sábado, 2 de enero de 2021

San Adelhard de Corbie, fundador y abad.

San Adelhard de Corbie, fundador y abad. 2 de enero.

Adelhard nació sobre 751 en Huise. Su padre fue el duque Bernard de Flandes, hijo bastardo de Carlos Martel y medio hermano de Pipino el Breve. Su tío fue el gran San Carlomagno (28 de enero y 29 de diciembre, traslación de las reliquias). Sus hermanos fueron San Wala de Corbie (31 de agosto) y las Beatas Theodrada (7 de junio) y Gondrada (2 de enero). Y su prima sería Santa Ida de Herzfeld (4 de septiembre y 26 de noviembre, traslación de las reliquias).

Adelhard se educó junto a Carlomagno, de quien fue gran amigo durante la juventud. Fue cultísimo, hablaba varios idiomas, tocaba algunos instrumentos y era muy piadoso. Era el favorito del rey Martel, a quien acompañó en la campaña contra los lombardos. Fue embajador en el compromiso del príncipe Carlomagno y Ermengardis, la princesa lombarda, efectuado para sellar la paz entre ambos reinos. Este matrimonio se vio trastocado cuando Carlomagno rechazó a su mujer y tomó como esposa a Hildegard, una bella adolescente de trece años. Adelhard, no pudiendo soportar tal pecado ante su vista, pues abandonó todo puesto en la corte y se retiró a la soledad en una cueva de Benevento, al sur de Italia, teniendo solo 18 años.

Allí vivió austeramente, trabajando y orando constantemente. Dos años vivió en soledad, hasta que pensó que nadie se acordaría de él, y volvió a Flandes. Tomó el hábito benedictino en Corbie, siendo destinado a las tareas de la huerta monástica. Algunas crónicas poco fiables dicen que pronto fue reconocido y varios dignatarios y prelados comenzaron a visitarle para obtener favores reales, debido a su cercanía con la corte. Llegaron a ofrecerle abadías y obispados en recompensa por labores diplomáticas y de intrigas. Cansado de esto, Adelhard se refugió en la abadía de Montecassino, gobernada por San Pablo el Diácono (13 de abril). Pablo le tomó gran afecto y le colocó junto a sí en el gobierno. Allí también habría sido reconocido y utilizado como intercesor ante el monarca, por lo cual, disfrazado de peregrino habría regresado a Corbie nuevamente.

Probablemente toda esta historieta anterior sobre idas y venidas haya sido añadida para embellecer su rechazo al gobierno de la abadía de Corbie, que no le sirvió de nada, pues en 771 le hallamos como abad de Corbie, de donde probablemente nunca salió. En este cargo acogió a los enemigos de Carlomagno, los reyes Diederik y Anse de los lombardos y a la rechazada Ermengardis, quienes al reanudarse la guerra entre lombardos y carolingos terminaron sus vidas allí, recluidos como monjes.

El gobierno de Adelhard fue excelente para la abadía. Reformó y amplió la biblioteca, la escuela monástica y embelleció la iglesia, según cuentan crónicas del momento. Su correspondencia y trabajo diplomático fue ingente. Estuvo relacionado con la mayoría de prelados y gobernantes del momento, de los que fue consejero y apoyo. Entre ellos San Alcuin de Tours (19 de mayo), San Agobard (6 de junio), a quien apoyó en su denuncia contra los judíos, o San Angilbert, el abad de San Riquier (18 de febrero). Además, sería preceptor del hijo de Carlomagno, Pipino de Flandes.

En 800, Carlos fue coronado emperador por el papa San León III (12 de junio). Diversos avatares familiares y políticos hicieron que en 814 el príncipe Luis sucediera a Carlomagno luego de la muerte de este. Luis, implacable en su goberno y nada piadoso, se deshizo de todos sus medio hermanos, hijos bastardos de “san” Carlomagno, enviándoles lejos, ya fuera a misiones civiles o militares. Desterró a las amantes de su padre y echó de la corte a todos los consejeros de su padre, reservándose solo algunos que le eran fieles en su política. En 815 Adelhard fue despojado de todos sus cargos, incluido el abacial, y fue enviado como un simple monje a Noirmoutiers, siendo sucedido por San Adelhard “el Joven” (15 de julio), monje de confianza del nuevo monarca. Wala, hermano de nuestro santo quedó recluido en Corbie, siendole negado ir con su hermano. Sus hermanas Gondrada y Theodrada también fueron apartadas como abadesas y recluidas. Solo esta última logró trasladarse a la abadía de Nuestra Señora de Soissons, donde sería luego abadesa.

