Mostrando entradas con la etiqueta predicador. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta predicador. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de mayo de 2021

Del santo apóstol de Nápoles.

San Francisco de Geronimo, presbítero jesuita. 11 de mayo. 

Nació en Grottaglie, el 17 de diciembre de 1642, en una familia acomodada y fue el mayor de 11 hermanos. Fue un niño piadoso y caritativo. Una leyenda piadosa nos cuenta que, en una ocasión, tomó en secreto el pan de la cocina para darlo a unos pobres. Fue sorprendido por la madre, la cual lo regañó amargamente por dejar a los suyos sin pan para darlo a los demás. Al tiempo, le prohibió que lo volviera a hacer. El niño Francisco le respondió: "Pero madre, ¿temes, tal vez, que por causa de la limosna perderemos el pan en casa? engañada está. Mire el arca del pan y verá”. La madre fue, abrió el arca donde se guardaba el pan y la halló a rebosar. Ante este milagro, abrazó al hijo y desde entonces le dio libertad para dar limosna. 

Desde niño fue amante del estudio y la religión, por lo que, a los 10 años, fue confiado a un grupo de presbíteros que se encargaban de la educación de los niños. No solo estudió con estos santos varones, sino que, además, convivió con ellos, contribuyendo con su labor de catequista y sacristán. Si los presbíteros iban de misión y evangelizaban a los adultos, él hacía lo propio con los niños. 

A los 16 años la Iglesia le concedió la primera tonsura para ser sacerdote, ingresando al año siguiente en el seminario de Taranto. Luego de estudiar la filosofía y retórica en un colegio de jesuitas, fue ordenado subdiácono en 1664. Al año siguiente le enviaron a Nápoles para cursar los dos derechos. Fue ordenado presbítero el 18 de marzo de 1666, con 24 años, por lo que fue necesaria una dispensa al no cumplir los 25 años preceptivos. En 1668 obtuvo, además, la licenciatura en Teología, continuando el Doctorado. Sintió vocación jesuítica y pasó algunas pruebas para poder entrar. En especial la oposición de su padre, quien le reservaba una brillante carrera en el mundo eclesiástico, teniéndole ya apalabradas una canonjía con buenos beneficios. Mas finalmente aceptó, pues hombre piadoso era. 

Francisco ingresó en la Compañía de Jesús el 1 de julio de 1670, haciendo el noviciado al mismo tiempo que profundizaba la Teología. Su maestro de novicios, viendo sus virtudes y queriendo comprobar si eran farsa o cosa de Dios, se empleó en probarlas con deseos. Le daba los oficios más laboriosos y aunque los hiciera bien, en no pocas ocasiones le mandaba rehacerlo todo. Entre otras cosas, le quitó su ración diaria de agua para lavarse, mandándole que se lavara en el agua sucia donde se lavaban los calzones y las sotanas de los padres y estudiantes. 

Entre 1671 y 1674 misionó en la Apulia, bajo la dirección del célebre misionero Agnello Bruno, con gran éxito. Ya desde estudiante se revelaron sus dotes de predicador y su celo apostólico, unido a una profunda vida interior, de silencio y oración. No en balde sus compañeros le llamaban “el santo”. Terminada la Teología, en 1676 le enviaron a misionar a Nápoles, lugar que sería su púlpito durante 40 años, aunque su deseo era ir a las misiones de la India o Japón. El 8 de diciembre de 1682 hizo su profesión solemne como jesuita. Francisco se lanzó a una misión popular constante y sin descanso: predicaba encendidos sermones en las calles y plazas, logrando sonadas conversiones. No podemos dejar de mencionar la conversión de María Elvira Cassier, una joven que había asesinado a su padre y, vestida de hombre había sido soldado al servicio de España. La predicación del santo la movió a confesarse y cambiar de vida. Además, la dirigió espiritualmente en adelante. 

Los terceros domingos de cada mes, además, guiaba a los que oían sus prédicas a la iglesia de los jesuitas, donde un ejército de sacerdotes oía confesiones durante todo el día, a la par que se celebraban misas y funciones religiosas. Todo terminaba con una fervorosa Comunión General. Las prostitutas fueron de la clase más tocada por sus sermones, arrancando a no pocas de la mala vida.

Además, predicaba en los muelles, donde el pecado y la blasfemia eran pan diario. Visitaba las cárceles, tenía una legión de piadosas personas, muchas convertidas, que le ayudaban visitando a los enfermos y socorriendo a los pobres. Él era el apóstol y numerosos laicos eran sus discípulos. y aún tuvo tiempo para predicar en otras regiones, como Los Abruzos o Sannio. En la invasión austríaca de 1707, cuando España perdió Nápoles, Francisco logró que los españoles no bombardearan la ciudad en respuesta, alcanzando además que no hicieran sitio y no llegara la hambruna y la enfermedad. Asimismo, su imponente y respetada persona consiguió detener saqueos y abusos por parte de los invasores.  

