometido al tormento del fuego, atado en una reja, pero igual sobrevivió (no hay que extrañarse, este tormento estaba diseñado para hacer sufrir, no para matar). Luego, junto a su madre, fue metido en una olla de aceite hirviendo, pero por milagro, sobrevivieron una vez más. Finalmente ambos fueron decapitados en el año 138.

Ante tantos prodigios, los soldados que los custodiaban, llamados Partenio, Calocero, Febo, Próculo, Apolonio, Fortunato, Crispino, Expedito, Mapálico, Victorino y Gago, se convirtieron a Cristo, al igual que Corebo el Gobernador. Todos fueron encarcelados, torturados y martirizados. El Expedito mencionado aquí es una de las fuentes sobre el famoso San Expedito (19 de abril).

Aunque el relato sea legendario, sí que encontramos testimonios sobre los dichos soldados mártires, que son mencionados por San Cipriano de Cartago (16 de septiembre) quien elogia la fe y entrega de Mapálico y compañeros, poniendo su memoria en el Calendario de Cartago a 17 de abril. Y no solo a ellos, sino a otros mártires, aunque no a Eleuterio y Antia, quienes aparecen como protagonistas en el siglo VI. La Leyenda Áurea del Beato La Vorágine (13 de agosto) los hizo más famosos, desplazando a los soldados mencionados. Reliquias de estos santos, dudosas, se veneran en diversos sitios, como Rieti o Velletri.


Fuente:
-https://www.heiligenlexikon.de

A 18 de abril además se celebra a:

domingo, 18 de marzo de 2018

"¡Recíbenos, aunque hayamos pecado tanto!"

Santos Trófimo y Eucarpo, soldados mártires. 18 de marzo.

San Eucarpio.
Imperando Diocleciano, vivían en Nicomedia dos soldados del ejército, llamados Trófimo y Eucarpo, quienes estaban encargados de capturar a los cristianos, custodiarles, sujetarles en los tormentos y llevarles al sitio del ajusticiamiento, si era el caso.

Un día que volvían de capturar a un grupo de cristianos, una luz resplandeciente les cegó y oyeron una voz que decía: "¿A qué tanta prisa en amenazar a mis servidores? No se equivoquen, nadie puede vencer a los que creen en mí. Les anuncio que el perseguidor que se ponga de su parte, ganará el reino de los cielos". Ante estas palabras, ambos soldados cayeron casi sin sentido y no podían hacer otra cosa que repetir estas palabras: "Es verdaderamente grande el Dios que se nos ha aparecido y estamos dispuestos a convertirnos en sus servidores". Entonces la misma voz les reveló: "Levántense, sus pecados les son perdonados". Se levantaron Trófimo y Eucarpo y vieron un hombre vestido de blanco y rodeado por un cortejo angélico. Entonces los dos conversos clamaron a Cristo: "¡Recíbenos, aunque hayamos pecado tanto! ¡Nos hemos portado como insensatos, ya que te combatíamos a ti y a tus servidores!".

San Trófimo.
Seguidamente los dos soldados convertidos soltaron a los cristianos que tenían prisioneros, y abrazándoles como a hermanos, les dejaron volver a sus casas. Cuando el Prefecto lo supo hizo comparecer ante su tribunal a Trófimo y Eucarpo, quienes le relataron su visión. Entonces el magistrado ordenó que fueran extendidos en el potro y que sus cuerpos fueran rasgados con garfios de hierro. Mientras, Trófimo y Eucarpo solo oraban y alababan al Señor. Finalmente, fueron quemados vivos.

En varios martirologios y Menologios orientales se les menciona desde antiguo, aunque en el Martirologio Romano no entraron hasta el siglo XVI por mano de Baronio.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 18 de marzo además se celebra a






jueves, 22 de febrero de 2018

San Mauricio, el gran mártir de Apamea.

Santos Mauricio y Fotino de Apamea, y 70 compañeros mártires. 22 de febrero.

Invención de las reliquias
de los santos mártires.
Todos eran soldados del emperador Maximiano, siendo Mauricio su General. En 305 estaban destinados a la ciudad siria de Apamea cuando estalló la persecución contra los cristianos, y allí llegaron los escrutadores imperiales averiguando sobre quienes eran cristianos. Fueron informados que Mauricio no solo era cristiano, sino que además, constantemente convertía a otros a la fe de Cristo.

Fueron llamados todos los soldados a sacrificar a los dioses, y nuestros santos se negaron a hacerlo. Entonces fueron arrestados y torturados con el fuego, la flagelación o el desgarramiento para que apostataran. Fotino, el hijo menor de Mauricio fue decapitado delante de su padre para lograr que este se doblegara, pero Mauricio no hizo sino confesar más firmemente su fe. Al final, todos fueron embadurnados con miel y arrojados a un pantano para que los insectos se los comieran. Algunos agonizaron durante días hasta expirar.

Las reliquias de Mauricio, Fotino y los demás fueron inventadas en el siglo VIII.


A 22 de febrero además se celebra a


La Cátedra
de San Pedro
.
Bta Juana M. Bonomo,
abadesa benedictina.
Bto Mahomed Abdalá,
converso y mercedario
.






martes, 5 de septiembre de 2017

"sin lucha obtuvieron la victoria..."

Santos Juventino y Maximino de Antioquía, mártires. 5 de septiembre, 25 y 29 de enero.
"Ardían en tan grande amor de Dios, que aun fuera del tiempo de persecución fueron ceñidos con la corona del martirio, y sin batalla lograron levantar el trofeo, y sin lucha obtuvieron la victoria, y sin certamen lograron el premio". 

Ilustración hecha para este blog
por Efrén Sarmiento.

Así habla San Juan Crisóstomo (27 de enero, traslación de las reliquias a Constantinopla; 30 de enero, Synaxis de los Tres patriarcas: Juan, Gregorio y Basilio; 13 de septiembre, muerte; 13 de noviembre, Iglesia oriental; 15 de diciembre consagración episcopal) en una homilía que predicó en honor de estos santos en Antioquía, en año incierto, pues no se conserva la fecha.