Sin embargo, numerosas rebeliones contra Luis, en especial la llevada a cabo por su sobrino Bernard, llevó a Luis reconsiderar el haberse creado tantos adversarios y poco a poco recolocó en sus puestos a algunos funcionarios y prelados. Adelhard fue llamado a la corte y Luis le tomó como consejero, permitiéndole regresar a Corbie en 822 para retomar el cayado abacial. Además obtuvo cuantiosas rentas para fundar el monasterio de Nuevo Corbie en Sajonia, del cual también fue abad al mismo tiempo que de Corbie.

Adelhard murió en 826, y su hermano Wala le reemplazó como abad para ambos monasterios. Sus reliquias se veneran en Corbie. Su "vita" fue escrita por el Beato Paschasio Radbert (26 de abril), quien fue novicio en época de Adelhard. Esta biografía sería aumentada con otros detalles por San Gerardo de Grande-Sauve (5 de abril), quien también había sido monje en Corbie.


San Adelhard es abogado de jardineros, diplomáticos y se le invoca contra la fiebre tifoidea y las infecciones en general. 


A 2 de enero además se celebra a:

San Isidoro de Zaragoza,
obispo y mártir.
Santa Eufrosina,
virgen carmelita
San Basilio, mártir.





viernes, 1 de enero de 2021

Agustiniano, sin ser agustino.

San Fulgencio de Ruspe, obispo. 1, 3 (Órdenes Agustinas) y 16 de enero.  

Nació en 468 en la ciudad africana de Telepte, y se llamó Claudio Gordiano Fulgencio. Su padre fue un patricio que se llamaba Claudio y que murió cuando Fulgencio era pequeño. Su madre, una noble llamada Maliana, le buscó los mejores preceptores del momento, que le formaron en las ciencias, las letras y la piedad.  
Siendo ya un joven se cautivó con la lectura de las obras de San Agustín (28 de agosto; 24 de abril, bautismo; 29 de febrero, traslación de las reliquias a Pavía; 5 de mayo, conversión; 15 de junio, en la Iglesia oriental) y comenzó a desear la vida monástica. Luego de prepararse para ello, se fue a un monasterio en Túnez, donde era abad su amigo Félix. Este, viendo enseguida sus virtudes, en poco tiempo le puso a cargo de los monjes jóvenes y le consultaba todo. 
A causa de la invasión bárbara los monjes tuvieron que trasladarse a Mauritania, en la actual Marruecos, y Fulgencio obtuvo licencia para visitar a los monjes del desierto egipcio. Sin embargo, no llegó a su destino, pues supo que la herejía arriana campeaba por Egipto y la división en la Iglesia era atroz, por lo cual regresó. De vuelta a Mauritania, un noble local le regaló tierras para que fundase un monasterio, que se llenó en breve de jóvenes fervorosos, que le nombraron abad.  
En 507 le llegó el nombramiento de obispo de Ruspe, en la actual Túnez. La cosa fue así: como el rey vándalo Trasimundo era partidario de los arrianos se reservó para sí, sin discusión alguna, la prerrogativa de la elección de los obispos para así solo elegir obispos fieles al arrianismo y a él mismo. Los obispos católicos, perseguidos, elegían en secreto a los verdaderos obispos en secreto, reunidos o por cartas secretas. Así eligieron a nuestro santo, en lo escondido, quien no pudo negarse, luego de tantos trabajos para elegirle. Se fue a un monasterio de Ruspe y desde allí, como un simple monje, comenzó a gobernar su iglesia local. Y allí volvía siempre que no se le necesitó, para vivir mortificado, en silencio y oración.  
Antes de un año Fulgencio y sesenta obispos africanos fieles a la ortodoxia católica fueron desterrados a Cerdeña por orden de Trasimundo. Algunos monjes le siguieron y fundaron un monasterio en Cagliari, desde donde Fulgencio comenzó una obra apologética y evangelizadora tremenda. Divulgó la doctrina de San Agustín y fue férreo contra el arrianismo. Esto hizo que, aún considerándole su enemigo, Trasimundo le convocara a Cartago para una polémica con obispos arrianos. Fulgencio les dejó a todos evidenciados, desenmascarando la falsedad de su herejía y aún convirtió a algunos. Entonces Trasimundo le envió de vuelta enseguida a Cerdeña. 
En 523 el rey murió y Fulgencio volvió a su sede episcopal, donde continuó su obra de evangelización. En 533 falleció santamente, pobre y humilde como el monje de corazón que siempre había sido. Un año antes había intentado abandonar el gobierno para retirarse a un monasterio en la costa, pero el pueblo le reclamó tanto que volvió a la cátedra. Y de esta al cielo. 

A 1 de enero además se celebra a:
San Oyend, abad.
San Demet, eremita.










  

lunes, 16 de diciembre de 2019

San Irenión de Gaza, obispo.

San Irenión de Gaza, obispo. 16 de diciembre.