Carta autógrafa del santo.
Pude venerarla en la
misión Santa Clara, California
.
Fue nuestro santo un apóstol taumaturgo, y los milagros ocurrían a su alrededor. Él siempre los achacó a la intercesión de San Ciro (31 de enero), cuya reliquia se veneraba en la casa jesuita de Nápoles y que De Geronimo siempre portaba en sus misiones y prédicas callejeras. También predicaba seguidamente de las virtudes y excelencias de la devoción a la Madre de Dios.  

El santo misionero entró al premio eterno el 11 de mayo de 1716 en su amada Nápoles. En 1806, restituidos los jesuitas en el reino de Nápoles gracias a Fernando IV, el papa Pío VII beatificó a De Geronimo el 2 de mayo del mismo año. Gregorio XVI lo canonizó el 26 de mayo de 1839, celebrándose por esta causa solemnes festejos en Nápoles y en toda la Orden Jesuita. Sus reliquias se veneran en la iglesia de Jesús, donde había vivido toda su vida napolitana. Su casa natal en Grottaglie también es un santuario, iglesia y convento jesuitas. 

Fuente:
-"Vita di San Francesco di Girolamo, sacerdote professo della Compagnia di Gesù." LONGARO DEGLI ODDI. Roma, 1839.


A 11 de mayo además se celebra a

San Gengulf, mártir.
San Mamerto de Vienne,
obispo.
Todos los Santos
Abades de Cluny
.
Santa Eustelle,
virgen y mártir.







 

jueves, 7 de enero de 2021

Evangelizador, huidizo y abogado contra los tumores.

San Tilo de Solignac, monje. 7 y 16 de enero.

También se le conoce como Hilloin, Tillo, Théau, Tillmann, o Tyllo. Su “vita” dice que era de ascendencia sajona y que nació sobre 610. A los 15 años fue capturado por mercenarios bárbaros y expuesto como esclavo en el mercado de París. Allí le halló el célebre San Eloy (1 de diciembre), el orfebre del rey Dabogerto I. Eloy, apenado por la situación del joven, lo compró y le dio la libertad, tomándole como aprendiz en su taller. Pero al poco tiempo, viendo que era un chico piadoso y hábil para aprender, le envió a formarse al monasterio de Solignac, fundado por el santo orfebre en 632, donde también continuaría aprendiendo orfebrería, pues este monasterio tenía una famosa platería donde se realizaban vasos sagrados para varios reinos. Además, aprendió a leer, escribir, cantar, las Sagradas Escrituras y los Padres.

Cuando terminó de formarse Tilo regresó junto a Eloy, hecho un verdadero orfebre y continuó trabajando junto a su protector, sin embargo, en 641, cuando Eloy fue elegido obispo de Noyon, Tilo regresó a Solignac para consagrarse a Dios. De allí le llamaría Eloy para que le ayudase en la predicación, pues él no tenía ese arte y Tilo sí. Muchos años ambos permanecieron juntos en el gobierno y la evangelización, hasta que en 660 Eloy murió y Tilo volvió a su amado recinto de Solignac.

Mas poco tiempo duró ahí, pues lon monjes le quisieron como abad y entonces nuestro santo huyó a la soledad en Brageac. En el bosque erigió una ermita que dedicó a la memoria de San Eloy, y allí oraba, se disciplinaba y trabajaba. Además, cambió su nombre por el de "Pablo el Simple". Pero aún allí en su soledad le hallaron y poco a poco sus milagros le hicieron conocido. A una mujer le sanó milagrosamente una herida de cuchillo, a otra le borró un tumor que tenía en el cuello, y a un tercero que acudió a él por aceite bendito con una ampolla vacía, le rellenó la ampolla con solo trazar sobre esta la señal de la cruz. Allá le visitó San Bonet de Clermont (15 de enero), a quien Tilo le confirmó en su deseo de dejar el episcopado e irse a la soledad monástica.


Una segunda versión, más tardía, dice que en realidad en Brageac fundó un monasterio y del que fue elegido abad hasta que huyó a Solignac, donde el nuevo abad le dio una celda apartada de todos, y los demás monjes nunca supieron que él había vuelto. Como fuese, más de 60 años vivió como eremita, pues murió a los 90 años de edad, el 16 de enero de 702, y asistido por el obispo de Limoges, a quien como último gesto taumaturgo, sanó por milagro estando él mismo para morir. Luego de su muerte, su cuerpo fue trasladado entre cánticos a la abadía de Solignac, donde fue sepultado en el altar mayor. Se dice que durante siglos un aceite milagroso manaba de su sepulcro.

Es abogado contra el bocio, los tumores, las llagas incurables y los dolores de espaldas.

Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Vidas de los Santos". Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-https://heiligen-3s.nl/


A 7 de enero además se celebra a:

San Luciano,
presbítero mártir.
Santa Sigrid
de Thouars, virgen
.
San Raimundo de
Penyafort, dominico
.






sábado, 14 de diciembre de 2019

Del más grande predicador alemán.

Beato Berthold de Regensburg, franciscano. 14 de diciembre.

