Mostrando entradas con la etiqueta catedral. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta catedral. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de mayo de 2021

Sanado por la leche de unos pechos santos.

San Montano de La Fère, eremita. 17 de mayo. 

Fue un santo varón ciego que vivía retirado cerca de Juvigny, en la actual Luxemburgo, en el siglo V. Ante las incursiones de los bárbaros, se retiró a una soledad más profunda en La Fère, sitio rodeado de bosques y pantanos. Por revelación divina sabía de los graves problemas que acaecían a la Iglesia con la herejía de Nestorio, recién condenado en el Concilio de Éfeso.  

Día y noche clamaba Montano a Dios diese una solución a la cristiandad. Y pronto la tuvo. Soñó que un ángel le revelaba que pronto nacería un niño que traería la paz y la verdadera religión a los reinos francos. Su madre se llamaba Celina. El eremita entonces se puso en camino y comenzó a preguntar por una tal Celina. Al hallarla, Santa Celina (21 de octubre, 5 de abril, traslación de las reliquias) no creyó lo que le decía, pues ya tenía un hijo, San Principio (25 de septiembre) y hacía años esperaba otro hijo y no lo había obtenido de Dios. Entonces Montano le dijo: "Tendrás un varón, y cuando le estés amamantando, volveré y de la leche de tus pechos pondrás una gota en mis ojos, y yo volveré a tener luz en ellos". Y así pasó, Celina trajo al mundo al gran apóstol de los francos, San Remigio (1 de octubre). Además, Montano recobró la visión al ser tocado sus ojos con la leche materna de Celina. 

Montano volvió a su soledad de orante y penitente, santificándose día a día. Cuando falleció, rodeado de fama de santo, una iglesia y monasterio se levantó donde había vivido. Actualmente es una iglesia parroquial donde se veneran reliquias suyas. La catedral de Laon venera un brazo y la abadía de Juvigny dice tener la mayor parte de la osamenta. 


Fuente:

-Les Petits Bollandistes: Vidas de los Santos, Volumen 5.

A 17 de mayo además se celebra a:

Beato Bertoldo II,
General carmelita.
San Cathan,
fundador y abad.
San Torpes, mártir.
San Pascual Baylon,
religioso franciscano.







  

domingo, 15 de abril de 2018

Santa Suina, la desconocida.

Pregunta: Que Santa más rara, la oigo por primera vez. ¿Me puedes sacar información? Suecia.

Respuesta: Pues poco te puedo decir, la verdad:

Santa Suina de Cagliari, mártir. 15 de abril.

Vivió en Cagliari, en torno al siglo III, allí padeció martirio y allí fue sepultada en una catacumba. Sabemos su nombre por la razón de que, al contrario de las catacumbas romanas, en este de Cagliari, todos los santos mártires están identificados con sus nombres y similar grafía, por lo que se cree son todos contemporáneos. Actualmente las reliquias de estos mártires reposan en la cripta de la catedral de Cagliari, donde reciben culto. En la sepultura de cada uno de ellos hay una imagen en relieve representándoles.


Fuente:
-preguntasantoral.blogia.com


A 15 de abril además se celebra a






martes, 10 de abril de 2018

De un científico, poeta y astrónomo obispo.

San Fulberto de Chartres, obispo. 10 de abril.

Nació sobre 960. Aunque Fulberto escribió una especie de autobiografía no dejó escrito donde había nacido, tal vez porque era un dato conocido de sus coetáneos. Sí que nos cuenta que sus padres no eran ricos, pero que pudieron ponerle a estudiar en la escuela catedralicia de Reims, bajo la tutela de Gerbert de Aurillac, futuro papa Silvestre II. En este lugar su intelecto se desarrolló grandemente, siendo versado en ciencias, música, retórica, gramática latina y árabe, y poesía.

En 999, cuando su maestro fue elegido papa, Fulberto le siguió a Roma y le ayudó en sus funciones hasta 1003, cuando Silvestre falleció. Entonces Fulberto regresó a Francia, para ocupar la cancillería de la diócesis de Chartre. En esta sede abrió una escuela para la formación filosófica y teológica de los presbíteros, además de impartirse otras ciencias como la astronomía. Fue preceptor y luego consejero del rey Roberto II "el Piadoso", a quien intentó siempre guiar por los caminos del buen gobierno. Y no solo sería consejero de este monarca, sino de otros reyes europeos, quienes mediante misivas le pedirían consejo, oraciones y se servirían de su diplomacia.

En 1007 Roberto II le nombró arzobispo de Chartres. Fulberto impulsó la reforma de Cluny en su sede, haciendo que varios de los monasterios de su territorio asumieran la regla Benedictina y los usos cluniacenses. En 1020 se quemó su catedral, la cual se empeñó en reconstruir, dando inicio a la bellísima catedral de Santa María de Chartres que aún admiramos, embellecida luego al estilo gótico. Fue devotísimo de la Madre de Dios y en su sede introdujo la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María (8 de septiembre).

Fulberto murió el 10 de abril de 1028 en la abadía de Saint-Pierre-en-Vallée, Chartres, mientras estaba de retiro, como solía hacer. Fue sepultado en la misma abadía. Se conservan numerosas obras teológicas, científicas y poéticas suyas.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 10 de abril además se celebra a







lunes, 4 de diciembre de 2017

Tanto amaba los libros, que los hacía.

San Osmund de Salisbury, obispo. 4 de diciembre.