No se conoce mucho de este santo obispo, según la tradición, uno de los sucesores de San Filemón (22 de noviembre) como obispo de Gaza. Sucedió al célebre obispo Asclepas, evangelizador de la región y fuerte opositor a los arrianos.

Irenión participó en el Sínodo de los Obispos de Antioquía en 363, que ocurrió a la muerte de Juliano el Apóstata. Los obispos enviaron una carta al nuevo emperador Joviniano, confirmando que todos acataban la fe del Concilio de Nicea la cual invitan al emperador a acatar en aras de la paz de la Iglesia y del Imperio.

Luego del Sínodo Irenión regresó a su sede y construyó la primera catedral dentro de los muros de la ciudad, pues su antecesor lo había hecho a las afueras. Esta iglesia-palacio se llamó "la paz" (irene, en griego. Toda una alusión a su nombre). También construyó unas lauras (monasterio de cenobitas) en la región de Gaza donde el mismo se retiraba de vez en cuando. Tuvo una buena relación con San Jerónimo (30 de septiembre y 9 de mayo, traslación de las reliquias) y en 386 recibió a Santa Paula (26 de enero) cuando esta visitó los Santos Lugares para vivir como eremita.

Murió nuestro santo obispo sobre el año 390.


A 16 de diciembre además se celebra a:

B. Guillermo de Fenol,
monje cartujo.
B. María de los Ángeles,
virgen carmelita
.






domingo, 15 de diciembre de 2019

Sierva de María y no reina en el mundo.

Venerable Ana Catalina de Austria, duquesa y religiosa. 15 de diciembre.

Nació el 17 de enero de 1566 en Mantua. Sus padres fueron el Duque Guillermo de Mantua y Montferrato y la princesa Leonor de Hasburgo. Fue una niña muy piadosa y devotísima de la Santísima Virgen luego de que esta la librara milagrosamente de morir enferma.

Aunque su deseo era consagrarse al servicio de Nuestra Señora, la cual alguna vez se le habría aparecido, en 1582 fue prometida al archiduque Fernando II de Austria, tío suyo. Ana Catalina aceptó obedientemente y se resignó a cumplir la voluntad de su padre. A cambio, solo pidió que su padre liberara a 15 presos, donara bienes a 15 iglesias y diera cuantiosa limosna a 15 mendigos en honor de la Santa Virgen. El numero 15 habla de su devoción al santo rosario.

La boda ocurrió el 14 de mayo de 1582. Tuvieron cuatro hijas, todas enfermizas, tanto que para ellas Ana tenía un libro de recetas especial, con una dieta estricta, para evitar enfermedades y alergias. La ausencia de un hijo varón que asegurara el linaje y la sucesión enrareció la relación del matrimonio, y Fernando tendría numerosos ataques de ira por ello, como si su mujer fuera la culpable. Ella solo rezaba y sufría en silencio. El hijo varón nunca llegó y Fernando finalmente se resignó a ello y en 1595 murió luego de pedir perdón a nuestra beata por sus injustificados malos tratos y humillaciones.

Ya viuda, Ana Catalina se concentró en la educación de sus hijas y en la vida piadosa. A las niñas las preparó para el claustro o para alcanzar excelentes matrimonios. Fueron mujeres muy cultas y piadosas, dotadas para la música y el arte. Ella misma dejó todas sus galas, se enfundó en una túnica negra y una toca blanca, portando solamente un rosario al cuello, sin volver a usar nunca más una joya, y todas las que tenía las dio a los pobres. Convirtió su habitación en una especie de celda monacal, totalmente desnuda y con solo un jergón de paja. Camas, muebles, cortinas, todo fue vendido para los pobres. Toda la corte fue sumiéndose en aquella piedad, fuera por convicción o por no perder privilegios, y llegó a tener el aspecto de un monasterio.

Además de la piedad constante, la caridad se hizo presente más aún. Ella misma alimentaba a los pobres cada día, atendía a los enfermos que venían por limosna o los visitaba en los suburbios. Se hacía acompañar de algunas de sus hijas, a las cuales enseñaba como debían servir siempre a Jesucristo en los pobres. Donó numerosas propiedades y dinero a las iglesias de Innsbruck, y con ello promovió el arte barroco, propio del momento. Entre todas estas obras sobresale construyó el convento de las servitas de Innsbruck, el cual le fue solicitado por la Madre de Dios en una visión. Para ello reformó uno de sus castillos, dotándolo con una bella iglesia. Esto lo hizo no sin grande oposición de los nobles, quienes veían en ello un gasto demasiado grande e innecesario.