Nació en Regensburg, alrededor de 1210. A los 11 años entró al convento franciscano de Augsburg para estudiar y allí mismo tomaría el hábito. Sobre 1235 fue ordenado presbítero y al año siguiente fue nombrado profesor de Teología del convento de Magdeburg. Es curioso que siendo uno de los más grandes predicadores alemanes de todos los tiempos, solo estos pocos datos imprecisos se tengan de su persona.

En 1240 comenzó una ardiente labor misionera que le llevó por media Alemania, Suiza, Bohemia, Austria y otros reinos, como Francia, donde trató a San Luis IX (25 de agosto). En sus sermones públicos, ardientes pero sencillos, se dice llegó a haber hasta 200.000 personas. Se hacía construir tarimas enormes o subía a los tejados o a los árboles. Organizaba los sermones comprobando la dirección del viento y según este, mandaba situarse a la gente, aunque muchos le oían desde otros tejados o árboles. En 1260 fue nombrado predicador oficial del reino de Hungría, desde cuyo puesto dirigió una crucial defensa de los flagelantes y los judíos perseguidos sin causa.

Fue amigo personal del también franciscano Beato David de Augsburg (19 de noviembre) e íntimo de San Alberto Magno (15 de noviembre). En 1270 Berthold se retiró al convento de Regensburg, un convento sencillo, pobre y muy austero, donde olvidó sus viejas glorias y vivió como un simple religioso, dícese que sin volver a hablar jamás, de tanto que había hablado antes.

Berthold murió en 1272 y fue sepultado en la iglesia conventual, donde su tumba fue objeto de pronta veneración. En 1626 el obispo Albert deTörring elevó sus reliquias a un altar dedicado a su memoria, beatificándole.


A 14 de diciembre además se celebra a:


San Juan de la Cruz,
presbítero carmelita.
San Espiridión,
obispo carmelita
.






martes, 7 de agosto de 2018

El abogado de las brujas.

Venerable Friedrich Spee, presbítero jesuita. 7 de agosto.

Nació el 25 de febrero de 1591, en Düsseldorf. Estudió en el Gimnasio de los Jesuitas de Colonia cuya sotana tomó en Tréveris el 22 de septiembre de 1610. Fue ordenado presbítero en 1622 e inmediatamente comenzó su carrera de profesor de Filosofía en Paderborn y Colonia.

En 1628 comenzó su apostolado en Peine, Hildesheim, siendo un excepcional predicador. Eran los tiempos de la Contrarreforma católica y Friedrich fue activísimo devolviendo a los herejes al seno de la iglesia católica. En solo un año convirtió a la fe a nada menos que 26 pueblos enteros, devolviendo al culto católico las parroquias arrebatadas y dejando en cada sitio laicos sólidamente formados. Por supuesto, los luteranos no quedaron impasibles ante su acción pastoral, y después de las calumnias, las amenazas y las trabas, en 1629 intentaron asesinarle en Woltorf. Casi muere mártir el buen apóstol, pero se recuperó de las heridas y en 1630 le trasladaron nuevamente a Paderborn, donde comenzó a impartir Teología Moral.

El celo de Friedrich se encaminó entonces al asunto de las brujas y las condenas, aunque en su caso, se decantó por la prudencia con que se debía tratar el tema. Trató con muchas acusadas de brujería, escuchó razones, rezó y analizó muchos juicios, para finalmente abogar por la eliminación de tales juicios, debido a los excesos, las pocas pruebas y las supersticiones que, en el fondo, se alentaban al dar por bruja a cualquier mujer sospechosa. En 1631, mientras impartía Teología Moral en Colonia escribió su "Cautio Criminalis", una obra contra los juicios de brujas, dejando mal parados a los jesuitas que, sin prudencia estaban entregados a ellos. Su error estuvo en que no presentó la obra al juicio de sus superiores jesuitas, como mandan las Constituciones de la Compañía, sino que lo dio a leer a un amigo, quien lo publicó por su cuenta.


Friedrich defiende
a una "bruja"
Aunque fue castigado por sus superiores y obligado a callar su autoría, la obra tuvo gran repercusión, incluso entre los herejes, quienes siguiendo el ejemplo de algunos prelados católicos, como el obispo de Würzburg y juez de Maguncia, quien abolió los enjuiciamientos y liberó de todas las penas físicas y canónicas a las condenadas. Finalmente sus enemigos, los partidarios de los juicios de brujas supieron quién era el autor del libro y cargaron las tintas contra él, provocando se le quisiera enjuiciar por cercano a la brujería y escribiendo al General de la Compañía para que lo expulsara. Los jesuitas sobrellevaron la situación con diplomacia, no le expusieron y le enviaron a Tréveris en 1632, para seguir impartiendo Teología Moral.

En este ciudad destacó por las innumerables horas que empleó en el confesonario, por sus encendidas predicaciones y su acción caritativa, especialmente en la epidemia de tifus de 1635. Este mal también lo llevaría al paraíso, el 7 de agosto del mismo año.