Nació en Normandía a mediados del siglo IX y fue hijo del Conde de Seez, y pariente de Guillermo el Conquistador, con quien pasó del continente a Inglaterra. Este mismo rey le creó Conde de Dorset y canciller de Inglaterra. En 1077 el clero y el rey le eligiron para ocupar la sede episcopal de de Salisbury, luego de la muerte del obispo Hereman. Osmund recibió todas las órdenes menores, el diaconado y el presbiterado el mismo día. Luego sería consagrado obispo ya en su catedral, aún sin terminar. Precisamente la culminación de la hermosa catedral de Salisbury, en 1092, es una de sus obras más prominentes, dotándola además de una impresionante biblioteca que él mismo fue dotando. 

Instauró un cabildo de 36 canónigos en su catedral, con espléndidas rentas y beneficios, eligiendo para formar parte a presbíteros piadosos y letrados, que cuidaran de con dedicación del culto divino y de la escuela catedralicia. Y es que su amor por el saber y el conocimiento era tanto que él mismo copió numerosos libros, y además, aprendió el arte de la encuadernación para disfrutar de todo el proceso de creación de un libro. Escribió una "Vita" de San Anselmo (21 de abril; 4 de diciembre, consagración episcopal, y 12 de septiembre, invención de las reliquias), redactó un Ritual para su iglesia local y también algunos tradados espirituales.

Osmund murió el 4 de diciembre de 1099 y fue sepultado en su catedral. Sus reliquias aún permanecen en Salisbury, en una sencilla sepultura. Fue canonizado por Calixto III en 1459.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 4 de diciembre además se celebra a
Santa Bárbara de Nicomedia, virgen y mártir
San Anno II de Colonia, obispo.

viernes, 1 de diciembre de 2017

La Flor de Poitiers.

Santa Florencia, virgen. 1 de diciembre.

Su leyenda cuenta que, cuando San Hilario de Poitiers (13 de enero) volvió de su exilio de Asia Menor, donde había sido desterrado por el emperador filoarriano Constancio, pasó por Isauria, donde conoció a Florencia. Era esta jovencísima, y al encontrar a Hilario, se echó a sus pies para pedirle que le bautizara, le instruyera y la condujera al cielo. Hilario la bautizó y la llevó consigo a Arlés, donde la puso bajo el cuidado de Santa Triaise (16 de agosto), otra joven que, igualmente el santo habría traído de Oriente consigo.

Florencia falleció a inicios de diciembre de 367. Sus reliquias se veneraron en su ermita hasta el siglo XI, cuando fueron trasladadas a la catedral de Poitiers. En 1562 los herejes hugonotes las profanaron y las esparcieron, pero algunas pocas pudieron rescatarse y aún son veneradas en dicha catedral.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 1 de diciembre además se celebra a
San Ansano de Siena, mártir.
San Eloy de Noyon, obispo.

lunes, 21 de agosto de 2017

San Leoncio "el Viejo".

San Leoncio de Burdeos "el Viejo", obispo. 21 de agosto.

Fue noble de nacimiento, es lo poco que se conoce de sus años jóvenes. Sobre 520 fue elegido obispo de Burdeos, y antes de ser consagrado dio todos sus bienes para el socorro de los pobres y enfermos. Como obispo se sabe que fue celoso del culto, que construyó una nueva catedral y que promovió obras públicas en la ciudad. En 540 estuvo presente en el IV Concilio de Orleáns. Falleció en 541, le sucedió su sobrino San Leoncio II (11 de julio), al cual él mismo había ordenado presbítero y casado con Santa Placidina (11 de julio). San Venancio Fortunato (14 de diciembre) escribió su epitafio, en el cual alaba a Leoncio como consuelo de los pobres y las viudas.


Fuente:
"Vies des pères, des martyrs, et des autres principaux saints". Tomo XI. ABBÉ GODESCARD. Toulouse, 1808.


A 21 de agosto además se celebra a
Santos Lussorio, Cesello y Camerino, mártires.
Santos Bonoso y Maximiano, soldados mártires.

sábado, 10 de junio de 2017

Bardo, el bardo.

Beato Bardo de Maguncia, obispo. 10 de junio.

Su "vita" fue escrita a raíz de su muerte, y según esta, Bardo nació en Wetterau, en una familia noble, pues sus padres fueron Adalber y Cristina de Habprahteshoven. Cuando tenía 5 años un pariente le regaló un casco militar, un cordero y un salterio, para recordarle siempre las tres virtudes que debía tener para ser un buen hombre: valentía, inocencia y piedad. Y pronto usó del niño de ellos, pues con su salterio se dejó enseñar por una vieja ama de su casa, la cual le enseñó todos los salmos. no en balde su nombre es "bardo". Y ya mayor, en agradecimiento, Bardo cuidó de ella hasta su fallecimiento.

A los 10 años comenzó a estudiar en el célebre monasterio de Fulda, para prepararse para la carrera eclesiástica. Un día halló las Obras de San Gregorio (12 de marzo y 3 de septiembre, elección papal) y comenzó a leer sobre los deberes de los pastores para con sus súbditos; por lo cual los monjes se rieron de él. Pero él solo respondió "¿Quién sabe si algún rey me elegirá para gobernar un día?" Y ese día llegó. En 1027, cuando Bardo tenía 18 años, subió al trono imperial Conrado II de Franconia, cuya mujer, Gisela de Suabia, era pariente de Bardo. Inmediatamente le nombró abad de las abadías de Kaiserswerth y Hersfield, a pesar de su corta edad. Cosas de nobles y del "cesaro-papismo". Pero Dios proveyó y Bardo fue un buen abad, pues gobernó con prudencia y caridad, ajustándose a la Regla. Además, amplió la hospedería y el hospital para los pobres.