Tanta guerra le enfermó y postrada en cama supervisó los trabajos de construcción. Pero su perseverancia tuvo su fruto: la Virgen se le apareció y la curó instantáneamente, mandándole que tomara el hábito de religiosa servita. Y no fue el único portento relacionado con el convento. Un día hubo un deslizamiento de tierra y un obrero quedó sepultado por el lodo. Solo al otor día se puso excavar y el hombre fue hallado con vida y ni siquiera estaba herido. Una vez terminado el monasterio de las terciarias servitas, la otrora archiduquesa se convirtió en religiosa tomando el nombre de Ana Juliana, abandonando para siempre el mundo. Su hija María, viuda, le seguiría al poco tiempo.

Vivió en el convento como había vivido sus últimos años: orando y trabajando por los demás, sin jamás hacer prevalecer algún privilegio por sus títulos, familia o ser la fundadora del convento. Fueron años de varias gracias místicas y vida de intensa oración. Finalmente Ana Catalina entró al cielo el 14 de diciembre de 1621. En 1693 se inció el proceso de canonización con la elevación de las reliquias a un altar por parte del obispo Johann Franz, caso insólito en el siglo XVII, donde ya las normas eran muy estrictas con respecto esto. Nunca fue canonizada, pero las monjas servitas de su convento celebraron su memoria siempre y promovieron su culto.


Fuente:
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.

A 15 de diciembre además se celebra a:

San Mesmin, fundador.
Beata Hadewych, mística.


sábado, 14 de diciembre de 2019

Del más grande predicador alemán.

Beato Berthold de Regensburg, franciscano. 14 de diciembre.

Nació en Regensburg, alrededor de 1210. A los 11 años entró al convento franciscano de Augsburg para estudiar y allí mismo tomaría el hábito. Sobre 1235 fue ordenado presbítero y al año siguiente fue nombrado profesor de Teología del convento de Magdeburg. Es curioso que siendo uno de los más grandes predicadores alemanes de todos los tiempos, solo estos pocos datos imprecisos se tengan de su persona.

En 1240 comenzó una ardiente labor misionera que le llevó por media Alemania, Suiza, Bohemia, Austria y otros reinos, como Francia, donde trató a San Luis IX (25 de agosto). En sus sermones públicos, ardientes pero sencillos, se dice llegó a haber hasta 200.000 personas. Se hacía construir tarimas enormes o subía a los tejados o a los árboles. Organizaba los sermones comprobando la dirección del viento y según este, mandaba situarse a la gente, aunque muchos le oían desde otros tejados o árboles. En 1260 fue nombrado predicador oficial del reino de Hungría, desde cuyo puesto dirigió una crucial defensa de los flagelantes y los judíos perseguidos sin causa.

Fue amigo personal del también franciscano Beato David de Augsburg (19 de noviembre) e íntimo de San Alberto Magno (15 de noviembre). En 1270 Berthold se retiró al convento de Regensburg, un convento sencillo, pobre y muy austero, donde olvidó sus viejas glorias y vivió como un simple religioso, dícese que sin volver a hablar jamás, de tanto que había hablado antes.

Berthold murió en 1272 y fue sepultado en la iglesia conventual, donde su tumba fue objeto de pronta veneración. En 1626 el obispo Albert deTörring elevó sus reliquias a un altar dedicado a su memoria, beatificándole.


A 14 de diciembre además se celebra a:


San Juan de la Cruz,
presbítero carmelita.
San Espiridión,
obispo carmelita
.






viernes, 13 de diciembre de 2019

De la fragante rosa de Villechausson.

Beata Isabel Rosa de Chelles, fundadora y abadesa. 13 de diciembre.

Fue hija del duque Radulf de Crépy y su mujer Adela de Bar-sur-Aube. Su hermano fue el Beato Simón (29 de septiembre). Siendo muy niña fue internada en las benedictinas de Chelles, cerca de París, para alcanzar una perfecta educación con vistas a alcanzar un buen matrimonio. Sin embargo, al llegar a la adolescencia decidió tomar el hábito monástico contra viento y marea, para seguir su vocación de servir toda a Cristo.

Siendo ya monja profesa deseó una vida de mayor perfección y solicitó de su abadesa retirarse como reclusa emparedada en el mismo monasterio. La abadesa, temerosa de echar a perder su vocación no se lo consintió. Entonces Isabel obtuvo el permiso del papa Inocencio II, y con dos monjas más se retiró a Château-Landon, donde construyeron unas chozas y comenzaron vida eremítica. Oraban y trabajaban constantemente, imitando a los Padres del Desierto. Vivieron algunos meses, pero la vida en aquel lugar inhóspito era muy difícil y las enfermedades llegaron. Entonces las otras monjas regresaron a Chelles.

Isabel no cejó en su empeño y se trasladó a un roble hueco, donde solo cabía de rodillas (es una de los santos dendritas). Redobló su oración, tejía cestos y sembraba algunas hortalizas de las que se alimentaba y aún regalaba a los pobres. Tuvo que soportar numerosas burlas de los aldeanos, quienes, al ver su paciencia, entrega, oración y caridad, poco a poco le tomaron verdadera devoción.