Fue sepultado en la iglesia de los jesuitas de Tréveris, y su sepultura se perdió con el tiempo, siendo halladas sus reliquias en 1980. Se le sepultó en la capilla del colegio. El proceso de canonización se abrió en el siglo XX y sigue su curso.


Fuente:
-http://heiligen-3s.nl

A 7 de agosto además se celebra a:


San Cayetano,
presbítero y fundador.
San Alberto de Sicilia,
presbítero carmelita.
Santa Claudia
de Roma, viuda.




lunes, 19 de febrero de 2018

Contra la serpiente y con Cristo.

San Barbato de Benevento, obispo. 19 de febrero.

Fue Barbato un celoso presbítero que habría predicado en Moncona y luego en Benevento en el siglo VII. Los habitantes de esta última ciudad, aunque cristianos, conservaban una antigua superstición de venerar una víbora dorada que tenían en un árbol al que consideraban sagrado. Romualdo, señor de la ciudad, alentaba el culto a este ídolo haciendo cada año fiestas en su honor. En el árbol se colocaban pieles de serpiente a las que se le disparaban flechas, ganándose premios y "bendiciones" del ídolo. Barbato predicaba a tiempo y destiempo contra aquella idolatría. Ayunaba, oraba y se disciplinaba por sus fieles, pero nada, ellos seguían a lo suyo: adorando a Cristo y a la víbora al mismo tiempo. En su última predicación pública contra aquella idolatría profetizó que grandes calamidades vendrían sobre la ciudad si no se volvían a Cristo.

Y así fue, en breve el emperador Constancio comenzó un asedio contra la ciudad, que le era reacia desde hacía tiempo. La epidemia y la muerte se hicieron presentes, y Barbato recordó que ya les había advertido, así que los habitantes de Benevento rechazaron públicamente la idolatría, suplicando misericordia a Cristo. El mismo Barbato cortó el árbol y fundió la serpiente y del oro resultante mandó hacer un cáliz y una patena. Cuando terminó de decir misa, el emperador levantó el asedio y se marchó resignado.

Uno de los fallecidos por la enfermedad fue Hildebrand, obispo de Benevento, y en su lugar fue elegido nuestro santo, quien fue consagrado obispo el 10 de marzo de 663. Su apostolado se centró en desterrar todo rastro de idolatría, llevando a sus ovejas a Cristo. En 680 estuvo en el Sínodo Lateranense celebrado contra los monotelitas por el papa San Agatón (10 de enero), y en 681 asistió al Concilio de Constantinopla, dedicado al mismo asunto.

Barbato falleció al año siguiente, el 29 de febrero de 682. Sus reliquias fueron trasladadas al monasterio de Monte Vergine.


Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.


A 19 de febrero además se celebra a





domingo, 4 de febrero de 2018

San Modan, contra la disentería.

San Modan de Dreyburg, abad. 4 de febrero.

Fuente de San Modan.
Vivió entre los siglos VI y VII, y habría sido un presbítero itinerante, que predicó el Evangelio Dumbarton, Stirling y Falkirk. Siendo ya anciano se retiró a la soledad eremítica, aunque luego fundó un monasterio con varios discípulos. Fue muy penitente, ayunaba constantemente y su oración era muy elevada.

Su culto aún permanece en Plumaudan, donde se dice que también tuvo una comunidad monástica. Aquí hay una fuente que la tradición dice hizo brotar el mismo santo para paliar la sequía. En el siglo XIX el santo sanó milagrosamente a numerosos aquejados de disentería en este lugar.






A 4 de febrero además se celebra a





domingo, 5 de marzo de 2017

San Pieran de Cornwall.

San Pieran de Cornwall, ermitaño. 5 de marzo.

Su "vita" fue escrita por un autor desconocido en el siglo XIII, por lo que es de poco fiar. Para colmo, parece ser copiada de la leyenda de San Kieran de Saighir (5 de marzo). Cuenta que nació en Irlanda, y yendo en un viaje a Roma, fue bautizado y ese mismo día fue consagrado obispo para evangelizar en su tierra. Varios portentos se cuentan de él, como sacar agua de piedras o reducir a las bestias salvajes.

Murió sobre 480, y aún quedan vestigios de su culto, como una iglesia dedicada a su memoria en Peranzabuloe. Allí se le invocaba como patrón de mineros, culto que se exportó a las minas de Cornwall.







A 5 de marzo además se celebra a 











NOVEDAD

MI LIBRO ELECTRÓNICO

"TUS PREGUNTAS SOBRE LOS SANTOS

(SANTOS PATRONOS DE LAS ENFERMEDADES)

YA ESTÁ DISPONIBLE.



jueves, 2 de marzo de 2017

San Jaoua de Bretaña.

San Jaoua de Bretaña, obispo. 2 de marzo; 5 de septiembre, traslación de las reliquias, y primer domingo de mayo.