Un día en que estaba de visita en la corte, le halló el arzobispo Heriberto de Maguncia, que le dijo con sorna "¡Eh, abad!, me parece que tu báculo estaría en mi mano mejor que en la tuya". "Si lo piensas así" – replicó Bardo – "no será difícil para ti conseguirlo". Cuando llegó a su celda en el castillo, dio el báculo y una rica patena a un monje para que los llevase al arzobispo de regalo. El monje obedeció y cuando regresó, preguntó a su abad por qué había obrado así. Bardo respondió: "El cielo sabe que pronto serán míos de nuevo". Y efectivamente, en 1030 el arzobispado de Maguncia quedó vacante y le fue entregado a nuestro beato, que tenía 21 años.

Suponemos fue ordenado presbítero para la ocasión, pues ese mismo año cantó la misa de Navidad en Goslar. O era su primera misa, o de las primeras, pues la "vita" dice que estaba nervioso y el sermón fue un desastre, por falta de unción y profundidad. El emperador se irritó y pensaba que había dado tal obispado al monje más ignorante del imperio. Y más aún cuando la misa del día siguiente la cantó el obispo de Tréveris, el cual predicó con maestría. Y los reproches no se hicieron esperar. Le llamaron "monje burlón", "incapaz de predicar", y algunos consejeros llegaron a pedir al emperador que lo depusiera. Y llegó el día de San Juan Evangelista, cuya misa le correspondía cantar de nuevo a Bardo. Algunos monjes le pidieron no lo hiciera, pero nuestro beato se encomendó al santo apóstol y predicó regiamente, como nunca se había oído en el reino. Conrado II, de mucho mejor humor le invitó a su mesa diciéndole "me has devuelto el apetito, hoy es cuando es día de Navidad para mí".

Anécdotas como esta aparte, Bardo fue un modelo de prelado. Era penitente y orante. Jamás comió carne ni bebió vino, luego que en una ocasión se embriagase y un joven paje se burlara de él. Era caritativo, vivía pobremente y visitaba frecuentemente su diócesis. Evangelizó la región, fundó monasterios e iglesias y proveyó a los presbíteros pobres, además, fue azote de muchos poderosos que oprimían a los pobres. En 1036 completó la construcción y embellecimiento de la regia catedral de Maguncia, iniciada por San Willig (23 de febrero). En 1049 presidió el Sínodo de Maguncia, donde condenó la simonía y el amancebamiento de los presbíteros. El Domingo de Pentecostés de 1051 celebró misa para la familia imperial en Padeborn, y al terminar se sintió enfermo y murió el 10 de junio siguiente, cerca de Fulda. Fue sepultado en la iglesia en Dorneloh, y de allí sus reliquias se trasladaron a su catedral, donde se veneran.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 10 de junio además se celebra a
Santos Getulio y compañeros mártires.
San Landeric de París, obispo.

viernes, 19 de mayo de 2017

Contra el diablo, fe y herradura.

San Dunstan de Canterbury, abad y arzobispo. 19 de mayo.

Nació en Balsbury, sobre 909. Sus padres eran nobles y buenos cristianos y su tío fue San Athelm (8 de enero), que sería obispo de Bath y Wells y desde 914, arzobispo de Canterbury. Como de otros santos se dice, desde antes de nacer, ya Dios había señalado que aquel niño sería grande. Estando su madre embarazada, y estando en misa en la iglesia, de pronto las velas de toda la iglesia se apagaron, menos la que sostenía la buena mujer. Todos encendieron su propia vela de la suya, tomando por presagio que el niño que esperaba sería luz para toda la Iglesia de Inglaterra. Dunstan fue educado en la abadía de Glastonbury, de tradición celta, donde se formó en las Escrituras, los Santos Padres y teología. Además, era muy hábil para las artes y los oficios, por lo que aprendió a labrar el oro y la plata, a iluminar manuscritos, a bordar, a tocar el arpa y demás artes. Cuéntase que en estos primeros años el diablo le tentaba constantemente, y que incluso un día se plantó en la puerta de la iglesia y no le dejaba entrar a la misma a orar. Entonces Dunstan trepó por la pared, pretendiendo descolgarse por el otro lado del tejado y entrar por una ventana. Pero un ángel le sostuvo y le llevó de nuevo a tierra, alejando al demonio. Y no sería la única vez.

Luego de haber estudiado, sus padres le enviaron a la corte del rey Aethelstan, de quienes eran parientes lejanos. Allí algunos jóvenes como él le tomaron envidia por sus buenas maneras, su dulzura y su habilidad para el estudio y el trabajo. Pero sobre todo le despreciaban como un inculto, por conocer antiguas canciones celtas, cuya lengua parecía perdida en los reinos que cada vez se latinizaban más. Por ello, un día que estaba cantando, dos compañeros lo arrastraron a un pantano y lo arrojaron allí, mientras se burlaban de él, pateándole. Y más aún, le dejaron allí dándole por muerto, pero el santo elevó su voz cantando y los perros del rey le oyeron, se fueron donde estaba y le sacaron salvándole de la muerte. Dejó el santo la corte y se fue con su otro tío San Alphege (12 de marzo), a la sazón obispo de Winchester. Su tío le inspiró el amor por la vida monástica, aunque el joven Dunstan no se decidía del todo. Pero le llegó una enfermedad en la piel (tumores y úlceras) que parecía mortal, de la que se libró por milagro luego que ofreciera ser monje si sanaba. Así, en 936 fue ordenado presbítero junto a su amigo San Ethelwold (1 de agosto) fue ordenado presbítero por su tío, y juntos se fueron a Glastonbury. Allí Dunstan se construyó una minúscula celda donde solo cabía de rodillas o sentado. Oración, penitencia, estudio y trabajo manual fueron los cuatro pilares que sostenían su vida espiritual. En 941 subió al trono el rey San Edmundo I (26 de mayo), que le nombró consejero, y además, fue confesor de la reina Santa Ælfgifu (18 de mayo). 