Al cabo de varios años de vida dendrita, Isabel recibió la visita de su hermana Acvis, monja en Chelles, y de la monja Constancia. Ambas la convencieron para fundar un monasterio cerca de Courtenay, en el Loira, del cual sería la abadesa. El monasterio fue dedicado a Santa María y pronto tuvo muchas santas vocaciones.

Nuestra Beata entró al paraíso el 13 de diciembre de 1130. En 1330 el cuerpo fue desenterrado para trasladarlo a una bella urna y se le encontró incorrupto, por lo cual se elevó a un altar. Durante la Guerra de los 100 años el monasterio fue saqueado y las reliquias profanadas. Las monjas recogieron luego lo que pudieron y las trasladaron a Villechausson, donde construyeron un nuevo monasterio.


Fuente:
-"Vie des Saints du Diocèse de Troyes et histoire de leur culte jusqu'à nos jours"

A 13 de diciembre además se celebra a:


San Judoc, eremita.
Los Santos Cinco
Compañeros Mártires.




jueves, 12 de diciembre de 2019

San Finian de Clonard.

San Finian de Clonard, obispo. 12 de diciembre.

Nació sobre 470, en el pueblo de Myshall, condado de Carlow, en la familia de Ailill Telduib, de ascendencia noble. La leyenda dice que Finian fue llevado a bautizar por el obispo Fortchern, pero en el camino se encontraron con el presbítero San Abban (16 de marzo), quien, animado por Dios, tomó al niño y le bautizó allí mismo en una charca junto al camino, mandando poner acto seguido una cruz en aquel sitio como señal del paso por allí gran santo que acababa de bautizar. Ciertamente Abban pudo poner aquella cruz por la fama de Finian, pero no bautizar al niño, pues este vivió 100 años antes de Abban.

Su leyenda nos dice que Finian dejó Irlanda siendo niño y que fue discípulo de San David de Gales (1 de marzo) y San Cadoc de Llancarfan (24 de enero). Nos cuenta que realizó muchos milagros en Gales, como secar un lago con su oración pues allí debía construirse un monasterio, o que los sajones invasores fueran aplastados por una montaña. También, siempre según la leyenda, ahuyentó a las serpientes, avispas y pájaros que se comían la cosecha de los monjes de Echin. Lo que sí es cierto es que Finian fue un monje muy hábil para el trabajo manual y al mismo tiempo dado al estudio y la erudición. Su correspondencia con San Gildas de Rhuys (29 de enero) le muestra como un hombre muy práctico y espiritual, preocupado por la Iglesia de su tiempo, la evangelización y la búsqueda del ideal espiritual del monacato. En sus otros escritos fue muy duro contra los obispos que abusaban del poder y los monjes que no practicaban la pobreza o la caridad.

Al regresar a Irlanda, sobre 515, Finian visitó al rey Muiredach, a quien pidió ayuda para construir una iglesia, aunque este monarca no era cristiano. El rey, impresionado con el porte de Finian le permitió construir la iglesia en Achadh Abhail, desde donde Finian trabajó en la evangelización de la zona y con gran éxito. También predicó durante siete años en Hy Bairrche. Allí trabó contacto con la gran Santa Brígida de Irlanda (1 de febrero), a quien y a cuyas monjas predicó muchas veces. Brígida le trató con gran respeto y como a verdadero padre. En una ocasión le regaló un anillo de oro, pero Finian lo rechazó rotundamente, por no faltar a la pobreza. Esker Brenain fue otro de los lugares de apostolado de Finian, donde construyó una típica iglesia circular irlandes que aún se conserva y donde se venera su memoria. Allí encontró a un niño abandonado por unos ladrones, y le tomó bajo su cargo, le educó y le dio el hábito monástico, siendo su primer discípulo.

Dice, otra vez la leyenda, que un ángel se apareció a Finian y le indicó que debía seguirle hasta donde Dios le quería misionara. Finian se puso en marcha y, siguiendo al ángel durante toda una noche, llegó a Cluain Eraird, donde tuvo una gran actividad apostólica. En Anchory fundó un monasterio por revelación divina

Finian fue elegido obispo siendo aún joven y una de sus obras principales fue la reforma monástica y la fundación del monasterio de Clonard, cuna de los llamados "12 apóstoles de Irlanda", a quienes la leyenda quiere como discípulos de Finian, aunque en realidad no todos fueron contemporáneos. Estos son San Kieran de Saighir (5 de marzo), San Kieran de Clonmacnoise (9 de septiembre), San Brendan el Navegante (16 de mayo), San Brendan de Birr (29 de noviembre), San Columbano de Iona (9 de junio), San Colm de Terryglass (13 de diciembre), San Molaise (12 de agosto), San Kenneth (11 de octubre), San Ruadhan (15 de abril), San Mobhi (12 de octubre), San Sinnell (12 de noviembre) y San Nathy de Anchory (9 de agosto). 