Muy poco se sabe de este santo antiguo, cuya leyenda le hace nacido en el año 500, y sobrino y discípulo de San Pol de Léon (12, 13 de marzo y tercer domingo de julio) y uno de sus compañeros evangelizadores desde Irlanda hasta las tierras de Bretaña. Allí Jaoua se retiró un tiempo como eremita y luego entró a la abadía de Landevennec, donde al cabo de un tiempo, el abad San Judol (18 de diciembre) le ordenó evangelizar la regiones de Brasparts y Ploudalmézeau. Para ello fue ordenado presbítero por su tío. En Brasparts la gente era reacia al Evangelio, siendo fieros y poco dados a la cultura y la educación, pero con mucha paciencia, Jaoua logró convertir a muchísimos paganos.

Con sus ejemplos de caridad, penitencia y oración, Jaoua convirtió a muchos paganos a la fe de Cristo. Cuando el señor de Faou, asesinó a los abades San Judol y San Tadec (2 de diciembre), un monstruo terrible hizo presencia en la región, asolando los campos y matando a las personas. Todos, incluso Faoud lo vieron como un castigo del verdadero Dios por asesinar a sus siervos. Entonces llamaron a San Pol de Léon, el cual ahuyentó a la bestia. Cuando el pueblo vio esto, todos se convirtieron a Cristo, incluido el asesino, que donó tierras para la fundación de la abadía de Daoulas, fundada por nuestro Jaoua, siendo su primer abad. De allí pasó a Tusrenaus, Batz y Plouguerneau, cuyos monasterios encaminó. Sobre 550 retornó a Brasparts, por una hambruna y peste que asolaban la región. Les predicó, les hizo romper los ídolos que quedaban y luego que los habitantes de la comarca confesaron a Cristo, la enfermedad desapareció milagrosamente.

La "vita" de San Pol pone a San Jaoua como su sucesor en la sede de Léon, aunque la leyenda de San Tugen (26 de enero, 1 de febrero, y domingo anterior al 24 de junio) dice que Pol eligió a Tugen, recomendándole que eligiera a Jaoua, pero es una invención tardía y forzada, pues hay bastante diferencia de tiempo entre ambos. Cuando Jaoua falleció el 2 de marzo de 554, antes había mandado que su cuerpo fuera puesto en un carro tirado por bueyes y que estos libremente eligieran su lugar de sepultura. Los animales fueron a parar a Plouvien, donde fue sepultado y aún luego de 1400 años se le venera. En 1856 la tumba fue abierta y las reliquias reconocidas. El 5 de septiembre de 1897 una reliquia insigne fue trasladada a la catedral de Léon.

Es abogado contra el cáncer, los tumores y las infecciones. El primer domingo de mayo se celebra en Plouvien una procesión en su honor, venerándose sus reliquias. 


Fuente:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Les vies des saints de la Bretagne armorique". SAN ALBERTO MAGNO. Quimper, 1901.


A 2 de marzo además se celebra a 






viernes, 24 de febrero de 2017

Beato Roberto, el denunciante.

Beato Roberto de Arbrissel, monje fundador. 24 y 25 de febrero.

Inicios.
Roberto nació sobre 1055 en La Bussardière, Bretaña, en una familia acomodada. Su padre era el presbítero de la parroquia, y se llamó Damaliach, un nombre totalmente bretón. Le dio estudios y le envió a la Universidad, donde se graduó con honores, para regresar a su pueblo y suceder a su padre como párroco. Se sabe estuvo casado, aunque se desconoce el nombre de su mujer, de la que se separó pronto, para seguir la tradición celibataria de la Iglesia (que no sería norma definitiva, universal y absoluta hasta 1223, en el Concilio de Lyon). En 1078 volvió a París donde se doctoró en Teología y a. Estudió en la Universidad de París, de la que también fue rector, siendo un gran ejemplo por su justicia, rectitud, caridad y virtudes.

Reformador, predicador y perseguido.
Fue Roberto un ardiente defensor de la reforma de la Iglesia impulsada por San Gregorio VII (25 de mayo), por lo que en 1089 el obispo de Rennes le nombra vicario de la diócesis. Desde este puesto destacó por su denuncia de la inmoralidad de los nobles, clero y pueblo. Clamó contra la injusticia, los desmanes de los ricos y la simonía y amancebamiento de muchos clérigos. Esta actitud le provocó guerra y enemigos por todos lados. Por eso en 1093, muerto su obispo, los clérigos resentidos con su denuncia logran que le trasladen a Angers, en cuya catedral se dedica a la enseñanza de la teología.