En 943 el mismo rey le nombraría abad de Glastonbury, aunque sin separarse de su lado. La envidia, otra vez, de algunos hicieron correr calumnias sobre él y el rey lo separó de su lado. Y Dunstan se fue tranquilamente a Glastonbury. Poco tiempo después, fue el rey a cazar y estando persiguiendo un ciervo, su caballo desbocado casi se precipita por un barranco que parecía sin fondo. El rey, viéndose a punto de perecer oró a Dios: "Gracias, Dios omnipotente, porque, afortunadamente, a nadie he causado daño últimamente, excepto al abad Dunstan. Pero si me dejas vivir, me reconciliaré con él". Y entonces el caballo se detuvo justo antes del barranco, sin sufrir daño el rey ni el propio animal. Edmundo mantuvo su promesa y esa misma noche pidió perdón a Dunstan, y además donó tierras y beneficios al monasterio. Bajo su mandato Glastonbury se convirtió en uno de los centros monásticos más importantes de Inglaterra. Construyó una bellísima iglesia y espectaculares jardines, los cuales los había soñado con precisión siendo un niño, al llegar en Glastonbury. 

San Dunstan y el diablo.
Y el diablo a no dejarle en paz: le tentaba en forma de fieras y serpientes, pero siempre le vencía Dunstan rezando o haciendo la señal de la cruz. De esta época se cuenta una de sus anécdotas más famosas: Estando en oración, el diablo le molestaba, entonces el santo tomó unas tenazas, con las que solía trabajar, y le apretó la nariz a Satanás con tal fuerza, que el diablo salió pitando. Otra leyenda, seguramente más tardía e inspirada por estas dice que un día se acercó a la celda del santo un ser que le pidió le herrara. Cuando Dunstan vio que tenía pezuñas de cabra, entendió que era de nuevo el diablo. El santo le dijo que tenía que atarlo, y a continuación comenzó a herrarle, y de modo tan doloroso, que el demonio tuvo que confesar quien era realmente. Para librarlo, Dunstan le hizo prometer que jamás entraría a un sitio donde viera una herradura sobre la puerta. Así lo prometió y así nació esta costumbre. Pero lo dicho, es una leyenda tardía y una costumbre moderna.

En 945 San Edmundo fue asesinado y subió al trono su hermano Edred, pues los hijos de Edmundo eran pequeños aún. También con este rey tuvo cercanía Dunstan, y le apreciaba tanto el monarca, que quiso nombrarle obispo de Crediton, la ciudad natal del gran San Bonifacio (5 de junio). Pero Dunstan se negó, porque no se consideraba digno de ello, así que otro fue designado en su lugar. Esa misma noche se le aparecieron los santos apóstoles Pedro, Pablo y Andrés, a este último tenía gran devoción Dunstan. Sin embargo San Andrés le apaleó mientras le decía "Esto es lo que te mereces, porque te has negado a compartir nuestra misión apostólica". En 955 el príncipe Edwy "el Bello", hijo de San Edmundo, subió al trono con 15 años. Su matrimonio se había concertado con la princesa Aethelgifu, pero Dunstan se opuso, aduciendo a que la consanguinidad (eran primos hermanos) era un obstáculo insalvable. Ambos, novia y novio se enfurecieron y Edwy confiscó la abadía de Glastonbury, desterrando a Dunstan al mismo tiempo. El santo abad, fiel a su conciencia, tomó el camino del destierro y se fue a Gante, donde conoció al célebre reformador San Gerardo de Brogne (3 de octubre), y bebió de su espíritu renovador.

En 958 Edwy y su mujer fueron asesinados en una revuelta y San Eduardo "el Pacífico" (8 de julio), segundo hijo de San Edmundo, subió al trono. Hizo volver a Dunstan a la corte y le hizo consejero personal, y luego Primer Ministro. Pero más que consejo político, Dunstan hizo reconciliar a Eduardo con Dios: siendo joven Eduardo había seducido a la Beata Wulfrida (9 de septiembre), y con ella había tenido una hija ilegítima: Santa Edith (16 de septiembre). Este mismo rey nombró a Dunstan obispo de Worcester, y aunque Dunstan no quería en principio aceptó finalmente (tal vez recordó la apostólica paliza). Fue consagrado por el arzobispo San Odo de Canterbury (4 de julio), el cual, en la ceremonia de consagración dijo "te consagro obispo de Canterbury" en lugar de "obispo de Worcester". Cuando le señalaron el error, Odo dijo: "Sé muy bien lo que Dios ha dicho a través de mí. Mientras que yo viva, él será obispo de Worcester, pero después de mi muerte subirá a la sede de Canterbury y dirigirá la Iglesia de toda Inglaterra". 