A veces se añaden como discípulos suyos a San Magh-Bile (10 de septiembre), San Molua de Conflert (4 de agostoSan Comgall de Bangor (10 de mayo).

Finian es considerado, junto a San Enda (21 de marzo), el padre del monaquismo irlandés. Al fin de su vida santa, entró al cielo sobre 549.


A 12 de diciembre además se celebra a:


San Corentin, obispo.
Santa Abra, virgen.





miércoles, 11 de diciembre de 2019

San Daniel Estilita.

San Daniel Estilita. 11 de diciembre y 22 de mayo.

Nació en el año 409 en Samosata, en la zona alta del Éufrates. A los 12 años entró de monje y en viaje que realizó con el abad conoció al gran San Simeón Estilita "el Viejo" (5 de enero), y decidió imitarlo, a lo que Siméon le animó.

Se fue a Anaplus, cerca del mar de Bósforo, donde se hizo hacer una columna (en realidad eran dos, una sobre otra) con una balaustrada y protegida del clima con un palio. Allí vivió 33 años, y allí fue ordenado sacerdote por San Guenadio de Constantinopla (25 de agosto). Cada día celebraba la eucaristía, durante la cual los numerosos peregrinos hacían absoluto silencio, y eran cientos. Para todos tenía una palabra de aliento, reconvención, consejo o amenaza. Conocía los pecados sin que se los dijeran, tuvo don de profecía y también realizó muchos milagros.

Los emperadores León I y Zenon fueron grandes admiradores suyos y le visitaban frecuentemente para pedir consejo u oraciones. León construyó una escala de piedra para subir hasta lo alto del pilar y que también usaban los peregrinos, hasta que Daniel mandó la derribaran pues le molestaban en su altura. El mismo solo la usó una vez, cuando bajó a regañar al emperador por apoyar la herejía monofisita.

Daniel murió en 492 y fue sepultado junto a su pilar, elevándose una basílica en su honor. Sus reliquias serían trasladadas en el siglo XIII a Moscú, donde el Gran Duque San Daniel (4 de marzo) había levantado el célebre y bellísimo monasterio de Danilov.

A 11 de diciembre además se celebra a:


Stos Victorio, Fusciano
y Gaciano de Amiens
.
San Franco de Siena,
religioso carmelita
.


martes, 10 de diciembre de 2019

Sacerdote e inocente ante Dios.

San Edmund Gennings, presbítero y compañeros mártires. 10 de diciembre y 25 de octubre (Todos los Mártires de Inglaterra y Gales).

Nació en 1567, en Lichfield, en el seno de una familia convertida a la nueva Iglesia de Inglaterra, nacida de la traición a la fe católica del rey Enrique VIII. En 1580 tuvo una visión en la que veía a turbas armadas masacrar a personas inocentes, quienes subían al cielo como ráfagas de luz. Era una visión de los mártires católicos víctimas de los anglicanos.

Edmund era un niño muy inteligente y dócil, por lo cual un maestro de su localidad se encargó de educarle, obteniendo como pago los servicios de Edmund en una posada que tenía su hija. Como su madre viuda no podía costearle los estudios aceptó gustosamente. Muy pronto el niño Edmund destacó por su aplicación al estudio y sus notables resultados. Estando trabajando en esta posada le conoció un caballero apellidado Sherwood, quien estaba buscando un paje. El caballero se prendó de Edmund y logró que su madre se lo cediera a cambio de un generoso salario. Sherwood era católico, cosa peligrosa en aquellos tiempos, y al poco tiempo comenzó a hablarle a Edmund de la fe católica, logrando convertirle. Edmund sirvió a su amo con total lealtad, llegando incluso al riesgo de la vida sirviendo como enlace entre los católicos que vivían su fe escondida.

Cuando Sherwood se fue a Francia a estudiar para ser ordenado presbítero, con vistas a volver a Inglaterra a evangelizar, se llevó consigo a Edmund, y ambos estudiaron juntos. Edmund se formó en el seminario de Reims. Fue un seminarista ejemplar, piadoso, humilde y muy devoto de la Pasión de Cristo. A pesar de estar constantemente enfermo, no cejó nunca en el estudio, la caridad o las penitencias. Por esta misma causa de su mala salud, los formadores le enviaron de vuelta a Inglaterra aún antes de ser ordenado presbítero, quedando en el aire la posibilidad de ser sacerdote. Estando en el puerto de Le Havre, casi para embarcar, oró fervorosamente y recobró la salud por milagro, pudiendo regresar a Reims a terminar sus estudios. Finalmente, nuestro santo cumpliría su sueño y, previa dispensa de Roma por no tener aún 25 años, fue ordenado sacerdote en Soissons el 18 de marzo de 1590, junto a San Alejandro Rawlins (7 de abril), quien también sería martirizado.