En 1095 deja la enseñanza y con algunos amigos se retira al bosque de Caon, Anjou. Allí atrae a multitudes a los que predica la pobreza, la penitencia y la caridad evangélica. Fue uno de los llamados predicadores "apoloístas", que vivían con los pobres, vestían y comían pobremente y rechazaban toda posesión personal. Lamentablemente muchos llegaron a los extremos de impugnar roda autoridad eclesiástica, rebelándose contra el papa y los obispos, cayendo además en herejías. No hay constancia que Roberto fuera hereje ni rebelde contra el papa, todo lo contrario, su actividad se veía impulsada por la reforma gregoriana. Funda una comunidad monástica con la Regla de los canónigos regulares, refundados por San Ivo de Chartres (23 de diciembre), a la que se unen muchos seglares que aún en el mundo viven su espíritu de radicalidad evangélica. Así, funda la abadía de Roe. Discípulos suyos fueron el Beato Alleaume (27 de abril), el Beato Bernardo de Thiron (14 de abril), el Beato Giraud (20 de abril) y el Beato Rieul de la Futaie (16 de agosto). En 1096 predica la Primera Cruzada en Craon ante el Papa Urbano II, varios arzobispos y nobles. El papa queda tan sorprendido de su carisma que le da el título de "Predicador Apostólico", con licencia para predicar donde quiera y sin pedir autorización del obispo local. Así se lanza a una predicación incesante, acompañado de cientos de personas que le ayudaban en sus misiones.

Roberto predica
a las multitudes.
Una singular fundación.
En 1099 se retira a Fontevrault, donde funda un monasterio inspirado en la Regla benedictina, pero para una Orden nueva. Además, se trata de un monasterio mixto , estando monjes y monjas bajo el cayado de la abadesa, cuya primera fue la Beata Petronila de Chemillé (24 de abril). Se organizaba el recinto en el "Gran Monasterio", de monjas de coro que vivían orando. También estaban las hermanas conversas, que compaginaban oración y trabajo servil en el monasterio. Estaban los monjes, para orar, estudiar y predicar, y por último los Hermanos de San Lázaro, para cuidar de la leprosería anexa al recinto. Todos debían hacer trabajo manual para mantenerse, orar según su estado y no admitir posesiones más de las comunitarias. No hay que decir que este monasterio, mas bien recinto religioso, levantó un gran revuelo en el clero y obispos. Precisamente en tiempos de denuncia del amancebamiento de los sacerdotes, viene quien más lo denunciaba a "yacer con mujeres", como acusaron a Roberto. Pero escándalo aparte, Roberto continuaba su misión predicadora y orante en la Iglesia, y en definitiva, ni era el primero ni sería el último monasterio mixto en la Iglesia. En menos de un año ya tenían 300 monjas de coro, muchas de la nobleza, atraídas por el humanismo y espíritu evangélico que allí se vivía.

Allí en Fontevrault vivió un tiempo dedicado al estudio de la Escritura. Estos últimos años estuvieron marcados por una intensa ascesis y oración. Su unión con Cristo llegó al punto de recibir los estigmas de la Pasión, más de 100 años antes de la Estigmatización de San Francisco, en 1224. Apenas estuvo ordenada la fundación, para lo cual logró la protección del papa Pascual II, Roberto volvió a la predicación errante. Misionó en Rouen, Blois, Chartres y otras ciudades de Francia. 

Muerte, ausencia de culto y reliquias.
En 1115, sintiendo que su final estaba cerca, Roberto quiso volver a Fontevrault. Pasando por Berry tuvo que detenerse y allí murió el 24 ó 25 de febrero de 1116, luego de indicar que quería ser enterrado en Fontevraud. Después de los multitudinarios funerales, el cuerpo fue embalsamado y venerado en Orsan, por iniciativa del obispo de Bourges, garantizando peregrinaciones y la devoción popular. Sin embargo, la Beata Petronila entabló un pleito por la posesión de las reliquias de su fundador. Incluso llegaron las monjas a iniciar una huelga de hambre por la causa. Finalmente fue llevado a su abadía, aunque el corazón quedó en Orsan, y aunque había querido ser enterrado en el cementerio común, se le sepultó en el altar mayor de la abadía, lejos de la devoción popular. Esto se hizo con toda intención, pues las peregrinaciones, el dinero que generaban y los abusos de esto ya había sido denunciado igualmente por Roberto. 

Relicario del corazón
del Beato Roberto.
Por esta misma causa la Orden nunca hizo nada por canonizar a su fundador, ni siquiera le dio culto ni promovió su devoción. El olvido cubrió su pequeña y humilde tumba. No sería hasta 1655 cuando la abadesa Juana Borbón, hermana de Luis XIII, levantara una tumba de mármol con una escultura yacente de Roberto. Igualmente se intentó su canonización, pero nada se logró, y el título de Beato que se le da es por costumbre.  

Con el tiempo la magna edificación se convirtió en panteón real para Enrique II Corazón de León y Leonor de Aquitania, y allí se educarían las hijas de Luis XV, pues llegó a ser un monasterio respetado por su cultura, piedad y la sangre real de sus abadesas. Durante la Revolución Francesa la abadía fue saqueada y la tumba profanada y destruida. El recinto se salvó porque fue utilizado como cárcel por los revolucionarios. Actualmente se muestra la sepultura vacía, pues las pocas reliquias que se salvaron, una parte del corazón que se cuidaba en Orsan, y partes de un báculo, en 1847 fueron dadas en posesión de las Damas Fontevristas de Chemillé, una Congregación religiosa misionera moderna inspirada en el carisma del Beato Roberto. Actualmente están en el priorato benedictino de Martigné-Briand.