Y así fue, cuatro años después, Eduardo le designó para la sede primada de Inglaterra. Dunstan primero se negó y pidió recibir el palio directamente del papa. Viajó a Roma y Juan XII le confirmó como primado y, además, le nombró Legado del Papa en Inglaterra. Junto a San Ethelwold y San Osvaldo de York (29 de febrero y 15 de octubre, traslación de las reliquias), Dunstan se lanzó a una intensa campaña de reforma de la Iglesia angla. Reforma de los monasterios y sus Reglas, de la vida moral del clero y los fieles, de la liturgia y el culto. Promovió leyes civiles y religiosas justas, ejerció la caridad, fundó varios hospitales, etc. En 975 el rey Eduardo falleció, y le sucedió su hijo San Eduardo "el Mártir" (18 de marzo y 20 de junio, traslación de las reliquias) que, como dice su sobrenombre, fue asesinado en 978, dícese que por orden de su madrastra, Elfrida. Dunstan padeció por este asesinato, pues protegía al joven rey y este era piadoso y buen gobernante. En 984, por la muerte de Ethelwold, la sede de Winchester quedó vacante y Dunstan nombró a San Alphege (19 de abril) como obispo de Winchester. 

Dunstan falleció el 19 de mayo de 988, sábado posterior a la Ascensión, siendo sucedido por el mencionado San Alphege (no su tío, sino el otro). Fue sepultado en la catedral de Canterbury. En 1013, después del saqueo de la ciudad en 951, en el que fue martirizado el arzobispo Alphege, unos monjes de Glastonbury desenterraron de entre los escombros los restos del santo, al que reconocieron por su anillo, una pieza de orfebrería que el mismo santo había labrado. Sepultaron las reliquias en secreto, con la esperanza de que Canterbury resurgiría, y solo tendrían que pasarse el secreto del sitio del enterramiento de unos a otros, que estaba junto adonde había estado la puerta del coro. Allí estuvieron los restos incluso luego de la reconstrucción de la catedral, y por lo que fuera, la memoria de ellos se perdió. En 1184, haciendo obras luego de un incendio que volvió a destruir el templo, las reliquias de San Dunstan fueron halladas. 

Es abogado de los herreros, orfebres, cerrajeros, mecánicos, relojeros. Su iconografía más característica es muy simpática, pues suele aparecer tomando al demonio por la nariz con unas pinzas, o herrándole, por las leyendas antes descritas.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo V. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 19 de mayo además se celebra a

San Hadulf, obispo.
San Ivo de Bretaña,
abogado
.
San Celestino V,
monje y papa
.









jueves, 4 de mayo de 2017

San Judas, San Ciriaco o a saber quién.

San Judas o Ciriaco, obispo y mártir. 4 de mayo y 8 de agosto (traslación de las reliquias a Ancona).

Martirio de San Judas-Ciriaco.
La memoria de este santo está íntimamente ligada a la fiesta de ayer de la Invención de la Santa Cruz. Y es que se funden dos, o más, santos en una sola leyenda. 

Habría sido el 15º obispo de Jerusalén, sobrino de San Esteban Protomártir (26 y 27 de diciembre; 2 de agosto, traslación de las reliquias de Jerusalén a Constantinopla; 7 de mayo, traslación de las reliquias de Constantinopla a Roma; 3 de agosto, Invención de las reliquias; y 20 de abril, con San Lorenzo, en Roma) y sobrino nieto de San Zacarías (5 de noviembre). Habría sido el último obispo en haber sido circuncidado según la ley mosaica, que aún se aplicaba entre los primeros cristianos cuando nació, y murió mártir en 133. Esto según el martirologio pseudojeronimiano, que lo pone a 10 de abril. La leyenda de la Invención de la Cruz, aumentada en el siglo V, dice que cuando se inventó la Cruz, un judío que estaba presente, se convirtió a la fe, se bautizó y se puso de nombre "Ciriaco". Los martirologios de Notker y del Beato Hrabanus Maurus (4 de febrero) lo traen a 30 de abril diciendo "En Jerusalén, la pasión de San Judas o Ciriaco, obispo, a quien se reveló el madero de la cruz del Señor". Pero es impensable un sobrino vivo de San Esteban en el siglo IV.

Cuerpo en Ancona.
A pesar de esta incongruencia, sus reliquias y culto se extendieron a la par que el culto a la Santa Cruz. La mayor parte de estas reliquias están en Ancona, donde se le considera su primer obispo, y su traslación es a 8 de agosto, memoria del mártir romano San Ciriaco, para más inri. Otra tradición dice que las reliquias llegaron flotando por el agua hasta Ancona. Baronio, al insertarlo en el Martirologio Romano, aventuró que fue obispo de Jerusalén, luego de Ancona, y estando de visita en Jerusalén, fue martirizado por Juliano el Apóstata. O sea que no lo asimila con el Judas del siglo I, pero sí con el Judas-Ciriaco de la Invención. 

Enrique I, conde de Champagne construyó una iglesia en su honor a Provins, adonde trasladó una parte de las reliquias, y donde aún se venera una parte del cráneo. Esta traslación se celebraba antiguamente en la diócesis de Meaux a 29 de julio.

Sobre quien, o quienes, son estos santos fundidos en uno solo, pues solo decir que ya lo sabremos en el cielo.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo V. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 4 de mayo además se celebra a
San Ricardo Reynolds, brigidino mártir.
Santa Bertha de Kent, reina.
Nuestra Señora del Lledó.
Y otros muchos santos.

viernes, 7 de octubre de 2016

San Martín, abad.

San Martín Cid, abad cisterciense. 7 de octubre.


Relicario del santo.
Nació Martín en Zamora a inicios del siglo XII, y siendo clérigo reputado en la ciudad, decidió abandonar el mundo y los beneficios eclesiásticos para retirarse a una cueva que era refugio ocasional de bandidos cerca de Paleas, Zamora, donde se entregó a la penitencia y la oración. Convirtió el cubil de pecado en fuente de santidad por su oración y la caridad que desplegó fundando un hospital para los pobres y peregrinos junto a varios compañeros, algunos de los cuales eran ladrones convertidos.