Vivieron estos santos en Antioquía, en el siglo IV y bajo el imperio de Juliano, llamado "el Apóstata", por haber renunciado a la fe cristiana para imponer la vuelta del paganismo. Muchos cristianos que se enfrentaron a esto terminaron martirizados, como Santos Bonoso y Maximiano (21 de agosto), San Manuel (17 de junio), o Santos Macedonio, Teódulo y Taciano (12 de septiembre), o el célebre presbítero San Teodoro (23 de octubre), que llegó a decir que Juliano volvía al paganismo "como vuelve el perro a su vómito".

Había mandado el gobernador de Antioquía que se hicieran sacrificios y se consagraran las fuentes de la ciudad, así como los alimentos que ordinariamente se vendieran. Los sacerdotes paganos rociaron todo con agua lustral, ante lo cual muchos cristianos se negaron a comer o beber agua de las fuentes, pero pocos de ellos, pues la mayoría prefirió sobrevivir, y los presbíteros para tranquilizarles, les recordaban como dice San Pablo "De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. Y si algún incrédulo os llama, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. Mas si alguien os dijere: 'Esto fue sacrificado a los ídolos', no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?". (1 Cor 10, 25-28).

Sin embargo, esa exhortación del apóstol no bastaba para nuestros santos, y en una ocasión en que se celebraba un banquete militar, hablaron claramente de la injusticia que cometía el emperador. Compararon a los cristianos con los jóvenes del horno de Babilonia, sobre los que escribe San Daniel (21 de julio), de como habían sido entregados a un príncipe infiel, apóstata y terror de los mortales. Y además, criticaron el ambiente pagano que se vivía desde que el emperador había vuelto a adorar a los ídolos. Muy pronto supo Juliano de lo dicho por Juventino y Maximino, pues ambos eran oficiales de la Compañía de Guardias del emperador. Siendo personas tan ilustres no quiso juzgarles sin más, sino comprobar por sí mismo si era cierto lo que habían dicho de él.

Ambos comparecieron serenos ante el monarca. Y no solo se reafirmaron de lo dicho, sino que además, le recriminaron su política: "Señor, habiendo recibido ambos en el seno de la Iglesia una educación del todo santa, y obedecido siempre a las leyes llenas de piedad, y de religión del Gran Constantino, y de los emperadores sus hijos, no podemos ver, sin gran dolor y sentimiento, que llenéis de abominaciones todo el Imperio, y que con sacrificios impuros manchéis los bienes que Dios ha dado a los hombres, y las cosas más necesarias que les ha suministrado para la conservación de su vida. Por estas desgracias, Señor, hace mucho tiempo que secretamente lloramos, y nos tomamos ahora la licencia de derramar tantas lágrimas su presencia".

Juliano, irritado ante esta reprimenda, mandó que ambos oficiales fueran despojados de sus bienes y estos subastados. Los dos atletas de Cristo le replicaron, según el Crisóstomo: "¿Para qué necesitamos riquezas ni de vestidos preciosos? ¡Aunque sea necesario despojamos por Cristo de nuestro más íntimo vestido, que es la carne, no nos opondremos, sino que espontáneamente lo cederemos". Y efectivamente, les dejaron en la miseria y les metieron en la cárcel. Allí fueron a parar también otros cristianos que apreciaron el gesto de los dos oficiales, y denunciaron la injusticia. Y en la prisión se alentaban unos a otros, oraban y salmodiaban. El emperador mandaba de vez en cuanto a algunos para que les tentaran con promesas de libertad si renunciaban a su fe, pero Juventino y Maximino siempre les rechazaban.

Finalmente, viendo Juliano que la prisión de los santos solo les hacía más respetados entre los cristianos, mandó que los sacaran en secreto de la cárcel y los degollaran, como así se hizo. Juliano fue advertido por algunos de que aquello podía ir en su contra, sabiendo el aprecio que los cristianos tenían de los mártires, así que mandó se publicara que la causa del castigo y la muerte había sido la falta a su autoridad, y no motivo religioso alguno. Pero, sin embargo, los cristianos conocían perfectamente la causa, por lo cual honraron como mártires a ambos santos y levantaron un bello sepulcro en una iglesia.

Y termino con el mismo sermón del inicio. Dice San Juan Crisóstomo: 
"¡Visitémoslos con frecuencia! Toquemos su urna y con grande fe abracemos sus reliquias, a fin de sacar de aquí alguna bendición. Porque, a la manera que los soldados, mostrando a su rey las heridas que recibieron en la batalla, le hablan con grande confianza, así estos mártires, llevando en sus manos las cabezas cortadas y poniéndolas en frente, pueden alcanzar del Rey de los cielos cualquiera cosa que le pidan. ¡Vengamos, pues, aquí con grande presteza, con grande fe; para que, habiendo contemplado estos santos despojos y habiendo considerado sus combates, saquemos en todos sentidos grandes tesoros; y de tal manera pasemos esta vida presente, que lleguemos al puerto de la eternidad con grandes mercancías; y consigamos el reino de los cielos por gracia y benignidad de nuestro Señor Jesucristo, con el cual sea al Padre y juntamente al Espíritu Santo la gloria, el poder, el honor y la adoración, por los siglos de los siglos. Amén".



Fuentes:
-"Las Verdaderas actas de los Martires". Tomo III. Teodorico Ruinart. OSB. Madrid, 1776.
-https://clerus.org


A 5 de septiembre además se celebra a
Santa Raïssa de Antinoe, virgen, y compañeros mártires.
San Bertin de Sithiu, abad.

lunes, 6 de marzo de 2017

"Nuestro Dios nos dará la victoria"

Los 42 mártires de Ammoria. 6 de marzo.