Ese mismo año Edmund embarcó rumbo a Inglaterra junto a otros presbíteros que planeaban entrar a escondidas. El barco fue atacado por corsarios en Essex, pero casi por milagro logró escapar y recaló en Whitby. Allí fueron retenidos e interrogados, pero contaron que el barco había sido arrastrado por una tormenta desde Newcastle. Siendo libres, los presbíteros disfrazados dijeron misa escondidos y luego orar un rato, se despidieron entre abrazos, besos y lágrimas.

Edmund se dirigió a Londres en busca de su hermano Juan, a quien deseaba convertir a la fe católica. Mientras, se instaló en una posada donde era asistido por católicos ocultos. Su día a día era decir misa a escondidas en varios sitios, visitar enfermos, confesar, alentar a los que dudaban y lograr algunas conversiones. Luego de unos meses halló a su hermano, a quien descubrió era sacerdote. Este no le denunció, pero rehuyó de convertirse al catolicismo y de ayudar a su hermano. Ambos se separaron.

El 7 de noviembre de 1591 Edmund acordó con el sacerdote San Polydor Plasden (10 de diciembre), compañero de estudios en Reims, cantar misa juntos por ser la Octava de Todos los Santos. La misa sería en casa del profesor San Swithun Wells. También se hallaban allí los seglares San Eustace White, presbítero quien era converso del anglicanismo, y los seglares Beatos Brian Lacey y John Mason, y la Beata Sydney Hodgson (todos a 10 de diciembre). También estaría la señora Wells, esposa de Swithun Wells. Durante la celebración de la santa Misa, los anglicanos allanaron la casa y tomaron prisioneros a los presbíteros y seglares y los llevaron a Newgate. Swithun Wells, quien no se hallaba presente en la misa, al regresar a su casa y saber lo ocurrido, se presentó voluntariamente ante las autoridades y fue apresado.


Edmundo y sus compañeros
son apresados.
El 10 de diciembre todos fueron ejecutados. Nuestro santo fue ahorcado junto a Wells en la puerta de la casa de este. Estando en el cadalso, el juez dijo a Edmund: "Gennings, confiesa tu crimen, tu traición papista y la reina sin duda te perdonará". A esto Edmund respondió: "No sé, querido hombre, en lo que podría haber yo insultado a mi amada reina. Pero si ese es el caso, me disculpo. Mas se siente ofendida sin fundamento, porque defiendo mi fe y religión. Porque soy sacerdote, y porque no quiero ir en contra de mi conciencia, entonces confío en que soy inocente ante Dios. ¿No fue San Pedro quien dijo: 'Debemos obedecer a Dios más que a los hombres'? No tengo intención de admitir errores donde no hay. Si regresar a Inglaterra como sacerdote, decir misa u oír confesiones es traición papista, entonces yo soy un traidor. Pero, por supuesto, yo tampoco lo creo. Por eso me declaro culpable de las cosas de las que se me acusa. No con un corazón arrepentido o triste, sino bajo protesta abierta y con alegría interior de haber podido hacer cosas tan buenas. Si Dios me diera la oportunidad, las volvería a hacer y las consideraría más valiosas que tener mil vidas".

Los demás mártires fueron ahorcados y despedazados en la célebre plaza de Tyburn, regada con la sangre de cientos de mártires. La señora Wells padeció prisión y finalmente falleció en la cárcel. En cuanto al hermano de Edmund, al poco tiempo se convirtió a la fe católica y llegaría a ser sacerdote. Él publicó la "vita" de Edmund en 1614 bajo el título de "La vida y muerte del Sr. Edmund Gennings, sacerdote, coronado con el martirio en Londres, el 10 de diciembre del año M.D.XCI".

El 8 de diciembre de 1929 Pío IX decretó el martirio de Edmundo, siendo beatificado el 15 de diciembre del mismo año. El papa Pablo VI lo canonizó junto a otros mártires de Inglaterra y Gales el 25 de octubre de 1970.


A 10 de diciembre además se celebra a:

N. S. de Loreto.
S. Melquíades, papa.


lunes, 9 de diciembre de 2019

Salvado por las aguas y conducido por los bueyes.

San Budoc de Dol, obispo. 9 de diciembre y 18 de noviembre (en Léon). 