Supo el santo de la obra de San Bernardo de Claraval (20 de agosto) con la fundación del Císter y de cómo se llevaba aquella vida en el monasterio de Santa María de Moreruela y logró que el santo fundador enviara monjes a su cueva-hospital para fundar un monasterio bajo la Regla del Císter. Aunque no tenía experiencia en la Regla y la vida cisterciense, tenía Martín tantas virtudes y buenas prendas, que le eligieron abad, en contra de su voluntad. Fue gran ejemplo para los monjes, siendo el primero en la obediencia, la penitencia, la caridad y la oración. En 1137 el rey Alonso VII le concedió unas villas para que edificase un monasterio en honor de la Santísima Virgen, como costumbre es en el Císter. Durante quince años fue su ejemplar abad, hasta que entró en el cielo el 7 de octubre de 1152.

Su sepulcro gozó de amplia fama durante siglos, obrándose muchos prodigios a su vera. En 1233, con motivo del traslado del monasterio a Valparaíso por obra de San Fernando III (30 de mayo), las reliquias se trasladaron a una capilla propia del nuevo recinto. El 7 de octubre de 1619, se trasladaron a una bella arca en el altar mayor. En 1835 el monasterio fue arrebatado a los monjes por las leyes de desamortización y las santas reliquias se trasladaron a la catedral de Zamora. En 1980 se trasladaron al monasterio de las Benedictinas de Zamora, donde se veneran actualmente.

Fuente:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Octubre. R.P. JUAN CROISSET. S.J. 


A 7 de octubre además se celebra a
Nuestra Señora del Rosario.
Santos Sergio y Baco, soldados mártires
San Marcos, papa.

miércoles, 29 de junio de 2016

San Gero, el apasionado del arte y el culto.

San Gero de Colonia, obispo. 29 de junio.

Gero recibe el "Codex".
Nació a mediados del siglo X, y fue hijo de los condes de Schwabengau, Cristian Billung e Hidda. Recibió una sólida formación cristiana, humana e intelectual. Su hermano Thietmar sucedió a su padre en el gobierno y Gero fue encaminado a la carrera eclesiástica. Ordenado sacerdote fue capellán del príncipe Otón.

En 969, luego del fallecimiento de Volkmar, obispo de Colonia, Gero fue elegido por el cabildo de la catedral para sucederle. Al parecer su elección fue para aplacar a Otón I, contrario a que los canónigos eligieran por sí mismos, así que eligieron a un presbítero de su confianza y con buena fama. Este mismo año mandó escribir el llamado "Codex Geronianus", un interesante Año Litúrgico medieval, con los Evangelios de cada día, santos, para el servicio litúrgico de la Catedral. En 970 donó parte de su herencia y junto con una donación de su hermano, fundó un monasterio en Thankmarsfelde, con vistas a formar monjes misioneros para evangelizar a los polacos y a los pueblos eslavos. 

Crucifijo de San Gero.
Catedral de Colonia.
En 971 el mismo emperador le comisionó como legado para las capitulaciones del matrimonio de su heredero con la princesa Theófanis de Constantinopla, que se celebró en Roma, en 972. De regreso de Oriente llevó a Colonia unas reliquias de San Pantaleón (27 de julio), santo mártir al que dedicó una iglesia y monasterio en Colonia. En 972 asistió a un sínodo en Ingelheim, y al año siguiente presidió los funerales del emperador. En 974 fundó el monasterio de Gladbach, salvando las ruinas de una iglesia paleocristiana, saqueada por los húngaros. Una de sus obras más conocidas es un bello crucifijo de corte románico que se venera en la Catedral de Colonia y que ha servido de inspiración a cientos de obras de arte.

Gero murió el 29 de junio de 976 y fue enterrado en la capilla de San Esteban de la Catedral de Colonia. Nunca ha sido canonizado formalmente, pero su culto consta desde al menos el siglo XII.


Fuente:
https://en.wikipedia.org/wiki/Gero_(archbishop_of_Cologne)


A 29 de junio además se celebra a  
Santas Judith y Salomé de Niederaltaich, reclusas
Santa Emma de Gurk, viuda y fundadora.

Ver también "San Pedro y San Pablo en la doctrina de Santa Teresa".

domingo, 31 de enero de 2016

Santa Ulpia y el croac croac

Santa Ulpia de Amiens, eremita. 31 de enero y 16 de mayo (traslación de las reliquias).

La Virgen aparece a Ulpia.
La leyenda de esta santa no nos dice nada sobre sus orígenes, sus padres o su infancia. Parte de su juventud, cuando Ulpia era una jovencita piadosa y caritativa. Fue pretendida por un joven, y sus padres accedieron a casarla, pero Ulpia manifestó que fuera de Jesucristo no quería otro esposo Y, dice la leyenda, dio gran alegría a sus padres con aquella resolución. El pretendiente no cejaba en sus propósitos, ora agasajándola, ora amenazándola. Tanto miedo tuvo Ulpia, que pasaba largos ratos en la iglesia, confiando en que el hombre no se atrevería a profanar la iglesia. Hasta un día en que tomó la resolución de “volverse loca” por Cristo, para que la dejasen en paz. Empezó un severo ayuno, vistió ropas miserables, vagaba por las calles gritando y peleándose con los perros. Así, cada vez más sucia y delgada, el pretendiente la dejó en paz.