En el siglo IX, habiendo tenido constantes batallas el emperador de Constantinopla, Teófilo, con el califa, este, sintiéndose derrotado, tomó venganza destuyendo totalmente la ciudad de Ammoria, ciudad natal de Teófilo. Mató a todos sus habitantes, excepto a 42 soldados, a los que comenzó a ultrajar y amenazar para que renegasen de la fe cristiana, siendo esto su mayor victoria. Los soldados, generales le llaman las crónicas, fueron sometidos a castigos, mala alimentación, y diariamente les conminaban a aceptar la fe islámica. Los soldados cristianos respondían lo mismo: "Dos hombres compiten por el mismo pedazo de tierra. Ambos dicen 'esta tierra es mía'. Sin embargo, uno tiene una gran cantidad de testigos que confirman su afirmación, mientras el otro sólo se tiene a sí mismo como testigo. ¿Quién creéis que es dueño de ese pedazo de tierra?" "Por supuesto que la persona que tiene tantos testigos, dice la verdad". "Pues así mismo" – replicaban los cristianos – "sucede con Cristo y Mahoma. Cristo tiene cientos de testigos, desde Moisés hasta Juan el Bautista, sin embargo, Mahoma solo se tiene a sí mismo como testigo".

Los musulmanes les intentaban vencer diciendo: "Nuestra fe es mejor que la vuestra. De hecho, fijaos como nuestro Dios nos ha dado una resonante victoria sobre vosotros, Él nos ha hecho un imperio más grande que el de los cristianos, y nos permite apoderarnos de tierras de cristianos". Los soldados replicaban: "Si eso fuera cierto, entonces también eran verdaderos los dioses de los egipcios, babilonios, griegos y romanos, que tuvieron grandes imperios. Nuestro Dios nos dará otra victoria a su tiempo, y aunque nos ha dejado padecer una derrota a causa de nuestro orgullo y presunción, nos salvará por medio del arrepentimiento y la oración".

Y así estuvieron prisioneros durante siete años, sufriendo vejámenes por Cristo. Al cabo de este tiempo, en 848, los musulmanes los degollaron a todos. 


A 6 de marzo además se celebra a 





martes, 20 de diciembre de 2016

De una milicia, a la otra del cielo.

Santos Ammon y compañeros mártires. 20 de diciembre.


San Zenon.
Sobre estos santos conocemos poco, pero al menos es veraz. El único testimonio sobre ellos lo da el obispo San Dionisio de Alejandría (17 de noviembre) en una carta al obispo Fabio de Antioquía. En esta misiva cuenta lo sucedido en el motín que causó la muerte a varios cristianos, entre ellos la célebre Santa Apolonia (9 de febrero).

Según Dionisio, presentes en el tormento de un cristiano que dio muestras de flaqueza y renegó de su fe, había algunos de los soldados cristianos, los cuales al ver que el atormentado flaqueaba, le hicieron señas para que soportase por Cristo. Se llamaban Ammon, Zenon, Ingenio y Ptolomeo. El juez les preguntó a que se debía aquello y los cuatro se declararon cristianos, dejando sus armas y saltando al medio del tribunal. El juez intentó intimidarles para que se retractasen, pero ellos volvieron a confesar a Cristo y alcanzaron el premio de la gloria eterna.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.


El 20 de diciembre además se celebra a  
San Filogonio, obispo.
Beata Margarita del Espíritu Santo, virgen dominica.


Y se canta la cuarta de las Antífonas Mayores de Adviento: O Clavis David.



martes, 29 de noviembre de 2016

Ante Dios, caen los ídolos.

San Saturnino de Roma, presbítero y compañeros mártires. 29 de noviembre.

Según su leyenda, era Saturnino un sacerdote cartaginés que a finales del siglo III se trasladó a Roma. Junto a otros cristianos fue apresado y condenado a trabajar en las obras públicas, como caminos o baños. Allí se relacionaron con San Ciriaco (8 de agosto). Los cristianos eran tratados con más dureza que otros esclavos o condenados, pues además, frecuentemente eran invitados a apostatar para librarse del castigo. Esto según las tradiciones piadosas, pues oficialmente no consta.

Para los cristianos, sabido es, padecer por Cristo no era un tormento, sino que lo vivían con paciencia y aún con alegría, alentándose unos a otros con oraciones, cantos y palabras. Se atendían caritativamente y se socorrían en sus penas. De los más activos eran Saturnino y su diácono Sisinio, que no descansaban por socorrer a los demás, y darles el aliento de la fe. El comandante Espurio lo comunicó al emperador Maximiano, en cual mandó traerlos a su presencia y una vez hecho, les intentó obligar a sacrificar a los dioses, pero los dos clérigos se negaron. Entonces Maximiano los mandó a la cárcel bajo la vigilancia del cruel Landicio. Treinta días padecieron castigos y vejaciones, pero los tres santos solo alababan a Cristo y confortaban a los allí encerrados. Al cabo del mes de prisión, fueron presentados ante Maximiano, el cual había puesto un ídolo en medio del tribunal, para que Saturnino y Sisinio sacrificaran. Pero estos, apenas entraron a la sala y lo vieron, dijeron: "Que el Señor de las naciones, avergüence a tus dioses", y el dios cayó y se rompió en pedazos. 

Fueron castigados en el potro, donde les estiraron los músculos y les rompieron los costados flagelándoles con escorpiones, pero Saturnino y su diácono cantaban: "Gloria a ti, Jesucristo, porque nos has permitido compartir la gloria de tus siervos". En ese momento, dos soldados que había allí, llamados Papías y Mauro, adoraron a Cristo y se convirtieron a la fe cristiana y clamaron a Landicio: "¿Cómo es posible que el diablo tenga tanto poder sobre ti, para que seas tan cruel con estos dos hombres santos?". Entonces Landicio mandó que con piedras les rompieran las bocas a ambos soldados. Luego todos fueron arrojados a la cárcel, y allí siguieron atormentándoles. Finalmente, como veían que nada reducía a los santos, les llevaron a las afueras, y en el primer miliario de la Vía Nomentana les decapitaron. 