San Budoc.
Iglesia de N. D. de Clarté.
Su nacimiento fue milagroso, a causa de su madre, la princesa Santa Azenor (7 de diciembre), y ocurrió en estas circunstancias: Azenor estaba casada con el conde de Tréguier. Eran felices, piadosos y caritativos. Pero el padre de Azenor, conde de Lesneven, quien era viudo, se casó con una mala mujer, quien celosa del amor que padre e hija se tenían, comenzó a intrigar en el joven matrimonio. Falsificó pruebas y sobornó a personas para que hicieran parecer que Azenor engañaba a su marido. Por ello fue encerrada primero en Tréguier y luego, a instancias del padre, en Lesneven. Pero siguió intrigando la madrastra, diciendo al marido de Honora que en realidad el padre no la tenía encerrada, sino que la mujer vivía a sus anchas, y que se preveía su huida a un país lejano. 

Entonces el marido exigió que fuera ahorcada de una vez, y con tanta insistencia, que no tuvo más remedio el conde Leo que preparar la ejecución. Pero he aquí que se descubrió que Honora estaba embarazada de cuatro meses, y la ley prohibía ajusticiar a las embarazadas. Como el marido insistía, la solución hallada entre los leguleyos, ya que no se le podía matar, fue hacer algo intermedio, así que Azenor fue metida en un barril y arrojada al mar, a 10 millas de la costa. Si era inocente, Dios proveería, y si no, no la habían matado ellos. 

Cinco meses estuvo Azenor dentro del barril y flotando en el mar, sostenida por Dios. Cuando encalló en Irlanda, en Aberfraw, dio a luz a su hijo y fue hallada por los monjes del monasterio de Youghall. Se llevaron a la madre y al niño al monasterio, y llamaron al pequeño al niño Budoc (Buzeuc, o sea, "salvado del agua"). Una vez que Honora estuvo repuesta, dedicó su vida a la oración y al trabajo en una ermita anexa al exterior del monasterio.

Desde niño nuestro santo fue aplicado al estudio y la oración, y la vida monástica era toda su delicia. El culto, los libros, el trabajo y la oración colmaban toda su vida. Dice la leyenda que su fama de santo y sabio trascendió el monasterio y apenas cumplió los 21, los habitantes de Aberfraw le quisieron por rey y obispo. Sabiéndolo Budoc huyó del monasterio y se retiró a una cueva junto al mar, escondido de todos. Pero ocurrió que, estando dormido sobre una roca, esta se separó de las aguas y, flotando, atravesó el mar y llegó a Bretaña, quedando solidificada al suelo en Porspoder. Viendo esto el santo como una señal de Dios decidió dedicarse a la evangelización de la región, la cual estaba muy alejada del Evangelio en ese momento y las corrientes pelagianas asolaban la fe católica. La doctrina pelagiana negaba la prolongación del pecado original en la raza humana partiendo de Adán, único al que habría afectado este pecado. Por ende, el bautismo de infantes era innecesario. También propugnaba que la gracia era supletoria en la salvación, para la cual bastaba el conocimiento y el seguimiento de Cristo. 

Budoc estuvo allí todo un año predicando y desterró la herejía con su palabra y su ejemplo. Al cabo de ese tiempo, teniendo a los católicos firmes en la fe, decidió retirarse a la vida eremítica. Entonces cortó como mantequilla la roca que le había traído a Bretaña, la colocó en un carro tirado por dos bueyes, decidiendo quedarse en el lugar donde se detuvieran los animales. Estos anduvieron todos un día y una noche, deteniéndose a una milla escasa de Plourin. En este lugar los herejes eran más violentos que en otros sitios y al ver que el santo les robaba adeptos planearon quitarle la vida. Por ello el santo se dirigió a Dol, para ver al santo obispo San Maglorio (24 de octubre) y pedirle consejo. Y resultó que este, que estaba ya muy anciano, le nombró sucesor, logrando la obediencia de Budoc y la confirmación del mismo por el papa San Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de septiembre, elección papal). 

Budoc murió en una fecha incierta, al parecer en 633 aún vivía, pues la leyenda de San Rioc (12 de febrero) dice que fue canonizado por nuestro santo. Sobre las reliquias de San Budoc cuéntase que estando para morir dijo que una vez que hubiera fallecido, cortaran su brazo derecho y lo llevaran en procesión a Plourin para bendecir a algunos que él había excomulgado en sus tiempos de misionero en la región, como señal de que todos los pecados habían sido perdonados y olvidados. Así lo hizo el monje Illtud, pero al llegar a Brecht el obispo quiso quedarse con la reliquia y no dio permiso de que continuara viaje. Entonces el monje, aprovechando el gentío que abarrotaba la iglesia, dio un mordisco al brazo, le arrancó un pedazo de la muñeca y los dedos y huyó a Plourin, donde por medio de la reliquia del santo obispo Dios obró portentosos milagros. 

Fuente:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"France historique et monumentale". ABEL HUGO. 1837.
"Descubriendo santos de Bretaña".


A 9 de diciembre además se celebra a:

Santa Leocadia,
virgen y mártir
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Stos Nectario y Auditor,
presbíteros
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Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...