Este tiempo de “locura”, Ulpia redobló sus oraciones y penitencias, lo que hizo tomara la resolución de servir enteramente a Cristo en la soledad. Tomó una capa abandonada, se cubrió y de esta guisa abandonó la su lugar de nacimiento, familia y riquezas. Llegó a un lugar solitario, a una fuente a las orillas del Noye y afueras de Amiens, donde descansó, quedando profundamente dormida. Soñó que la Santísima Virgen María se le aparecía resplandeciente, con el Niño Jesús y le decía: "Ulpia, hija mía, ya que elegiste a este niño por Esposo en la tierra, tus desposorios con Él durarán toda la eternidad, pero has de sufrir luchas terribles, como si el infierno fuera”. Y añadió la Madre de Dios: “En este lugar santificarás tus días. Aquí has de esperar la guía de un santo religioso". La visión se desvaneció, Ulpia despertó y rogó a la Virgen que la ayudara, y su oración fue contestada. A dos leguas y media de Amiens estaba establecido San Domicio (23 de octubre), un antiguo canónigo de la iglesia de Nuestra Señora, que había renunciado a sus riquezas y beneficios para disfrutar de la vida solitaria. Cada noche iba a la iglesia a rezar los maitines con los demás canónigos. Esa misma noche, estando Ulpia orando, una voz le dijo: "Levántate y ve presto a conocer a tu padre espiritual, que ya se acerca. Y al instante la santa levantó la vista y vio al religioso, vestido como ermitaño, descendiendo una pequeña montaña. Salió a su encuentro, se postró a sus pies y le suplicó en nombre de Dios, que asumiera la responsabilidad de su dirección espiritual. San Domicio se extrañó de hallar una joven en aquel sitio apartado, y temiendo fuera una tentación del diablo, le respondió a Ulpia que lo consultaría con el Señor, y ya Él diría.

Domicio se fue a su ermita y durmió pronto, por lo que olvidó a la joven, pero entonces, el ángel de la guarda de esta le despertó y le aseguró de parte de Dios que Jesucristo quería velase por su esposa. Al otro día en la mañana Domicio fue a ver a Ulpia, y la halló orando junto a la fuente. La chica le recibió diciéndole: "Bienvenido, padre mío y amigo mío. Me alegra vengas a cumplir tu obligación, ya que Dios me ha confiado a ti”. Allí pasó Domicio todo el día y llegada la noche, le dijo a Ulpia le acompañara a la iglesia a cantar los maitines con él. Llegaron a la catedral y al momento de entrar, que el obispo entonó el Oficio de vírgenes. Es que el obispo había tenido una revelación sobre ella. Terminó de cantar el obispo y se acercó a Ulpia, diciéndole: "Bienvenida, querida hija, tú que desde tu juventud estás consagrada a Jesucristo. Gracias a ti, bendeciré y consagraré una virgen cuyo ejemplo probablemente será seguido por muchas otras". Ulpia le respondió con lágrimas: "Reverendo Padre, no puedes cambiar la voluntad de Dios que me ha confiado a padre Domicio. Pero he aquí que primero tengo que obedecerte como mi obispo. Te ruego humildemente hagas aquello que más convenga a mi alma". Entonces, el obispo determinó darle la consagración de vírgenes, ordenándola de diaconisa y permitiendo viviera en soledad bajo la autoridad de Domicio. Además, le construyó una ermita con su celda, junto a la fuente donde se había establecido.

Santa Ulpia y la rana.
Allí adelantó en la virtud, alcanzando gracias del cielo y siendo muy estimada por los habitantes de la ciudad, que se encomendaban a sus oraciones, escuchaban sus consejos y se curaban con sus portentos y remedios. Y allí murió, siendo enterrada en su misma ermita. Su culto comenzó muy pronto junto a sus reliquias, una parte de las cuales están en el altar mayor de la actual iglesia del Espíritu Santo, levantada en el sitio de la ermita. Otras fueron trasladadas a la catedral.

Las ranas.
Cada noche Domicio pasaba a buscar a Ulpia para rezar los maitines en la catedral, pero una noche muy calurosa, las ranas de la fuente habían croado tanto, que Ulpia no había podido dormir nada hasta la medianoche. Domicio golpeó la puerta de la ermita, pero no halló respuesta. Pensó que Ulpia se le había adelantado, pero al llegar a la catedral no la oyó. Terminado el rezo, regresó y Ulpia estaba despierta y llorando. Le dijo “¿Cómo, mi padre, no me has despertado?”. Domicio le respondió que había golpeado la puerta y no había hallado respuesta. Ulpia le contó que las ranas no la habían dejado dormir. Ambos rezaron juntos y las ranas jamás volvieron a croar. En la iconografía de Santa Ulpia suele acompañarle una o varias ranas.


Fuente:
-"Les vies de tous les Saints de France". Tomo II. M. CH. BARTHELEMY. Versalles 1864.
-“Nouvelle vie de Sainte Ulphe: vierge, patronne de l'église d'Amiens”. LOUIS SELLIER. Amiens, 1841.
-"Vidas de los Santos". Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1914.


A 31 de enero además se celebra a  
Santa Ulpia Cándida, virgen. 
Santa Marcela, viuda y religiosa

lunes, 5 de octubre de 2015

San Meinulf, el gran diácono.

San Meinulf (Magenolfus o Majolfus) de Paderborn, archidiácono. 5 de octubre.