Un cristiano piadoso llamado Tasso les sepultó el 29 de noviembre, sobre 303, en su propia casa, en la Vía Salaria. Esta "depositio" la recogen los martirologios antiguos, aunque los datos sobre la vida y martirio son posteriores y legendarios. En el siglo V se levantó una iglesia en su honor, que subsistió hasta el terremoto de Roma en el siglo XII.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XIV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 29 de noviembre además se celebra a los  
Beatos Dionisio y Redento, carmelitas mártires.
San Saturnino de Tolosa, obispo y mártir.

martes, 18 de octubre de 2016

San Justo el Cefalóforo.

San Justo de Beauvais, niño cefalóforo mártir. 18 de octubre.

Martirio de San Justo.
Rubens.
Su leyenda, que los Bollandistas dan por una fantasía, cuenta que era un niño de 9 años, natural de Auxerre, el cual junto Beauvais a su padre partió hacia Amiens a rescatar a su tío Justiniano, que había sido vendido por esclavo años atrás, y al que Justo no conocía. Cuando llegaron a Amiens, Justino no pudo reconocer a su hermano, entonces, por una inspiración divina, el niño Justo salió corriendo y de pronto se detuvo ante un hombre que llevaba una lámpara y exclamó "Es este". Y así era, pues Justiniano reconoció a su hermano Justino, y Lupo, su amo, se lo vendió, logrando así la libertad.

Unos soldados que presenciaron la escena dieron parte al cruel Rictovaro, contándole de unos "hechiceros cristianos" que había en la ciudad. este mandó apresarlos y así se hizo, saliendo en su busca. Cuando Justo, su padre y su tío pasaban entre Beauvais y Compiegne, los soldados les alcanzaron. Justino y Justiniano se escondieron y dijeron a Justo que despistara a los soldados. Cuando estos llegaron donde le niño le preguntaron a que dios adoraba y ofrecía sacrificios. "Soy cristiano", fue la sencilla respuesta de Justo, e inmediatamente un soldado le cortó la cabeza. Tomaron la cabeza cortada para llevarla como prueba a Rictovaro, pero de pronto el cuerpo de Justo se puso en pie y tomó su cabeza, que habló: "Señor de cielos y tierras, recibe mi alma, pues soy inocente". A la vista de esto, como no, los soldados huyeron corriendo. Justino y Justiniano salieron de su escondite y que quisieron llevar el cuerpo y cabeza del niño a la madre, pero la cabeza de nuevo habló: "Si quiere verme, que mire al cielo", dijo, al mismo tiempo que revelaba que allí mismo debía ser enterrado su cuerpo, mientras que la cabeza podían llevarla a su madre. Habría ocurrido este martirio en 287, imperando Diocleciano.

El sitio del supuesto martirio es un lugar de culto desde el siglo IV, actualmente se llama St-Just-en-Chaussée. Las reliquias eran meta de peregrinos durante toda la Edad Media. De su leyenda surgió la casi exacta de San Justino de París. Beauvais celebraba su culto con grandes fiestas, siendo uno de los santos cefalóforos más conocidos, y el únio niño entre ellos. En el siglo XIII se compuso el primer Oficio Litúrgico propio y a partir de entonces, el culto se fue extendiendo a otros sitios, llegando a Inglaterra, donde se afirma que la cabeza del santo fue llevada allí por parientes lejanos del santo en el siglo X. En la Iglesia de los jesuitas de Amberes se venera una reliquia insigne del santo. Otras reliquias andan dispersas por otros sitios.


Fuente:
-"Grand livre des saints: culte et iconographie en Occident". JACQUES BAUDOIN. 2004.


A 18 de octubre además se celebra a  
Santa Gwen de St.Vennec, viuda y reclusa.
San Julián Sabas, abad.

martes, 9 de agosto de 2016

Santos Amor y Viator.

Santos Amor y Viator de Franche-Compté, mártires. 9 de agosto.
"Augusti V idus, in suburbio Lvgdunensi, natalis sanctorum martyrum Amoris et Viatoris".

Esta escueta entrada del Martirologio de Lyon es lo único cierto que podemos saber de estos mártires: Que padecieron el martirio en Lyon el 9 de agosto de un año incierto.

Pero esta escasez de datos no supone para nada que ambos santos no hayan gozado y aún, de culto y devoción. En el Jura, en Franche-Compté, se veneran sus reliquias desde tiempos inmemoriales en un pueblo llamado St-Amour, antes Vincia. Según la tradición local, las reliquias las llevó a la ciudad el rey San Gontran I de Borgoña (28 de enero) en el siglo VI, construyendo para ellas una iglesia a la memoria de ambos santos. Es curioso cómo no será hasta el siglo XVI cuando se comienza a propagar que ambos santos eran soldados de la Legión Tebana (22 de septiembre), que estaban ausentes en el momento del martirio de sus compañeros. Algunos martirologios franceses les ponen como compañeros de Santos Alejandro y Epidopio de Lyon (24 de abril).

Tuvieron una poderosa cofradía y cada año una procesión se celebraba el último domingo de agosto. En el siglo XIX, luego de la Revolución, cuando la vida religiosa decayó, esta costumbre se perdió, pero se mantiene hasta hoy la tradición de rezar todos los viernes la misa del "Común de Mártires". Los Bollandistas los mencionan a 9 de agosto: "En Franche-Compté, Santos Amor y Viator, mártires, que se cree fueron oficiales de la famosa legión tebana, pero cuya vida es poco conocida. La pequeña ciudad de Saint-Amour (Jura) se enorgullece de estar en posesión de las reliquias de estos santos mártires". Y como única referencia, publican una carta enviada por la parroquia, fechada a 1 de abril de 1734.


Fuente:
-"Vie des saints de Franche-Comté". Tomo 4. Besançon, 1856.


A 9 de agosto además se celebra a 
San Román de Roma, mártir.
San Ernée de Celciacum, abad

domingo, 13 de diciembre de 2015

Los Santos Cinco Compañeros Mártires.

Santos Eustracio, Auxencio, Eugenio, Mardario y Orestes de Sebaste, mártires. 13 de diciembre.

Dos escenas de los santos:
La vocación de Mardario y Eustracio a caballo.