Fuentes:
-"Histoire ecclésiastique". Tomo VI. JACQUES FLEURY. París, 1856.
-"Petite vie de Robert d'Arbrissel". JACQUELINE MARTIN-BAGNAUDEZ, Desclée de Brouwer, 2008.
-"Courte description des ordres des femmes & filles religieuses". ADRIAAN SCHOONEBEECK.
-berry.medieval.over-blog.com/article-le-tombeau-de-robert-d-arbrissel-abbaye-de-fontevraud-49-119158802.html
-http://www.fontevraud.fr/


A 24 de febrero además se celebra a





martes, 7 de febrero de 2017

Con los cerdos hasta el cielo.

San Tressan de Avenay, religioso. 7 de febrero.

El santo y los cerdos.
La leyenda le hace hermano de San Gibrian (8 de mayo), Santos Abraham y Veran (7 de julio), San Helan (7 de octubre), San Petran (4 de septiembre) y Santas Promptia, Franca y Possenna (3 de diciembre), todos eremitas en diversos sitios. Aunque nos dicen que eran hermanos, también es probable sólo lo hayan sido de fe y vida religiosa.

Nuestro Tressan criaba cerdos para un noble, y era tan piadoso que por no faltar a la Santa Misa, se llevaba los cerdos con él a la iglesia, él entraba al templo y los animales le esperaban fuera, reverentes con el Sacramento. Al terminar la misa, salía el santo y todos volvían a los pastos. Un día San Remigio (1 de octubre) se fijó en él y viéndole tan piadoso, le ordenó sacerdote para que evangelizara los campos de Reims. Así, entre oración y predicación vivió largos años. Se cuenta el milagro que en una ocasión clavó su báculo en tierra y se echó a descansar bajo el sol. Cuando despertó vio que el báculo se había convertido en un hermoso árbol que le daba sombra y fresco. Allí fundarían posteriormente San Gombert (29 de abril) y Santa Bertha (1 y 11 de mayo) el monasterio de Avenay, donde el culto a San Tressan fue muy fuerte durante siglos. 

En el siglo XVI una abadesa del monasterio compuso su oficio litúrgico.


A 7 de febrero además se celebra a





lunes, 30 de enero de 2017

Sebastián Valfré, predicador y apóstol.

Pregunta: Me gustaría recibir alguna info sobre el beato o santo Sebastián Valfré.

Respuesta: Gracias por preguntar, aquí te va:

Beato Sebastián Valfré, presbítero oratoriano. 30 de enero.

Sebastián nació en Verduno, el Piamonte, el 9 de marzo de 1629, y fue hijo de Juan Bautista Valfré y Argentina Mansona, cristianos piadosos. Fue un niño tranquilo y virtuoso, amante de la oración y los estudios. Se formó en Alba, donde nació en él la vocación al sacerdocio. Luego estudió en Bra, donde en 1633, con solo 14 años, recibió las órdenes menores, con beneplácito de sus padres.
Estudió la filosofía y la teología en Turín, donde fue la admiración de profesores y estudiantes por su aplicación, piedad y memoria para aprender. Así, en 1679, con 20 años recibió el subdiaconado de manos del arzobispo turinense, Julio César Bergera. El 26 de mayo de 1681, teniendo un futuro prometedor, Sebastián entró a la casa del Oratorio de San Felipe Neri (26 de mayo), para dedicarse a los pobres y a los jóvenes. En 1683 fue ordenado presbítero y cantó su primera misa en su natal Verduno. Sus superiores, viendo sus dotes para el estudio, le mandaron a doctorarse en teología en Turín, y aunque en principio se negó por humildad, pudo más la obediencia. Apenas terminó sus estudios se le nombró director de un grupo de seglares para darles formación cristiana, ejercitarles en la caridad y la piedad.