La primera “vita” que se conoce fue escrita en 1222, a partir de alguna anterior. Esta sería escrita probablemente cuando el culto del santo tuvo el tamaño proporcionado para necesitar responder a los devotos y curiosos sobre la infancia, vida y milagros de Meinulf. En el siglo XIV su nombre ya está inscrito en todos los calendarios del norte de Europa y lo citan los hagiógrafos. Los Bollandistas reproducen su “vita” aunque con recelo, por considerarla legendaria en gran parte, aunque no ponen en duda su existencia:

Nació Meinulf sobre 795, de la noble familia Buren, de la Alta Sajonia. Su padre murió estando encinta su madre, la cual tuvo que huir de la casa familiar en Fürstenberg por las proposiciones indecorosas de su cuñado, hermano del difunto. La leyenda dice que su madre se dirigió a Stadberg, donde el emperador San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias) tenía temporalmente su corte, para pedir su auxilio. Pero llegando a Alt-Bodeken, tuvo que echarse bajo un tilo y allí dar a luz. Al palacio del emperador llegó con el niño, del que Carlomagno quiso ser su padrino, tomándolo bajo su protección. Le educó en la escuela catedralicia de Padeborn, donde se mostró como alumno aventajado en las letras y la piedad, digno ahijado de su valedor. Un día, oyó una lección del obispo sobre las palabras de Cristo “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza", del evangelio de San Mateo. Inmediatamente la gracia de la conversión tocó su corazón y decidió ser hombre de Iglesia. 

Iniciado en la carrera eclesiástica, muy joven fue ordenado diácono y nombrado canónigo de la catedral de Paderborn, de donde luego fue nombrado arcediano. Bajo su mandato se trasladaron las reliquias de San Liborio de Le Mans (23 de julio) a Paderborn y nombrado el mismo patrón de la diócesis. La canonjía asignada tenía numerosos beneficios eclesiásticos, y el título de arcediano era poseedor de numerosas tierras, bosques y algunas granjas con sus siervos. Deseaba el santo hacer alguna obra piadosa a la que destinar sus pingües rentas, para lo cual se decidió a fundar un monasterio de vírgenes que dieran continuo culto a Dios. Recorría un día sus dominios en Bodeken, cuando se perdió y se hizo de noche. De pronto se vio en un claro del bosque, y le llamó la atención un hermoso roble, de cuyas raíces salía un agua límpida como no había visto nunca. En un momento vio salir de la espesura a unos cuantos cervatillos que bebían de aquel manantial, mientras una luz celestial les iluminaba. Este hecho le fue decisivo: este sería el lugar elegido para fundar su cenobio. Otra leyenda dice que buscando el sitio para fundar, llegó a un claro y vio un gran ciervo con una cruz entre las astas que le indicaba con una pata donde debía fundar. 

Construido el monasterio, Meinulf lo entregó a las canonesas de Aix-la-Chapelle, reservándose para si mismo una casita junto al monasterio, para servir a las religiosas. La leyenda cuenta que una noche, una de las religiosas sintió frío y se sentó junto al fuego. En un momento tuvo una debilidad y se quitó el velo para peinarse vanidosamente. En un descuido, el velo se le incendió, quedando solo una franja de tela. Lloraba la monja por temor a ser regañada por la abadesa, y arrepentida pedía socorro a Dios. Oyó su llanto Meinulf, se acercó a ella y soplando sobre las cenizas del velo, lo restauró completamente como si nada hubiera pasado. Allí, junto a las monjas transcurrió su vida de presbítero piadoso, y allí murió, sobre 859, cuidado por sus queridas hijas. El cuerpo fue trasladado a la iglesia del monasterio para oficiar los funerales y al punto de ser enterrado, se sentó en el ataúd, abrió los ojos  y pidió se eligiera libremente a su sucesor como arcediano en la catedral (este añadido tal vez aluda a problemas o manipulaciones para elegir cargos eclesiásticos). Luego cerró los ojos, volvió a acostarse en su féretro, quedando rígido. Fue sepultado en el monasterio y las velas que se pusieron sobre su sepulcro ardían día y noche sin consumirse. Las monjas hacían oración por su alma constantemente, y una noche que la correspondiente se durmió, una vela cayó sobre su hábito y no la quemó para nada, a pesar de mantenerse encendida. 

Pronto florecieron los milagros en torno a su sepultura, entre ellos el de un olor suavísimo que se extendía sobre todos. En 887 estando celebrando misa, la lápida de la tumba estalló en trozos. El obispo pensando que era producto de una helada, mandó poner otra, que igualmente estalló en pedazos. Se apareció Meinulf a un sacerdote para reprender al obispo, por considerar algo natural lo que era un prodigio, y explicó la causa: no debía estar en una sepultura, sino ser venerado pública y notoriamente, con lo cual se elevaron las reliquias y se le dedicó altar, lo que corresponde a una canonización en toda regla. En 1803 las reliquias fueron trasladadas al monasterio de Busdorf, en Paderborn, donde se veneran en una arqueta. Durante mucho tiempo algunas órdenes de canónigos regulares le tuvieron como propio, pero lo cierto es que los canónigos de Padeburn no profesaban regla alguna, incluso los había seglares o diáconos, como nuestro santo, que conservaban todos sus bienes sin ponerlos en común.


Fuente: 
-“Colección de Santos Mártires, confesores, y varones venerables del clero”. Tomo IV. FERNANDO RAMÍREZ DE LUQUE. Madrid, 1805.


A 5 de octubre además se celebra a:

San Palmacio y
comp. mártires.
San Plácido y
comp. mártires
San Mauricio
de Carnoët, abad
.




Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...