Eustracio era armenio, de Arauraca. Entró al ejército romano y llegó a ser general en Satala, también Armenia. Eugenio y Orestes eran soldados subordinados a su mando. Auxencio era presbítero y Mardario un seglar que vivía en Satala, aunque igualmente era originario de Arauraca. Al desatarse la persecución de los emperadores Diocleciano y Maximiano, el sacerdote Auxencio fue uno de los primeros en ser llamado ante el gobernador Lisias. Fue torturado para que apostatase, pero nada. Eustracio, hastiado de vivir su fe cristiana en lo oculto, y cansado de ver sufrir a sus hermanos inocentes, se presentó ante Lisias e igualmente declaró su fe en Cristo. Esta confesión motivó la del soldado Eugenio, que gritó a Lisias: "Yo también soy cristiano, Lisias. Oye: Yo soy cristiano". Llevaban a los tres por la ciudad, para que fueran escarnecidos, cuando Mardario, que observaba la escena desde el techo de su casa, dejó a su esposa y dos hijas jóvenes, corrió detrás de los verdugos y los gritaba: "¡Yo también soy cristiano como Eustracio!"

Por su parte, Orestes, al ver a su general, y a su compañero Eugenio padecer por Cristo, sacó una cuz que llevaba al pecho y la enseñó a Lisias, clamando: "Sí, Lisias, también soy cristiano". Y Lisias le mandó poner en la cárcel con los otros cuatro. Padecieron diversos tormentos, pero permanecieron fieles en la fe cristiana, por la que finalmente dieron su vida. Auxencio fue decapitado, Eugenio y Mardario murieron desfallecidos por las torturas, Orestes fue quemado en una parrilla de hierro y Eustracio en un horno. La leyenda añade que el último en morir fue Eustracio, el cual había recibido la comunión de manos de San Blas (3, 11; 15, Iglesias orientales, y 22 de febrero, Iglesia Ortodoxa Griega). Estando en el horno clamó "Yo te alabo, oh Divina Majestad, porque has visto mi mezquindad, y no me dejas caer en manos de mis enemigos: Has salvado mi alma de cualquier peligro".


Fueron sepultados en secreto por los cristianos, y llegada la paz, las reliquias fueron elevadas y depositadas en una basílica. En un tiempo impreciso fueron trasladadas a Constantinopla, a una iglesia dedicada a su memoria, los Santos Cinco Compañeros Mártires, como se les conoce en Oriente. Su culto fue grande y eran tenidos por santos sanadores y obradores de maravillas. En la vida de San Demetrio de Rostov (28 de octubre) se lee que Orestes se le apareció. En el siglo VIII, varias reliquias fueron solicitadas por el papa Adriano I y depositadas en la iglesia de San Apolinar de Roma.



Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 13 de diciembre además se celebra a
San Judoc, eremita.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Santos Sergio y Baco, amantes, ¿y qué?

Pregunta: Gracias por tu trabajo y lo que nos aportas como iglesia. Tengo una duda curiosa y un poco controversial para algunos. ¿Verdaderamente san Segio y Baco fueron pareja? Nicaragua.

Respuesta: Gracias por tu lectura y seguimiento, de veras. A tu primera pregunta sobre si fueron pareja, pues te digo claramente que no, y luego lo aclaro. Primero veamos un poco de su historia y culto.

Santos Sergio y Baco, soldados mártires. 1 (Sergio) y 7 de octubre (ambos, en la Iglesia romana), y 20 de octubre (ambos), 9 de diciembre y 21 de agosto (Iglesia Siria).

Vida, martirio y culto.
Pues según unas actas griegas, tardías y que vienen a responder esta interrogante que el mismo culto motivaría, estos santos eran dos oficiales de alto rango del emperador Maximiano. Dicen las actas que en una ocasión el emperador fue al templo de Júpiter a sacrificar al dios con todo sus oficiales y guardia personal, y vio como dos de sus oficiales, Sergio y Baco, se quedaban fuera del templo. Mandándoles a adorar a Júpiter pero los dos santos se negaron. Entonces Maximiano mandó les degradasen, los vistiesen de mujer y los exhibiesen por las calles de la ciudad para escarnecerlos públicamente. Fueron enviados a Antíoco,  gobernador de Augusta Euphratorum. Ante el gobernador fueron azotados cruelmente para que renegaran de Cristo. Baco murió producto de los azotes, y su cuerpo fue abandonado, pero unos cristianos piadosos lo recogieron y lo enterraron cristianamente en una cueva cercana. Sergio le sobrevivió a otro tormento: ponerse botas de hierro con clavos en las suelas que le atravesaron los pies, y de esta manera ir andando hasta Rasafa. Luego de esto fue decapitado e igualmente enterrado en el mismo lugar. Llegada la paz para la Iglesia, se levantó un oratorio en su memoria, que posteriormente se convertiría en una gran basílica.

Su culto consta desde el siglo V, aunque sería anterior, pues en 431 la iglesia sobre la tumba de Sergio, en Rasafa hubo de ser restaurada, así que ya tendría tiempo de elevada y por tanto el culto sólido. El historiador sirio Evagrio, que vivió en la segunda mitad del siglo VI describe la tumba y altar de esta iglesia como una maravilla realizada en plata. Tal vez serían relieves o placas de este metal que cubrían la primitiva tumba. En estas mismas fechas, Justiniano y Teodora donarían a la iglesia una cruz de oro, en honor a los mártires. Cruz que sería robada por los persas y recuperada pronto. Son estos pocos detalles, pero suficientes para intuir un culto conocido y profundo lo menos desde el siglo IV. En Roma igualmente tuvieron su iglesia desde muy pronto, embellecida por Gregorio III.

En el sitio de la sepultura de Baco igualmente se construiría una bella basílica en el siglo V, construida por San Alejandro de Gerápolis (7 de mayo), y que daría lugar a la ciudad nominada Sergiópolis por Justiniano. Testimonio da San Gregorio de Tours (17 de noviembre). Reliquias de ambos santos fueron donadas (o inventadas) durante siglos, sobre todo a Grecia e Italia. Algunas se concentraron después de las Cruzadas, robadas o compradas a vendedores inescrupulosos.