El ministerio del confesionario y las visitas a los enfermos y moribundos fueron el apostolado preferido del beato. Los penitentes iban a raudales hacia él en la iglesia del Oratorio, y además, asistía adonde se le pidiese confesiones, ejercicios espirituales, predicaciones, etc. Para ello le dio Dios el don de conciencias, para recordar a los penitentes aquello que olvidaban o callaban por vergüenza en una confesión. Era confesor justo y misericordioso, exigente con los pecadores, pero comprensivo como Cristo con ellos. También a más de uno profetizó algún suceso que le ocurriría si no dejaba tal o cual vicio o costumbre. Predicaba como había enseñado San Felipe Neri a sus clérigos: sencillez, Evangelio y Santos Padres. Predicaba para que los más sencillos le entendieran, con ejemplos y pocas palabras doctas. Y eso siempre, aunque predicara para sacerdotes, nobles o doctores. Predicaba siempre que podía, y ya fueran monjas, presos, colegios, palacios, campesinos, familia real, moribundos, lo hacía con sencillez, hablando constantemente de la misericordia y la justicia divina, del arrepentimiento y la conversión. Durante 40 años impartió el catecismo a los niños pobres, y jamás se excusó ni se quejó de aquellos niños ruidosos, poco educados y hambrientos. A todos los quería y a todos los esperaba con agrado, y para ellos escribió un catecismo. Se preocupó por la conversión de los judíos y los cismáticos, logrando la entrada de algunos a la Iglesia católica. Gracias a su tesón se creó en Roma la Pontificia Academia Eclesiástica para la formación de los prelados en diplomacia. Atendía a los mendigos, a los que junto a la limosna les daba algún consejo, alguna máxima evangélica, o algún ejercicio de piedad. Hasta en las calles llegó a improvisar sermones cuando se veía rodeado de pobres. Y no solo en las calles, sino en burdeles, a los que ningún sacerdote se acercaba, llegó a predicar a Cristo. Allí se presentaba de improviso, echando a los clientes y predicando a las mujeres que allí trabajaban. Las confesaba y a más de una sacó de aquella vida, ayudando a sostenerse con honestidad, alcanzando algunas el matrimonio. Más de 200 prostitutas conversas fueron salvadas de aquella vida, según consta en los procesos de canonización. 

Tenía largas horas de oración y celebraba la misa con tanta unción, que muchas veces derramaba lágrimas, pues este don tuvo también. Particularmente en los Oficios de Semana Santa se le veía celebrar con emoción y gran piedad. Era exactísimo celebrando la misa, no permitiendo ni un solo gesto fuera de la liturgia. Examinaba por sí mismo la limpieza de los altares y paños litúrgicos, para que estuvieran perfectos. Fue, por supuesto, devotísimo de Nuestra Señora, a la que reconocía por Madre y Fundadora del Oratorio. A todos recomendaba su devoción y la invocación de su Dulce Nombre. Igualmente fue devoto de su padre San Felipe, San Sebastián (20 de enero), San Francisco de Sales (24 de enero) San Carlos Borromeo (4 de noviembre), de su Ángel de la Guarda (2 de octubre) y de las ánimas del purgatorio. Por su humildad padeció mucho cuando el rey de Cerdeña, Víctor Amadeo II, le eligió como confesor, y más aún cuando el mismo monarca pretendió hacerle arzobispo de Turín. A lo primero asintió por obediencia, pero a lo segundo se resistió hasta llorar, por lo que el rey los superiores desistieron de tal cosa. Y aún muchas veces pidió dejar de ser el confesor real porque le parecía incorrecto recibir salario por ello, aun cuando lo daba íntegramente a los pobres. Esta humildad y su piedad eran fruto sobre todo de cómo dominaba sus pasiones y se disciplinaba. Desde ordenarse usó un cilicio que jamás se quitó, y no faltó nunca a disciplinarse diariamente. 

Sebastián Valfré cose la Síndone junto
a los reyes Victor Amadeo II y Ana.
Viviendo en Turín, es normal que el santo conociera y amara a la Santa Síndone. Sobre ella escribió una "Disertación Histórica" en 1693 para las hijas de Víctor Amadeo II, en la que dice: "[es] Reina de las Imágenes que se encuentran en el mundo, impresa con colores de Sangre del Cuerpo de nuestro amabilísimo Redentor en la Santísima Sábana (…) puede dar algún impulso a una mayor devoción (…) para llegar allá arriba en el cielo a ver la original y el autor". A su persistencia se debió la culminación de una capilla propia para la reliquia. Entre 1661 y 1702 se hicieron varias ostensiones y veneraciones públicas en las que siempre estuvo Valfré como testigo, predicador y confesor de los peregrinos. Incluso en 1694 él mismo realizó algunas reparaciones sobre las que ya habían realizado las clarisas. Lágrimas de devoción cayeron en la reliquia, haciéndola aún más sagrada, si es posible. 

Fue amigo de la carmelita Beata María de los Ángeles (16 de diciembre), a la que ayudó a fundar el monasterio de Moncalien, cuya iglesia bendijo en 1703 y luego celebró la misa.

Así, luego de una vida desbordada de celo apostólico, Sebastián entró al cielo el 30 de enero de 1710, a sus 80 años, como había predicho meses antes. Numerosos milagros ocurrieron posteriormente por su intercesión, por lo cual Gregorio XVI le beatificó el 15 de julio de 1834.


Fuentes:
-"Vida del Beato Sebastián Valfré, de la Congregación del Oratorio". México, 1865.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año. Enero". RP. Jean Croisset. S.I. Madrid, 1862.
-https://sjsm.wordpress.com/2010/03/26/onda-26-el-beato-sebastian-valfre-y-la-sabana-santa/


A 30 de enero además se celebra a  

Santa Martina de Roma, virgen y mártir.
Santa Haberilla de Mehrerau, virgen.

Santa Almedha, virgen y mártir.

Santa Almedha, virgen y mártir. 1 de agosto.   Fue esta una de las legendarias hijas del rey de Britania, San  Brychan  ( 6 de abril ). Hast...