Los erastai, evolución del término. 
En cuanto a lo segundo, si fueron pareja, la cosa es de risa, pues los que así lo proclaman no aportan ni una sola prueba, ni dicen de donde lo sacan. Dicen “las actas” una y otra vez, sin decir a que Actas se refieren. ¿A las primitivas? A las de Simeón Metafrastre, que son las más antiguas y conocidas, retomadas por La Vorágine, no se refieren, porque los Bollandistas la traen en su “Analecta”, y no aparece ese término, ni en latín ni en griego. Nadie aporta nada, por lo cual fácilmente puede ser una invención. Pero vamos a suponer que efectivamente, en algunas Actas se emplee el término “ερασταί” (erastai). Palabra que los defensores de la fornicación “sergibaquiana” traducen como amantes, simplemente. Pero yerran por malicia y, los más, por ignorancia, por repetirse unos a otros.

El término ερασταί (erastai), es el plural de εραστές (amante), pero este es un término utilizado en el griego antiguo para referirse a la relación pedófila de un adulto con un jovencito, teniendo que darse en dicha relación un εραστές (erastes) y un ερωμένο (eromenos). Es cierto que son palabras referidas a un contexto de relación homosexual, pero el caso es que nunca podría usarse el plural ερασταί (erastai) para definir una relación de pareja, de amantes o esposos. Los εραστές-ερωμένο (erastes)-(eromenos) no son ερασταί (erastai) entre sí, porque este plural alude a una igualdad entre las dos personas en la relación que mantengan. Pero entonces, ¿a qué se refiere que dos santos sean llamados ερασταί (erastai)?, (suponiendo siempre que sea verdad que Santos Sergio y Baco son llamados así). Pues es sencillo, si traducimos el término al latín ερασταί (erastai) = amatores (amadores o amantes). Resulta que la palabra sí se refiere a amar, pero no necesariamente a gente que se ama entre sí, sino que aman. Por ejemplo: “Juan y Miguel son ερασταί (erastai, amatores), amantes del senderismo” ¿Son amantes Juan y Miguel? Sí, claro, pero no entre ellos, sino que tienen un amor común a algo.

Un mejor ejemplo, situado en contexto, lo hallamos en los “Diálogos” de Platón, en boca de Sócrates: En este diálogo, los ερασταί (erastai) son dos jóvenes que discuten por sus aficiones; uno el deporte y otro la poesía y filosofía. O sea, que nada de fornicación. Y es que en este diálogo, estos jóvenes son llamados ερασταί (erastai) porque defienden con pasión su actividad, física uno, intelectual el otro. La defienden con ἔρως ‎(érōs). Y para entenderlo, explico brevemente lo que es el “eros” y su evolución del paganismo al cristianismo.


La filosofía distingue cuatro amores:

1. ἔρως ‎(érōs), un amor que incluye el cuerpo y sus sentidos e instintos. Es natural y físico. El eros es un amor que comprende a toda la persona, incluido su cuerpo y sexualidad en tanto que esta es parte integral de todo ser humano. Somos seres sexuados. Incluye, pero no es exclusiva, las relaciones sexuales entre hombre y mujer. Esto último es importante resaltarlo, pues no se consideraban las relaciones homosexuales verdadero “eros”.

2. Ετοργη (estorgé), cariño, es un amor entre amigos, o los miembros de la familia.

3. Φιλíα (philia), filia, un amor desinteresado por la humanidad, y por sujetos u objetos.

4. Αγα´πη (ágape), es el amor incondicional, el cristiano por excelencia: la caridad.

Estas cuatro formas de amor se integran entre sí, no son entes separados. Quien vive el Αγα´πη (ágape), esa caridad que impele a darse del todo, lo hace con su ἔρως ‎(érōs), su forma de ser y sentir, con su sexualidad masculina o femenina. No hay, o no debe haber una disociación. Por eso la caridad conlleva la compasión, la sensibilidad, la delicadeza, la dulzura, los movimientos del corazón. Comprendo que es algo difícil de entender en una sociedad tan sexualizada donde el término ἔρως ‎(érōs) enseguida lleva a pensar en la genitalidad y las relaciones sexuales. Algo erótico hoy se entiende exclusivamente como algo que sirve para la fornicación, así, tal cual, sin más matiz. Pero en origen este término no se reduce a la mera cuestión sexual, aunque la incluye.

Benedicto XVI en su magnífica “Deus Caritas est” nos dice sobre el ἔρως ‎(érōs): 

Los antiguos griegos dieron el nombre de eros al amor entre hombre y mujer, que no nace del pensamiento o la voluntad, sino que en cierto sentido se impone al ser humano. 

(…) Los griegos —sin duda análogamente a otras culturas— consideraban el eros ante todo como un arrebato, una “locura divina” que prevalece sobre la razón, que arranca a hombre de la limitación de su existencia y, en este quedar estremecido por una potencia divina, le hace experimentar la dicha más alta. De este modo, todas las demás potencias entre cielo y tierra parecen de segunda importancia: “Omnia vincit amor”, dice Virgilio en las Bucólicas —el amor todo lo vence—, y añade: “et nos cedamus amori”, rindámonos también nosotros al amor. En el campo de las religiones, esta actitud se ha plasmado en los cultos de la fertilidad, entre los que se encuentra la prostitución “sagrada” que se daba en muchos templos. El eros se celebraba, pues, como fuerza divina, como comunión con la divinidad.

A esta forma de religión que, como una fuerte tentación, contrasta con la fe en el único Dios, el Antiguo Testamento se opuso con máxima firmeza, combatiéndola como perversión de la religiosidad. No obstante, en modo alguno rechazó con ello el eros como tal, sino que declaró guerra a su desviación destructora, puesto que la falsa divinización del eros que se produce en esos casos lo priva de su dignidad divina y lo deshumaniza.

el eros ebrio e indisciplinado no es elevación, “éxtasis” hacia lo divino, sino caída, degradación del hombre. Resulta así evidente que el eros necesita disciplina y purificación para dar al hombre, no el placer de un instante, sino un modo de hacerle pregustar en cierta manera lo más alto de su existencia, esa felicidad a la que tiende todo nuestro ser.

entre el amor y lo divino existe una cierta relación: el amor promete infinidad, eternidad, una realidad más grande y completamente distinta de nuestra existencia cotidiana. Pero, al mismo tiempo, se constata que el camino para lograr esta meta no consiste simplemente en dejarse dominar por el instinto. Hace falta una purificación y maduración, que incluyen también la renuncia. Esto no es rechazar el eros ni “envenenarlo”, sino sanearlo para que alcance su verdadera grandeza.

el modo de exaltar el cuerpo que hoy constatamos resulta engañoso. El eros, degradado a puro “sexo”, se convierte en mercancía, en simple “objeto” que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía. En realidad, éste no es propiamente el gran sí del hombre a su cuerpo. Por el contrario, de este modo considera el cuerpo y la sexualidad solamente como la parte material de su ser, para emplearla y explotarla de modo calculador. Una parte, además, que no aprecia como ámbito de su libertad, sino como algo que, a su manera, intenta convertir en agradable e inocuo a la vez. En realidad, nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano, que ya no está integrado en el conjunto de la libertad de nuestra existencia, ni es expresión viva de la totalidad de nuestro ser, sino que es relegado a lo puramente biológico. La aparente exaltación del cuerpo puede convertirse muy pronto en odio a la corporeidad. La fe cristiana, por el contrario, ha considerado siempre al hombre como uno en cuerpo y alma, en el cual espíritu y materia se compenetran recíprocamente, adquiriendo ambos, precisamente así, una nueva nobleza. Ciertamente, el eros quiere remontarnos “en éxtasis” hacia lo divino, llevarnos más allá de nosotros mismos, pero precisamente por eso necesita seguir un camino de ascesis, renuncia, purificación y recuperación.(DCE. I, 3, 4, 5)

En este link podéis leer y descargar esta excepcional carta: http://www.vicariadepastoral.org.mx/3_magisterio_pontificio/deus_caritas_est/deus_caritas_est.pdf 

¿Por qué he traído a colación toda esta argumentación de lo que es el eros y su visión cristiana? Pues para remarcar la equivocación de los que tienen a Sergio y Baco por amantes entre sí a partir de dos errores:

1. Un error gramatical, que es emplear el término ερασταί (erastai) “amantes” como plural literal de εραστές (erastes) “amante”, pensando que significan lo mismo, cuando tienen diferente connotación. No estamos hablando en castellano.
2. Valorar el término ἔρως ‎(érōs) y su significado con juicios del siglo XXI, olvidando el contexto original de la palabra y el significado que en el cristianismo, especialmente en Oriente, se le da al el ἔρως ‎(érōs).

Cristo, el primer "erastai".
El monaquismo, y luego la vida religiosa han tenido un perenne lucha entre el ἔρως ‎(érōs) y Αγα´πη (ágape). La lucha del espíritu contra el cuerpo, la visión terrible de lo corpóreo y sexual frente a la superioridad del espíritu ha lastrado siglos y siglos de espiritualidad. Y, paradójicamente, aquellos que más han gozado de la presencia de Dios, de la elevación del espíritu, que son los místicos, son los que más han integrado el cuerpo en su relación con Dios. Han sido verdaderos ερασταί (erastai), porque han amado con alma, cuerpo, espíritu: con toda su persona. Desde los tiempos bíblicos y su “Cantar de los cantares”, escandaloso para sabios, y riquísimo para espirituales, pasando por místicos de grandeza probada, como San Bernardo, Santa Teresa o San Juan de la Cruz. Ninguno de estos “amatores” han separado el eros de su relación con Dios. Usan imágenes perturbadoras (para algunos) como caricias, besos, reclinarse, adentrarse en lo escondido, etc. Por ejemplo, en estos versos de San Juan de la Cruz:
Entrádose ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos deI Amado.

Las imágenes son de un ἔρως ‎(érōs) integrado perfectamente en la relación entre dos, donde la Esposa es el alma, y el Amado es Cristo. 

Otro ejemplo, tomado del monaquismo oriental:
“Το μαρτύριο της κόλασης θα είναι η αδυναμία να αναγνωρίσουμε τον Χριστό στο Πρόσωπο του Νυμφίου και Εραστή των ψυχών μας”. Esta frase dice literalmente “El tormento del infierno es la imposibilidad de reconocer a Cristo en la persona del Esposo y Amante de nuestras almas”. Utiliza el ἔρως ‎(érōs) de la humanidad de Cristo, que ama y se entrega como Dios y hombre.

Resumen.
Para terminar esta parte, resumo: aunque las actas (que recordemos no lo sabemos) les llamasen ερασταί (erastai) no hay que entender que sea el plural de amante sexual, pues no es un simple plural, sino una categoría diferente. Que todo lo que hoy sea erótico sea genitosexual, no implica que en la antigüedad significara lo mismo. Es verdad que es una expresión que tiende a confundir, pero es solo eso. Y si ya entramos en el campo de la hagiografía, lo más probable es que Sergio y Baco ni siquiera se hayan conocido jamás, puesto que sus lugares de culto están diferenciados, los días de martirio y celebración son distintos y es en Occidente donde se les une a 7 de octubre.

Por otro lado, ¿de verdad alguien puede creer que siendo el cristianismo contundente con el tema de la homosexualidad iban a escribirse unas actas tardías y laudatorias donde se dijera que dos hombres eran una pareja homosexual? Los defensores de esta tesis pretenden decir que sería una prueba de que la Iglesia primitiva aprobaría las relaciones y aún los matrimonios homosexuales, pero sin embargo, no pueden aportar otra prueba ni documento, eclesiástico o no. Tendría gracia que la misma Iglesia que reprueba los actos homosexuales redacte unas actas en las que dos santos son tratados como homosexuales.

Los santos con Cristo, falsamente identificado como
"padrino" de la boda.

Iconografía y errores.
Luego está el asunto del conocido icono anterior, en el cual aparecen los dos santos y en medio de ellos, Cristo. Según los defensores del fornicio de ambos santos esto evidenciaría que Cristo avala su amor, ya que aparece en la función de padrino de bodas. Por tanto, concluyen, la Iglesia primitiva casaba hombres entre sí. Podríamos reírnos de semejante tontería, y lo haremos. A este “argumento” baste responder que:

1. la figura del padrino-madrina en las bodas no cumple función sacramental ni legal alguna. Es una mera costumbre, cuya función es asignada al padre de la novia y la madre del novio.
2. no es una figura antigua en la celebración cristiana, ni mucho menos. No se conoce antes del siglo XVI.
3. en la iconografía de los santos no es nada extraño ver a Cristo en medio.


Y aquí lo dejamos. Sin juzgar lo que cada quien haga en su vida, pero refutando la creencia de los matrimonios homosexuales cristianos y su supuesta prueba, que sería la “pareja” de Sergio y Baco.


Fuentes:
-http://isagiastriados.com.
-"Plato. De philosophia, vel dialogus qui inscribitur Erastai sive Amatores". D. JOANN JOS. STUTZMANN. 1806.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

San Gorgonio, el disputado.

Santos Gorgonio y Doroteo de Nicomedia, mártires. 9 de septiembre.

San Gorgonio.
Hoegaarden, Bélgica.
De estos mártires algunas noticias se tenían, aunque la fama la han logrado gracias a uno de ellos, Gorgonio, que al parecer tuvo bastante devoción en el norte de Europa, luego que sus reliquias se trasladasen. Pero vamos por partes: 

El martirio. 
Según las Actas, Gorgonio y Doroteo padecieron bajo el emperador Diocleciano en 303, en Nicomedia. La primera referencia la da Eusebio en su “Historia Eclesiástica”. Según esta, Gorgonio y Doroteo pertenecían a la guardia en la residencia que tenía en Nicomedia el Emperador, donde eran tenidos en alta estimación por este y los demás de la corte. Pero esa estimación terminó cuando ambos se confesaron cristianos y fueron ahorcados. Así, escuetamente. En el siglo XIII, la “Leyenda Áurea” del Beato Santiago la Vorágine (13 de julio) se recrea en relatar un supuesto martirio (le parecería poco el ahorcamiento). Según esta obra Diocleciano mandó apresar a un cristiano llamado Pedro, el cual custodiaba los libros y objetos sagrados de la Iglesia. Le martirizó y le hizo alcanzar el premio de los santos. Estaban presentes Gorgonio y Doroteo, lo cual les llevó a confesar abiertamente que también eran cristianos. Así que a una voz, dijeron al emperador: “¿Que es esto, oh Emperador, que atormentes sólo a Pedro por una cosa que, si es culpa, nosotros también la tenemos? Si le atormentas porque es cristiano, también lo somos nosotros, y somos del mismo parecer que él”.

Con esta confesión, el Emperador en persona (sí, seguro) les conminó a retractarse, primero con súplicas y halagos, luego con amenazas. Al ver que no podía vencerles, mandó les colgasen de los pies y les azotasen con látigos de plomo.  Como no apostataban, les aplicaron sal y vinagre en las heridas, pero nada, los mártires seguían confesando a Cristo. Les pasaron a unas parrillas sobre el fuego para que quemaran lentamente, pero más podía la gracia de Cristo, que el fuego. Finalmente ordenó les ahorcaran (aunque el San Simeón Metafrastes dice que a Doroteo le decapitaron y a Gorgonio le ataron una piedra al cuello) y dejaran los cuerpos a merced de los perros salvajes y los lobos, pero estos los respetaron.  Incluso dejaron que los cristianos se acercaran y enterrasen los santos cuerpos. Y con esto se pierde la memoria de estos santos. 

Las reliquias. 
Tendría que llegar el año 765 para que San Crodegand (6 de marzo) obispo de Metz y sobrino del rey Pipino trasladase desde Roma al monasterio de Gorze, Metz, unas reliquias de San Gorgonio. Una traslación accidentada y de película, pues al pasar por el monasterio St. Moritz con las preciadas reliquias (también llevaba las de Santos Nabor y Félix, 12 de julio), los monjes de este monasterio le dijeron que “de eso nada, estas reliquias se quedan aquí”. Así mismo, los monjes escondieron las reliquias y se negaron a dejar que se las llevaran. Crodegand pidió ayuda a su tío Pipino, el cual amenazó con entrar por la fuerza al monasterio, pero nada. Viendo que no había solución pacífica, el mismo San Mauricio se animó, salió del sepulcro y comenzó a golpear el relicario para demostrar que las reliquias debían compartirse. Ante este portento, los monjes le devolvieron a Crodegand las reliquias de San Gorgonio, Nabor y Félix (las de estos dos fueron a los monasterios de Avold y Lorsch).

La devoción en el monasterio de Gorze y alrededores se hizo tan fuerte que este tomó el nombre de San Gorgonio, y fue el centro neurálgico de la devoción al santo. En el siglo X ya hay varias iglesias y ciudades bajo el patronato de San Gorgonio en Bretaña, Inglaterra o Alemania. Con el 99% de certeza, hay que decir que serían las reliquias de un Gorgonio romano, desconocido, al que se asimiló con el de Nicomedia. De hecho, luego de esta traslación es cuando se comienza a decir el cuerpo que San Gorgonio había sido trasladado a Roma por el emperador Constantino.


Fuentes: 
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los dias del año: Septiembre. P JEAN CROISSET. S.I. Barcelona, 1863. 
-“Soldaten heilige”. PAUL W. ROTH. Colonia, 1993. 


A 9 de septiembre además se celebra a 
San Gregorio de Osset, confesor.
Santa Leticia de Ayerbe, virgen y mártir.
San Kieran de Clonmacnoise, abad

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...